Autor Tema: Aglarond [DDI]  (Leído 28291 veces)

Raínos

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« Respuesta #30 en: Marzo 27, 2008, 01:14:26 am »
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia.
Raínos, la serpiente y la rosa


El druida divagaba mientras examinaba de reojo la mesa con los que serían sus compañeros de viaje:

- Se marchitó junto a la vida de la hija del bardo... pero aún así sigue viva...quizás así reduzco ideas...

Quizás si bebes agua, florcita, recuperes tu vitalidad tan rápido como la perdiste...vamos dime algo...
algo que nos ayude a evitar una próxima vez...
- Dejó escapar la ultima frase en voz alta.

En ese momento una voz amiga lo sacaba de su monólogo mental, Valeriont pedía explicaciones. Raínos inclinó su cabeza hacia él intentando que su curiosa serpiente no se entrometiera en la barba del enano:

- Algo raro pasa con esta rosa, se supone que murió junto con la niña, pero aún así sigue viva - Se expresaba serio y como si supiera de lo que hablaba, además no titubeaba debido a la confianza que le tenía al paladin.
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\"Un juego es una batalla, pero una batalla no es un juego\"

Jurgen Heindall

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« Respuesta #31 en: Marzo 28, 2008, 01:38:01 pm »
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Tharasmund y el juego de los vasos de agua.

Mirada a Kaldur, interrogante.
Mirada al resto de la compañía, interrogante.
Mirada al paladían enano y al druída lleno de suciedad, interrogante también.

Su cuello parecía rotar con un lento movimiento continuo en busca de respuestas.
Al menos, lo que había oído le parecía sensato, alguna de esas cosas de mágicos chlados que vivían en la naturaleza; al menos le parecían menos chalados que los que vivían en la ciudad y se vestían con túnicas llenas de estrellitas y símbolos extraños.

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Dicen que el tamaño no lo es todo... Je, claro, eso lo dicen antes de ver ¡cómo de grande es mi espada!
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Te juzgaré porque tal es mi derecho de Príncipe, de Sangre y de Poder, pequeña sanguijuela desagradecida.

Barack Aurum Draco

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« Respuesta #32 en: Marzo 29, 2008, 02:50:30 am »
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Valeriont, el enano paladín.

Valeriont miró a Raínos unos segundos. En su cerebro intentaba articular alguna teoría convincente de lo que sucedía... en realidad, de lo que significaban las palabras de su amigo, sin poder llegar a nada.
- Así que hallaste algo donde el resto nada encontro... Pero, la pregunta obvia a todo esto es... ¿Tienes alguna idea de lo que pueda significar lo que encontraste? -.

De pronto, recordo que el grupo constaba de más personas que el elfo y él, giró la cabeza para encontrar a un semiogro que miraba interrogando con la mirada a todos a su alrededor... y un grupo, cuando menos, perplejo...

- Heee !! Gigante - dijo con ronca voz Valeriont, dirigiendose a Tharasmund - Estas igual de perplejo que yo... y eso que llevo viajando un buen tramo con el elfo... por cierto, mi mala educación ha sido hoy ilimitada... Mi nombre es Valeriont ¿y el tuyo?...  Después de todo, eres de los pocos que habla - dijo con una sonrisa el enano...
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\"El poder del hombre no radica en lo que puede hacer por sí mismo, sino en lo que su voluntad obliga a hacer a los demás\".

Jurgen Heindall

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« Respuesta #33 en: Marzo 29, 2008, 01:04:35 pm »
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Me llamo Tharasmund.

El enano se dirigía a él y encima con educación. Para que no faltara nada incluso había dicho algo sensato antes.
A pesar de que pensaba que hablar era bueno cuando lo hacían los demás para así saber si se podía fiar de ellos, decidió contestar.
Al fin y al cabo era un antiguo oficial de la guardia, no un bruto descerebrado como los parientes de su padre.

Me llamo Tharasmund, procedo del Norte, de Vado Frío. Allí ejerzo como oficial de la guardia, especialista en evitar alborotos; mis dos metros y medio y 300 quilos ayudan, je je.
Estoy en una temporada de descanso para vivir aventuras que me proporcionen una perspectiva más amplia del mundo. Es lo correcto.


La última frase fue dicha con una convicción total, como si alguien se lo hubiera estado diciendo día tras días durante años hasta convertirse en dogma de fe.
Tras hablar y tras pensánselo unos instantes acabó ofreciéndole su enorme mano enfundada con los guantes de malla al paladín.

