Fosfoforo
Partidas => Partidas por Foro: Dungeons & Dragons => Mensaje iniciado por: Jan Cantor en Diciembre 28, 2004, 07:18:51 pm
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV),Carretera hacia Poldask,El Norte.A media tarde.
Quien busque hacia el Norte, m?s all? de la crepuscular tierra de Inquanok, encontrar? en medio del helado yermo la oscura y enorme meseta de las tres veces olvidada Leng.
Conocer?is la Leng que ha rehuido el tiempo por los malignos fuegos que siempre arden y el espantoso chillido de los escamosos p?jaros de Shantak que, muy arriba, recorren el aire; por el aullido de Na-gah que empolla en tenebrosas cavernas y se aparece en sue?os a los hombres con extra?a locura; y por el templo de piedra gris bajo la guarida de los L?gubres de la Noche, donde est? el que lleva la M?scara Amarilla y vive completamente solo.
Pero gu?rdate, ?Oh Hombre! gu?rdate de Aquellos que pisan en la Oscuridad las murallas de Kadath, por el que perciba Sus cabezas mitradas conocer? las garras de la muerte.
("Al-Azif",Sobre la Meseta de Leng)
El cielo encapotado por gruesas nubes descargaba unos finos copos de nieve sobre el camino de Poldask.El viento,furioso,descargaba andanadas sobre la boscosa tierra,levantando espectros nivales y fantasmas de hielo.
Las bellas monta?as de la region se mostraban impavidas ante el embate de los elementos,puesto que mil tormentas habian vivido y mil tormentas mas viviran en su larga existencia.Ni siquiera el afanoso caminar de un grupo de viajeros por la carretera les perturbaba.Eran mas antiguas que los hombres,que los elfos o que los enanos que horadaban sus entra?as en busca de preciados metales.Cuando todos desaparecieran,ellas seguirian aqui.
El peque?o grupo de cinco aventureros,no estaba interesado en admirar las majestuosas monta?as que les flaqueaban,ni los extensos bosques que bordeaban el camino,solo deseaban encontrar el pueblo al que se dirigian antes de que la tormenta que se anunciaba con truenos lejanos,descargara sobre sus cabezas.
En la distancia,un observador inexperto,podria haberlos confundido con una manada de extra?os osos bipedos,pero al acercarse se daria cuenta de su error,aunque la procedencia de sus integrantes le dejaria aun mas perplejo.
Primero veria al joven Gabriel de Aguas Profundas,un muchacho agil y despierto,atento a cualquier amenaza que pudiera da?ar al grupo.A su lado,la encantadora y atractiva Neftis de Mulhorand,sacerdotisa y sirviente de la diosa homonima,algo aterida por el cruel viento tan distinto del calido Sim?n de su tierra natal.
Por detras de ellos,Thilgar Reciotrueno clerigo e inventor enano,sirviente de Gond de los Prodigios,avanza con lentitud mientras maldice el inclemente tiempo.Impavido ante el frio y sonriendo ante los reniegos del enano,el clerigo drow de Velsharun marcha junto a ?l.Silencioso como los muertos que su dios rige y letal como todos los de su raza,tambien se siente incomodo ante el clima.Cierra la marcha Llylius Proyhd el extra?o hechicero pelirrojo,nativo de estos lugares al que no le molesta el frio y la nieve tanto como a sus compa?eros,pero conocedor de su tierra,sabe que deben encontrar refugio.
El cielo se espesa,los truenos empiezan a rugir en el cielo,los copos desaparecen y quedan sustituidos por una intensa cortina de lluvia.La tormenta a llegado y las esperanzas se disuelven como azucarillos.
Buscando un refugio,divisan un luz entre los arboles.Parece una caba?a o una construccion similar en la que podrian aposentarse durante la tormenta.Los animos se elevan y la alegria les llena el corazon al comprobar que los dioses ahogan,pero no aprietan.
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Carretera hacia Poldask,El Norte.A media tarde.
Neftis, cl?riga Aasimar bella cual diosa
Neftis era una bella Aasimar de gran carisma y personalidad, siempre sabia, intentaba buscar soluciones por v?a diplomatica antes que por la guerra, aunque lo cierto es que en algunos momentos era de lo mas temperamental
Neftis, llebaba el nombre de su diosa en su honor, a la que serv?a y admiraba con devocion, hasta el punto de llegar a convertirse en servidora suya... una cleriga.
Ten?a el cabello plateado, y la piel semidorada... era una chica digna de ver. Sus amarillos ojos se clavaban en los ojos de sus objetivos, cambiando su tez segun le cayera la persona en cuestion.
Una camisote de mallas de mithril vest?a su cuerpo, no sin contener debajo un traje de cuero ajustado a sus curvas, delatando una clara y demasiado perfecta escultura de mujer (me permito estos alagos debido a mi alto carisma y sabidur?a)
Iva detras de Garbiel, cuando vi? las luces de lo que podr?a ser una caba?a:
- Que fri? hace dijo encojiendo de hombros Neftisa la vez que, se medio proteg?a en el cuerpo de su compa?ero Gabriel colocandose semi en sus brazos, a la vez que continuaba la frase Vayamos a aquellas luces, puede que sea una caba?a, pediremos refugio acab? de decir la tremendamente bella Neftis... tan bella que le crear?a mas de un problema.
Gracias a dios estaba con un buen grupod e compa?eros... o eso cre?a ella
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Carretera hacia Poldask, El Norte. A media tarde.
Thilgar Reciotrueno, enano con el culo congelado
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
- ?Clavos y Tuercas carabonita, creo que tienes razon! - tron? la voz del enano, atenuada por su grueso abrigo - Movamos nuestros traseros hacia all?. Necesito echar un trago y me muero de hambre. Y ya hacer rato que no siento las posaderas.
Sin esperar la opinion de los demas, Thilgar se sali? del camino y ech? a andar entre la nieve y el barro, con su enorme mochila bamboleandose tras el.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Carretera hacia Poldask, El Norte. A media tarde.
Gabriel
Tras divisar las luces y oir lo que le decia Neftis, Gabriel, coji? de su mochila un catalejo, mir? hacia las luces, vi? una esp?cie de granja y se baj? la bufanda roja que le protegia la cara de la lluvia.
-Parece una granja.- dijo gritando para que le oieran todos en medio de la tormenta y se guard? el catalejo en su mochila.
-Voy a avanzar hasta all? a ver que hay mas de cerca.- pero vi? que Thilgar se le adelant?.
-Apoyate en mi caballo,- dijo mientras le pasaba las riendas a Neftis -, ir tirando hacia la luz, te dejo la bufanda.- le dijo mientras le pasaba la bufanda para que se pudiera protejer la cara y empez? a acelerar el paso hasta que empez? a correr para llegar lo antes possible.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV),Carretera hacia Poldask,El Norte.A media tarde.
Llylius Proyhd, hechicero pelirrojo envuelto en ropa de abrigo.
Qu? extra?a puede llegar a ser la vida. Hac?a un a?o lo ten?a todo, o al menos todo a lo que aspiraba. Mujer, familia y vecinos que no se entromet?an en su vida y sab?an hablar de algo m?s que de caza y trigo.
Luego ocurri? aquel incidente y todo cambi?, y seis meses m?s tarde... los dioses a veces tienen un extra?o sentido del humor.
No es que lo obligaran a irse... f?sicamente al menos, pero sab?a reconocer cuando no era bienvenido.
Una vez m?s, y el n?mero de veces era ya incontable, volvi? a mirar a sus compa?eros de viaje: un espadach?n, una extra?a aunque perturbadora mujer m?s parecida a la ilusi?n de un mago que a una humana, un enano con la conversaci?n m?s extra?a que hab?a o?do en su vida y un drow con un dios tan extra?o como su misma raza.
?l mismo se hab?a mantenido bastante silencioso, sin hacer uso de su natural don de gentes. Siempre le habi? sido f?cil caer bien, pero esta vez estaba entre aventureros no entre campesinos y cazadores, y prefer?a observar.
El c?mo se uni? a ellos no fue algo tan extra?o, al fin y al cabo ?l era natural de esta regi?n y la conoc?a... todo lo que un hombre pod?a conocer a esta zona, tan cambiante como inmutable eran sus monta?as. El objetivo era de locos, casi suicida pero bueno, en estos momentos su ?nimo le dec?a que adelante.
Alguien vio una luz, quiz? una caba?a. Varios de ellos hablaron, aunque no prest? atenci?n a sus palabras, solo a sus actos. El enano sali? del camino y el espadach?n sali? tras ?l, tras entregar algo que la reci?n llegada lluvia no le permiti? ver con claridad.
Estaban saliendo del camino, alegremente, ?para ir haci una luz en una construcci?n desconocida! Desde luego, no se pod?a decir que no fueran unos verdaderos suicidas. ?Acaso no les hab?a dicho que por all? rondaban los muertos vivientes, los seres que no dorm?an ni descansaban, atrapados por entidades caprichosas y crueles y condenados a devorar la energ?a de los vivos? Eso por no hablar que cada vez se acercaban m?s a La Monta?a.
Est?n locos estos forasteros.
Tras ver qui?n quedaba y quien hab?a salido hacia la luz, ?l mismo abandon? el sendero y avanz? hasta colocarse un paso por detr?s de Thilgar. Cuando el grupo se separa, ve siempre con los m?s fuertes o con los que m?s te f?es le hab?a dicho un aventurero de paso hac?a ya m?s de dos a?os. Un aventurero poderoso y hacedor de verdaderos prodigios m?gicos, capaz de conjurar las fuerzas de la naturaleza. Un aventurero que no hab?a vuelto de La Monta?a... ni ?l ni ninguno de su numeroso grupo.
Sin mirar siquiera si los segu?an mantuvo la vista fija en el traicionero suelo, esperando no pisar una trampa para lobos u osos, y que la caba?a no fuera una trampa para humanos...
Por las verrugas de Beshaba, necesito un trago...
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Carretera hacia Poldask,El Norte.A media tarde.
Rizzen L?lizhar, el drow marcado.
Rizzen L?lizhar, el drow del grupo, camina junto al grupo de aventureros que hace un tiempo le salv?.
Es como la mayoria de los drow pelo blanco, una piel azulona oscura, ojos blancos y mide aproximadamente 1?5 metros, lo que le diferencia de los demas es qu? es un varon cl?rigo, no como todos los demas varones que son guerreros, picaros o magos, tiene una marca en la cara, la que quiere decir que ha sido expulsado de la comunidad drow de la infraoscuridad y los dem?s drows que sirven a lolth tienen que acabar con el y tambien se diferencia de los demas en que no sirve a un dios drow, ni elfo, sino que sirve a un semidios fa?runico llamado velshar?n, se?or de la cripta olvidada.
Lleva puesta una vestidura de cl?rigo y encima de ella una pesada armadura completa y cubriendole la cabeza un casco que complementa la armadura, estos dos ultimos objetos tienen un simbolo en el centro de cada uno:
(http://img119.exs.cx/img119/6155/simbolo3mz.jpg)
Rizzen muestra una figura pensativa, no esta alerta, no habla, no muestra atenci?n por lo que dicen sus compa?eros, solamente camina, mira al frente y piensa en sus cosas:
??Por qu? estoy junto este grupo de aventureros, un grupo tan raro, con tal contraste de razas, pero eso no es lo peor, lo peor es que entre mi raza y las de todos los demas miembros hab?a unos peque?os ?roces?, ?Tan malos creen que son los drows??Por qu? una opini?n asi de todos??El simple hecho de que seamos una raza tan buena provoca envidia en ellos y nos tratan asi por eso?. Deberia preguntarlo, no estoy totalmente seguro en este grupo, al menos hasta que no se arreglen las cosas??
Bajo la lluvia el grupo caminaba en busca de su proxima aventura, tan solo habia que llegar al pueblo siguiente. De repente sus compa?eros divisan la caba?a y emprenden la marcha hacia ella para poder descansar hasta que escampe, todos dejan atr?s al drow, unos van corriendo, otros andan deprisa, pero Rizzen sigue con su misma marcha, lenta y tranquilamente como si no le importara mojarse un poquito m?s antes de llegar a la caba?a.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV),Caba?a en medio del bosque,El Norte.A media tarde.
La lluvia caia con fuerza deshaciendo la poca nieve que se habia acumulado en el camino forestal.La tierra se transformaba en barro oscuro y maloliente,permitiendo que una miriada de gusanos y lombrices emergieran de sus entra?as buscando la humedad del ambiente agitando sus ciegas extremidades.
Los pinos,grandes y con la corteza negra por el agua,se apretaban en el sendero temerosos de los caminantes que se afanaban por no perder el faro que les guiaba hacia un ansiado reposo.No habia ningun ruido mas que el sonido de la lluvia golpeando el suelo,ni mas olores que la tierra humeda y la madera mojada.Nada se movia,salvo los gusanos y nada respiraba,salvo los aventureros.
El camino se terminaba de manera abrupta en un claro extenso sobre el que se aposenta una recia caba?a de madera con el ojo de luz brillando con fuerza.A la izquierda se apreciaba un valla rota que cerca un esqueletico campo de cultivo en el que parecen surgir de la tierra brotes de plantas como remedos no muertos de sus parientes vivas.En la parte derecha,los restos ennegrecidos y chamuscados de lo que era un granero peque?o,se alzan como un recordartorio o un aviso para los que por alli pasan,reforzando el mensaje de tres tumbas se?aladas unos metros alejadas de ?l.
