Fosfoforo

Partidas => Partidas por Foro: Dungeons & Dragons => Mensaje iniciado por: Imolk en Octubre 21, 2007, 02:51:10 am

Título: Aglarond [DDI]
Publicado por: Imolk en Octubre 21, 2007, 02:51:10 am
Dia X. Altas horas de la noche, en los bosques de Aglarond.

Combate contra en Bodak


Eleazar miró a su enemigo, que permanecía de pie inmovil delante de él. Sus  oscuros ojos peneatraron en los del explorador. En su mente pudo oír: Vamos, Eleazar. A que esperas para atacarme? Es que tanto miedo tienes de correr la misma suerte que tus antiguos amigos?.

Eleazar se avalanzó sobre el Bodak y levantó sus dos armas a la altura del cuello del mismo, con la intencion de rasgarle las texturas del mismo. El Bodak le miró directamente a los ojos y rió. El explorador descargó un golpe contra el muerto viviente, que vió imprevisiblemente hundidas las dos hohjas del explorador en las carnes de su cuello [-16].

El Bodak miró y rió. Un chorro de sangre negra empezó a caer desde el cuello del muerto viviente, a la vez que el mismo, soltó una carcajada y dijo:

- Jaa! De verdad crees que un simple golpe en el cuello me puede matar, Eleazar?? Vamos, sé que puedes hacerlo mejor!!

Y cuando Eleazar aun no había encajado el sentido de las palabras del Bodak, se dió cuenta como el mismo le acababa de encajar un golpetazo con sus pudrientas manos en todo el estómago [-6]. El Bodak volvió a reir. Se sentía poderoso, inmortal. Y estaba dispuesto a aplastar a las siete mierdas que tenía delante intentando aniquilarle.

Bodak dió un ligero paso hacia su derecha, intentando tener a la vista lo mejor posible a Claint, que en aquellos momentos, se concentraba en el lanzamiento de un conjuro que acabaría estableciendo un vinculo magico con la urdimbre, de forma que un escudo se formara alrrededor suyo con tal de protegerle de los ataques el muerto viviente. El Bodak rió. Debía pensar algo asi como Ya me encargaré de ti mas tarde. No tengas prisa. Claint concentró su mirada en el Bodak, para estudiar todos sus movimientos, y asi saber como reaccionar si el hechizero intentaba algo.

Erial miró como Eleazar encajaba un golpe casi imperceptible. Como podía ser que aquella criatura de los infiernos fuera tan sutilmente rapida? Erial sintió una sensacion de orgullo y satisfaccion en su interior. Al fin había un rival a la altura del espadachin. El espadachin sonrrió un poco, y susurró levemente:

Ya me estaba cansando de luchar contra bandidos, espero que en este demonio encuentre un rival que este a las alturas de mis habilidades.

Se movió unos metros a trote, vigilandose las espaldas, pues el espadachin era una persona algo desconfiada. Miró al bodak, y sin perderlo de vista, se encaró hacia él, y agarrando su espada congelante, la cual parecía estar elaborada con una excelente manufactura, con tal fuerza que los mangos de la misma se dejaran crujir, le asestó un golpe al Bodak a la altura del medio pecho [-10]. El bodak se agarró el pecho. De otra herida empezaba ahora a brotar mas sangre negra, sangre que no pudo evitar manchar a Eleazar las ropas.

El semiogro Tharasmund dió un paso hacia delante, de forma que sus largos brazos fueran capaces de alcanzar al muerto viviente. Tharasmund no era un hombre de palabras durante los combates. El semiogro prefería estar a lo que tenía que estar, y asi fué. Antes de que el muerto viviente se diera cuenta, se encontró con una espada larga clavada en la cabeza [crítico: - 29].

Tharasmund rió orgulloso por haber realizado tan buen ataque, y ademas, de improvisto sobre su maligno enemigo. El semiogro, crecido como pocas veces se habia sentido, se dió el lujo de decirle al Bodak:
- ¡¡Depón tu actitud o muere, feto abortado de un elfo y una enana!!

El bodak le enseñó al semiogro su dedo corazon: - Que te jodan ogro feo y mal oliente

La espada del semiogro se deshincó de la cabeza del muerto viviente, haciendo que la misma se partiera en 2 mitades [-21], y el cuerpo del bicho cayese ahora inherte de vida en el suelo.

Plooom!!
Título:
Publicado por: Imolk en Diciembre 09, 2007, 01:57:30 am
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia


El sol estaba en su cenit. Aglarond, con una vegetacion un tanto desertica por aquellas epocas cercanas al verano, lucía un calor bastante llevadero a pesar de que era mediodia en la region. La humedad sin embargo, hacía mella en la gente cuando esta salía de sus refugios y casas para salir al mercado a comprar, o a dar un paseo.

Los citados aventureros estaban en aquella taberna a peticion de un misterioso bardo que les había hecho llamar unas cuantas semanas atrás contratando sus servicios a cambio de una suculenta recompensa. Claro que algunos de ellos estaban por propia voluntad, y las emociones de la aventura, y no por el dinero en si.

La taberna era bastante grande para lo que era el pueblo en si, lo que sugería que tal vez hacia un tiempo este habia sido un pueblo bastante importante, pues estaba en medio de la ruta de 2 importantes cuidades portuarias, conformando lo que sería una mini ruta de comercio.

La taberna presentaba un aspecto bastante cuidado y limpio, aunque tambien era viejo, y se notaba la ausencia de reformas, necesarias tal vez desde unos cuantos años atrás. Probablemente el tabernero no tuviera el dinero suficiente como para hacer las reformas y seguir viviendo comodamente.

Presentaba una sala rectangular, bastante grande, con unas cuantas mesas circulares con banquetas alrrededor de las mismas, asi como unas mesas cuadradas con banquetas en las esquinas, para la gente que buscase un rincon mas apartado. La barra era bastante grande, y tenía unos taburetes enfrente de la misma.

El tabernero pasaba un trapo a unas cuantas copas que ya estaban limpias, tal vez por aburrimiento mas que por trabajo. En realidad estaba esperando a que alguno de sus 7 misteriosos nuevos clientes que habían ido llegado todos a la escaladamente, alrrededor de 3 o 4 horas antes, pidiera otra ronda de copas para asi poder volver a llenarse los bolsillos de dinero. No se veía esto todos los dias, y estabamos en una fecha del año un poco pobre para el comercio.

Erial estaba en una mesa que conformaban una de las esquinas de la posada. Estaba bebiendo su copa a la evz que observaba con detenimiento el entorno. Serían esos clientes que habian en la sala el resto de gente que tenía que llamar su contratador, ese bardo que le había citado en la posada?

Por otra parte, Valeriont estaba en la barra esperando acabarse aquella jarra de bebida, impaciente, y preguntandose cuando diablos llegaría el tipo que le hizo llamar. Pero cuanto mas estaba dispuesto a hacerle esperar? Por dios! su tiempo era oro!!

Eleazar
contemplaba su espada en una mesa del centro de la taberna, ajeno a todo lo que sucedía a su alrrededor. Su actitud era anormalmente tranquila y serena, como si no le importase un pimiento lo que sucediera alrrededor. El pensaba llegar, hacer el trabajo, y largarse. Asi de facil.

El semigro Tharasmund se había ido a otra de las esquinas de la sala. No quería llamar mucho la atencion con su aspecto, por mucho que en el fondo se la resvalase. Ademas, no quería que nadie fuera a pedirle un sorbo de su enooorme jarra. Era toda para él, que para eso la habia pagado. Y él era el bicho raro? Él era el feo? Por dios, aquel sitio estaba infesto de guerreras mariconas, debió pensar el semiogro. Un buen trago  de su bebida magica tan fuerte que guardaba en su odre le quitaría la gilipollez a mas de uno. Claint le miraba desde la otra punta de la sala, sentado en una banqueta.

El elfo gris Raínos estaba en otra de las mesas del centro de la taberna, tomando su vaso de hidromiel, y contemplando como Eleazar se regozijaba en el aspecto de su esplendorosa espada. Pobre iluso, si pensaba que ese cacho de metal le iba a salvar siempre de las desdichas de la vida. Solo la naturaleza te guiaba por el autentico camino. O almenos, eso es lo que pensaba el elfo. Otros no estarían de acuerdo, debía pensar Raínos. Sobretodo ese semiogro, aunque en parte seguro que se serviría de la madre tierra, en la medida que aquella mole de musculos, por bien seguro era capaz de arrancar un arbil y clavartelo en la cabeza como el que rompe un trozo de papel. Que feo que era!!

En aquel preciso instante, se abrió la puerta de la taberna, y una humana entró por la puerta. No!! definitivamente, no era el que les había contratado. No a juzgar por el tamaño de esos pechos. La chica se acercó a la barra, y le dijo al tabernero, tal vez imprudentemente -a la vista de que todo el personal supo instantaneamente a qué se refería- su nombre y quien le había hecho llamar:

- Hola, mi nombre es Alelí. Estoy esperando a un hombre que nos hizo reunir aqui a mi y a otros compañeros para llevar a cabo una pequeña misioncita. Dijo que esperaramos en la posada. Sabe usted algo? dijo la chica.

Raínos miró al semiogro. Menuda imbécil debió pensar el semiogro, a juzgar por la cara que el elfo vió en él.

- Perdon? dijo el tabernero. Hombre, si quiere limpiarme el trastero de la taberna... bromeó el hombre cincuenton esbozando una poco dentada sonrrisa.
La chica se puso algo tensa. Tal vez alguien debiese cerrarle la boca. Tharamund pensó en meterse, pero... Bueno. El caso era que la cosa se podía complicar si nadie hacia nada.
Título:
Publicado por: Jurgen Heindall en Diciembre 10, 2007, 01:26:17 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Entra en escena el Semiogro.

O sea que Alelí, eh. Bien, alguien va a tener que sacarla de ese lío, porque si es tan ingenua como parece sí que va a ir al trastero con el tabernero.
Un ruído de madera arrastrándose por el suelo pesadamente focalizó la la atención de todos los presentes en la sala en un semiogro que movía la mesa que tenía delante, y que a todas luces era pequeña para sus casi tres metros de estatura. Con calma, sabedor de que todo el mundo le miraba a él y no a la mujer, se recolocó las espadas para que todo el mundo viera su tamaño (dos metros cada una de ellas, en su espalda junto a un escudo, un arco y los carcaj), se ajustó la capa sobre su reluciente coraza y se dirigió a la barra. El movimiento de los músculos de sus poderosas piernas hacían pensar que estaba acostumbrado a los largos viajes a pie. Por no hablar de sus brazos, acostumbrados a manejar una espada de más de dos metros con una sóla mano sin problemas.

