D?a 2, Distrito Meridional (barrio 1)
Todos los Grupos
Tusk hab?a cogido a Makar y Silvaar entre sus hombres, a la vez que Makar cog?a a Rakemitri y se la llebaba por la cintura direccion posada. Vuur iva subido en lo hombros de Tusk, uno de los pocos lugares en los que se sent?a realmente agusto el Kuo-Toa.
Volvieron camino a la posada en la que Silvaar se aloj? la noche anterior, pues ya hab?a un buen rollo con el taberneroy seguro que si eran muchos, tal vez les hac?a descuento.
Cuando entraron en la posada, aquel Tabernero de la otra vez volv?a a estar armando la juerga con otro novato recien llegado a la posada, el mismo jitano, etc.. Todos re?an alegremente mientras carcajaban un Es brooomaaa algo incomodo para el que se lo dec?an, sin duda alguna, tan solo un chico de 15 a?os recien cumplidos, pelo rubio y ojos claros. Un guaperas. El chico pregunt? al posadero:
-Perdone, sabe en que direccion y en que distrito queda la casa noble de la familia Agundar??, cosa que, deber?a llamarle la atencion a mas de uno.
En la parte superior de la Taberna, yac?an las habitaciones de los viajeros que decid?an alojarse en la misma. En una de esas habitaciones estaba el paladin Lhaian. Como hab?a llegado hasta ah?? buena pregunta... Dorm?a cuando oy? unas voces dentro de su cabeza, en sus sue?os, una voz ronca y grave, aunque siseante, cargada de maldad estaba la misma Despiertate... despiertate dec?a la ronca voz, y el paladin despert? de golpe: notaba un quemazon en el tronco cuando unos recuerdos le vinieron de sopeton a la cabeza: Estaba hablando en la Plaza Kalas Tulur con aquel semodragon; Braamantho, cuando se nos acerc? un Clerigo y... y luego? que ocurri? luego? Lhaian no pod?a recordar lo que hab?a sucedido, tan solo notaba como el tronco le ard?a... una quemadura. Oy? gritos y risas en el piso de abajo, cuando mir? por la ventana y vi? que era de noche: groooaaar! rugi? su barriga - Ay que hambre...
Mientras tanto, en la Plaza kalas Tulur, el semiorco Ar_aghai segu?a repartiendo hostias al enano Tarrasque que, parec?a aguantar con relativa fortaleza, la manta de hostias que se le ven?a encima. El clerigo Estram y la druida Kiky? contemplaban la escena sin ser capaces de reaccionar; en que estar?an pensando? Tharant esperaba en la puerta a que su guardaespaldas semiorco acabara la faena o se cansara de la misma. Pensaba intervenir? ya lo trataba, pero el semiorco no parec?a dispuesto a oir otras palabras que las de su furia berserk
Polux se hab?a colado en la casa, y escondido dentro de la misma, a la vez que, de nuevo miraba el mapa para comprobar si este era el lugar de partida para la exploracion del mapa: si, aquella era la casa, estaba seguro, pero donde diablos empezaba la ruta? en alguna puerta secreta tal vez?
En todo caso, en los subterranios de aquella casa, estaban los dos monjes luchando con una de las criaturas mas malvadas vistas en cientos de a?os: un vampiro, el cual empaledeci? de golpe la cara de Talis de un solo golpetazo, cuando despues Thib? solo pudo reaccionar con un sortilegio de Luz del dia que al vampiro no pareci? hacerle mas que un favor, ahora la sala estaba iluminada y pod?a repartir hostias mas tranquilamente