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Dicen que el tamaño no lo es todo... Je, claro, eso lo dicen antes de ver ¡cómo de grande es mi espada!
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Barack Aurum Draco

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« Respuesta #34 en: Marzo 29, 2008, 08:14:48 pm »
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Valeriont, el enano bien educado.

Valeriont se quedo mirando un par de segundos la enorme mano de Tharasmund. No lo pensó mucho, y extendió la suya.

- Al parecer somos varios los que venimos del norte - dijo el paladín mirando al semiogro - Yo provengo del Salón de Mithril... y fui guardían de ese lugar hace unos años... Pero Moradin me indico otro camino.

Ahora esperaba la respuesto de Raínos y, por supuesto, que una vez hablará el elfo comenzaran a andar... - El tiempo en este tipo de situaciones es como el oro para los enanos - Pensaba Valeriont.
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Nindalf Firodes Troscard

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« Respuesta #35 en: Abril 02, 2008, 12:29:47 am »
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Claint impacientado por la hiperactividad de todos...

Y ahora todos comienzan a ser amigos... sin mas ni mas, si tan solo se conocen hace unos cuantos momentos- pensaba el muchacho y en como no quedarse atras en la investigacion.

Claint se levantó de su asiento, se acercó al druida para ver que diantres hacia... y para ver si se le ocurria algo...

Nada de esencia magica en la habitacion, pero si estuviera en la rosa...- Siempre en silencio, como si no supiera expresarse el precoz humano...

Acerco sus manos al vaso con la rosa... pero sin tocarla y comenzo a concentrarse...

Vamos a ver que se puede hacer- dijo entre dientes y susurrandolo al descuidado elfo.
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Puede que en algun momento se malinterprete lo que diga... en el caso de hacer daño... lo siento no es mi intencion...ser sincero es mi esencia...(y cuando quiera hacer daño lo dire...jajajajajaja...)

Raínos

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« Respuesta #36 en: Abril 03, 2008, 02:48:54 am »
Mientras Valeriont y el musculoso semiogro estrechaban manos. Raínos pasaba de estar echado y cabizbajo mirando el vaso, a deslizarse lentamente hacia atrás casi al punto de caerse de la silla, si no es porque un humano de joven aspecto le decía algo que no acababa de entender muy bien:

Ahm? si, dale, lamentablemente la rosita se acaba de morir - Dijo con una mezcla de frustación y desprecio ante los presentes, deteniendo su mirada en Kaldur, mientras recobraba el equilibrio:

Bueno amigo, ahora tengo motivos propios para detener esto, Magia Antinatural. Además, como tu dices, hay que hacer lo correcto, ¿No? - Dijo caminando hacia Valeriont, luego al quitar la mirada vió menuda bestia junto a él a lo que titubeó mirando nerviosamente al semiogro: Ra-Raínos..un gusto en conocerte... -
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Jurgen Heindall

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« Respuesta #37 en: Abril 03, 2008, 05:39:43 pm »
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Me sigo llamando Tharasmund.

Es normal que te guste conocerme, yo soy Tharasmund.
Yo también me alegro de conocerte a ti, aunque creo que deberías usar el agua para lo que realmente sirve en una ciudad: lavarse.
En el campo, vale, es lo único que hay, pero aquí, en la ciudad hay más cosas, hombre.


Mientras hablaba, echó a andar hacia la puerta, esperando que el resto lo siguieran, a ver si podían salir de la posada de una maldita vez.
Miró hacia atrás y se despidió del tabernero con una mirada y un gruñido, recordando todavía su actitud de hacía unos minutos.
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Dicen que el tamaño no lo es todo... Je, claro, eso lo dicen antes de ver ¡cómo de grande es mi espada!
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Barack Aurum Draco

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« Respuesta #38 en: Abril 04, 2008, 06:04:44 pm »
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Valeriont, el paladín enano

Antes las palabras de Raínos, Valeriont se dio media vuelta se acomodó el hacha, lo miró y tranquilamente dijo - Claro amigo mío, siempre hay que hacer lo correcto... y lo correcto, en este en particular, es comenzar a andar lo antes posible - las últimas palabras fueron sazonadas con una mirada fija al bardo.
Era hora de partir, de eso no había duda... después de todo, las preguntas no se responderían en la taberna y el caso no avanzaría.

De pronto y, como a menudo le pasaba, bajo a la tierra... - Larguemonos pronto... por favor.
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\"El poder del hombre no radica en lo que puede hacer por sí mismo, sino en lo que su voluntad obliga a hacer a los demás\".