Mirando a los ojos del tabernero le dijo: Tienes dos opciones, responder a la chica y servirme otro chupito de cerveza en esta jarra o que sea yo quien te lleve al trastero a hacer limpieza... quizá un lavado de estómago.

No es que hubiera pronunciado las palabras de manera agresiva. Pero tampoco se podía decir que hubiera un asomo de sonrisa en su cara.
Sin esperar respuesta se sentó pesadamente en un taburete y, sin dejar de mirar al tabernero directamente a los ojos pensó en qué diría ahora la chica o el resto de aventureros y paisanos del local.
Título:
Publicado por: Imolk en Diciembre 10, 2007, 01:39:40 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia.
El Tabernero reacciona.


El tabernero miró con cara de asombro al semiogro. Realmente el cincuenton tenía una triple expresion en la cara. De sorpresa, de respeto y miedo, y de asco. Era mejor no buscarse follones. A fin de cuentas pagan.

Se dirigió a una de las esquinas de la barra, y cogió una jarra que instantes después hundió en un barril de una bebida que ya había servido al semiogro. Instantes despues, miró la jarra comprobando que no tuviera poso, y limpiandola con un trapo por los bordes para que no goteara, se dirigió a la mesa del semiogro para darle el chupito al bicho feo y apestoso. O eso debía estar pensando mas de uno en la sala.

El semiogro vió en el tabernero una mirada de reojo a la chica, y en esa mirada, un tanto de rabia y odio. Puta mocosa!!, debió pensar el tabernero por la forma de su expresion facial. Sonrrió falsamente al ogro, como si poco le importase que se diera cuenta -a fin y al cabo solo habia sido formalmente amable- y se dirigió a la barra de nuevo para atender a la chica.

He aqui otro motivo por el que el tabernero no tenía mucha clientela.
- Pues no señorita, lo siento pero no sé de que me esta hablando. debería? Se supone que alguien dejo algun mensaje para mi? dijo el tabernero. La chica no contestó, consciente de que había metido la pata, y miró al semiogro -tenia inteligencia, despues de todo- en busca de un apoyo.
Título:
Publicado por: Raínos en Diciembre 10, 2007, 04:27:16 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Raínos le asalta una duda

Había acabado su vaso cuando escuchó una juvenil voz que lo sacó de su somnolencia, luego de oír toda la escena, la cual no meditó mucho debido a un pensamiento que lo rondaba la cabeza:

Esa humana me parece conocida, quizás Valeriont me aclara la duda...

Se levantó de su silla lentamente y se sentó junto al enano en el puesto próximo, lo quedó mirando un largo rato antes de abrir la boca:

(Apuntando el dedo rozando los bigotes de Valeriont) "¡Ella!, yo la conozco, tu la conoces....¿cierto?" dijo a medida que bajaba paulatinamente la voz y abría mas sus ojos.
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Diciembre 10, 2007, 07:30:03 pm
Día 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodía. Valeriont responde a la duda.

Primero, queridísimo amigo... ¡Saca de ahí tu dedo que molesta! - dijo Valeriont sacándole la mano de su bigote al desaliñado y distraído elfo - Con respecto a tu duda... Creo que si... tiene un aire a alguien conocido... y se comporta igual - dijo frotándose la barba. Tomó la jarra de la que bebía y la vació de un sorbo - En definitiva debe ser ella... por el nombre y la ingenuidad...  - Susurró.

Oye chica, siéntate de una vez y no tomes en cuenta las "bromas" de este tipo... después de todo no creo que quiera probar la veracidad de las palabras del gigantón - agregó mirando al semiogro.

A todo esto... ¿Cuánto más tendremos que esperar por todos los demonios del abismo? Este tipo me tiene algo harto con su impuntualidad - le dijo en voz baja a Raínos.
Título:
Publicado por: Griffith en Diciembre 10, 2007, 09:21:23 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Eleazar observa...

Estaba absorto en sus pensamientos, mirando su reluciente espada. Al entrar en la taberna, había notado la presencia de unos cuantos aventureros, pues no se molestó en mirarlos. ¿Estarían aquí por el mismo motivo que él? Qué importaba.

De pronto, una muchacha entró en la taberna. Tras desvelar a toda la taberna a lo que había venido insensata... , uno de esos aventureros, al parecer un semiogro, decidió levantarse a cerrarle la boca. El explorador hizo como sino le importase la vida de esa chica. Bueno, realmente no le importaba. El semiogro disuadió al posadero de cometer cualquier estupidez, mientras pedía otro "chupito".

De pronto, una conversación en una mesa cercana captó la atención del explorador. Parecía que ese elfo no sabía bajar la voz cuando hablaba. Parecía un druida... y dijo conocer a la chica. Se dirigió al enano que se sentaba con él. A este también le sonaba la mujer. En fin, ¿qué más daba? Era información irrelevante, por ahora.

Tras prestar un poco de atención a lo que sucedía a su alrededor, volvió su mirada hacia la espada. Cuando te encuentre, te mataré...
Título:
Publicado por: Imolk en Diciembre 12, 2007, 11:02:42 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia.
 
Kaldur en escena:


La taberna estaba cogiendo unos tonos algo elevados. La intervencion del semiogro había provocado que el tabernero dejase de lado la actitud chulesca y bravucona que hacía unos minutos había mostrado hacia la chica.
A su vez, varios de los aventureros habían estado obvservando la escena para decidir como reaccionar ante los eventos de la misma.

Cuando el tabernero preguntó si debería tener conocimiento o no del motivo de su llegada al pueblo, la chica, Alelí, se encogió de hombros como intentando señalar un No sé, como lo iba a saber yo?. Por algo habría hecho la pregunta, vamos.

La puerta de la taberna se abrió y entró repentinamente un cálido aire, algo bochornoso, pero corriente, si se tenia en cuenta las altas temperaturas que hacian al mediodia por la region. Una figura apareció en el hueco del marco de la puerta.

Un hombre de mediana estatura, cerca de un metro setenta, y un pelo castaño que se dejaba entre ver debajo del pañuelo que llevaba en la cabeza, cubriendole la mayor parte del pelo. Su piel era bastante morena, un moreno provocado por la exposicion continuada al sol. Denotaba ello que las gestas de bardo las haría bajo la luz del sol, a medianas horas, siempre al aire libre.

Por ropa llevaba una chaqueta y unos vaqueros algo ajustados, al mas estilo oeste, y de su cinto colgaba una pequeña ballesta ligera, colocada originalmente mediante algun curioso sistema que el propio bardo parecía haber diseñado. Unas botas de piel de cocodrilo completaban su indumentaria.

- Buenos dias caballeros, y señorita dijo el bardo mirando en general a toda la sala. Me alegra saber que los siete han acudido a mi reunión, y por ello, antes de comentaros de que tratará nuestra empresa, quiero agradeceroslo a todos invitandoos a una ronda. Hizo un gesto al tabernero con la mano, brusco y seco, tras lo cual, el mismo empezó a coger de la repisa 7 jarras y se disupuso a llenarlas de cerveza.

- Permitidme que me presente. Mi nombre es Kaldur dijo el bardo. Primero de todo, indicar que esta peticion no es obligatoria cumplirla. Si alguien no desease ayudarme... lo entendería, dijo el bardo hechando un vistazo general, y cruzando los dedos para que nadie se levantara dando una negativa a sus pretensiones. Se podía ver la impaciencia en sus ojos, que se convertía en satisfaccion cada vez que los segundos pasaban mas y mas y mas...
Título:
Publicado por: Griffith en Diciembre 14, 2007, 10:20:19 am
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Eleazar impaciente.

El explorador miró de reojo al recién llegado. Era él. Era un hombre... era el bardo que le había citado. Sin saber porqué, Eleazar dirigió la mirada a la pequeña ballesta que le colgaba del cinto al bardo. Se ofreció a pagar una ronda.

Las palabras que siguieron hicieron referencia a una pequeña introducción de lo que sería su misión. El explorador giró la silla para encararse hacia el bardo, haciendo algo de ruido para llamar la atención del mismo. Con una voz que denotaba indiferencia, dijo:

- Estamos todos, ¿no? Algunos no tenemos tiempo que perder, así que os agradecería que entrarais en materia lo antes posible - dio un pequeño sorbo a la jarra de cerveza.
Título:
Publicado por: Artea, Archibardo nivel11 en Diciembre 14, 2007, 04:08:23 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Eleazar impaciente.

El guerrero alejo de él la jarra de Cerveza. No solía beber antes de comenzar un trabajo...

Erial hablo con una voz dura y fría, tan vacía de sentimiento y vida, como la ropa negra que llevaba puesta.

-Dije que aceptaría el trabajo Kaldur, y lo haré, sea el que fuese. Siempre que puedas pagar mi precio.

Y quedo mirando al bardo, esperando una respuesta....
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Diciembre 14, 2007, 06:36:25 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia.

Había terminado de decir lo impaciente que estaba y lo harto que lo tenía la impuntualidad del tipo que los había mandado a llamar, cuando se abrío la puerta y entró un hombre de vestimenta, cuando menos, estrafalaria.
Los ojos del enano brillaron, debe ser él... Por fin llegó, ¡por fin!, pensó.

El hombre procedió a presentarse y, tras pedir una ronda para los presentes, dijo: - Primero de todo, indicar que esta peticion no es obligatoria cumplirla. Si alguien no desease ayudarme... lo entendería.

El enano lo miró con los ojos dorados abiertos, para luego fruncir el entrecejo, se tomó la barba cenicienta con la mano izquierda y sin quitarle los ojos de encima dijo con el vozarrón característico de los enanos: - Tengo la ligera impresión, Kaldur, que si llevamos un buen tiempo esperando y hemos hecho un viaje, más o menos largo, y con uno que otro sacrificio lo más probable es que aceptemos el trabajo. Sin embargo, debo decir que si el trabajo que nos traes va totalmente en contra de mis valores te lo lanzare por sobre la cabeza... -. En realidad eso era lo único que lo alejaría de la misión y, esperaba de corazón, que no se diese el caso.