Al entrar en el claro y avanzar hacia la caba?a,se nota el suelo esponjoso,blando y con un olor fuerte a putrefaccion y abandono.Daba la impresion de avanzar sobre el cadaver de alguna criatura antidiluviana que se hubiera tendido a morir en esa parte del bosque,pero que aun no lo estuviera.
Un restallar de relampago ilumina la escena mostrando en el otro extremo del claro y perpendicular a la caba?a,unos corrales techados de los que surgen mugidos y gru?idos de animales,quizas asustados por la tormenta.
La caba?a se estremece ante los embates del viento y la lluvia,crujiendo y gimiendo como un viejo arbol al que fueran a talar,mientras su recia chimena escupe volutas de humo negro que se deshacen en el aire.Quien se acerque a la iluminada ventana,atisbara entre la suciedad del cristal,un salon con una amplia mesa rodeda de banquetas,un hogar donde arde un gran fuego sobre el que se aposenta una amplia marmita en la que bulle un liquido acuoso y muebles diversos que se desenfocan y desaparecen segun la basura acumulada.
El frotal de la casa es un amplio porche al que se accede por medio de cuatro escalones que crujen bajo el peso de los visitantes amenazando rotura.El pasamanos esta humedo y verdoso por los peque?os hongos que en el crecen pudriendolo centimetro a centimetro,y las tablas del propio porche se notan demasiado elasticas y poco firmes como para pensar que aguantaran un a?o mas.La puerta es de resistente madera de roble y por sus grietas se filtra algo de luz y de calidez,haciendo que sea un elemento discordante en el porche.Todo ello enmarcado con un fortisimo olor a salitre y basura acumulada,repulsivo y obsceno.
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Claro con caba?a sospechosa en la Carretera hacia Poldask,El Norte.A media tarde.
Llylius Proyhd, hechicero pelirrojo sospechando de todo lo que aparece.
El ominoso aspecto que presentaba la ruinosa construcci?n no hizo mermar la velocidad del grupo, tal era el estado en que los hab?a sumido el fr?o y la pertinaz lluvia.
La ?nica nota de esperanza que adivinaba era el fuego y la luz que sal?an por la estropeada puerta, todo lo dem?s hac?a que sus acostumbrados sentidos chillasen de peligro e incomodidad.
Un granero quemado... tres tumbas... un campo de cultivo abandonado... el suelo esponjoso que hac?a pensar que estabas pisando sobre arenas movedizas... pero principalmente la sensaci?n de abandono que inundaba el lugar de desesperaci?n... y el olor de putrefacci?n que se met?a en la nariz hasta llegar a la garganta y hacerte sentir nauseas... Ahora entend?a por qu? nadie del poblado se alejaba m?s de dos o tres d?as y nunca en la direcci?n que ellos hab?an tomado.
El hechicero no pudo evitar rememorar la historia que les hab?a contado a sus nuevos compa?eros la noche anterior, al lado de un castigado y moribundo fuego, sobre unos exploradores que hab?an entrado en una caba?a similar y cuyos cuerpos parcialmente devorados hab?an aparecido d?as m?s tarde flotando en un l?brego riachuelo cercano,... junto con un enloquecido superviviente subido a un arbol y aullando incoherentes palabras sobre los muertos que caminan y devoran la vida.
Las historias de ese tipo eran com?n moneda de cambio entre los escasos viajeros que por la zona circulaban. Y aunque siempre le hab?an parecido exageraciones, ahora pensaba que quiz? hab?a sido demasiado optimista.
Mientras beb?a un largo trago de su petaca para intentar eliminar el pegajoso olor que la invad?a, sus pies lo llevaron hasta el punto de poder comprobar, con alivio, que las tumbas ten?an el sagrado s?mbolo de Kelenvor en ellas. Retrocedi? rapidamente e intentando, sin ser consciente de ello, no pisar demasiado fuerte sobre aquel nauseabundo y blando suelo, hasta llegar junto a sus acompa?antes.
?Qui?n se atreve a tentar a la muerte y llamar? Sus palabras salieron asperas y sonaron extra?as entre el constante sonido de la lluvia sobre sus cabezas y cansados cuerpos. Desde luego, no ser?a ?l quien llamara o entrara el primero... o el ?ltimo.
No pudo evitar dar otro trago a la petaca.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Carretera hacia Poldask, El Norte. A media tarde.
Thilgar Reciotrueno, enano con el culo congelado y los pies pringados de barro
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Haciendo uso de sus cortas piernas, y sin dejar de rezongar, Thilgar dio finalmente alcance al resto del grupo, que le habian adelantado sin problemas al subir el repecho que conducia a aquel siniestro lugar. Ech? un vistazo a los alrededores, con un semblante de desconfianza mas que evidente.
?Qui?n se atreve a tentar a la muerte y llamar? Sus palabras salieron asperas y sonaron extra?as entre el constante sonido de la lluvia sobre sus cabezas y cansados cuerpos. No pudo evitar dar otro trago a la petaca.
- No jodas granjero, que no esta el horno para bollos. - Dijo el enano, al tiempo que lanzaba una mirada malhumorada al hechicero. Sin embargo, parecia tan intimidado como el resto de sus compa?eros, que contemplaban aquella ruinosa edificaci?n con un respeto bastante comprensible. Finalmente el enano solt? un bufido y sac? su pesado martillo del cintur?n. - Por los altos hornos del Maestro Artesano, ?a que co?o estamos esperando?
Sin mas, dio un par de pasos hacia la desvencijada puerta y llam? a ella con contundencia haciendo uso del cabezal de su arma. Los golpes sonaron como truenos en aquel inhospito lugar, pero por encima de ellos son? la voz de Thilgar.
- ?Ah del castillo! ?Viajeros muertos de frio piden refugio! ?Vive alguien en este bonito paraje? - El tono ironico del enano fue amortigauado por la llubia... y por las miradas iracundas de sus compa?eros, que parecian a punto de estrangularlo - ?Que pasa? Habia que llamar, ?no? - Dijo el hosco servidor de Gond a la defensiva.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Caba?a del Bosque, El Norte. A media tarde.
El eco de los fuertes golpes dados por el enano,se disipo con rapidez en medio de la tormenta.El silencio volvio a adue?arse de la compa?ia,mientras el inmisericorde aguacero los golpeaba.
Diez latidos de corazon mas tarde,un chasquido anuncio que la accion del enano no habia sido descabellada.Un crujido de madera seca,una vaharada de tibio ambiente caldeado y un aumento de la iluminacion anunciaron la presencia detras de la puerta del due?o de la caba?a.
Era un hombre alto,con el pelo negro y algunas canas.Rostro amplio con cejas pobladas y nariz aquilina.Penetrantes ojos negros,boca recta con labios finos y rojos,y orejas ligeramente puntiaguadas.
Vestia una camisa de tela blanca que cubria unos fuertes brazos,sobre la que tenia un chaleco de pana con dos amplios bolsillos.Un pantalon del mismo material,un cinturon con hebilla dorada y unas recias botas de cuero negro completaban su atuendo.
El hombre miro a los viajeros con curiosidad y con una sonrisa dijo:
?Bienvenidos viajeros a mi humilde morada!Pasad por favor,y descansad de vuestro viaje.Espero que perdoneis que no os haya abierto cuando llamasteis,pero ya no soy tan joven como antes y no me muevo tan rapido.Tengo un estofado en el fuego que seguramente aplacara a vuestros estomagos y algo de cerveza para saciar vuestra sed.
A la vez se aparto de la puerta para permitir a los viajeros entrar,mientras con el brazo les indicaba la direccion del salon.De repente,varios aullidos rompieron la monotonia de la lluvia como un coro de angeles del infierno.Una cacofonia de voces lobunas que aumentaba su intesidad a cada segundo que pasaba,indiferentes a los truenos y a los rayos que competian por silenciarlas.
El hombre de la caba?a tenia la mirada perdida en el bosque,mientras una amplia sonrisa se dibujaba en su cara.Parecia disfrutar del brutal concierto que brindaban los animales con una intesidad maniaca o demente.El estruendo de los aullidos crecia haciendose insoportable hasta que,por sorpresa,ceso de golpe como una vela apagada de un soplo.
Dos latido de corazon duro el silencio.
Luego un solo aullido,espantoso,cruel,demoniaco y horrible se elevo por todo la zona como si una macilienta bestia diabolica,agradeciera con su terrible garganta,el regalo de la lluvia a los dioses olvidados.
Un segundo se mantuvo la terrible nota,pero su obsceno sonido no seria olvidado tan facilmente por los aventureros.
No tengais miedo,son solo los hijos de la noche que saludan a la luna oculta por la lluvia.Pasad y poneos comodos.No tengais miedo-a?adio el hombre de la caba?a con una amplia sonrisa surcada de dientes blancos,mientras les indicaba la entrada del salon.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Caba?a del Bosque, El Norte. A media tarde.
Gabriel
Despues de que se abriera la puerta con el granjero, este, les invit? a pasar y a comer en su casa. Pero unos aullidos rompieron el monotono sonido de la lluvia, mientras miraba hacia el bosque el agua le resbalava por la cara y parecia que las gotas tardaran una eternidad en ir desde su barbilla al suelo, pero la voz del granjero pareci? poner el tiempo a su ritmo normal y sacar de sus cabilaciones a Gabriel, e indicando con la mano hacia sus compa?eros a la vez que decia su nombre se dispuso a presentar al grupo.
- Esta es Neftis, este es Thilgar RecioTrueno, este es Rizzen L?lizhar, este es Llylius Proyhd y yo soy Gabriel-, a la vez que se inclinaba un poco a modo de rever?ncia cuando decia su nombre.
- Parece que la tormenta nos ha cojido por el camino y le agradecemos mucho su hospitalidad, ?no tendr? un establo d?nde pueda dejar descansar a mi caballo?-
Despu?s que el granjero le indicara d?nde, mientras sus compa?eros entraban en calor dentro del sal?n, Gabriel, se dirigi? d?nde le habia indicado el campesino y busc? un lugar con paja, d?nde dej? el caballo, le quit? la silla de montar, at? las riendas a un palo para que no se escapara asustado por los aullidos o alg?n trueno, sac? un cepillo de la barda que estaba ahora junto al silla en un rinc?n y empez? a cepillarlo.
Una vez acab? se dirigi? a la casa y se uni? a sus compa?eros:
-Si no os importa, me voy a hechar un rato-, dej? la ropa mojada cerca del fuego para que se secara y se dispuso a dormir un par de horas.
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Caba?a del Bosque,El Norte.A media tarde.
Neftis, cl?riga Aasimar bella cual diosa
Neftis tom? asiento tal y como el granjero le hab?a pedido amablemente.
Se acomod?, cogi? un plato y con la cuchara de madera, algo gastada ya por el uso, se sirvi? un poco de aquel estofado que pese a tener seguro no demasiado condimento, ol?a bastante bien, y se hac?a de apetecer en una fria tarde de lluvia como aquella.
Ademas, los sonidos de los seres de la noche la hab?an asustado un poco, pero la compa?ia de un espadachin, un enano cascarrabias y orgulloso, un atento drow y demas les tranquilizaba, aparte que, pese a no tener nunca hambre, aquel estofado se hac?a apetecer.
Contemplaba los gestos de sus compa?eros detenidamente a la vez que se llebaba una cucharada tras otra a la boca
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Caba?a del Bosque,El Norte.A media tarde.
Rizzen L?lizhar, el drow marcado.
El elfo drow fue el ultimo en llegar a esa confortable caba?a, al entrar, sin ense?ar su rostro, se dirigio al hombre.
-Muchas gracias por su hospitalidad se?or- hecha un vistazo dentro de la casa y admira todo lo que hay en ella -Tiene usted una bonita caba?a, sospecho que la cuida muy bien- Rizzen se da la vuelta admirando el camino que han dejado atr?s y el bosque del que procedian los aullidos -Esos aullidos... ?Tendriamos que tener cuidado con ellos??Ha tenido algun problema con esos lobos?, espero que no molesten mucho- entro en la casa y cierro la puerta despacio para que no suene el portazo -Necesito un lugar donde descansar, ?tiene alguna habitacion libre?- el drow espera las respuestas mientras se adentro en el confortable salon de la caba?a, avanzando hasta la mesa donde esta Neftis comiendo, la pone una mano en el hombro y dice mientras hecha una agradable sonrisa -Que aproveche bellisima Neftis- tras esto me dirijo cerca del hombre de la caba?a para que me muestre donde hay una habitacion libre para mi, si tiene.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Caba?a del Bosque, El Norte. A media tarde.
El salon de la casa era una estancia amplia y confortable,calentada por una amplia chimenea en la que ardian con estrepito,un grueso madero.Un par de estanterias con algunos libros y mu?ecos tallados en madera y unas pieles de lobo en las paredes,se unian a la amplia mesa central rodeada por seis banquetas de madera y un confortable sillon de piel.
Cinco escudillas de madera con su correspondiente cubierto estaban preparadas encima de la misma,para que los viajeros disfrutaran del oloroso estofado que hervia en la marmita del hogar.
Una vez entraron todos,el hombre de la caba?a cerro la puerta e indico que se aposentaran en el salon.Luego procedio a escuchar a los que a ?l se dirijian:
Gabriel dijo:
Esta es Neftis, este es Thilgar RecioTrueno, este es Rizzen L?lizhar, este es Llylius Proyhd y yo soy Gabriel.
