Históricamente, en D&D los martillos grandes no han sido muy bien tratados. En 3ª edición tienen un daño por debajo de la media y eso los hace poco atractivos. La recomendación, que ya no me furrula mucho el cerebro es la típica. Espada a dos manos, ataque poderoso y a recorrer millas repartiendo amor divino.