Luego de haber dicho estas palabras, posó su mirada sobre la jarra de cerveza que parecía hablarle, bébeme le decía. Tomó un sorbo y la dejo sobre la mesa...
- ¿Qué tal si entramos en materia de una vez por todas?  Y esperó la respuesta.
Título:
Publicado por: Jurgen Heindall en Diciembre 18, 2007, 01:46:39 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Tharasmund y su locuacidad.

Vaya, ¿una persona vestida de manera llamativa?, o un bufón o un bardo, decía siempre su madre. Como quien lo había contratado era un bardo, asumió que era su contratador antes incluso de que hablara.

Dejó que hablara y, después, mientras escuchaba los comentarios de los que podrían ser sus compañeros no pudo dejar de sonreir. Ah, la juventud, siempre impaciente, je.

Esperó a que el dueño de la taberna mirara hacia él y, sin palabras, el posadero entendió la petición del semiogro, al sacar una jarra el triple de grande para Tharasmund.
Bien, hecho, acabaremos llevándonos bien tú y yo. Recuerda que paga el pintarara y ponme a mi las bebidas de quien ha dicho que no quiere nada. Quizá así olvide mis intenciones originales cuando entré por la puerta.

Un guiño de ojos acabó la conversación, dejando al camarero con la sensación de que no era un buen augurio si molestaba a esa mole de músculos de casi tres metros de alto.

Por cierto, ¿cómo has dicho que te llamas, bardo? No recuerdo tu nombre. Y bonita ballesta, quizá podamos comparar sistemas de sujección más tarde, dijo señalando al complicado sistema que tenía en la espalda para las flechas, arco y espada.

De un sorbo casi un litro de cerveza bajó por la garganta del semiogro mientras esperaba respuesta o reacciones de sus compañeros.
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Diciembre 19, 2007, 11:50:10 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Claint silenciosamente pensativo y atento.

Claint, analizaba la impaciencia de los demás presentes, unos más ruidosos q otros, a otros se les notaba mas, pero impacientes por lo mismo... Les intrigaba lo que tuviera que ofrecerles aquel tipo parado bajo el umbral de la puerta, y puede que a él le intrigue el resultado de la oferta, ¿cuantos de los se quedaran?. Se debía estar preguntando el bardo que se presentaba con la simpatía que muchos de los sentados en la habitación no tenia.

semi-ogros, elfos, enanos, una chica despistada... creo que me divertiré mucho- pensaba Claint mientras miraba de reojo a su hermano mayor que parecía no prestarle atención y como siempre poniendo el dinero por sobre todas las cosas...

Permanecía en silencio esperando que su cerveza negra -cortesía de Kaldur- llegara a la mesa para poder saborearla. Esperando saber para que coña había esperado tanto y de que se trataba aquel trabajo...
Título:
Publicado por: Imolk en Diciembre 29, 2007, 01:44:47 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia.
El bardo responde:


El bardo contempló las reacciones de los aventureros, las expresiones de sus caras, algunas de ellas, de lo mas chulescas, incluso la actitud acronica y vacilona de uno de ellos ante la indiferencia de detalles, o mas bien dicho, percepciones personales de otros compañeros de empresa.

Daba igual,  todo daba igual.

El bardo sonrrió al semiogro cuando le comentó aquello de la sujecion de la ballesta, y luego, insintivamente, se llevó la mano a la susodicha para confirmar que aun seguía alli, aunque notara el peso de la misma en el costado de su cintura. Le gustaba el ogro, tenia modales. Pero no acababa de fiarse. Un tio que le podía meter una leche y dejarlo en coma una semana entera siempre imponía respeto.

Se acercó a la mesa central, que era donde estaba sentado Eleazar, y haciendo una seña al resto de compañeros, les indicó que tomaran asiento en la misma mesa.  continuacion, el tabernero trajo las jarras -y el barril- de cerveza para que los aventureros bebiesen mientras tanto. Dejó el barril bien lejos de Tharasmund, no por provocarle, sino para que este no hiciera con el aquello de sus intenciones originales. Estaba cagado.

- La cosa va de averiguar una serie de secuestros. En la cuidad de Escalant, que no queda demasiado lejos de aqui, se han producido una serie de secuestros. Se habla de un culto, o una cofradía de secuestradores, o algo asi. Lo unico que sabemos, es que en todos los sitios donde se supone que ha sido secuestrada una persona, alguien deja una rosa roja dijo el bardo sacandose una marchitada rosa del bolsillo.

Se la ofreció a Eleazar para que la ojeara, y le hizo una seña para que se la pasara tambien al resto de compañeros y la pudiesen contemplar tambien, tal vez con la esperanza de que ellos apreciasen en ella alguna pista que pudiese habersele escapado al bardo cuando la examinó.

- Lo mas curioso es, siguió el bardo, que resulta que esa rosa siempre esta en el mejor estado en el que puede verse una rosa cuando es cortada. Con apenas unas horas en remojo en un vaso de agua. Pero lo realmente curioso no es eso, pues tampoco podemos asegurar que la persona lleve 2 horas o 3 dias secuestrado, sino que lo realmente curioso, lo que realmente me choca, es que cuando la rosa es cogida por alguna persona de la escena del crimen, por asi llamarlo, prosigió el bardo, se puede apreciar como la rosa se empieza a marchitar rapidamente en las manos del que la sujeta, y este, a su vez, experimenta una especie de rapido cansancio alrrededor de su cuerpo. Es como si la rosa te succionase la energía, y luego, encima, se marchitara echandola a perder.

El bardo dió un sorbo a su jarra de cerveza, y a la vez que en sus ojos se podía contemplar un leve brillo, dejó escapar una pequeña lágrima de los ojos y dijo:

- Hace unas semanas mi mujer desapareció de casa. En su habitacion, donde ella se solía maquillar en el tocador, había una rosa que mi hija de 8 años, jugando con los maquillajes de su madre, tocó, sufriendo las desdichas de la rosa. Pocas horas yo llegé de una pequeña mision, y la sirvienta de mi casa me contó lo sucedido.... no se... no se pud..., el bardo dejó escapar una gran lagrima de cada uno de sus ojos, No se pudo hacer nada!!!
Título:
Publicado por: Raínos en Diciembre 30, 2007, 03:39:35 am
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia.
La Rosa Roja:


Raínos se levantó de su mesa flojamente y haciendo un gesto con la mano hacía Alelí y Valeriont, les indicó que se sentarán a ambos lados de el.

Ofreció un fugaz apretón de manos a todos los presentes que no conocía mucho, a parte de ese episodio con un grisaceo y feo monstruo: Un gusto en verlos de nuevo - y al detenerse en Kaldur se presentó: Raínos - con una sonrisa

Escuchó con interés lo que tenía que contar el bardo, luego ese interés se centró en la rosa roja que pasaba de mano en mano mientrás la historia de Kaldur se tornaba mas personal y triste...

Esperó con impaciencia que la rosa llegara a la chica humana o al enano y con un ansioso y rápido gesto dijo "A mi a mi a mi! " con una susurrante voz.
Título:
Publicado por: Griffith en Diciembre 31, 2007, 01:39:43 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. La Rosa de Muerte.

Por fin, el bardo habló. Entró en materia. Sinceramente, la cosa no pintaba demasiado bien. Personas secuestradas, y por si fuera poco, un regalo de muerte para el primer iluso que apareciese en la escena del secuestro.

Cuando Eleazar tuvo la oportunidad de tener esa rosa entre las manos, no pudo sino ver una rosa normal y corriente. Intentó ojearla una vez más, pero no pudo distinguir el más leve atisbo de que aquello no era una rosa normal. Pasó la rosa al siguiente, al que ni siquiera miró.

Tras escuchar la historia del bardo, Eleazar dejó ir un leve suspiro. Implicado emocionalmente, ¿eh, bardo? De repente un pensamiento golpeó al explorador. Secuestraban el cuerpo... Y lo que pasaba después, nadie lo sabía. Al menos, no de momento.

Esperó pacientemente y con cierta indiferencia a que todos hubiesen visto la rosa e hiciesen cuantas preguntas gustasen. Tras lo cual, Eleazar intentaría hablar a solas con Kaldur haciéndole algún gesto.
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Enero 03, 2008, 01:49:37 am
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. La Rosa.

Valeriont escuchaba atento la historia del bardo, no se le escapaba ninguna palabra, ningún gesto. De cuando en cuando tomaba un sorbo de la jarra que tenía al frente. Todo era bastante interesante y, por cierto, se sentía aliviado puesto que esto era lo que buscaba en la misión... ayudar a otros. Era algo así como una prueba de Moradin y él estaría feliz de llevarla a cabo.

Sin embargo su alivio no duro mucho, pronto la historia que parecía objetiva se fue volviendo personal para el hombre que tenía al frente lo que hacia florecer sin número de emociones encontradas: se sentía angustiado e impotente por la historia del bardo, se sentía feliz porque podría ayudar a que esto no volviera a ocurrir, se sentía enfandado con el absurdo o absurdos que habían tomado esas vidas como quien coje una flor...

La rosa roja llego a su mano derecha... la miró minuciosamente, mientras con la mano izquierda se tomaba la larga barba. En su mente intentaba recordar si aquella rosa podía ser el símbolo de algún culto o una religión sacrilega... pero nada venía a su cabeza. Raínos le pidió la rosa y rápidamente se la extendió.

La rosa roja no dejaba de darle vueltas en la cabeza... y no le permitía concentrarse del todo en el caso.
Título:
Publicado por: Jurgen Heindall en Enero 09, 2008, 05:18:37 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Tharasmund y sus silencios.

El que parecía ser un druida se apropió de la flor marchita con ansia, lo que lo alivió en cierta medida. No tenía pensado tocar aquello, ¿para qué?
Intentó hacer memoria para ver si había escuchado alguna vez algo que le recordara a ese modus operandi o ese extraño conjuro que mantenía flores intactas hasta que alguien las tocaba.

Se limitó a mirar a Kaldur fijamente y a hacerle un signo afirmativo con la cabeza. Tras eso, con una de sus manos apoyada en la barbilla y con la mirada perdida intentaba hacer memoria.
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Enero 09, 2008, 10:29:00 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Claint impaciente.

