(No desaparecerán, simplemente serán controlados por mis criaturas favoritas como esclavos babeantes :3)
Ahora en serio, los dioses son...raros, aunque sean buenos y toda esa parafernalia en el fondo son como chiquillos. Además, tal vez al final de los tiempos no haya dioses ni nada...
De todos modos dejalos, pobrecitos, el destino de estos simpáticos seres de ojos bulbosos es dominarlos a todos como aquel anillo de cuyo nombre no quiero acordarme, ¿qué hay de malo en ello?