- Parece que la tormenta nos ha cojido por el camino y le agradecemos mucho su hospitalidad, ?no tendr? un establo d?nde pueda dejar descansar a mi caballo?-
Puede llevarle al establo,si lo desea,pero recuerde cerrar bien la puerta del mismo o los lobos cenaran a mi costa-dijo el hombre
Rizzen L?lizhar dijo:
Muchas gracias por su hospitalidad se?or.
Tiene usted una bonita caba?a, sospecho que la cuida muy bien.
Esos aullidos... ?Tendriamos que tener cuidado con ellos??Ha tenido algun problema con esos lobos?, espero que no molesten mucho.
Necesito un lugar donde descansar, ?tiene alguna habitacion libre?
Gracias a usted por sus amables elogios,se?or.Le aconsejo que se quite el abrigo para que se sequen sus ropas y coma como hace la se?orita Neftis.En cuanto a la habitacion,me temo que solo puedo ofrecerles el establo o este salon en el que estan ahora,donde podran estar calientes.Ustedes se han presentado y yo,imperdonablemente no lo he hecho.En cuanto su amigo vuelva de acomodar a su corcel,respondere a todas las preguntas que me quieran formular.-dijo el hombre.
Su forma de hablar,sus gestos,su vocabulario daban a enteder que no era un simple granjero o un campesino cualquiera.De echo,si no fuera por el estado de la granja,podria pasar por un noble menor o un rico terrateniente de fincas rusticas.Los aventureros comian y se secaban,mientras el hombre les observaba en silencio.Todos esperaban a Gabriel.
Este,una vez dejo a su caballo con comida y bien limpio,volvio a la casa.Entro en el salon y se sento en una banqueta cerca del fuego diciendo a sus amigos que queria dormir unas horas.Entonces el hombre habl?:
No le robare mucho tiempo se?or Gabriel,pero creo conveniente que me presente ya que ustedes han sido mas educados que yo,y lo han echo nada mas entrar.
Me llamo Strahd Zarovan y esta es mi humilde granja.Vivo de lo que cultivo y como de lo que siembro,como tantos otros hacian antes-dijo mirando al hechicero,como si recordara algo.
No solo debe preocuparse de los lobos,joven amigo-dijo hablando hacia el drow.
Tambien debe temer la cercania de La Monta?a y de los seres que en ella nunca duermen.Ultimamente se les suele ver demasido cerca de Poldask,asi como a unos grandes lobos blancos,y es por eso por lo que en dicha ciudad han decidido contratar a aventureros.Doce personas han muerto ya,y una decimotercera lo hara dentro de poco hasta que el Dios Lobo se sacie-dijo con voz suave,para a?adir con una amplia sonrisa:
Y esa persona soy yo
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Caba?a con inquilino sospechoso. El Norte.A media tarde.
Llylius Proyhd, un hechicero con los nervios de punta.
Hab?a permanecido en silencio mientras los dem?s hablaban o se pon?an a comer.
Le extra?? alguna de las reacciones de sus compa?eros, que parec?an provenir de tierras hospitalarias y seguras.
Esperaba que Gabriel dejara bien atrancada la puerta del establo, porque de no ser as?, los lobos iban a cenar bien esta noche; aunque tras escuchar el numeroso coro de aullidos y en especial el ?ltimo de ellos, que parec?a salido de la garganta de un lobo primordial olvidado por el tiempo, dudaba de la seguridad que podr?a proporcionar ese cobertizo en ruinas mal llamado establo.
Tambi?n se extra?? de la rapidez con la que la sacerdotisa de extra?o rostro se puso a comer, sin siquiera comprobar si la comida o la bebida estaban envenenadas.
La imagen de las tumbas recientes, del evidente deterioro de la propiedad y ese olor a podredumbre y abandono que se respiraba fuera, no dejaban de dar vueltas en su cerebro, haci?ndole ver todo desde un prisma de oscuras sospechas.
Se puso al lado del fuego y se dispuso a escuchar lo que ten?a que decirles su inesperado salvador.
Al menos aqu? dentro no llueve y hace calor. Eso fue lo ?nico bueno que Llylius ve?a a la actual situaci?n. Cuando empez? a hablar su extra?o anfitri?n, empez? a pensar que quiz? fuera no se estaba tan mal.
Me llamo Strahd Zarovan y esta es mi humilde granja.Vivo de lo que cultivo y como de lo que siembro,como tantos otros hacian antes-dijo mirando al hechicero,como si recordara algo.
?Por qu? me habr? mirado as?? No sab?a por qu?, pero al sentir su mirada una gota de sudor se formo en su nuca, y recorri?, pegasosa y lentamente, la mitad de su espalda hasta ser absorvida por el tejido. Un viejo cuento para asustar a los ni?os le vino a su mente. Era el cuento del Vampiro Granjero. En ?l se relataba la historia de un vampiro que robaba ni?os humanos que eran malos y los cuidaba como ganado para su alimento. Seguro que no ha querido decir eso, Llylius, tranquil?zate, deja de ser tan paranoico. Pero una parte de su cerebro le dec?a que esa persona no era lo que parec?a ser. Las ?ltimas palabras que dijo, le confirmaron su teor?a al tiempo que le hicieron volver a sentir un escalofr?o, aunque esta vez no fue por el fr?o de la noche.
Tambien debe temer la cercania de La Monta?a y de los seres que en ella nunca duermen.Ultimamente se les suele ver demasido cerca de Poldask,asi como a unos grandes lobos blancos,y es por eso por lo que en dicha ciudad han decidido contratar a aventureros.Doce personas han muerto ya,y una decimotercera lo hara dentro de poco hasta que el Dios Lobo se sacie-dijo con voz suave,para a?adir con una amplia sonrisa:
Y esa persona soy yo
La menci?n a La Monta?a y el tono de voz empleado para pronunciarla le confirmaban que era de la zona. Hizo, medio a escondidas, el signo contra los esp?ritus f?sicos de La Monta?a cuando esta fue mencionada, y se preocup? h?ndamente de la menci?n a los Seres cerca de una ciudad; eso era extra?o y nada halague?o.
Su ?ltima frase, toda una sentencia, lo dej? anonadado y con su calenturienta mente pensando en extra?os rituales de invocaci?n de malignos seres venidos de lugares m?s all? de la comprensi?n de las razas de Faer?n... trece muertos para calmar al Dios Lobo, intent? recordar si hab?a escuchado algo sobre eso alguna vez, mientras su mente, fren?tica y asustada, le dec?a que ese sitio no pod?a ser seguro con un due?o as?, que seguro que hab?a envenenado a sus anteriores ocupantes para tener una base de operaciones desde la que llamar a los amorfos y desalmados seres que moran en La Monta?a, aun a costa de su vida... locuras de viejas y ni?os, pensaba su parte m?s racional, pero hasta esta lo dec?a en voz bajita, temerosa...
?l no lo sab?a, pero mientras pensaba todo eso, su ya muy p?lida piel, se hab?a vuelto incluso m?s blanca, y su mano aferraba su petaca mientras la dirigu?a a su boca...
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Caba?a del Bosque, El Norte. A media tarde
Rizzen L?lizhar, el drow marcado.
Gracias a usted por sus amables elogios, se?or. Le aconsejo que se quite el abrigo para que se sequen sus ropas y coma como hace la se?orita Neftis. En cuanto a la habitaci?n, me temo que solo puedo ofrecerles el establo o este sal?n en el que est?n ahora, donde podr?n estar calientes
-Mejor me quedare en el sal?n, esos aullidos no parecen muy amigables y aqu? dentro estoy mas seguro-
Tras esto el drow se acerca a la mesa donde estaba el estofado, coge una silla y se coloca frente a Neftis
-Creo que voy a seguir su consejo y voy a comer un poco, Neftis parece estar encantada con el estofado, adem?s huele bastante bien- dijo mientras se acercaba a la hoguera y colocaba sus prendas mojadas cerca de las de Gabriel.Luego se sirve un poco de ese magnifico estofado en un plato, coge una cuchara y empieza a comer.
Al degustar un par de cucharadas y esperar a tragar todo lo que tenia en la boca miro a strahd y le dijo-Muy buen estofado, si se?or, pero, adem?s de las preguntas que le he hecho antes me gustar?a saber-(se queda pensativo un momento)-Este estofado, ?Para quien estaba hecho?, aqu? hay bastante estofado como para varias personas, y en esta granja, esta usted solo- Rizzen se queda mirando unos segundos mas a Strahd, despu?s mira al plato y sigue comiendo...
El hombre de la caba?a seguia divagando sobre diversas cuestiones,sin haber respondido al drow.Este pensaba dejar notar dicha falta de cortesia cuando un comentario del hombre le hizo levantar la cabeza:
Tambi?n debe temer la cercan?a de La Monta?a y de los seres que en ella nunca duermen. ?ltimamente se les suele ver demasiado cerca de Poldask, as? como a unos grandes lobos blancos, y es por eso por lo que en dicha ciudad han decidido contratar a aventureros. Doce personas han muerto ya, y una decimotercera lo har? dentro de poco hasta que el Dios Lobo se sacie
El drow se queda perplejo cuando escucha las palabras de Strahd-?Seres que nunca duermen?, espero que se refiera a los lobos, pero... ?Tambi?n lobos blancos??Doce muertes??Y una decimotercera dentro de poco, usted??C?mo puede usted saber eso??Y... un Dios lobo??A qu? se refiere con eso?-dijo
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Siniestra caba?a en algun sitio del Norte. A media tarde.
Thilgar Reciotrueno, enano con la mosca detras de la oreja
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Las llamas dibujaron extra?as sombras sobre el rostro petreo del enano. Thilgar aun estaba frotandose las manos delante del fuego y preguntandose a que demonios podia referirse aquel tipo tan raro con lo de "pasar, no tengais miedo" cuando capt? las palabras que les dirigia a sus compa?eros. Superstici?n, miedo y leyendas en una noche de tormenta. Cuentos de viejas para asustar a sus jovenes compa?eros. Cuantas veces se habia cruzado con tipos como este en sus viajes. Tipos que parecian disfrutar con sadico placer del miedo que infundian a los reclutas imberbes que escuchaban sus necedades. Mir? por encima del hombro con el ce?o fruncido, a punto de soltar uno de sus causticos comentarios cuando su anfitrion se present?.
-Me llamo Strahd Zarovan y esta es mi humilde granja.Vivo de lo que cultivo y como de lo que siembro,como tantos otros hacian antes-dijo mirando al hechicero,como si recordara algo. - No solo debe preocuparse de los lobos,joven amigo - dijo hablando hacia el drow. - Tambien debe temer la cercania de La Monta?a...
Mientras aquel tipo seguia dibagando, Thilgar decidi? dejarlo pasar y atiz? el fuego que ardia en la destartalada chimenea con amoroso cuidado (?ningun humano sabe encender un fuego como Gond manda!). Tom? de un gancho un cuchar?n desgastado por el uso y removi? con aire distraido la peque?a hoya de cobre en la que un guiso borboteaba dejando escapar un olor bastante prometedor.
...y de los seres que en ella nunca duermen.Ultimamente se les suele ver demasido cerca de Poldask,asi como a unos grandes lobos blancos,y es por eso por lo que en dicha ciudad han decidido contratar a aventureros.Doce personas han muerto ya,y una decimotercera lo hara dentro de poco hasta que el Dios Lobo se sacie-dijo con voz suave,para a?adir con una amplia sonrisa: - Y esa persona soy yo.
Clong. La cuchara call? al suelo y Thilgar se di? la vuelta con una ceja enarcada y los pelillos de la nuca erizados. De nuevo abri? la boca para soltar un exabrupto cuando el drow, con toda la sangre fria del mundo, se le adelant?.
-Creo que voy a seguir su consejo y voy a comer un poco, Neftis parece estar encantada con el estofado, adem?s huele bastante bien- dijo mientras se acercaba a la hoguera y colocaba sus prendas mojadas cerca de las de Gabriel.Luego se sirve un poco de ese magnifico estofado en un plato, coge una cuchara y empieza a comer. Al degustar un par de cucharadas y esperar a tragar todo lo que tenia en la boca miro a strahd y le dijo-Muy buen estofado, si se?or, pero, adem?s de las preguntas que le he hecho antes me gustar?a saber-(se queda pensativo un momento)-Este estofado, ?Para quien estaba hecho?, aqu? hay bastante estofado como para varias personas, y en esta granja, esta usted solo- Rizzen se queda mirando unos segundos mas a Strahd, despu?s mira al plato y sigue comiendo. El drow se queda perplejo cuando escucha las palabras de Strahd-?Seres que nunca duermen?, espero que se refiera a los lobos, pero... ?Tambi?n lobos blancos??Doce muertes??Y una decimotercera dentro de poco, usted??C?mo puede usted saber eso??Y... un Dios lobo??A qu? se refiere con eso?-dijo
Al tiempo que su compa?ero hacia sus preguntas, el semblante de Thilgar se fue ensombreciendo. La desconfianza brill? en los ojos severos del servidor de Gond cuando roz? con su mano la cazoleta de su pistola.
- Aquellos que nunca duermen... es curioso que precisamente tu preguntes eso, elfo. - Dijo con voz ronca. - Nuestro amable anfitrion se refiere a los muertos sin reposo, creo yo. Mas intrigantes y oscuras me parecen las predicciones de muerte del se?or Strahd, que nos recibe en esta caba?a destartalada con los modales de un senescal sembiano, con un puchero lleno de comida para un regimiento. Ya que a buen seguro nos lo va a contar de todos modos, no estaria mal que se dejara de ominosos rodeos y nos suelte de una vez de que va eso de las trece muertes y el Dios Lobo.