Claint, se limito a esperar pacientemente el pequeño contenedor de maldad para aquel bardo...

como es posible que tan pequeña cosa sea causante de tanto mal -Penso-

¿Y alguien tiene una idea? -Pregunto sin titubear en medio aquellas personas con cara de interrogante. Y sin dejar tiempo para una respuesta, ¿Por donde empezamos?
Título:
Publicado por: Raínos en Enero 10, 2008, 02:22:07 am
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. "Conclusiones" de Raínos.

"Bah, solo una rosa pero...me la puedo quedar?" - Preguntó Raínos a Kaldur con una infantil sonrisa como un niño pidiendo un juguete.

Luego miró a Claint y pensó en voz alta mirando al techo "Mmm ideas tengo muchas pero justamente para esta situación....uhmm deberíamos ir a ese tal pueblo...creo....y... y... ustedes podrían averiguar algo..." terminó la frase con una cara de ingeniudad mirando a Valeriont y Alelí como pidiendo apoyo, ya que esto no era precisamente su fuerte.
Título:
Publicado por: Jurgen Heindall en Enero 10, 2008, 12:53:45 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Tharasmund agradecido de poder dejar de pensar en la rosa.

Tharasmund agradeció el sonido de otras voces tras el silencio que se había formado mientras el druída acaparaba la flor. Parece saber del tema, mejor que la toque él que no yo, quién sabe qué infernales poderes le habrán hecho comportarse así a la flor.
Me gusta la idea de ir hasta el pueblo. Lo primero es ver el lugar donde están ocurriendo los hechos.
Lo segundo sería obtener algunas declaraciones de otros implicados. - Aquí el semiogro lanzó una mirada deliveradamente fría a Kaldur, aunque cualquier experto en intimidaciones sabría que no había puesto el alma en aquella mirada, que era más un acto reflejo de su pasado como guardia de ciudad que otra cosa. -
Lo tercero sería comprobar las declaraciones obtenidas e intentar sacar alguna conclusión preliminar.
Lo cuarto sería conseguir más información, de maneras no tan amables quizás, ahí soy bastante bueno. No, no me refiero a torturar a alguien, dijo mirando a todos en general, pero se me da bien el que la gente hable simplemente con la promesa de que podría pasarles algo. Una sonrisa llena de dientes zanjó la explicación del semiogro mientras instintivamente, y con algo de nostalgia, acariciaba la insignia que portaba de la ciudad de Vado Frío donde había ejercido como hombre de confianza del Señor de la Ciudad.
-------------------------------------------------------------------------------------
Dicen que el tamaño no lo es todo... Je, claro, eso lo dicen antes de ver ¡cómo de grande es mi espada!
Título:
Publicado por: Griffith en Enero 10, 2008, 03:17:05 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Cambio de opinión.

Tras escuchar todo aquello, Eleazar cambió de opinión. Ya que todo el mundo estaba tan hablador, un poco más de palabrería no se iba a notar.

- Veréis, Kaldur. Lo que me intriga no es el secuestro en sí, ni mucho menos. Gente que es secuestrada hay a montones, cada día. Tampoco me preocupa el hecho de que los secuestradores dejen una marca de que han sido ellos. No mostró preocupación alguna por los secuestros. El explorador miró la rosa de reojo. Lo que despierta mi curiosidad es qué ocurre una vez han secuestrado a la vícitma. Lo que deben de hacerle, por así decirlo. ¿Me seguís? Dirigió la mirada hacia el bardo.

Se apoyó en el respaldo de la silla. Se quedó reflexionando un momento. Un momento que pareció eterno, que llevó a Eleazar de vuelta al lugar de partida. El dia en que su viaje empezó. Un viaje emprendido por la impotencia y la rabia que hasta el dia de hoy aun sentía. El deseo de hacerse fuerte. El deseo de vengarse.
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Enero 14, 2008, 11:06:22 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia.

Lo que la mayoría ha dicho me suena bastante cuerdo... - dijo al fin el enano sacando la mano de su cenicienta barba - quedarnos aquí no sirve de mucho y si deseamos iniciar una investigación lo mejor es volver al lugar de los hechos ¿no? Luego veremos como conseguimos más información... aunque al parecer, tenemos un experto en ese trabajo - dijo mirando al enorme semiogro.

¿Qué demonios hacen con las victimas? es una pregunta que me gustaría poder contestar ahora mismo... pero no es lo único que me parece interesante en todo esto... ¿Porqué diablos matan al primero en llegar a la escena del crimen? Tanta parafernalia no puede ser para nada... - Pensaba Valeriont mirando al techo de la taberna... De pronto y como volviendo rápidamente a la realidad preguntó a viva voz - ¿Qué estamos esperando para partir?
Título:
Publicado por: Jurgen Heindall en Enero 15, 2008, 01:22:57 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Tharasmund con ganas de irse.

El enano habla bien, ¿cuándo nos vamos? Creo que algunos estamos interesados en partir ya.
Los habladores pueden hablar por el camino y los pensadores pueden pensar mientras cabalgan e intentan no escuchar a los que hablan.

Tras decir eso, Tharasmund se irguió en toda su estatura produciendo, deliberadamente, un pequeño estruendo metálico al entrechocar sus armas contra su coraza pectoral.

Venga, vamos. Bardo, encamina nuestros pasos y haznos llegar al lugar de los sucesos.

-------------------------------------------------------------------------------------
Dicen que el tamaño no lo es todo... Je, claro, eso lo dicen antes de ver ¡cómo de grande es mi espada!
Título:
Publicado por: Artea, Archibardo nivel11 en Enero 17, 2008, 01:15:20 pm
Unos secuestros, eso no tiene nada de raro. Hay muchas finalidades que un secuestro puede llegar a tener, en este caso, parece algún tipo de secta, que busca gente para sacrificar o algún otro fin oscuro.

Sin embargo, hay algo que no logro entender... ¿Por qué dejar una rosa mágica en la escena del crimen? Sin duda, este tipo de objeto no debe ser económico ¿Cómo se permiten este gasto? No creo que sea simplemente una tarjeta de presentación, debe haber algún motivo que se nos esta escapando... lo ideal seria ver una escena del crimen, sin contaminar, una en la que mis ojos puedan ver, sin que otra persona allá entrado previamente...

Estos pensamientos rondaban la mente de Erial, quien miro al Bardo, mientras se preparaba y le dijo:

Dime, Bardo ¿Hay algún tipo de relación entre la gente desaparecida?

Su equipo ya estaba listo, siempre llevaba pocas cosas y era muy rápido en empacar. Más de una vez había tenido que salir de lugares, con rapidez, y esto, ya se había convertido en un habito para el, algo que realizaba inconscientemente.
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Enero 20, 2008, 07:07:04 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Claint intentando averiguar algo mas.

Por cierto, ¿alguno de ustedes tiene contacto con el bajo mundo?, para averiguar algo mas sobre el asunto y los que tengamos mas afinidad a la biblioteca, empezar por ahi... -Hablaba el muchacho como si tuviera experiencia en este tipo de casos, pero independientemente, era el menor y posiblemente el menos escuchado-

Se me olvidaba, Kaldur aparte de la rosa roja en la escena, ¿notaste algo raro?, ¿indicios de pelea, esencia magica, entre otros...? -interrogaba el niño-

Algo me molesta en todo esto, me da mala espina, pero... ¿que es? -Pensaba el concentrado chico-
Título:
Publicado por: Imolk en Marzo 18, 2008, 08:43:16 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia.

Kaldur intenta hacer memoria


Kaldur, el bardo en palabras de Eleazar, implicado emocionalmente, escuchó toda la serie de preguntas a las que los aventureros le sometieron. De pronto sintió un gran agobio en su pecho. Era un interrogatorio? Sospechaban de él? No podía creerselo, pues él mismo había llamado a los aventureros para que le ayudasen a solucionar el problema.

Mientras tanto, Valeriont examinó la rosa intentando recordar algo de ella, para saber, o encontrar informacion en su cabeza, que pudiera revelarle alguna pista por la que empezar a investigar. Sin embargo, no llegó a ninguna conclusión. Raínos pidió la rosa ansiadamente, y Valeriont se la dió. Raínos la examinó, pero sin embargo tampoco encontró nada de nada.

Tharasmund, a su vez, se apoyaba con su barbilla en sus poderosos puños mientras con la mirada al vacio, intentaba concentrarse para hacer lo propio, intentar pensar sobre el tema. Por donde empezar? Esa era la cuestion!

Finalmente, la rosa llegó a las manos de Claint, que impacientemente la miró, y mientras la examinaba, puso gesto de indiferencia. No lograba el tipejo saber en absoluto lo mas minimo sobre el tema. La rosa, simplemente parecía una normal y corriente. Marchita, pero normal y corriente!

Raínos alcanzó de nuevo la rosa, con tal de quedarsela. Hizo la pregunta al bardo, mas por cortesía, que como intencion de saber su aprobacion o no. En aquel momento, mientras Tharasmund comentaba a sus compañeros la idea de ir al lugar del bardo, a Escalant, para investigar los sucesos, posiblemente en la casa, asi como hacer las pertinentes preguntas e interrogatorios a la sirvienta, y otras personas, Raínos cayó en un pequeño detalle.

La rosa, aunque marchita, segía conservando un leve tono rojizo intento, que aunque muy muy tenue, no era normal. Y eso lo sabía perfectamente el druida, que estaba acostumbrado a vivir entre flores, plantas, y arboles. He aqui la primera pista!

En aquel preciso instante, justo antes de que Raínos abriese la boca para poner en conocimiento de los demás su descubrimiento, Eleazar se adelanto diciendole al bardo que le preocupaba no las desapariciones ni la marca de la rosa, sino el hecho de desconocer que era lo que le ocurrían a las victimas justo despues del secuestro. Y tenía sentido. Porque se las llevaban y dejaban una rosa que le robaba la vida al que la tocaba en su sitio? Que sentido tenía eso?

Erial le preguntó al Bardo si sabía si existía algun tipo de relacion entre los  secuestrados, a lo que el bardo se encogió de hombros, y dijo:

- No lo sé... creo que no, pero no estoy seguro dijo el bardo. Como voy a saberlo? Por eso estoy pidiendo vuestra ayuda!