Nindalf Firodes Troscard

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« Respuesta #39 en: Abril 04, 2008, 11:30:45 pm »
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia.Claint hundido en sus pensamientos...

Vida artificial... ¿Porque darle vida si no era necesario...?. O ¿se necesitaba viva para el sortilegio...?. De todas maneras, ¿porque se colora el agua?, sera que desprende lo que le quedaba de vida, como si fuera una manera de perder su ultima energia... -Decia esto mientras se separaba del elfo y caminaba inconcientemente en direccion a la puerta de salida hundido en sus pensamientos...

De pronto, algo lo hizo levantar la cabeza con cara de asombro como si recien en ese momento acabara de percatarse de lo que ocurrio, se gira clavando la mirada en el enano, ¿Porque un nigromante? -Recobrando el aliento y la compostura se para junto al gigante que ya estaba bastante impaciente por largarse y hace una pregunta que se habia repetido hace un rato, ¿Nos vamos?
« Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Nindalf Firodes Troscard »
Puede que en algun momento se malinterprete lo que diga... en el caso de hacer daño... lo siento no es mi intencion...ser sincero es mi esencia...(y cuando quiera hacer daño lo dire...jajajajajaja...)

Imolk

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« Respuesta #40 en: Mayo 15, 2008, 11:40:05 am »
Dia 3. En la puerta de la Mansion Kaldur. A medio dia.


La mansion Kaldur era una construccion de nueva planta de unos 3 pisos de altura. El edificio presentaba una tipología bastante nueva en lo que eran las tecnicas de construccion, lo que llevaba a pensar que tal evz el bardo, fuera recientemente cuando hubo amasajado alguna fortuna.

Las paredes exteriores parecian pintadas con un colo ocre bastante elegante, que contrastaba bellamente con los oscuros y barnizados marcos de madera con los que estaban hechas las ventanas. Toda la mansion estaba cercada por una valla exterior de 2 metros de altura, hecha de barras de aluminio, que parecían pretender mas decorar bellamente, que no pretender seguridad alguna.

Las puertas de entrada estaban abiertas, y por la ausencia de marcas en el suelo, no parecia que se cerraraba mucho.

Cuando el grupo hubo entrado por la puerta, un mayordomo se ofreció a los aventureros para guardarle las prendas, abrigos y demas senseres, aunque pronto se retiró ante la negativa de estos de soltar sus pertenencias. Cuando se acercó a Tharasmund, le pretendió un gesto de cortesia forzada, que rapidamente se transformó en incomodidad, y se retiró rapidamente. Eso fué cuando vió su enorme espada.

La sala donde se reunieron era bastante grande, y parecia hacer las de visita. Tenia una mesa central, unos asientos bastante grandes, e incluso un minimueble en el que guardaba algunas copas y bebidas alcoholicas de ls que servirse cuando tenia invitads. Habia tmbien unas tablas en la pared, que pretendian hacer las de pizarra, o lugar en la cual colgar documentos. Pretendia ser la zona de reunion e investigacion de los aventureros. Esa sería su zona exclusiva de reunion, y nadie de la casa ni del servicio osaria entrar en ella. Así lo habia ordenado Kaldur, y asi se lo habia comunicado a los aventureros.

- Y en la parte de arriba, en los pasillos a la derecha, tendreis 3 habitaciones con 2 camas cada una para distribuiroslas como querais. Espero que la estancia os agrade. Es todo lo que puedo ofreceros, dijo Kaldur pretendiendo ser lo mas cortes posible. Cuando os hayais aposentado, procederemos a comer algo. O quereis que os acompañe ya al dormitorio de mi mujer. Ahí es donde apareció la rosa... dijo el bardo algo triste...
« Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Imolk »
Imolk, Visir de Hierro; El ex-ejecutor y domador de tigres!!

Jurgen Heindall

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« Respuesta #41 en: Mayo 15, 2008, 01:19:02 pm »
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía. Tharasmund tiene hambre pero se contiene.

El viaje había sido anodino y con poca conversación, se le había hecho más largo de lo que realmente era. Por suerte, tenía la suficiente paciencia e imaginación como para no aburrirse demasiado en el trayecto.

La casa, exteriormente, era un bonito lugar, pero poco práctico. Claro que quien pensaba eso era la parte del cerebro del semiogro que no podía obviar que venía del tumultuoso Norte y sus incursiones constantes.

Le divirtió la reacción del mayordomo, aunque muuuuuy en el fondo también le irritó un poco. No es que fuera a dejar que cogiera sus pertenencias ni mucho menos. Pero tampoco iba a partirle en dos. A menos que hiciera algo para merecérselo, claro está. Su estómago gruñó un par de veces por la hora y esperó que la comida no tardara demasiado.