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Caba?a con inquilino sospechoso. El Norte.A media tarde.
Llylius Proyhd, el hechicero que sabe recitar.
El sonido de la cuchara al caer al suelo lo asust? m?s incluso que los truenos, por inesperada. Tuvo que hacer esfuerzos por no escupir por la nariz parte del l?quido que aun no hab?a bajado por su garganta.
Se sinti? avergonzado en su fuero interno cuando vio con que soltura y aparente sangre fr?a tanto el espadach?n como el cl?rigo enano se dirigu?an a su anfitri?n, mientras que ?l se limitaba a intentar que no se le notara demasiado su miedo, que las ?ltimas palabras hab?an aumentado hasta l?mites poco soportables para ?l.
Hab?a algo que su cerebro inconsciente no quer?a que su mente supiera, lo intentaba ocultar con capas de horror y distray?ndolo al hacer que se fijara en nimios detalles como no poder de dejar de mirar a Neftis y Rizzen mientras com?an, sintiendo que algo no estaba bien, que algo no encajaba.
Sin embargo, las ?ltimas palabras del servidor de Gond lo hicieron recordar algo que quiz?s...
no estaria mal que se dejara de ominosos rodeos y nos suelte de una vez de que va eso de las trece muertes y el Dios Lobo.
Entonces, sin ser totalmente consciente de ello, comenz? a recitar una vieja tonadilla con su clara y profunda voz, sencillos versos que su misterioso y desaparecido abuelo le tarareaba las noches de rayos y truenos:
En la noche mas oscura,cuando las almas duermen
las trece campanadas llaman a la muerte.
Dia y noche,bien y mal
El Lobo espera su libertad
Castillo y caba?a viejas est?n
El Lobo se alimenta de su maldad
Cierra la puerta,tapia la ventana
las trece campanadas llegan a tu casa
Justo al acabar de recitar las rimas, un trueno, mucho m?s fuerte que el resto, pareci? acentuar el final de la canci?n, semejante a la cruel y fr?a risa de algo que gozara provocando miedo y pavor a los mortales.
Su mirada recorri? a todos sus compa?eros y a aquel que ten?a preparada tanta comida para ?l solo, casi como si los esperara, ?para alimentarlos... o para alimentarse ?l de ellos?
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Caba?a del Bosque, El Norte. A media tarde.
Gabriel
Cuando Llylius recit? la tonadilla, Gabriel, se lo qued? mirando, y luego se oy? ese trueno. Despu?s de unos tres segundos puso su mano sobre la empu?adura de su estoque en un intento de darse mas confianza, y se dirigi? a todos en general:
- Pues si es curioso, 5 platos cuando somos 5 aventureros y comida para los cinco cuando solo vive usted aqu? en un lugar no muy frecuentado por visitas debido a que no est? en un camino principal. ?Curiosa coincid?ncia o todo planeado?- una vez dicho eso se qued? esperando la respuesta del amfitri?n, buscando apoyo en sus compa?eros y hechando miradas alrededor para ver posibles peligros e intentar divisar algo del exterior por algun hueco o ventana inquietado por la seguridad de su montura.
Una noche como esa hacia olvidar los modales e incitaba la desconfianza de lo desconocido, adem?s de provocar una leve paranoia.
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Caba?a del Bosque,El Norte.A media tarde.
Neftis, cl?riga Aasimar bella cual diosa
Neftis com?a de aquel delicioso estofado a la vez que escuchaba las palabras del anfitri?n de la casa, al que un rato mas adelante, ten?a intencion de interrogar a la maniera de los clerigos Neftinianos...
Aquellas deliciosas patatas de susodicho estofado se fund?an en la boca cual helado en una calurosa tarde de verano. Su sabor, era simplemente delicioso. Neftis, par? a pensar un momento: Un momento!, que necesidad tengo de comer yo si este utensilio me sustenta de todo nutriente? pens? la bella Aasimar a la vez que contemplaba el dorado anillo de su dedo, dedo que se pod?a ver gracias a que se hab?a quitado los guantes minutos antes, tanto para poder comer con mas comodidad como para calentarse las manos en la hogera de aquel insoportable frio: Claro.. este estofado huele tan bien... acab? de pensar Neftis.
Justo en aquel momento Neftis oy? como el inquilino se presentaba como Strahd, nombre que en un principio, no le inquiet? lo mas minimo, o si? no parecia un nombre humano. Caundo hubo contado Strahd toda la batallita de los 13, el dios lobo y toda aquella parafernalia, a Neftis se le quitaron las ganas de seguir probando aquel delicioso sabor de estofado, en beneficio de escuchar con mas atencion las palabras que el inquilino iva a decir mas adelante, pero el elfo Drow, y despues el enano Thilgar tubieron que abrir la bocaza para interrumpir, eso sin hablar del susto que se llev? debido al clong que dej? oir la cuchara de Llylius Proyhd golpeando el suelo de madera con relativa fuerza.
Neftis aguantaba los nervios como pod?a, ciertamente se hab?an dicho muchas cosas que no cuadraban... 5 platos para 5 invitados... eso empre?? a Neftis mas de lo que a priori parecia demostrar:
-Por favor, es tan amable de seguir con su explicacion se?or Strahd? pregunt? la cleriga con esa frase que son? mas a orden que a amable peticion.
Neftis se acomod? estirando sus esveltas y demasiado bellas piernas, que se apreciaban debajo de aquella ajustada ropa, para escuchar con todo detalle todo lo que Strahd iva a contar
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Caba?a del Bosque, El Norte. A media tarde.
Las preguntas se arremolinaban en torno a la figura del se?or de la caba?a como un enjambre de molestas moscas caniculares.En el rostro de los aventureros se dibujaban una miriada de
sensaciones:temor,sorpresa,curiosidad,interes...Entonces,la antigua rima del hechicero,se alzo como una negra ave de mala suerte dispersando a todas las otras cuestiones a los cuatro vientos,y aposentandose en medio del salon,cual emperador en su trono,se adue?o del animo de los presentes.
El hombre de la caba?a esbozo una sonrisa sin dientes al escuchar la poesia del hechicero,y sin dirigirse hacia nadie en particular,empezo a hablar:
No tengais miedo,se?ores.La Monta?a esta cerca pero sus habitantes prefieren la palpitante vida de la ciudad,a las magras viandas de una caba?a del bosque.
Suelo preparar bastante comida para evitar el tener que cocinar todos los dias,y el que haya cinco platos en la mesa se debe a que tenia la sensacion de que hoy tendria visita.Hay muchos aventureros que se van a Poldask con la esperanza de combatir al mal que se cierne sobre la ciudad...Pocos regresan,y si lo hacen sus propios amigos les dan el reposo eterno que piden sus cuerpos.
Un incomodo silencio siguio a estas palabras de Strahd.Este continuo su relato,mirando fijamente al hechicero:
Antes ha recitado usted unas bonitas rimas,se?or Proyhd,muy apropiadas para la noche que tenemos hoy.
Y a?adio con una voz grave y ronca, muy distinta a su tono normal:
?Me preguntais que porque conozco que yo voy a ser la decimotercera victima?...Lo se porque oigo los aullidos de los lobos e interpreto su lenguaje.Me necesita,me llama...Sabe que solo yo puedo abrirle la puerta y permitir que salga para devorar el universo...Siento que se acerca a mi...Oigo su jadeo anticipatorio y huelo su pelaje sucio...La asquerosa baba de su boca resbala entre sus colmillos con apetencia por la vida...?Es lo que desea!?Consumir toda la vida para alimentar su ansia inmortal!...?ME LLAMA!...?ESTA AQUI!...?HUID INSENSATOS,?L HA VENIDO Y NADIE PUEDE DETENERLO!...
Una vez dicho esto,se puso en pie con los ojos enrojecidos y una mueca horrible en el rostro.Se llevo las manos a la garganta de la que surgian gorjojeos anhelantes de aire.Su rostro se amorataba por segundos,mientras sus ojos parecian salirse de las orbitas.Cayo al suelo retorciendose como una serpiente,sus manos aferradas en la garganta apretandola con fuerza.Gemidos ahogados salian de su interior,mientras luchaba contra si mismo de igual a igual.Sus convulsiones continuaron mientras iban perdiendo intesidad poco a poco,hasta que con un suspiro,su cuerpo se relajo,sus manos cayeron a los costados y su respiracion se acompaso de nuevo.
De repente,del fondo de su garganta surgio un aullido primordial,espantoso,obsceno,impensable en ser humano alguno y que ningun ser podria reproducir.Este sonido,grave y largo,parecio llenar la casa con su esencia,y esta,imposibilitada para encerrarlo,abrio las ventanas y la puerta con un golpe seco,transmitiendo el ulular a traves del bosque.
El hombre de la caba?a,yacia exhausto en el suelo,como si el sonido que habia salido de su boca le hubiera robado las ultimas trazas de vida.Con un esfuerzo titanico,abrio sus ojos contemplado a los aventureros a su alrededor,y sonriendo a pesar del esfuerzo,dijo:
...Teneis...que ir al...establo.Para mi...es tarde.El Dios Lobo...me ha cogido...y no me soltara con facilidad-tosio,y sus labios se mancharon de carmesi.Cuidado con la niebla...No os fieis de ella...Y cuidaos de los dientes plateados...Cortan como cuchillas y matan como un veneno...Los ultimos que lo intentaron acabaron en la cazuela...-dijo con una horrible sonrisa de dientes manchados de rojo.Ya os dije...que como de lo que siembro-.Y con un ultimo estertor,muri?.
-
3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Siniestra caba?a en algun sitio del Norte. A media tarde.
Thilgar Reciotrueno, enano con la mosca detras de la oreja
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Aturdido y horrorizado, Thilgar fue incapaz de reaccionar. Demasiado sorprendido para moverse de donde estaba, solo pudo contemplar como un espectador mas la horrible muerte de Strahd. Un silencio tenso call? sobre la sala, interrumpido solo por el fuego que seguia ardiendo a espaldas del enano y el crujido de los postigos de ventanas y puertas, aviertos ahora de par en par. En los establos, el aterrorizado caballo de gabriel coceaba los maderos de su encierro, completamente fuera de si a causa del sobrenatural aullido que habia helado la sangre de todos los presentes.
- Hum, hum. - Carraspe? el enano, intentando reunir toda su flema. - No se los dem?s, pero creo que yo he perdido el apetito. - Nadie le contest?. - Hum. Bien... Creo que deberiamos echarle un vistazo al fiambre antes que nada. Cubrirme por favor, esto me da muy mala espina.
Con cierta indecisi?n y con expresi?n tensa, el enano se acerc? al cadaber con pasos medidos. Titubeando al principio, pero ganando firmeza poco a poco, comenz? a examinar el cuerpo, intentando discernir como habia muerto... si es que estaba muerto.... su anfitrion. Al veterano sacerdote le quedaban muy pocas dudas sobre la naturaleza sobrenatural del hombre que yacia sobre el mugriento entablado del suelo.
-
Caba?a del Bosque,El Norte.A media tarde.
Neftis, cl?riga Aasimar bella cual diosa
la cleriga contempl? horrorizada la escena portagonizada por el inquilino, que acababa de morir exhalando su ultimo suspiro
Neftis se qued? pensativa: como de lo que siembro... carne... y finalmente acab? de asociarlo
- Buaaahhjjj escupi? la cleriga el cacho de estofado que ten?a en la boca Es asqueroso! medio chill? la cleriga cuando, oy? unos ruidos de patas y pelea cerca del establo:
- Tssskk! callad! he oido ruidos de lobos en el establo. Creo que te has quedado sin caballo dijo Neftis mirando a gabriel Ser? mejor que nos largemos de aqu? cagando leches, y con mucho cuidado, nos podr?an tender una emboscada acab? de decir la Aasimar mirando al resto del grupo y esperando una confirmacion de ellos
-
Caba?a del Bosque,El Norte.A media tarde.
Gabriel
Todo parecia salido de unas de esas historias contadas para asustar a los ni?os peque?os y que se fueran a la cama. Pero eso era real, la peor pesadilla de un ni?o peque?o les estaba sucediendo a tan curioso grupo aventurero, havian de salir de esa pesadilla.
Las palabras que les dijo el campesino dejaron atonitos a todos, y cuando empez? a retorcerse por el suelo, Gabriel que tenia la mano en la empu?adura de su arma solo supo reaccionar desenvainandola, pues no sabia d?nde encontrar seguridad. Empez? a sudar debido a las ?ltimas palabras sobre el estofado de aventureros y intento divisar algo del exterioro acercandose prudentemente a una de las ventanas que se habian abierto, pero las palabras de Neftis centraron su atenci?n:
-??Lobos en el establo!?, tengo que ir a ayudar a Voronwe, no me gustaria dejar anadie a merced de los lobos, ni siquiera al caballo que me di? mi padre criado por ?l mismo.- se puso a cuclillas para no atraer la atenci?n de ninguna criatura del exterior y se acerc? a sus compa?eros.
- Si no os quereis venir no os lo reprochar?, pero yo no puedo dejarlo atras, me voy a ir al establo.- y una vez dicho eso esper? una contestaci?n de sus compa?eros.
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Caba?a del Bosque,El Norte.A media tarde.
Rizzen L?lizhar, el drow marcado.