- Y no, tampoco noté nada raro en la escena del crimen. Ni simbolos magicos, ni signos de pelea, ni nada de nada. Soy un simple bardo urbano, me dedico a recopilar informacion, y cantar gestas. Nada mas! De eso vivimos en mi familia
dijo el bardo cuando se le entristecía de nuevo la cara. Bueno... vivíamos...

Acto seguido, Tharasmund sugirió el encaminarse lo mas pronto posible a Escalant para investigar en persona los sucesos. Sin embargo, a Raínos, el druida, parecía intrigarle mas cada momento que pasaba, el hecho de que la rosa, permaneciese con un imperceptible tono rojo en sus marchitos pétalos...
Título:
Publicado por: Raínos en Marzo 22, 2008, 05:02:44 am
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. "Ideas" de Raínos.

Raínos refregó sus ojos confundido, encontrando uno que otro resto de tierra pero nada que le impidiera ver bien. Volvió a dirigir la mirada a la rosa como cuestionándo su...

COLOR!

De pronto, levanto su mirada lentamente hacia Kaldur como si hubiera visto algo maravillosamente terrible, y con ojos bien abiertos dejó escapar: Agua...

No le había dado un sorbo a lo que parecía era un vaso de cerveza para él, lo apartó en dirección a Valeriont, ofreciéndoselo. Luego súbitamente se levantó de la mesa y fue donde el posadero:

- Dos...agua...¿Por favor? - dijo estúpidamente, y lo sabía ya que se delató mirando por sobre su hombro al grupo, pero no eran cosas que acostumbrara a pedir...

Esperó nerviosamente, y al llegar los dos vasos con agua bebió de uno y puso la rosa en el otro, tapando su experimento con su espalda de la cual colgaba una serpiente de color verde con motas negras enrollada a su cuello.
Título:
Publicado por: Jurgen Heindall en Marzo 24, 2008, 01:33:08 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Tharasmund comienza a impacientarse.

El tipo que había acaparado la rosa empezaba a comportarse de manera rara. No sólo por haberse levantado a toda velocidad y pedir agua, ¡¡agua, y no para lavarse si no para beber!! si no también por la forma tan extraña en que se comportaba.

¿Alguien conoce a este tipo? dijo señalando con su mano izquierda a Raínos.
Porque empieza a ponerme un poquito nervioso con ese comportamiento. Su mano derecha acariciaba su nuca, justo al lado del pomo de su gigantesco, algo que podría dar que pensar a alguno.

Kaldur, confío en que sabrás a quién estás metiendo en esto... El tono de estas palabras indicaron claramente al bardo que el semiogro se fiaba de él de manera limitada, y que lo hacía responsable de sus compañeros de aventura, al menos en lo concerniente a haberlos contratado.

Tharasmund tras eso se quedó quieto, de pie, dándole, de manera inconsciente, la espalda a una pared sin ventana.
-------------------------------------------------------------------------------------
Dicen que el tamaño no lo es todo... Je, claro, eso lo dicen antes de ver ¡cómo de grande es mi espada!
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Marzo 26, 2008, 02:28:45 am
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Valeriont el amigo del raro.

El grupo comenzaba a levantarse y a prepararse para el camino a Escalant, sin embargo en medio del ruido de las sillas que se corrían y los atavios metalicos que entrechocaban, Valeriont escuchó de manera nitida la voz del elfo decir: - Agua... -, de pronto la jarra de cerveza de su amigo se movio en dirección a él.

- Una vez más hace de las suyas este elfo... Sin embargo, tanto mejor para mi... la cerveza nunca es poca para un enano -[/b] pensó el enano, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro y sus manos se dirigían a la jarra.

La voz de Raínos lo volvió a sacar de sus cavilaciones banales, ahora pedía dos vasos de agua... eso de seguro llamaría la atención del grupo... después de todo, ¿Qué clase de aventurero no toma cerveza?...

El enorme semi ogro preguntó a viva vos: ¿Alguien conoce a este tipo?
A lo que Valeriont respondió con una sonrisa: - Yo... y no os sorprendáis... es peor. Digamos que lo que no tiene de limpio lo tiene de raro -.

Dio media vuelta, Raínos ya había acabado con uno de los vasos y él ya había terminado la cerveza que el elfo le había obsequiado. Sin embargo, algo despertó la curiosidad del enano... El segundo vaso no era para beber... Entonces, ¿Qué estaba haciendo con el vaso? ¿Sería posible que él hubiera encontrado algo donde el resto de los tipos raros no habían encontrado nada? Llevado por su curiosidad se adelanto un paso hacia el druida y con voz profunda preguntó: ¿Se puede saber que cosa siniestra estas llevando a cabo con ese vaso?
Título:
Publicado por: Raínos en Marzo 27, 2008, 01:14:26 am
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia.
Raínos, la serpiente y la rosa


El druida divagaba mientras examinaba de reojo la mesa con los que serían sus compañeros de viaje:

- Se marchitó junto a la vida de la hija del bardo... pero aún así sigue viva...quizás así reduzco ideas...

Quizás si bebes agua, florcita, recuperes tu vitalidad tan rápido como la perdiste...vamos dime algo...
algo que nos ayude a evitar una próxima vez... - Dejó escapar la ultima frase en voz alta.

En ese momento una voz amiga lo sacaba de su monólogo mental, Valeriont pedía explicaciones. Raínos inclinó su cabeza hacia él intentando que su curiosa serpiente no se entrometiera en la barba del enano:

- Algo raro pasa con esta rosa, se supone que murió junto con la niña, pero aún así sigue viva - Se expresaba serio y como si supiera de lo que hablaba, además no titubeaba debido a la confianza que le tenía al paladin.
Título:
Publicado por: Jurgen Heindall en Marzo 28, 2008, 01:38:01 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Tharasmund y el juego de los vasos de agua.

Mirada a Kaldur, interrogante.
Mirada al resto de la compañía, interrogante.
Mirada al paladían enano y al druída lleno de suciedad, interrogante también.

Su cuello parecía rotar con un lento movimiento continuo en busca de respuestas.
Al menos, lo que había oído le parecía sensato, alguna de esas cosas de mágicos chlados que vivían en la naturaleza; al menos le parecían menos chalados que los que vivían en la ciudad y se vestían con túnicas llenas de estrellitas y símbolos extraños.

-------------------------------------------------------------------------------------
Dicen que el tamaño no lo es todo... Je, claro, eso lo dicen antes de ver ¡cómo de grande es mi espada!
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Marzo 29, 2008, 02:50:30 am
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Valeriont, el enano paladín.

Valeriont miró a Raínos unos segundos. En su cerebro intentaba articular alguna teoría convincente de lo que sucedía... en realidad, de lo que significaban las palabras de su amigo, sin poder llegar a nada.
- Así que hallaste algo donde el resto nada encontro... Pero, la pregunta obvia a todo esto es... ¿Tienes alguna idea de lo que pueda significar lo que encontraste? -.

De pronto, recordo que el grupo constaba de más personas que el elfo y él, giró la cabeza para encontrar a un semiogro que miraba interrogando con la mirada a todos a su alrededor... y un grupo, cuando menos, perplejo...

- Heee !! Gigante - dijo con ronca voz Valeriont, dirigiendose a Tharasmund - Estas igual de perplejo que yo... y eso que llevo viajando un buen tramo con el elfo... por cierto, mi mala educación ha sido hoy ilimitada... Mi nombre es Valeriont ¿y el tuyo?...  Después de todo, eres de los pocos que habla - dijo con una sonrisa el enano...
Título:
Publicado por: Jurgen Heindall en Marzo 29, 2008, 01:04:35 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Me llamo Tharasmund.

El enano se dirigía a él y encima con educación. Para que no faltara nada incluso había dicho algo sensato antes.
A pesar de que pensaba que hablar era bueno cuando lo hacían los demás para así saber si se podía fiar de ellos, decidió contestar.
Al fin y al cabo era un antiguo oficial de la guardia, no un bruto descerebrado como los parientes de su padre.

Me llamo Tharasmund, procedo del Norte, de Vado Frío. Allí ejerzo como oficial de la guardia, especialista en evitar alborotos; mis dos metros y medio y 300 quilos ayudan, je je.
Estoy en una temporada de descanso para vivir aventuras que me proporcionen una perspectiva más amplia del mundo. Es lo correcto.

La última frase fue dicha con una convicción total, como si alguien se lo hubiera estado diciendo día tras días durante años hasta convertirse en dogma de fe.
Tras hablar y tras pensánselo unos instantes acabó ofreciéndole su enorme mano enfundada con los guantes de malla al paladín.

-------------------------------------------------------------------------------------
Dicen que el tamaño no lo es todo... Je, claro, eso lo dicen antes de ver ¡cómo de grande es mi espada!
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Marzo 29, 2008, 08:14:48 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Valeriont, el enano bien educado.

Valeriont se quedo mirando un par de segundos la enorme mano de Tharasmund. No lo pensó mucho, y extendió la suya.

- Al parecer somos varios los que venimos del norte - dijo el paladín mirando al semiogro - Yo provengo del Salón de Mithril... y fui guardían de ese lugar hace unos años... Pero Moradin me indico otro camino.

Ahora esperaba la respuesto de Raínos y, por supuesto, que una vez hablará el elfo comenzaran a andar... - El tiempo en este tipo de situaciones es como el oro para los enanos - Pensaba Valeriont.
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Abril 02, 2008, 12:29:47 am
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Claint impacientado por la hiperactividad de todos...

Y ahora todos comienzan a ser amigos... sin mas ni mas, si tan solo se conocen hace unos cuantos momentos- pensaba el muchacho y en como no quedarse atras en la investigacion.

Claint se levantó de su asiento, se acercó al druida para ver que diantres hacia... y para ver si se le ocurria algo...

Nada de esencia magica en la habitacion, pero si estuviera en la rosa...- Siempre en silencio, como si no supiera expresarse el precoz humano...

Acerco sus manos al vaso con la rosa... pero sin tocarla y comenzo a concentrarse...

