Dia 3. En la puerta de la Mansion Kaldur. A medio dia.
La mansion Kaldur era una construccion de nueva planta de unos 3 pisos de altura. El edificio presentaba una tipología bastante nueva en lo que eran las tecnicas de construccion, lo que llevaba a pensar que tal evz el bardo, fuera recientemente cuando hubo amasajado alguna fortuna.
Las paredes exteriores parecian pintadas con un colo ocre bastante elegante, que contrastaba bellamente con los oscuros y barnizados marcos de madera con los que estaban hechas las ventanas. Toda la mansion estaba cercada por una valla exterior de 2 metros de altura, hecha de barras de aluminio, que parecían pretender mas decorar bellamente, que no pretender seguridad alguna.
Las puertas de entrada estaban abiertas, y por la ausencia de marcas en el suelo, no parecia que se cerraraba mucho.
Cuando el grupo hubo entrado por la puerta, un mayordomo se ofreció a los aventureros para guardarle las prendas, abrigos y demas senseres, aunque pronto se retiró ante la negativa de estos de soltar sus pertenencias. Cuando se acercó a Tharasmund, le pretendió un gesto de cortesia forzada, que rapidamente se transformó en incomodidad, y se retiró rapidamente. Eso fué cuando vió su enorme espada.
La sala donde se reunieron era bastante grande, y parecia hacer las de visita. Tenia una mesa central, unos asientos bastante grandes, e incluso un minimueble en el que guardaba algunas copas y bebidas alcoholicas de ls que servirse cuando tenia invitads. Habia tmbien unas tablas en la pared, que pretendian hacer las de pizarra, o lugar en la cual colgar documentos. Pretendia ser la zona de reunion e investigacion de los aventureros. Esa sería su zona exclusiva de reunion, y nadie de la casa ni del servicio osaria entrar en ella. Así lo habia ordenado Kaldur, y asi se lo habia comunicado a los aventureros.
- Y en la parte de arriba, en los pasillos a la derecha, tendreis 3 habitaciones con 2 camas cada una para distribuiroslas como querais. Espero que la estancia os agrade. Es todo lo que puedo ofreceros, dijo Kaldur pretendiendo ser lo mas cortes posible. Cuando os hayais aposentado, procederemos a comer algo. O quereis que os acompañe ya al dormitorio de mi mujer. Ahí es donde apareció la rosa... dijo el bardo algo triste...