Rizzen miraba a sus compa?eros mientras comia, estos estaban atacando con multitud de preguntas al se?or de la casa mientras que Strahd se limitaba a sonreir y a seguir hablando sin responder a las preguntas que sus invitados le hacian.
Clong. son? la cuchara que se le call? a Thilgar al suelo y este empez? a hablar con el drow
- Aquellos que nunca duermen... es curioso que precisamente tu preguntes eso, elfo. - Dijo con voz ronca. - Nuestro amable anfitrion se refiere a los muertos sin reposo, creo yo.[...].
Rizzen dej? la cuchara en el plato, trag? los restos de comida que aun albergaban en su boca y justo cuando fue a responder al enano Llylius empez? a recitar su poesia
En la noche mas oscura,cuando las almas duermen
las trece campanadas llaman a la muerte.
[...]
Al acabar la poesia, un tremendo y extrepitante trueno hizo zumbar los oidos de todas las personas que habia en la casa, y despues, el temible silencio alberg? toda la sala.
Gabriel rompi? el silencio volviendo a preguntar sobre el tema que todos los aventureros tenian en mente... "5 aventureros, 5 platos, comida para bastantes personas y... una sola y unica persona viviendo en esta casa, ?coincidencia? ?? no?".
En la mesa, Neftis dej? de comer, su mirada se centraba en su mano, en ella llevaba puesto un bonito anillo del que parecia estar pensando cosas, De repente la cara de Neftis paso a tener un ligero rasgo de extra?eza, como si estubiera pensando en otra cosa muy distinta, levant? la cabeza y mirando a Strahd dijo
-Por favor, es tan amable de seguir con su explicacion se?or Strahd?
Rizzen, que aun estaba esperando responder al enano, y que no lo hizo para no interrumpir otras conversaciones, gir? la cabeza colocando como foco de su linea de vision a Strahd, el drow empez? a mirarle de una forma extra?a, en la que inspiraba un poco de desconfianza hacia aquel nuevo hombre que acababan de conocer.
Las miradas de los 5 aventureros se centraron en una unica persona, Strahd, todos esperaban respuestas, ?agradables, desagradables? ?esperadas, no esperadas?, querian saber mas sobre ese hombre y lo que les habia contado, asi como lo que estaba pasando dentro y fuera de la casa.
El hombre de la caba?a esbozo una sonrisa sin dientes al escuchar la poesia del hechicero (quien iva a pensar que esta seria una de sus ultimas sonrisas), despues empez? a hablar:
No tengais miedo,se?ores.La Monta?a esta cerca pero sus habitantes prefieren la palpitante vida de la ciudad,a las magras viandas de una caba?a del bosque.
Estas fueron sus primeras palabras, la verdad, no tubieron demasiada importancia para el drow, la desconfianza que albergaba la mente del drow era cada vez mas intensa, las palabras "no tengais miedo" hicieron que el interior del drow temblara como una gelatina. Rizzen agacho la cabeza y susurro para si mismo -no tener miedo, ya claro...-
Suelo preparar bastante comida para evitar el tener que cocinar todos los dias,y el que haya cinco platos en la mesa se debe a que tenia la sensacion de que hoy tendria visita.Hay muchos aventureros que se van a Poldask con la esperanza de combatir al mal que se cierne sobre la ciudad...Pocos regresan,y si lo hacen sus propios amigos les dan el reposo eterno que piden sus cuerpos.
El drow seguia con la cabeza agachada mientras pensaba lo que decia Strahd: comer durante varios dias lo mismo, sensacion de recibir visita, muchos aventureros van, un mal sobre la ciudad, pocos regresan, y si lo hacen sus amigos les dan el reposo eterno que piden sus cuerpos... al oir esa ultima frase averiguo a que se estaba refiriendo Strahd y el drow volvi? a susurrar -Muertos vivientes...
Lo siguiente que dijo Strahd fue:
Antes ha recitado usted unas bonitas rimas,se?or Proyhd,muy apropiadas para la noche que tenemos hoy
Rizzen estaba a punto de explotar por los nervios pero se resisti? y volvio a susurrar -rimas adecuadas para esta noche si..., una noche de tormenta, en una casa desconocida, con un hombre desconocido y con los lobos acechando, una situacion para no tener miedo, seguro...-
Y sigui? hablando Strahd:
?Me preguntais que porque conozco que yo voy a ser la decimotercera victima?...Lo se porque oigo los aullidos de los lobos e interpreto su lenguaje.Me necesita,me llama...Sabe que solo yo puedo abrirle la puerta y permitir que salga para devorar el universo...Siento que se acerca a mi...Oigo su jadeo anticipatorio y huelo su pelaje sucio...La asquerosa baba de su boca resbala entre sus colmillos con apetencia por la vida...?Es lo que desea!?Consumir toda la vida para alimentar su ansia inmortal!...?ME LLAMA!...?ESTA AQUI!...?HUID INSENSATOS,?L HA VENIDO Y NADIE PUEDE DETENERLO!...
El drow sintio unas ganas tremendas de desahogarse, lo que habia contado el Strahd no le parecia muy l?gico, el nuevo hombre al que habian conocido les estaba contando unas historias que ya no se sabia que pensar de ellas, ni si podian ser verdaderas o falsas. Rizzen puso sus manos cerradas encima de la mesa, parecia estar resistiendose a hacer algo ya que estaba cerrandolas con mucha fuerza, y de repente... se levant?, al levantarse tan bruscamente la silla sali? despedida hacia atras un par de metros y el drow mir? a Strahd antes de decir nada, la silla dejo de deslizarse por el suelo y es cuando Rizzen dijo -si... no tener miedo, muertos vivientes, una noche de tormenta, en una casa desconocida, con un hombre desconocido, lobos acechando fuera de esta casa y ahora... ?ESOOOO!, NOS ESTAS TOMANDO EL PELO O ?QU??, ?ESTOY HARTO DE QUE EVITES NUESTRAS RESPUESTAS, DE QUE NO NOS DIGAS LA INFORMACION QUE QUEREMOS CONSEGUIR, QUIERES DECIR LA VERDAD DE UNA VEZ! ?TU CREES QUE PUEDES DECIR QUE NO TENGAMOS MIEDO Y DESPUES CONTARNOS TODO ESO!?MALDITA SEA QUEREMOS RESPUESTAS!-
Rizzen acaba exhausto tras decir todo eso, le habia gritado con una fuerza terrible, aun seguia mirando a Strahd fijamente mientras que pensaba que no habian sido muy buenos modales lo que habia hecho ya que el hombre les habia invitado a alojarse en su casa, el drow se iva a disculpar cuando de repente a Strahd le empezaron a suceder cosas raras.
Rizzen se qued? blanco y at?nito, un hombre desconocido al que le acababa de gritar se estaba muriendo delante de ?l de la forma mas extra?a que jam?s habia visto, el cuerpo cay? al suelo y tras numerosas conpulsiones y gemidos acabo exhausto en el suelo de su casa y dijo sus ultimas palabras
...Teneis...que ir al...establo.Para mi...es tarde.El Dios Lobo...me ha cogido...y no me soltara con facilidad-[...]-i.Cuidado con la niebla...No os fieis de ella...Y cuidaos de los dientes plateados...Cortan como cuchillas y matan como un veneno...Los ultimos que lo intentaron acabaron en la cazuela...-[...]-Ya os dije...que como de lo que siembro-
Tr?s esto el hombre muri?.
El drow estaba paralizado, no sabia que hacer, cada vez estaba mas impresionado por lo que decia aquel viejo hombre de la caba?a, cuando escuch? los ingredientes del estofado se giro hacia la mesa, vi? aquel plato del que habia estado comiendo y se le revolvieron todas las tripas, ?Habia comido seres humanos!, cerr? los ojos para intentar resistir vomitar ahi encima, para el drow hubiera sido muy humillante, tras esto se di? la vuelta, miro al cadaver e intento serenizarse de nuevo y volver a su aptitud fria y de seguridad que traia cuando entr? en la caba?a.
El enano se le adelant? a la hora de ir a examinar el cadaver -V?mos Thilgar te da miedo un cadaver tirado en el suelo o qu?- dice el drow con tono burl?n -date prisa que ya no creo que coma-, el drow fue tras ?l y se puso a observar el porqu? de la muerte. Tras examinarlo durante un breve periodo de tiempo el drow descart? que fuese por causas naturales y tampoco se habia utilizado ningun veneno.
Mientras estaba observando el cuerpo, Neftis escupi? el estofado que tenia en la boca y poniendo cara de asco dijo que era asqueroso... -No te niego eso bella Neftis, yo tambien he estado comiendo de ese maldito estofado y ahora que se de que esta hecho no me agrada tanto, pero, no te amargues tanto, tu misma dijiste que era buenisimo y... en esta vida hay que probar de todo, ?no?- le dijo el drow a la aasimar acabando la frase con una sonrisa.
- Tssskk! callad! he oido ruidos de lobos en el establo. Creo que te has quedado sin caballo-[...]-Ser? mejor que nos largemos de aqu? cagando leches, y con mucho cuidado, nos podr?an tender una emboscada-
?Quieres abandonar esta casa y dejar a los lobos un amplio bosque en los que ellos saben por donde ir pero nosotros no aumentando asi las probabilidades de que nos encuentren y estemos perdidos en el bosque?-dijo el drow-yo creo que es mejor que aguantemos aqu? hasta el ultimo momento e irnos cuando ellos esten entrando, si quereis iros, usted toma la decision- ahora le vienen los recuerdos al drow de las ultimas palabras que dijo Strahd, que fueramos al establo -Strahd dijo que fueramos al establo, para el er? demasiado tarde pero para nosotros no, me voy a fiar una vez de ese viejo canibal a ver si sale bien algo de una vez-
El drow escucha a Gabriel
??Lobos en el establo!?, tengo que ir a ayudar a Voronwe, no me gustaria dejar anadie a merced de los lobos, ni siquiera al caballo que me di? mi padre criado por ?l mismo- [...] -Si no os quereis venir no os lo reprochar?, pero yo no puedo dejarlo atras, me voy a ir al establo.
-Tranquilo Gabriel yo te sigo- el drow se levanta de al lado del cadaver -?se viene alguien m?s?- Rizzen se dirige al lado de Gabriel -Vam?s, ese viejo queria que fueramos para ver algo, y estoy seguro que ese algo ha tenido que ver algo con su muerte- el drow dice estas palabras mientras que se acerca a la puerta de salida y pone la mano en el picaporte de esta mientras que espera a ver quien se le une para salir ahi afuera en busca de lo que quiera que haya en el establo.
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Caba?a del Bosque,El Norte.A media tarde.
Neftis, cl?riga Aasimar bella cual diosa
Neftis contempl? asustada como el coraz?n de Gabriel se llenaba de melancolia y valor, alegando que ese caballo estaba criado por su padre y que, jam?s en la vida iva a renunciar al mismo, que jam?s consentir?a la perdida de ese caballo. Valeroso era el coraz?n del espadachin, para que negarlo:
Que diablos, al infierno! pens? Neftis mientras se ajustaba al pecho la armadura para encajarla bien. Se preparaba para el combate.
Justo en aquellos momentos, sent?a gotas de sudor resvalando entre su cadera, piernas, cara... La temperatura de su cuerpo aun asi, hab?a descendido de golpe unos cuantos grados y el nerviosismo se empezaba a apoderar de la Aasimar. Estaba temblando. No quiero morir a manos de unos lobos... dios! pens? una vez mas la cleriga Neftis.
Justo en ese momento, Rizzen sali? corriendo detr?s de Gabriel, para ayudar al mismo a rescatar a su caballo, a la vez dejandose llebar por la intuicion de las bondosas palabras del inquilino de la casa. neftis no las cre?a, pero analizando la situacion, no se iva a quedar ella sola dentro de la casa, no?
- Ehh, esperad!! voy con vosotros! dijo neftis en voz alta para que les oyesen los dos. Justo en ese momento Rizzen par? a la altura de la puerta, sujetando el pomo para cuando quiso girarse, Neftis ya se encontraba a su altura, pas? delante suyo gi?andole el ojo y saliendo fuera de la casa, siguiendo a Gabriel direccion al establo
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Caba?a con inquilino sospechoso (y muerto). El Norte. A media tarde.
Llylius Proyhd, el hechicero que sabe temblar.
Para qu? mentir. Los sucesos lo hab?an desbordado de manera clara. Se estaba enfrentando a algo que desconoc?a, y reaccion? de una de las dos maneras que los humanos encuentran naturales: miedo, mucho miedo.
Sus o?dos escuchaban palabras y frases que su cerebro traduc?a en horrores cada vez mayores. La muerte de su anfitri?n fue el cl?max de la escena, una escena en la que acab? confuso y asustado por partes iguales. Una vez m?s en esa noche no pudo evitar sentirse impresionado por la valent?a de su grupo aventurero; ?c?mo se notaba su experiencia!
El valiente enano se hab?a adelantado a comprobar la muerte de Strahd, mientras que el arrojado espadach?n hablaba de salvar a su caballo, pero... ??el caballo estaba en el establo!! Justo el lugar donde el ?muerto? le hab?a dicho que deb?an ir, y no le parec?a una buena idea seguir las instrucciones del devorador de cad?veres, por mucho que los hubiera sembrado ?l mismo.
Mientras pensaba en todo esto, logr? reponerse un poco, en parte gracias al ejemplo de sus colegas en la aventura y prepar? su magia para cubrir al cl?rigo de Gond por si el muerto resultaba seguir vivo o... estar no-muerto. Si al final hab?a que salir de la "seguridad" de la caba?a lo har?a por la ventana, para no quedar muy atr?s.