Vamos a ver que se puede hacer- dijo entre dientes y susurrandolo al descuidado elfo.
Título:
Publicado por: Raínos en Abril 03, 2008, 02:48:54 am
Mientras Valeriont y el musculoso semiogro estrechaban manos. Raínos pasaba de estar echado y cabizbajo mirando el vaso, a deslizarse lentamente hacia atrás casi al punto de caerse de la silla, si no es porque un humano de joven aspecto le decía algo que no acababa de entender muy bien:

Ahm? si, dale, lamentablemente la rosita se acaba de morir - Dijo con una mezcla de frustación y desprecio ante los presentes, deteniendo su mirada en Kaldur, mientras recobraba el equilibrio:

Bueno amigo, ahora tengo motivos propios para detener esto, Magia Antinatural. Además, como tu dices, hay que hacer lo correcto, ¿No? - Dijo caminando hacia Valeriont, luego al quitar la mirada vió menuda bestia junto a él a lo que titubeó mirando nerviosamente al semiogro: Ra-Raínos..un gusto en conocerte... -
Título:
Publicado por: Jurgen Heindall en Abril 03, 2008, 05:39:43 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Me sigo llamando Tharasmund.

Es normal que te guste conocerme, yo soy Tharasmund.
Yo también me alegro de conocerte a ti, aunque creo que deberías usar el agua para lo que realmente sirve en una ciudad: lavarse.
En el campo, vale, es lo único que hay, pero aquí, en la ciudad hay más cosas, hombre.

Mientras hablaba, echó a andar hacia la puerta, esperando que el resto lo siguieran, a ver si podían salir de la posada de una maldita vez.
Miró hacia atrás y se despidió del tabernero con una mirada y un gruñido, recordando todavía su actitud de hacía unos minutos.
-------------------------------------------------------------------------------------
Dicen que el tamaño no lo es todo... Je, claro, eso lo dicen antes de ver ¡cómo de grande es mi espada!
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Abril 04, 2008, 06:04:44 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia. Valeriont, el paladín enano

Antes las palabras de Raínos, Valeriont se dio media vuelta se acomodó el hacha, lo miró y tranquilamente dijo - Claro amigo mío, siempre hay que hacer lo correcto... y lo correcto, en este en particular, es comenzar a andar lo antes posible - las últimas palabras fueron sazonadas con una mirada fija al bardo.
Era hora de partir, de eso no había duda... después de todo, las preguntas no se responderían en la taberna y el caso no avanzaría.

De pronto y, como a menudo le pasaba, bajo a la tierra... - Larguemonos pronto... por favor.
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Abril 04, 2008, 11:30:45 pm
Dia 1. En la Taberna de un pueblo cercano a Escalant. Mediodia.Claint hundido en sus pensamientos...

Vida artificial... ¿Porque darle vida si no era necesario...?. O ¿se necesitaba viva para el sortilegio...?. De todas maneras, ¿porque se colora el agua?, sera que desprende lo que le quedaba de vida, como si fuera una manera de perder su ultima energia... -Decia esto mientras se separaba del elfo y caminaba inconcientemente en direccion a la puerta de salida hundido en sus pensamientos...

De pronto, algo lo hizo levantar la cabeza con cara de asombro como si recien en ese momento acabara de percatarse de lo que ocurrio, se gira clavando la mirada en el enano, ¿Porque un nigromante? -Recobrando el aliento y la compostura se para junto al gigante que ya estaba bastante impaciente por largarse y hace una pregunta que se habia repetido hace un rato, ¿Nos vamos?
Título:
Publicado por: Imolk en Mayo 15, 2008, 11:40:05 am
Dia 3. En la puerta de la Mansion Kaldur. A medio dia.


La mansion Kaldur era una construccion de nueva planta de unos 3 pisos de altura. El edificio presentaba una tipología bastante nueva en lo que eran las tecnicas de construccion, lo que llevaba a pensar que tal evz el bardo, fuera recientemente cuando hubo amasajado alguna fortuna.

Las paredes exteriores parecian pintadas con un colo ocre bastante elegante, que contrastaba bellamente con los oscuros y barnizados marcos de madera con los que estaban hechas las ventanas. Toda la mansion estaba cercada por una valla exterior de 2 metros de altura, hecha de barras de aluminio, que parecían pretender mas decorar bellamente, que no pretender seguridad alguna.

Las puertas de entrada estaban abiertas, y por la ausencia de marcas en el suelo, no parecia que se cerraraba mucho.

Cuando el grupo hubo entrado por la puerta, un mayordomo se ofreció a los aventureros para guardarle las prendas, abrigos y demas senseres, aunque pronto se retiró ante la negativa de estos de soltar sus pertenencias. Cuando se acercó a Tharasmund, le pretendió un gesto de cortesia forzada, que rapidamente se transformó en incomodidad, y se retiró rapidamente. Eso fué cuando vió su enorme espada.

La sala donde se reunieron era bastante grande, y parecia hacer las de visita. Tenia una mesa central, unos asientos bastante grandes, e incluso un minimueble en el que guardaba algunas copas y bebidas alcoholicas de ls que servirse cuando tenia invitads. Habia tmbien unas tablas en la pared, que pretendian hacer las de pizarra, o lugar en la cual colgar documentos. Pretendia ser la zona de reunion e investigacion de los aventureros. Esa sería su zona exclusiva de reunion, y nadie de la casa ni del servicio osaria entrar en ella. Así lo habia ordenado Kaldur, y asi se lo habia comunicado a los aventureros.

- Y en la parte de arriba, en los pasillos a la derecha, tendreis 3 habitaciones con 2 camas cada una para distribuiroslas como querais. Espero que la estancia os agrade. Es todo lo que puedo ofreceros, dijo Kaldur pretendiendo ser lo mas cortes posible. Cuando os hayais aposentado, procederemos a comer algo. O quereis que os acompañe ya al dormitorio de mi mujer. Ahí es donde apareció la rosa... dijo el bardo algo triste...
Título:
Publicado por: Jurgen Heindall en Mayo 15, 2008, 01:19:02 pm
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía. Tharasmund tiene hambre pero se contiene.

El viaje había sido anodino y con poca conversación, se le había hecho más largo de lo que realmente era. Por suerte, tenía la suficiente paciencia e imaginación como para no aburrirse demasiado en el trayecto.

La casa, exteriormente, era un bonito lugar, pero poco práctico. Claro que quien pensaba eso era la parte del cerebro del semiogro que no podía obviar que venía del tumultuoso Norte y sus incursiones constantes.

Le divirtió la reacción del mayordomo, aunque muuuuuy en el fondo también le irritó un poco. No es que fuera a dejar que cogiera sus pertenencias ni mucho menos. Pero tampoco iba a partirle en dos. A menos que hiciera algo para merecérselo, claro está. Su estómago gruñó un par de veces por la hora y esperó que la comida no tardara demasiado.

Tras dejar que Kaldur hablara no esperó ni un segundo antes de contestar.

Creo que lo mejor será guardar nuestras pertenencias, ponernos cómodos, echar un vistazo rápido a la habitación y luego comer algo.
En un momento estaré de vuelta.

Sin esperar contestación comenzó a subir las escaleras, pensando en meterse en la primera habitación que encontrara, y más le valía a Kaldur haber pensado en su tamaño a la hora de la cama...
-------------------------------------------------------------------------------------
Dicen que el tamaño no lo es todo... Je, claro, eso lo dicen antes de ver ¡cómo de grande es mi espada!
Título:
Publicado por: Artea, Archibardo nivel11 en Mayo 15, 2008, 05:30:08 pm
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía.

Erial buscó la mirada de su hermano y realizo un gesto de entendimiento con el. Quizás tuvieran sus diferencias, pero si tenia que escoger a alguien como compañero de cuarto para esta trampa mortal (así denomino a la deslumbrante e insegura casa, que parecía invitar a las desgracias) mejor con su sanguíneo colega que con un desconocido.

Muchas cosas pasaban por la mente de Erial cuando dijo:

“Iré a ver la habitación en cuestión ahora, si alguien comparte esa idea, puede acompañarme.”

Antes de salir de la habitacion miro a Tharasmund y realizó un gesto afirmativo, como dando a entender que el se adelantaría al semiogro.

“Quizás sea grande y brusco, pero se muestra bastante inteligente… parece que la sangre humana que corre por sus venas fuera la de un erudito. Aun así, será mejor seguir mi instinto de “no confiar en nadie” y asegurarme de hacer las cosas con mis propias manos.”
Título:
Publicado por: Griffith en Mayo 15, 2008, 05:30:58 pm
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía. Tocaba investigar.

El viaje no había sido desagradable. Sin accidentes y tranquilo, una combinación poco frecuente, por desgracia.

Una vez llegaron a casa de Kaldur, el explorador la inspeccionó por fuera. Alguien debía de haber entrado en la casa para dejar esa rosa, ¿no? Tal vez averiguase algo.

Una vez en la sala de reuniones, Kaldur mencionó que había que compartir habitación. No tenía por què ser un problema en principio, pero Eleazar dudaba que cada integrante del grupo confiase plenamente en sus recién conocidos compañeros.

Tharasmund puso rumbo a la planta de arriba. Eleazar estuvo a punto de sugerir que alguien acompañase al semiogro, pero Erial se adelantó. Echó una ojeada a su alrededor.

- Iré a echar un vistazo por los alrededores de la casa. Alguien tuvo que entrar para dejar la rosa, si asumimos que todos los de dentro son inocentes.

Dicho esto, Eleazar procuró no insinuar que alguien de dentro podría haberlo hecho, aunque nunca se sabía. Parecía impaciente, pero tranquilo a la vez. Cuando estaba en la puerta de la sala de reuniones se giró hacia el bardo.

- Kaldur... Vos dijisteis que vuestra hija de ocho años tocó la rosa y falleció, ¿cierto? ¿Notasteis algo extraño en el cadáver de la niña? ¿Una marca, símbolo, cualquier cosa?

Cuando Kaldur hubiese respondido, Eleazar procedería a examinar los alrededores de la mansión.
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Mayo 16, 2008, 05:14:28 am
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía. Impaciencia, impaciencia y mas impaciencia

Despues de todo parece una casa confortable... -pensaba esto mientras giraba en el centro de la habitacion contempando cada detalle de la decoracion-Erial... comprendo... porfin tendre la oportunidad de conversar con alguien que conosco muy bien... despues de todo es mi hermano, ¿no?