Tras dejar que Kaldur hablara no esperó ni un segundo antes de contestar.

Creo que lo mejor será guardar nuestras pertenencias, ponernos cómodos, echar un vistazo rápido a la habitación y luego comer algo.
En un momento estaré de vuelta.


Sin esperar contestación comenzó a subir las escaleras, pensando en meterse en la primera habitación que encontrara, y más le valía a Kaldur haber pensado en su tamaño a la hora de la cama...
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Artea, Archibardo nivel11

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« Respuesta #42 en: Mayo 15, 2008, 05:30:08 pm »
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía.

Erial buscó la mirada de su hermano y realizo un gesto de entendimiento con el. Quizás tuvieran sus diferencias, pero si tenia que escoger a alguien como compañero de cuarto para esta trampa mortal (así denomino a la deslumbrante e insegura casa, que parecía invitar a las desgracias) mejor con su sanguíneo colega que con un desconocido.

Muchas cosas pasaban por la mente de Erial cuando dijo:

“Iré a ver la habitación en cuestión ahora, si alguien comparte esa idea, puede acompañarme.”

Antes de salir de la habitacion miro a Tharasmund y realizó un gesto afirmativo, como dando a entender que el se adelantaría al semiogro.

“Quizás sea grande y brusco, pero se muestra bastante inteligente… parece que la sangre humana que corre por sus venas fuera la de un erudito. Aun así, será mejor seguir mi instinto de “no confiar en nadie” y asegurarme de hacer las cosas con mis propias manos.”
« Última modificación: Mayo 15, 2008, 05:40:51 pm por Artea, Archibardo nivel11 »
La vida es una cebolla que se pela llorando.

Griffith

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« Respuesta #43 en: Mayo 15, 2008, 05:30:58 pm »
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía. Tocaba investigar.

El viaje no había sido desagradable. Sin accidentes y tranquilo, una combinación poco frecuente, por desgracia.

Una vez llegaron a casa de Kaldur, el explorador la inspeccionó por fuera. Alguien debía de haber entrado en la casa para dejar esa rosa, ¿no? Tal vez averiguase algo.

Una vez en la sala de reuniones, Kaldur mencionó que había que compartir habitación. No tenía por què ser un problema en principio, pero Eleazar dudaba que cada integrante del grupo confiase plenamente en sus recién conocidos compañeros.

Tharasmund puso rumbo a la planta de arriba. Eleazar estuvo a punto de sugerir que alguien acompañase al semiogro, pero Erial se adelantó. Echó una ojeada a su alrededor.

- Iré a echar un vistazo por los alrededores de la casa. Alguien tuvo que entrar para dejar la rosa, si asumimos que todos los de dentro son inocentes.

Dicho esto, Eleazar procuró no insinuar que alguien de dentro podría haberlo hecho, aunque nunca se sabía. Parecía impaciente, pero tranquilo a la vez. Cuando estaba en la puerta de la sala de reuniones se giró hacia el bardo.

- Kaldur... Vos dijisteis que vuestra hija de ocho años tocó la rosa y falleció, ¿cierto? ¿Notasteis algo extraño en el cadáver de la niña? ¿Una marca, símbolo, cualquier cosa?

Cuando Kaldur hubiese respondido, Eleazar procedería a examinar los alrededores de la mansión.
« Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Griffith »

Nindalf Firodes Troscard

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« Respuesta #44 en: Mayo 16, 2008, 05:14:28 am »
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía. Impaciencia, impaciencia y mas impaciencia

Despues de todo parece una casa confortable... -pensaba esto mientras giraba en el centro de la habitacion contempando cada detalle de la decoracion-Erial... comprendo... porfin tendre la oportunidad de conversar con alguien que conosco muy bien... despues de todo es mi hermano, ¿no?

Eleazar, no creo que tengamos tanta prisa por comenzar a dilucidar lo que ocurre aqui... opino de la misma manera que Tharasmund, relajemonos un momento, tal vez dos y despues de ello investiguemos un poco... No es que este tan cansado ni mucho menos, pero pienso que podremos pensar mejor con un relajo de hombros y sin nuestras pesadas mochilas de viaje. Ahora si me disculpan, debo hablar con mi hermano... -Dijo esto pensando en no darle mucha importancia al asunto del relajo, pero queria aligerarse un poco...
« Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Nindalf Firodes Troscard »
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