Yo te cubro, Thilgar, pero no tardes, por Mystra.
Venciendo un acto reflejo de alcanzar la petaca para sentir su fuego en la garganta, intent? concentrarse en su magia para proteger a Thilgar.
Ten?a que estar a altura, por mucho que una ominosa sensaci?n de funesto presagio entrara reptando desde el tenebroso bosque por los oscuros ojos y boca que eran la puerta y ventanas abiertas de la cada vez m?s l?gubre caba?a.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Siniestra caba?a en algun sitio del Norte. A media tarde.
Thilgar Reciotrueno, enano intentando mantener la sangre fria
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Afortunadamente para el orgullo de Thilgar, su espesa pelambrera y su poblada barba impedian en gran medida que fuera advertida la palidez de su rostro. Era un enano de la cabeza a los pies, pero... ?Por la Rueda Dentada! ?Quien no se pondria un poco nervioso en un momento como ese? Mientras todos corrian en direccion a los establos para intentar auxiliar al corcel de Gabriel, el brujo se quedo a su lado para echarle un cable. Perra suerte, que le cubra a uno las espaldas el recluta patoso. En fin, al menos el chaval le echaba un par. Musit? una plegaria a su dios, implorando que le prestase una fracci?n de su infinita sabiduria para enfrentarse a la tarea que iva a realizar y se puso manos a la obra.
- ?Sabes una cosa chico? - Dijo el enano, al tiempo que comprovaba freneticamente el pulso y las constantes de Stradh - Esto me recuerda una de esas estupidas noveluchas que leen los ni?os mimados de Aguas Profundas... - abri? la boca del cadaber (ahora estaba seguro de que estaba bien muerto) y comprov? su olor - ... esas en el que un grupo de jovencitos idiotas... - tom? uno de los cuencos que aun reposaban sobre la desvencijada mesa y olfate? su contenido - ... entran en una mansion ruinosa por algun motivo estupido... - abri? de un tir?n la camisa de Stradh, sobresaltando a Llylius - ...empiezan a pasar cosas raras, se separan para investigar... - se agach? aun mas y presiono sobre el pecho, haciendo que el cuerpo expulsase una burbujas de saliba sanguinolienta por la boca -... y un siniestro horror les va matando de forma truculenta. Uno por uno. - Acab? su examen y se puso en pie, sacudiendose la manos.
Sin perder de vista la puerta entreavierta, que golpeaba repetidamente el marco a causa de los embates del viento, solt? de su espalda las correas de su escudo y lo embraz? con destreza fruto de la pr?ctica. Sobre el disco metalico primorosamente bru?ido, podia verse la Rueda Dentada cruzada por dos martillos, el emblema personal de Thilgar. Una afectaccion que habia deciddido permitirse despues de a?os pateando los caminos de Toril.
- Pero no te preocupes chaval. En esas historias no sale ningun enano cabreado con un jodido trasto como este - dijo alzando su pesado martillo - y armado con la pu?etera ira de Gond. - Y apret? un pulgar contra su s?mbolo sagrado, un disco de bronce tan bru?ido como el escudo. Suspir? y ech? un ultimo vistazo al cuerpo que yacia tendido en el suelo.- Este tipo esta mas tieso que una estaca. - A?adi? se?alando los restos de su anfitri?n. - Pero si ha sido muerte natural, yo soy el Archimandrita de Lantan... asi que sera mejor que nos andemos con mas ojos que un contemplador. Por cierto, - a?adi? con un gui?o malicioso, en un intento de demostrar su aplomo y hacer sonreir a su compa?ero - recuerdame que le pregunte al drow si la carne humana sabe realmente a pollo dulce...
Los ruidos en los establos se intensificaron. Otro rel?mpago restall? con fuerza, iluminando toda la sala con una luz blanquecina que acentu? la tetrica palidez del cadaber que yacia entre ambos aventureros. Thilgar no pudo evitar sobresaltarse tanto como su compa?ero, y la seguridad que habia tratado de infundir a ambos desapareci? como llevada por la fiera tormenta que parecia recrudecerse en el axterior.
- Hum - carraspe? roncamente el sacerdote, con sus ojos mirando alternativamente la puerta y las ventanas - ser? mejor que vayamos a echar una mano a los demas.
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Saliendo de la Caba?a del difunto Stradh. El Norte. A media tarde.
Llylius Proyhd, el hechicero que sabe mirarlo todo y asustarse al mismo tiempo que logra no caerse mientras corre.
El enano hablaba mientras examinaba al hombre de los extra?os modales. Los enanos ten?an una forma realmente curiosa de entender las reanimaciones. En su pueblo simplemente hubieran puesto un metal muy pulido cerca de la nariz durante un minuto. Si no se empa?a, se prueba a hacerle unos cortes en la cara y si no sangra o no grita, est? muerto...
Cuando acab?, hizo un comentario que lo marcaba como un ser con un sentido del "humor" peculiar recuerdame que le pregunte al drow si la carne humana sabe realmente a pollo dulce... . No quiso comentar que ?l mismo era humano, en ese momento le parec?a insignificante, y mucho m?s tras el ?ltimo trueno y el posterior rel?mpago que ilumin? la escena de manera t?trica y macabra.
Con muy buen juicio, Thilgar recomend? ir con los dem?s.
Me parece una muy buena idea. Sus comentarios acerca de novelas donde la gente se separa y luego muere, le parecieron muy acertados. Tras saltar por la ventana y sin ir m?s r?pido de lo que pod?a ir el enano, mir? un momento atr?s, hacia la caba?a, con las ventanas y la puerta abiertas, y jurar?a que durante un momento le pareci? la l?gubre y amenazante calavera sonriente de alg?n ser maligno y obsceno. Por si acaso, no volvi? a mirar atr?s a la ruinosa construcci?n.
El esponjoso suelo y el olor a decadencia y muerte que emanaba de ?l, no contribu?a a mejorar su estado de ?nimo, cercano al p?nico.
Mientras se acercaban al establo, donde los relinchos del caballo adquir?an una estra?a resonancia mortuoria, no pudo evitar preguntarle a Thilgar: ?Crees que tendremos que combatir contra seres de otros mundos?, ?saldremos vivos? No quer?a que unos grandes lobos de rojos ojos infernales o unos p?tridos y borboteantes muertos vivientes se alimentaran de sus humeantes entra?as mientras sus aullidos de dolor antes de morir los acompa?aban. No se?or, no era una buena muerte. El intenso y fr?o y la pertinaz lluvia impidi? que ese ?ltimo escalofr?o fuera distinguible de los producidos por la baja temperatura del exterior.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Claro del Bosque, El Norte. A media tarde
La lluvia caia sin cesar sobre la avida tierra del bosque,y tapaba con su cortina liquida las sombras que rondaban entre los arboles.El grupo de aventureros se reunio en el exterior de la muerta casa,escuchando los chillidos deseperados que surgian del establo de los animales.
Con decision,avanzaron hacia el edificio,con el corazon encogido por los sucesos que estaban viviendo.A su alrededor,en el bosque,destellos blancos se movian mas rapidos que el ojo,acechando la carne viva con la que saciar su apetito.Los pies de los aventureros se enfangaban en la tierra fofa del claro del bosque que se pegaba a sus pies como los dedos muertos de un cadaver redivivo.Cada paso una lucha constante contra la tierra y el cielo que parecian dispuestos a evitar que llegaran al establo por todos los medios a su alcance,pero la determinacion pudo con la ira celeste y llegaron ante las puertas del edificio.
Los bramidos y chillidos se habian ido apagando durante el corto trayecto y lo unico que se podia escuchar entre el bramar de la tormenta eran unos relichos ahogados y unos ladridos maliciosos.Cuando abrieron la puerta,un relampago ilumino el interior del establo,mostrando una escena espantosa:todos los animales habian sido destripado y masticados,pintando con su sangre las paredes de madera.Al fondo un grupo de cuatro cuadrupedos,grandes,niveos y con los ojos rojos de odio,acosaban a una yeg?a herida que se defendia arrinconada contra una pared.
La pared del extremo opuesto a la puerta habia sido rota en mil pedazos,explicando la presencia de los depredadores dentro del establo.Estos estrechaban su circulo en torno a la hembra,que relinchaba furiosa pero con miedo.Sus bocas babeaban manchando el suelo y sus dientes,blancos,entrechocaban con ansia contenida por el festin ante sus ojos.Toda su atencion estaba puesta en la presa y por ello,no prestaban atencion a nada mas.
Tenian hambre y nada podria detenerlos
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Interior del establo,El Norte. Anocheciendo
Los aventureros reaccionaron como una maquina de precision para enfrentarse a la amenaza de los seres blancos y salvar al caballo de Gabriel.
Neftis,la bella cleriga,imploro a su diosa proteccion en la batalla que se avecinaba y un aura de color dorado la cubrio protegiendola.El afanoso sacerdote de Gond,no se quedo atras y pidio a su dios que les diera su bendicion para acabar con las imperfecciones de la creacion.Esto hizo que todos sintieran que un nuevo aliento surgia en su alma impulsandolos a acometar la empresa con animos renovados.
El joven Gabriel,desenfundo su extra?a daga mientras corria hacia el ser mas cercano clavando su afilado estoque en su descubierto lomo y arrancandole un aullido de dolor (-9),a la vez que ?l mismo gritaba insultos hacia los animales para atraer su atencion.El clerigo drow concentro su aguda mirada sobre las bestias y con una palabra arcana,su poderes heredados siluetearon a los enemigos con una luz verdosa.La oscuridad no seria su aliada y no confundiria a los aventureros.Por ultimo,el hechicero entono un cantico mientras su sangre ardia y la energia arcana se manifestaba en forma de un haz de fuego que golpeaba en el flaco al animal ya herido,haciendo que gritase de un modo aterrador debido al gran dolor que sentia (-12).
Los seres reaccionaron a los ataques y se movieron hacia los aventureros que los molestaban.Las intenciones asesinas se reflejaban en sus ojos rojizos,y su boca se anticipaba a los placeres de nuevas presas.Uno de los primeros que se movio,con su mente fija en la hermosa Neftis,recibio una estocada del atento Gabriel que le vio pasar a su lado (-9),aunque no le hizo desistir de su intencion.Salto sobre la joven,abriendo sus fauces en las que se estaba formando una especie de neblina azul,pero la proteccion de la diosa era fuerte y la criatura mordio al aire.Enfadada,expulso la neblina azul de su boca en forma de un aire helado que quemo la piel de la aasimar como si fuera fuego (-7),da?andola sin remedio.La joven se repuso con rapidez y moviense hacia atras descargo su ballesta sobre la bestia hiriendola en el vientre,aunque no parecia profunda(-5)
El ataque de Gabriel habia sido certero,pero el joven tenia que lidiar ahora con su propio atacante,que al igual que el de Neftis,intento morder y congelar al Aguaprofunde?o en valde,puesto que los reflejos de este evitaron ambos ataques.Sonriendo,el joven Gabriel,ataco a su oponente con rapidez de serpiente,hundiendo de nuevo el estoque en la cabeza de la bestia con la fuerza de un titan ( Critico. -20.Muerte).Con un gemido apagado,el monstruo se derrumbo a sus pies.
El enano espero impavido el ataque del monstruo sabiendo que su deber era proteger al hechicero para que hiciera el maximo da?o posible con sus conjuros,ya que este estaba invocando de nuevo el fuego de la magia para acabar con uno de esos seres.La bestia mordio con sa?a la recia armadura del clerigo,pero no pudo traspasar el duro material,y frustrada,descargo su terrible aliento sobre ambos compa?eros,quemandolos hasta la medula.El enano sufrio un gran castigo en su cuerpo (-14) cuando el frio casi mata su espiritu,pero no menor que el pelirrojo hechicero (-12) a quien el helado vapor congelo la energia de su sangre y le impidio continuar con su hechizo de fuego.(Fallo en la tirada de Concentracion).Thilgar contrataco con un grito de guerra y una plegaria a su dios,pero su fuerte martillo no encontro el cuerpo del animal,quien parecia sonreir ante este echo.
El ultimo asesino ataco al miembro de una raza de asesinos,pero el duro acero drow es demasiado fuerte para unos dientes corrientes.El elfo oscuro se permitio una sonrisa que se congelo(literalmente) en su rostro cuando el animal exhalo su aliento helado sobre ?l (-9).Reponiendose,el clerigo dirigio su maza sobre la cabeza del monstruo,pero este ,con un habil movimiento,la esquivo sin esfuerzo aparente.
Las espadas seguian en alto y las apuestas eran la propia vida.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Interior del establo,El Norte. Anocheciendo
El joven Gabriel enterro su estoque en la cabeza del animal que se desplomo con un suspiro.A su espalda,escuchaba los ruidos de la lucha,e intuia que sus compa?eros necesitaban su ayuda.Levanto la vista y dio un breve silbido para que fiel corcel se tranquilizara.El animal,viendo a su amo y escuchando su se?al,dejo de patalear y relinchar,tumbandose en la paja del suelo.Gabriel sonrio y se dispuso a darse la vuelta,cuando una imagen le hel? momentaneamente: por el hueco de la pared del establo,el bosque,estaba siendo engullido por una niebla blanca y espesa que se movia con lentitud,ganando espacio metro a metro.En su mente germinaron terrores ignotos al albur de las palabras finales de Strand sobre la niebla de los colmillos.No podia distraerse,sus compa?eros le necesitaban y tenia que ayudarlos.