Eleazar, no creo que tengamos tanta prisa por comenzar a dilucidar lo que ocurre aqui... opino de la misma manera que Tharasmund, relajemonos un momento, tal vez dos y despues de ello investiguemos un poco... No es que este tan cansado ni mucho menos, pero pienso que podremos pensar mejor con un relajo de hombros y sin nuestras pesadas mochilas de viaje. Ahora si me disculpan, debo hablar con mi hermano... -Dijo esto pensando en no darle mucha importancia al asunto del relajo, pero queria aligerarse un poco...
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Mayo 16, 2008, 05:32:40 am
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía.
Valeriont, el paladín.


El viaje no había sido en absoluto desagradable... pero no por ello de lo más entretenido. La "caravana" era absolutamente silenciosa y parecía que cada uno iba metido en sus asuntos... seguramente cualquiera que se topara con el variopinto grupo pensaría que, de hecho, no viajaban juntos. Sin embargo, y como ventaja, el trayecto le había permitido ordenar sus ideas, que no eran muchas, y pensar detenidamente todo lo ocurrido, comentado y analizado hasta hora. Seguían en su cabeza las dudas que le asaltaban con respecto a los hechos acontecidos.

El mayordomo le fue indiferente hasta que intento tomar sus pertenencias... - Un enano no dejaría sus pertenencias ni aunque le pagaran por ello... Bueno, si me pagaran el doble de lo que vale mi equipo tal vez - Pensó el enano con una sonrisa en la cara.

En su cabeza revoloteaba la idea de sentarse a descansar un momento antes de empezar con las investigaciones pero mucho mejor era que empezarán de inmediato a investigar... después de todo, el tiempo lo consume todo.

De pronto, el ogro como ya se hacía habitual, alzó la voz diciendo que se largaba a acomodar sus posesiones... la mirada del paladín recorrió la sala pensando en lo de las dos camas y detubo sus ojos en los del elfo. Se encogío de hombros y comenzó a caminar en dirección de los aposentos, sin articular palabra alguna. Dejar su mochila sería un alivio después de todo.
Título:
Publicado por: Imolk en Mayo 16, 2008, 01:25:11 pm
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía


El semiogro se marchó raudamente a tomar una de las habitaciones para juntar 2 camas antes de que los otros aventureros las tomaran y el tuviese que acabar durmiendo en el suelo. En el suelo? Ja! lo llevaban claro. Se fué con las tripas rechistando, claro que eso no era la primera vez que le pasaba al guerrero.

Justo en ese instante, Erial propuso a los demas miembros del grupo ir a ver la habitacion en cuestion donde habian acontecido los sucesos de la rosa. Parecia tener prisa en empezar a investigar. A su vez, Eleazar se ofreció para investigar en las inmediaciones de la casa, puesto que segun las teorias del chico, si el ataque no era desde dentro, alguien debió cruzar el jardin para entrar.

Kaldur se sorprendió por la pregunta de Eleazar. Aunque era una pregunta logica y procedimental, el bardo estaba ensimismado en sus cosas en aquellos momentos, y le pilló el tema un poco por sorpresa.

- Bueno... lo que os dije, que cuando alguien tocaba la rosa, su alma parecia consumirse, y su cuerpo quedaba inherte de vida. Ni yo ni mis curanderos vimos nada extraño en el cuerpo... sin embargo... dijo Kaldur, Tampoco hemos visto demasiados cuerpos de gente muerta. Mas bien enferma, eso si... pero muerta...

Kaldur había guardado el cuerpo en una de las salas del sotano. Asi lo comunicó al grupo, anotando que el cuerpo habí sido tratado mediante productos especiales para favorecer su conservcion en la medida de lo posible. Podía resultar algo desagradable, pero tampoco tenia muchas otras opciones.

Valeriont tambien partió de la sala tras escuchar esto para dejar su mochila, y al poco llegaron Tharasmund y Valeriont de dejar sus pertenencias en las habitaciones. Tharasmund se habia adueñado para el solo de una habitacion. Habia juntado 2 camas, y se había aclimatado un poco el aposento. Cosas de ser grande, pensaba el semiogro.

Ya volvían a estar todos juntos en la sala de reuniones. Un mayoromo trajo un carrito lleno de comida, para irrumpir en el momento de tiempo muerto que se habia creado en la habitacion. Cuando vuí al semiogro, espetó con una gracia no demasiado efusiva un traeré otro carrito con comida

Kaldur sonrrió, y despidiendose se marchó de la sala dejando a los aventureros solos para comer y debatir lo oportuno.
Título:
Publicado por: Griffith en Mayo 16, 2008, 03:40:54 pm
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía. La mayoría decidía.

Tras la respuesta de Kaldur, Eleazar se quedó pensativo en el lindar de la puerta. Suspiró. Esto le recordaba demasiado a la tragedia vivida en el pasado.

Los demás se acomodaban para comer, así que el explorador hizo lo propio, no sin antes subir a cualquier habitación que no estuviese ocupada del todo y dejar ahí sus pertenencias.

Kaldur se retiró y el mayordomo fue a por más comida. Eleazar se sentó en la mesa y dio un sorbo a su jarra de cerveza. Tal vez sería buena idea informar a los demás miembros del grupo de sus sospechas.

- Tal vez la rosa- empezó Eleazar- tiene la propiedad de succionar el alma del primero que la toca. El cuerpo no muere, pero no puede vivir sin el alma. Luego, debería de existir alguna forma de poder devolver el alma al cuerpo en cuestión. Debe de haber alguna manera.

Eleazar intentó convencerse a sí mismo de que algo podría hacerse, puesto que era la única solución que se le ocurría para traer de vuelta a aquella persona... La persona que Eleazar más quería.
Título:
Publicado por: Artea, Archibardo nivel11 en Mayo 17, 2008, 02:47:47 pm
Día 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía.

Erial se encontraba sentado en la mesa. Se sirvió un poco de agua mientras Eleazar hablaba y al concluir lo miro a le dijo:

“Has llegado a una interesante conclusión… quizás un poco apresurada, por carecer de pruebas fehacientes; pero al encontrarnos en escasez de hechos contundentes, supongo que te puedes permitir imaginar algunas fichas del rompecabezas.
De todos modos, suponiendo que lo que dices es cierto, solo nos serviría para saber que debemos cuidarnos aún mas de nuestro enemigo (si es que es uno solo, cosa que dudo) y el darnos una idea de que quizás posea algún tipo de laboratorio en los que realizan las letales rosas. Mi trabajo consiste en encontrar al culpable de los secuestros y seguramente matarle, no se nos esta pagando para que investiguemos la manera de resucitar a nadie, ni nada parecido, por lo que no cuenten con mi ayuda en ese tipo de empresa.”

Al terminar de hablar, la comida ya se encontraba en la mesa, por lo que decidió empezar a comer, lo que parecía, una jugosa pierna de pavo.
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Mayo 20, 2008, 12:39:05 am
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía.
Escuchando y analisando.


Una vez sentado alrededor de sus nuevos compañeros se acomodo para escuchar todo lo que las, el suponía, sabias voces dirían sobre el tema y para ver que  tanto se podía sacar en limpio de la habitación escenario del horrendo hecho.

Cuando Kaldur mencionó lo del cuerpo de su hija, sintió que el bardo merecía caer bajo el hacha que portaba, pero una segunda mirada al mismo hecho le hizo comprender que, en realidad, estaba decidido a castigar a quienes habían ocasionado el daño. El cuerpo podía tener pistas muy valiosas para el caso, o eso pensaba al menos.

Kaldur abandonó la sala igual que el mayordomo. De pronto la voz del que parecía ser un explorador se alzó. La mirada de Valeriont siguió el lugar de donde procedía la voz y se quedo mirando a la persona que hablaba. Y habló como si hubiese vivido lo que el bardo. Los ojos de Valeriont se posaron de manera fría sobre los ojos de Eleazar como intentando buscar algún rastro que le indicara la veracidad de su sospecha sin llegar a ninguna conclusión.

Seguido hizo acotación otro de los miembros del grupo. Sus palabras tenían tino pero su forma de ver el asuntó le molesto de cierta manera... el enano era un avaro... pero también tenía sentido de la rectitud y la bondad, cosa que parecía faltarle al último en opinar.
Haciendo un esfuerzo reprimió cualquier comentario ácido con respecto a aquello que le había molestado. Carraspeo, se sirvió un poco de cerveza, dio un trago y con el estruendo que tenía por voz dijo: -Parece que has pasado antes por esto - dijo mirando a Eleazar - y si es así, deberías contarnos todo lo que sepas del asunto... talvez teniendo más información llegaremos más rápido a una solución... Por otro lado lo que dijo... como se llame... pues, tiene bastante sentido y, si además de acabar con los idiotas de las rosas logramos encontrar la forma de traer a este mundo el alma de la niña. mejor que mejor...

- Demonios... son bastantes tipos, creo que debería comenzar a preguntar nombres o no podre llamarlos sin confundirme y confundirlos - pensó el enano mientras daba otro trago a su cerveza -, por otro lado, que buena esta la cerveza...
Título:
Publicado por: Raínos en Mayo 20, 2008, 04:39:31 pm
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía.
Raínos perdido del todo.


Las cosas pasaban muy ràpido, todos se movìan como sabiendo que hacer y el elfo se apegaba a Valeriont para encaminar sus pasos, y sus conclusiones, ya que no se menejaba en areas urbanas y menos en crìmenes y asesinatos...

Se quedò un momento pensando mientras comìa, y como comìa!, todas las cosas se veìan deliciosas y el druida no estaba acostumbrado a tener banquetes, habìa que aprovechar: "Todo esto es muy oscuro...pobre niña...pobre Kaldur...ademàs, usando de repulsivas maneras las creaciones de la naturaleza...no le he preguntado a Valeriont que piensa..." pensò el druida-

Alzò la mano y la moviò rapidamente intentando llamar la atenciòn de los presentes, abriò ampliamente los ojos y dijo ingenuamente a Erial: "Uhm, lo que dices tù va en contra de hacer lo correcto, cierto Valeriont? ... ¿Que son unas cuantas monedas cuando puedes reencontrar a una familia? terminò esta frase con una corta y tierna sonrisa de ojos cerrados-
Título:
Publicado por: Artea, Archibardo nivel11 en Mayo 20, 2008, 08:35:33 pm
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía.