Las bestias volvieron a la carga,ignorantes de que una de ellas habia caido en combate,o quizas si que lo sabian y no les importaba nada.Se avanlazaron sobre los aventureros con ansias mortales.Los colmillos de uno destellearon,pero el drow consiguio esquivarlos a tiempo antes de que se cerraran sobre su brazo derecho.Acto seguido,el sacerdote oscuro invoco la ayuda de su tetrico dios,y una oscura emanacion parecio cubrir su cuerpo.Sonri?,ahora estaba protegido.
La segunda bestia lanzo su mortal ataque sobre la bella sacerdotisa,que aunque aguanto el empellon,noto como los dientes trituraban huesos y carne (-10),pero ella se desasio de la presa e imploro el favor de su diosa sobre el pelirrojo hechicero,quien se vio recompensado con un aumento de su vitalidad (+5).
El tercer monstruo ataco con fuerza sobre el recio enano intentando derribarlo,pero los hijos de la piedra se alzan como columnas y no lo consiguio,aunque sus funestos dientes traspasaron coraza y cuero da?andolo gravemente (-11).Thilgar reprimio un gesto de dolor,se alejo a unos pasos y solicito a Gond que le cubriera con su gracia.Su dios respondio enviando una fina lluvia de particulas de acero que protegian a su querido clerigo de todo mal.
El hechicero habia invocado la fuerza de su magia sobre la maldita bestia,sus ojos enrojecieron y su pelo parecio llamear,mientras llamaba al aliento de los dragones a traves de su mano.Descargo el rayo y no fue nada;no habia alcanzado al ser.
El joven Gabriel actuo sin pensar: se movio,levanto su estoque y descargo un golpe sobre el animal que habia herido al enano,da?andole de buena manera (-13).
Los animales se impacientaban.Sus presas se resitian demasiado y eso no era bueno,por lo que decidieron golpear con todas sus fuerzas.El que estaba con el drow se lanzo furioso y babeante,sus colmillos como dagas,deseando desgarrar y matar,pero el poder del semidios no muerto es grande y la barrera oscuro le detuvo en seco.El elfo oscuro solto una carcajada de desprecio e implorando un nuevo favor a sus dioses,un aura de negra energia impia le envolvio devolviendole vida (+5).
El monstruo que peleaba con el enano lanzo una nueva carga sobre el hijo de Moradin,pero la bendicion de Gond bloqueo esta tentativa.Frustrado y malicioso,el maligno animal,boqueo y expulso un nuevo cono de frio aire alcanzando a la bella Neftis (-7),al valiente Thilgar (-4) y al concentrado Llylius (-7).Indignado,el hechicero busco la energia de su estirpe con toda la furia de los cielos,su pelo crepito y sus ojos llamearon cuando un rayo de puro fuego celeste golpeo en pleno rostro al animal quemandole casi por completo (-22),y su trabajo fue rematado por el joven Gabriel que de una soberbia estocada acabo con la vida del animal ( Critico :shock: -20.Muerte).
El ultimo animal se movio para matar a la sacedotisa,pero no conto con el atento martillo del enano que se incrust? con fuerza en su lomo descubierto (-9).Aun asi ataco a la sierva de Neftis,rabioso y sanguinario,pero su propia furia le hizo fallar el golpe.La joven se retiro y rezo para que su diosa le enviara ayuda en este momento de pesar.Un fulgor dorado recorrio todo su cuerpo mientras el poder divino resta?aba heridas (+19).
Otro tanto hizo Thilgar,y sintio como su dios reparaba de nuevo la piel y los huesos de su cuerpo preparandole para el combate(+10).
Dos seres habian caido y otros dos quedaban en pie.La lucha no habia terminado.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Interior del establo,El Norte. Anocheciendo
Los aventureros habian vencido.Los lobos invernales,viendose en desventaja,se retiraron desordenadamente por el hueco de la pared,perdiendose en la extra?a niebla que se habia formado durante el combate.
La niebla avanzaba con lentitud por el bosque,engullendo piedras,arboles y terreno,como un silencioso sudario que enterrara todo lo que encontraba a su paso.
Un extra?o silencio se fue apoderando del establo donde los compa?eros se curaban y vendaban sus heridas.Los truenos y el ruido de la lluvia,estaban siendo sustituidos por una invisible capa de ausencia de sonidos,que avanzaba a la vez que la bruma se movia.Diriase que ella misma generaba dicho efecto,casi como si supiera que eso haria que el miedo se instalara en los corazones de la gente.
Gabriel procedio a calmar a su montura,mientras le despojaba de la incomoda carga que llevaba para poder vendar sus heridas mucho mejor.No tenian mala pinta,ni eran profundas,por lo que sanarian bien y rapido.Al arrodillarse para poner las vendas,Gabriel,se fijo que el suelo del establo habia unas finas rayas que formaban un cuadrado.Con cuidado,introdujo su kukri en el hueco y formando palanca levanto la placa de madera,dejando al descubierto un oscuro hueco.En el centro de la peque?a cavidad secreta,habia una objeto oblongo y minimo,una caja de color gris,con marcas en los costados que parecian ser un lenguaje.
?Seria esto lo que Strand guardaba en el establo?
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Interior del establo,El Norte. Anocheciendo
Gabriel
Con los lobos auyentados y viendo que los clerigos ya se encargaban de los heridos, Gabriel, limpi? el filo de su estoque, lo guard? en la vaina he hizo lo mismo con el Kukri. Se dirigi? a Voronwe, el caballo, y intent? calmarlo.
-Tranquilo, tus atacantes han pagado su osadia.- le susurr? mientras acariciaba su cara.
Al examinar las heridas vi? que no eran profundas, lo que alivi? por unos instantes la preocupaciones de Gabriel. Entonces mientras vendaba esas heridas vi? en el suelo lo que parecia un compartimiento oculto.
Con cuidado,introdujo su kukri en el hueco y formando palanca levanto la placa de madera,dejando al descubierto un oscuro hueco.En el centro de la peque?a cavidad secreta,habia una objeto oblongo y minimo,una caja de color gris,con marcas en los costados que parecian ser un lenguaje.
Quit? la paja y polvo que esa caja habia acumulado en ese establo y examin? las marcas de la caja, pero entonces mientras la examinava sus ojos enfocaron la niebla densa que se acercaba lentamente. Al ver la esa niebla se le erizo la piel algo pareci? oprimir el coraz?n de Gabriel impidiendole respirar. Inmediatamente le puso la silla y la albarda al caballo, se dirigi? a sus compa?ero y les dijo:
-Mirad lo que he encontrado, (mostrando la caja) tiene unos s?mbolos que no entiendo y mas vale que nos pongamos en marcha, se acerca una niebla que me da escalofrios.- dijo se?alando a la niebla que se veia por el hueco de la pared.
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Interior de lo que fue un establo. El Norte. Anocheciendo.
Llylius Proyhd, el herido hechicero que prefiere no asustar a nadie... de momento.
?S?mbolos? La innata curiosidad que m?s de una vez le hab?a acarreado problemas, volvi? a despertarse al escuchar hablar a su compa?ero espadach?n.
Sin embargo, la curiosidad no tuvo m?s remedio que esconderse ante la menci?n de la niebla. Ahora que se fijaba mejor, era cierto. Parec?a extenderse como un sudario, amortaj?ndolos a todos ellos en una tumba de silencio.
Instintivamente se acerc? al aguaprofunde?o y su montura, arrancando distraidamente pedazos de escarcha de su ligero atuendo. Al llegar hizo el gesto de observar el objeto que sosten?a su compa?ero, aunque sin dejar de mirar la niebla por encima del hombro... ten?a algo que daba vueltas en el interior de su cabeza y se preguntaba qu? ser?a...
A ver si es posible que me suenen de algo, siempre se me ha dado bien este tipo de cosas. Hablaba en voz alta simplemente para escuchar algo, ya que el total mutismo que los invad?a de la zona ciega que cubr?a la niebla lo estaba poniendo m?s nervioso que aquella vez que dos zombis salieron del cementerio del poblado.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Interior del establo,El Norte. Anocheciendo
Neftis, Cleriga Aasimar bella cual diosa, ahora tambi?n algo acojonada
La Aasimar estubo curando las heridas de sus compa?eros heridos asi como las suyas propias, tratando de reponerse del duro combate que habian sufiro en sus carnes hacia unos instantes. Sino duro, almenos hab?a sido muy fugaz y r?pido, algo que a Neftis le gustaba a la vez que disgustaba. Contra mas rapidos, mayor era el estado de agon?a y miedo por la muerte, pero tambien menos el tiempo de sufrimiento.
A?n algunas gotas de moquitos yac?an congelados cual escarcha en los salientes de su nariz. El costipado sumado a los ataques de aquellos lobos invernales hab?an provocado ese ridiculo hielo en sus morritos. Se los sacud?o con la manga aaiii, que pupa!
Sus ropas tampoco estaban manchadas de sangre, almenos no como las de su compa?ero espadachin, esto era debido a que no tubo un contacto tan directo con los enemigos, aunque estos se hab?an ensa?ado un poco con la misma.
La situacion era tranquila. Gabriel advirti? a sus compa?eros de la presencia de la niebla, hecho que sin duda no hac?a mas que disgustar, si mas no, asustar, a la cleriga Aasimar.
- Chicos, que tal si miramos esa cajita despues? esa niebla me d? algo de yuyu dijo Neftis mirando la misma Ademas, tengo los huesos helados... maldito lobo!! mientras exhalaba algo de vaho de la boca con tal de calentarse las manos en un estupido intento, en aquel momento sac? los guantes del bolsillo y se los puso. Vamonos de aqu?, quereis chicos?
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Interior de lo que fue un establo. El Norte. Anocheciendo.
Llylius Proyhd, el hechicero de gran curiosidad.
Neftis hab?a dicho algo muy sensato. Irse de aquella zona evidentemente maldita con la sombra de algo que era mejor no conocer.
Aunque ya que estaban all?, mirar el objeto mientras los dem?s se pon?an en marcha, no iba a retrasarlos.
Dicen que la curiosidad mat? al gato. Sin embargo hay veces en las que simplemente te hace olvidar esa vieja, y algo rid?cula, leyenda de Brumas que se tragan el sonido primero, la visi?n despu?s, y por ?ltimo a todos tus compa?eros, a los que no vuelves a ver. Y eso, si no eres t? el desaparecido...
Jurar?a que he visto esto antes
La mente de Llylius realiz? un peque?o flashback y en ella apareci? una escena de despedida. En ella un viajero estaba preparando sus pertenencias para seguir camino. Era un erudito que estaba viajando por la zona, al parecer sin intenciones hostiles. Hab?a parado en su granja... bueno, la granja de su abuela. Seguro que lo hab?an enviado desde otra, la madre de su padre era famosa por su hospitalidad. Al fin y al cabo, de ah? hab?a nacido su padre y gracias a ello ?l mismo.
El viajero se hab?a mostrado gratamente sorprendido y en agradecimiento a los servicios que le hab?a dado como gu?a por la zona, a las leyendas que hab?a contado su abuela y a la comida dada por su alegre aunque taciturno padre, le hab?a regalado a ?l un libro sobre la historia de Faer?n.
La escena se centra ahora en una g?lida noche de invierno, detr?s de la silla de su abuela, ante la chimenea, leyendo el libro. Esos s?mbolos eran id?nticos a los que sal?an en la secci?n dedicada al desaparecido Imperio Nezherino, m?s concretamente en la parte que versaba sobre su idioma.
La escena acaba ah?, en el tiempo real apenas han pasado unos pocos segundos. El hechicero tiene el objeto en la mano, sin saber exactamente cu?ndo lo ha recogido. Sopes?ndolo con la mano observa que es pesado y que tiene una cerradura. Aunque no es su especialidad, le da la impresi?n de que no ser? f?cil de abrir.
Chicos, ?alguien conoce el noble arte de abrir cerraduras ajenas?
La parte de su mente que se ocupaba de las trivialidades se fij? en que Neftis estaba helada y durante una fracci?n de segundo pens? en dejarle sus botas, pero solo fue un pensamiento fugaz. Sin las botas que calzaba, de lo poco que su misterioso y desaparecido abuelo hab?a dejado a su abuela (y luego su abuela hab?a dado a ?l), no tardar?a en congelarse tal y como iba vestido, con poco m?s que una t?nica reversible, totalmente blanca por afuera (para camuflarse) y de un bonito aunque algo chill?n color azul por fuera.
Thilgar segu?a resoplando, lo que parec?a su estado natural, y el elfo oscuro se mostraba tan reservado como siempre.
Y mientras, la niebla segu?a su inexorable avance, silenciosa cual asesino mudo, y tan letal como el m?s mort?fero de los venenos de los corruptos reinos del sur.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Siniestra caba?a rodeada de bruma, vete tu a saber donde.
Thilgar Reciotrueno, enano magullado y malhumorado
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Con una mueca de malhumor, Thilgar termino de sanar los "ara?azos" que aquellas bestias apestosas le habian hecho. La verdad es que el combate habia sido un poco frustrante. Ya no estaba en tan buena forma como antes...
Chicos, ?alguien conoce el noble arte de abrir cerraduras ajenas?
Thilgar gir? la cabeza como accionado como un resorte. Y entonces vio la caja...