  Erial ignoro los comentarios de los presentes, dedicándose a comer tranquilo su comida. Su filosofía es difícil de entender para quienes no aceptan al mundo tal cual es, o eso es lo que el cree. Cuando termino de escuchar a Rainos, le dedico una sonrisa a su hermano.“Si. La estupidez es algo con lo que siempre encontraras con quien compartir” pensó para su adentros, siguiendo con su comida.
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Mayo 20, 2008, 11:30:03 pm
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía.
Valeriont, respondiendo.


Las palabras del elfo hicieron sonreir al enano que casi se había olvidado de su presencia... sin mirar a nadie en especial contesto a las preguntas de Raínos: - Claro que va en contra de hacer lo correcto, pero no todos sienten el llamado del bien en sus corazones... así, no es correcto, pero tampoco es "malo"... por así decir... - Valeriont, decía esto quedamente, como una reflexión madurada... - y sí, es mejor reunir una familia que unas cuantas monedas... aunque las monedas no vienen nada de mal - termino de decir el paladín sonriendo.
Título:
Publicado por: Jurgen Heindall en Mayo 21, 2008, 07:37:13 pm
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía. Comiendo espero...

Bla, bla, bla, bla... que si esto es bueno, que si aquello no tan bueno... a quién le importa lo que opine alguien del grupo. Los habían contratado por averiguar quién había matado a la hija del bardo. Eso haría él. Por supuesto, odiaba a los cabrones que mataban gente por diversión. Y alquien que urdía semejante plan tenía que ser por vicio, por diversión o por enfermedad. En cualquier caso lo mejor sería acabar con su miserable vida.
De todos modos, para qué dar a conocer su opinión si no se la habían pedido. Así cada cual sacaría sus propias conclusiones sobre su silencio y posteriormente podría sacar partido de ello de ser necesario.

Cuando fuera el momento, nadie tendría dudas de cuál era su postura respecto a ejercer de policia, jurado y verdugo...

Cuando llegó el segundo carrito emitió un gruñido gutural de satisfacción, y más cuando el mayordomo lo puso a su lado. Si es tan fácil tenerme contento cuando tengo hambre. Igual no lo sabían aquellos bandidos del Paso de Tesch cuando pretendieron quitarme la mochila con la comida. O sí lo sabían y querían suicidarse. O quizá incluso fueran tan amantes de los buitres y los cuervos que quisieron inmolarse y ofrendar sus cuerpos muerdos a sus picos.

Se dio cuenta que había parado de comer mientras pensaba en esa noche, en ese asalto, en los chorretones de sangre, en las vísceras colgando de los moribundos mientras sus lamentos se repetían incesamente por las paredes montañosas hasta que su misericorde espada acabó con el eco. Quizá fuera su cara de malestar la que hiciera que se produjera un breve silencio a su alrededor o quizá pensaron que iba a hablar sobre lo que estaban debatiendo ellos. Se sintió en la obligación de decir algo y...
Tú, enano, ¿me pasas la bebida que tienes a tu lado? Estoy sediento.
-------------------------------------------------------------------------------------
Dicen que el tamaño no lo es todo... Je, claro, eso lo dicen antes de ver ¡cómo de grande es mi espada!
Título:
Publicado por: Griffith en Mayo 21, 2008, 09:11:48 pm
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía.

Tras oir todo aquello, Eleazar suspiró. El debate que había empezado sobre la misión, acababa en forma de debate ético y moral. Eleazar miró al semiogro, iba a su rollo. Le envidiaba, en cierta manera.

Permitidme, caballeros. ¿Acaso nos hayamos aquí reunidos para debatir qué es correcto y qué no lo es? Parecía mentira, pero el explorador pensaba que hasta un debate de patio de colegio era más productivo que esto.

Se giró hacia Valeriont.

No tengo experiencia alguna con los objetos que atrapan el alma, pero pude observar cómo funciona uno. Era un espejo atrapa-almas. No os esforcéis en preguntar más, por favor, pues no obtendréis respuesta alguna.

Cogió una pierna de pavo del segundo carrito y la miró, como si fuese la rosa que hace unos días tuvo en la mano. Miró al espadachín, Erial.

No tenéis porquè hacer lo que no queráis hacer. Nuestra misión es encontrar y exterminar. Una vez hayamos acabado, los que queramos investigar más seremos libres de hacerlo, y los que no, reemprenderán su propio camino.

Dio un gran trago a la jarra de cerveza que tenía delante.
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Mayo 22, 2008, 05:27:01 am
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía.
Valeriont, el que alcanza bebidas.


Si, demonios, tenían razón. Miró al explorador y con voz serena respondió al explorador: - No te preocupes... no creo que nadie vaya a continuar preguntando... sería tan estúpido como continuar con nuestro debate ético... que, por cierto, no es debate... creo.
Sabía que no todo el mundo estaba dispuesto a entregarse por las cosas buenas del mundo y, él al menos, no estaba dispuesto a perder su valioso tiempo en intentar convertir al resto. El semiogro le pidió la cerveza y él, con una sonrisa en la cara, se la extendió. - Esta bastante buena la cerveza... aunque no mejor que la de los enanos - dijo Valeriont y calló, para ver si comenzaban a sacar sus impresiones al sol... que era lo que se buscaba con esta reunión...
Título:
Publicado por: Artea, Archibardo nivel11 en Mayo 23, 2008, 02:43:15 am
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía. La idea de Erial


Erial termino de comer con una idea en su cabeza. No era su estilo idear planes para trabajar en grupo, por lo que pensó en algo parecido a lo que habitualmente solía hacer, pero ampliándolo en una ecuación que incluía a más personas.

“Me parece una interesante idea el salir a las calles a investigar. Hacer unas preguntas, golpear algunos rostros, lo habitual para conseguir un poco de información. Si no tenemos suerte en conseguirla , podemos dar por sentado que a quien buscamos se enterara, seguramente elo lo alborote un poco y salga a la luz. Quizás sea un poco peligroso, si no les da miedo podemos separarnos en grupos de a dos o tres para abarcar más terreno.”
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Mayo 23, 2008, 06:30:50 am
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía.
Valeriont, el enano sin temores.


El enano arqueó la ceja derecha al escuchar las palabras de Erial. - ¿Miedo? ¿Yo? Que demonios se cree este tipo... que puede venir a decir... "si no tienen miedo separemosnos"... Un paladín de Moradin no le teme a nada, a NADA... - Pensaba el enano no muy contento con la última frase del aventurero. Nuevamente, haría caso omiso de las palabras pronunciadas.

- Me parece bien... y al parecer son dos los buenos en conseguir información por "las malas"... sería buena idea que los grupos se separaran en fracciones de dos... como mucho tres... abarcamos más y nos aseguramos que al menos uno de cada grupo sabe tratar en una ciudad y bueno, pegar martillazos en la cabeza de la gente de ser necesario.
Sin embargo, lo primero es intentar hacernos una idea de que es lo que exactamente buscamos... después de todo, salir sin una idea clara es como salir a buscar oro sin saber como es - dijo Valeriont mientras tomaba una de esas piernas de pavo que parecían ser extremadamente sabrosas...
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Mayo 25, 2008, 11:21:42 pm
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía. Algo aburrido en el banquete...

Despues de todo lo que tuvo que hacer para llegar hasta ese lugar y de todas formas se siente excluido, como niño pequeño en conversacion de adultos... No tengo nada que opinar... a mi me va mejor en la biblioteca que en otro lugar, prefiero de esa manera, pero si alguien me quiere hacer compañia mejor aun... -Pensaba mientras tomaba algo de zumo.

Yo me largo a una biblioteca, ¿alguien me acompaña?, creo que encontrare informacion util en los libreros de alguna iglesia... se me ocurre que podria servirnos de algo. ¿no?. Por cierto, lamento el silencio pero en conversaciones de etica me cabreo muy pronto y eso no me gusta...
Título:
Publicado por: Raínos en Junio 03, 2008, 04:17:23 am
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía. Avergonzado de su inocencia

Siempre le pasaba lo mismo con gente civilizada, o es que ellos no tenían su salvaje y puro corazón, o es que Raínos era realmente un inadaptado socialmente, despues de todo, tanto tiempo viviendo entre animales y seres de los bosques recolectando unguentos y flores para su dríada no eran algo que ayudara a comunicarse mejor...

Pero al druida poco le importaba, le reconfortaba la idea de poder ayudar con sus conocimientos, pero debía encontrar donde aplicarlos primero:

Ehm, yo solo dije lo que se me paso primero por la mente, no pretendía incomodar a nadie, mis disculpas...ehm...

-Avergonzado de sus palabras hizo una pausa mirando al techo-

...no recuerdo haber escuchado tu nombre, ni el de los demás...ehm...veamos... Raínos... Valeriont... Kaldur.....- con un dedo apuntaba a los aludidos para finalizar con cara de pregunta su frase
Título:
Publicado por: Jurgen Heindall en Junio 03, 2008, 01:00:00 pm
Dia 3. Mansion Kaldur. Sala de Reuniones. Mediodía. Presentaciones.

Se sorprendió cuando vio un dedo, un poco sucio todo hay que decirlo, apuntándolo directamente a la cara. Durante una décima de segundo su mano derecha se movió hacia el sitio que habitualmente ocupaba su espadón pero entonces recordó dónde estaba... y que no tenía el arma con él.
Acabó de tragar lo que tenía en la boca, carraspeo y pronunció con su profunda aunque agradable voz:
Tharasmund, amigo de los bosques, mi nombre es Tharasmund, semiogro nativo de Vado Frío, en el Lejano Norte.
Y no es que quiera interrumpir tu ronda de preguntas de nombres, pero al finalizar estaría bien que Kaldur nos informara sobre si las fuerzas del orden en esta ciudad son de fiar o no, si son capaces o una panda de inútiles que sólo sirven para detener borrachos, ya sabeis por dónde voy.

Tras eso, se calló y miró a quien tenía a su lado, esperando que contestara al dueño del dedo, el dedo un poco sucio, y dijera su nombre.
-------------------------------------------------------------------------------------
Dicen que el tamaño no lo es todo... Je, claro, eso lo dicen antes de ver ¡cómo de grande es mi espada!