Un simple vistazo bast? para llamar la atenci?n del enano, que se acerc? con los ojos clavados en el objeto que Llylius sostenia con aire neglijente, como si fuera una piedra con forma rara que acababa de encontrar en la orilla de un rio. "Y pensar que lo reclutamos como brujo" refunfu?? el sacerdote para sus adentros.
- Andate con ojo chico. Deberias tener cuidado con algo que podria desintegrarnos a todos en un abrir y cerrar de ojos. Algun mago chiflado podria habernos dejado una sopresita para algun manazas como tu. ?O es que no has reconocido las runas netheresas? - dijo, sin poder evitar cierta petulancia. - Hum - Carraspe? al tiempo que se ponia de puntillas para ver la caja mas de cerca. - ?Me la dejas chaval?
Claro, abuelo, y se dice Netherinas, tienen marcas propias del Imperio Tard?o, ya sabe a qu? me refiero, lo digo para que lo tenga en cuenta a la hora de traducirlas. - Mientras decia eso eso, subi? un poco la caja para que obligar al enano a ponerse de puntillas... durante un segundo, luego la bajo como si no se hubiera dado cuenta
- ?No me digas listillo! ?Trae aqui! - Con un resoplido y una mirada colerica, Thilgar arranc? la misteriosa caja de las manos del hechicero. Sin embargo su expresi?n se suabiz? al comenzar a examinar aquel extra?o obgeto. Sus manos se movieron con suabidad sobre su superficie, con una destreza que desmentia su tosco comportamiento habitual. - Imperio Tardio, sin duda... tenias raz?n chico. Pero no son letras, ni plabras. Son simbolos de protecci?n... o de alg?n conjuro que no soy capaz de discernir... Aleaci?n de adamantita y... ?mithrill! No soy capaz de imaginar como habr?n logrado tal cosa. - El tono del enano se fue volviendo mas y mas entusiasta. - Solo como obra de arte, este trasto vale una fortuna... pero lo que es una verdadera obra de arte es su cerradura...
Thilgar alz? la caja y examin? de cerca la peque?a placa metalica decorada con elaborados arabescos dodnde podia apreciarse el hueco que sin duda estaba destinado a una llave especialmente intrincada.
- Jodidos nethereses... dijo netherinos. Ni el propio Mask podria abrir este pu?etero cacharro si no es con la llabe. - coment? al tiempo que se rascaba la nuca. - Y con una palanca no lograriamos ni ara?arlo... De todas formas, no estoy muy seguro de que debieramos abrirlo.
Thilgar se mes? su desgre?ada barba pelirroja con gesto reflexivo. Finalmente dej? la caja en el suelo con cuidado y pronuncio en su gutural lengua natal un salmo destinado a su se?or Gond. Sus ojos brillaron por un instante con un palido color azulado y despu?s el enano sonri?. Sin embargo, no habia ninguna alegria en aquella aspera sonrisa.
- No se por que, pero lo imaginaba... ?Magia!. Pero no en la caja. Dentro de ella. Y la caja parece estar dise?ada para ocultar su contenido... o para no dejar escapar ni una pizca de su poder. Apenas he sido capaz de percibir el aura de lo que contiene... sea lo que sea. - Alz? el objeto de su escrutinio del suelo y lo examin? de nuevo con renovada prevenci?n, como si fuera un insecto venenoso o el craneo de un cadaber. - Sea quien sea el que fabric? esto, hizo todo lo posible para que su contenido no pudiera ser extraido ni revelado si no era mediante la llave...
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV),Interior del Establo/Claro de la Caba?a,El Norte
El silencio mortal de la niebla iba apoderandose de todo el mundo exterior,dando la sensacion de que los rodeara un manto de algodon.Mientras los aventureros descasaban y se curaban,el hechicero y el clerigo de Gond examinaban la extra?a caja extraida de las entra?as del establo.Despues de una discusion sobre su origen y un examen mas profundo,concluyeron que no podian abrirla sino era con ayuda de la unica llave que podia encajar en la cerradura.Tal habia sido el ingenio de los artesanos de la Gran Nezheril.
En ese momento,la caja empezo a brillar con una tenue luz azul,mientras la temperatura de la misma aumentaba lentamente.La luz azul se iba haciendo cada vez mas intensa,asi como el calor que desprendia la caja,que sin llegar a ser da?ino,era molesto.
Mientras asistian a semejanta prodigio pudieron escuchar fuertes ruidos de pelea en el exterior del establo.Cuando se acercaron pudieron ver a un par de lobos de invierno que acosaban a una joven en el claro de la caba?a.
La joven fintaba las acometidas de las bestias con naturalidad,como si fueran dos molestas moscas y no dos monstruos sedientos de sangre.Estos,se cansaban de que sus fauces no encontraran el cuello de la mujer,y decidieron lanzar un ataque definitivo.Craso error.En el momento que se abalanzaban sobre ella,un brusco giro de mu?eca,hizo que enterrara dos dagas en sus cabezas,matandolos al instante.
Los lobos cayeron inertes,como mu?ecos a los que hubieran cortado las cuerdas,sus lenguas colgando de sus fauces entreabiertas.
La joven se limpio las ropas y miro a los aventureros.Un destello azul se percibia en su cintura,una luz azulada que ellos conocian muy bien.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV),Interior del Establo/Claro de la Caba?a,El Norte
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms[/list]
Lobos... No contento con haberla empujado a alejarse de los suyos, el Destino le hab?a tendido una emboscada. Sin embargo unos lobos no iban a ser un obst?culo entre ella y el legado de su familia.
Estaba a unos pasos de encontrar la caja que conten?a aquello que la acercar?a al conocimiento de la verdad... De su verdad. Hab?a visto que la llave brillaba conforme se acercaba a esa sucia caba?a y en eso... Los lobos.
- Demonios!! - La joven sonri? traviesamente al pronunciar esa palabra. - Esos lobos casi me comen viva... - Le gustaba exagerar y restar importancia a sus exitos. - Vaya, vaya... Parece ser que hay m?s personas por aqu?. Una nunca sabe lo que encontrar?s en un establo, sol?a decir mi madre, aunque creo que no se refer?a a esto, precisamente... - La joven sonre?a mientras se acercaba lentamente.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV),Interior del Establo/Claro de la Caba?a,El Norte
Gabriel
La caja y la niebla habian sido las preocupaciones mas prioritarias despu?s de haber auyentado a los lobos y mientras los dem?s intentaban discernir la naturaleza de la caja misteriosa, Gabriel se qued? observando el lento pero implacable avance de la niebla que con su manto iba cubriendo todo lo que le llegaba delante, y parecia que ellos estaban en su camino.
-Hemos de largarnos de aqu?.- pens?, y cuando se dispuso ha hacer el comentario a sus compa?eros empezar?n a sonar unos ruidos que parecian a combate y se acerc? a la puerta para ver que era, cuando vi? a una joven luchando con los lobos. Desenvain? el estoque, pero vi? que los lobos no fueron rivales para la joven.
?Seria otra trampa?, despu?s del mal rato que les hizo pasar el supuesto granjero cocinador de carne humana ?de quien se podian fiar?
- ?Ya estais de la caja? esa niebla cada vez est? mas cerca y me da escalofrios, y por lo visto tenemos compa?ia.- y dirijiendose a Llylius a?adi?:
-?No conoceras alguna otra tonadilla que hable de jovenes luchando con lobos mientras se acerca la niebla y intentamos abrir una caja?- y a?adi? una leve sonrisa, pero su entonaci?n era nerviosa debido a todas las emociones de la noche, que parecia que solo acavaba de comenzar
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Interior de lo que fue un establo. El Norte. Anocheciendo.
Llylius Proyhd, el hechicero asombrado.
No he dicho palabras, he dicho marcas, noble cl?rigo. Y no son s?mbolos de protecci?n, no le hacen falta, son marcas que indican el contenido de la caja. Lo que en s? mismo pueden ser una advertencia y... El sonido de lucha, la aparici?n de una joven de aspecto un tanto peculiar, el brillo de la llave, id?ntico al de la caja. No hab?a que ser un genio para saber que las casualidad existen, o que los dioses tienen mucho tiempo libre.
Gabriel, comenz? a hablar. Prudente y razonable, como siempre lo hab?a visto. Y ten?a raz?n, pens? mientras lo o?a hablar, esa niebla no era natural. Lo dec?a ?l, que viv?a no tan lejos y jam?s la hab?a visto.
-?No conoceras alguna otra tonadilla que hable de jovenes luchando con lobos mientras se acerca la niebla y intentamos abrir una caja?-
En otras circunstancias se hubiera re?do con ganas. Ten?a raz?n, parec?a una vieja asustada contando viejas leyendas. Claro que si se llega a viejo es porque no hab?a muerto antes...
Lo cierto es que s?, pero no creo que quisieras conocer una historia donde los protagonistas acaban despedazados por los lobos, con sus entra?as humeantes, y aun palpitantes por el dolor, expuestas al fr?o viento invernal y a las voraces fauces de los lobos. Eso, los que tuvieron suerte. Los desafortunados aun no se han encontrado hoy... seguramente tragados por la Bruma Comealmas, despojados de su mente y de todo aquello que les hac?a humanos.
Bien, de acuerdo, se lo estaba inventando, pero no ser?a raro que algo as? hubiera sucedido, estando tan cerca de La Monta?a, y era mejor pecar de exceso de temor y prudencia, que no de arrojo innecesario.
?De d?nde saldr?a esa peculiar joven? ?Ser?a un ser de La Monta?a? ?Por qu? le daba la impresi?n de que llevaba la llave en la cintura?
Dejando al espadach?n entre ella y ?l, y manteniendose cerca del enano, que ten?a la caja, se dispuso a dejar que ella hablara y expusiera sus ideas... y mejor que fuera r?pido, la Niebla cada vez lo intranquilizaba m?s.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Siniestra caba?a rodeada de bruma, vete tu a saber donde.
Thilgar Reciotrueno, enano con la mosca detras de la oreja
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
No he dicho palabras, he dicho marcas, noble cl?rigo. Y no son s?mbolos de protecci?n, no le hacen falta, son marcas que indican el contenido de la caja. Lo que en s? mismo pueden ser una advertencia y...
Thilgar puso los ojos en blanco mientras aquel paleto sabiondo le daba lecciones de prudencia y grafia netheresa errrr... netherina. Una mordaz respuesta estaba a punto de salir de sus labios cuando, de repente, la caja comenz? a brillar entre sus manos, cada vez con mas fuerza. Los ojos del enano se abrieron como platos y a punto estubo de arrojar aquel maldito chisme al otro lado del establo.
Antes de que nadie pudiera decir nada a cerca de aquel extra?o fenomeno, ruidos de lucha llegaron del exterior. Todos se aproximaron a la puerta o a la desvencijada ventana del establo para ver que es lo que sucedia. Ante sus ojos, una figura estilizada se enfrentaba en solitario a dos de aquellas enormes bestias que habian estado a punto de cenarse al caballo de Gabriel. Con un movimiento inverosimil, que hizo que Thilgar enarcase una ceja, el misterioso recien llegado acab? con los lobos de dos certeros golpes. Tan impresionado como el propio enano, Gabriel no pudo evitar comentar:
-?Ya estais de la caja? esa niebla cada vez est? mas cerca y me da escalofrios, y por lo visto tenemos compa?ia. - y dirijiendose a Llylius a?adi? - ?No conoceras alguna otra tonadilla que hable de jovenes luchando con lobos mientras se acerca la niebla y intentamos abrir una caja?
Lo cierto es que s?, pero no creo que quisieras conocer una historia donde los protagonistas acaban despedazados por los lobos, con sus entra?as humeantes, y aun palpitantes por el dolor, expuestas al fr?o viento invernal y a las voraces fauces de los lobos. Eso, los que tuvieron suerte. Los desafortunados aun no se han encontrado hoy... seguramente tragados por la Bruma Comealmas, despojados de su mente y de todo aquello que les hac?a humanos.
El enano solt? un resoplido y frunci? el ce?o.
- Quizas deberias buscarte la vida como escritor en Aguas Profundas, brujo. Tendrias un enorme exito. - Macull? malhumorado. - Ser? mejor que os tomeis esto un poco mas en serio. Esa tipa con ojos de saltamontes podria darle lecciones de esgrima a nuestro espadach?n. Buenas noches... se?orita - dijo alzando algo mas la voz y dirigiendose a la recien llegada - o lo que quiera que seas. ?No es una hora un poco intempestiva para andar por ahi tomando el fresco?
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV),Interior del Establo/Claro de la Caba?a,El Norte
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms[/list]
Ser? mejor que os tomeis esto un poco mas en serio. Esa tipa con ojos de saltamontes podria darle lecciones de esgrima a nuestro espadach?n. Buenas noches... se?orita - dijo alzando algo mas la voz y dirigiendose a la recien llegada - o lo que quiera que seas. ?No es una hora un poco intempestiva para andar por ahi tomando el fresco?
Riahne sonre?a mientras observaba detenidamente a los seres que estaban all?.
- Soy incapaz de veros por causa de esta niebla, mi buen se?or... ?C?mo pode?s decir vos algo acerca de mis ojos cuando yo s?lo atino a percibir difusamente vuestro tama?o y vuestras formas. - Riahne, guardaba las dagas y tambi?n volv?a a colgar la llave de la cadenita en su cuello y la escond?a en su pecho. Jam?s te fies de los "Extra?os" (Outsiders), hab?a dicho su madre... Pero, creo que tampoco se aplicaba a esta situaci?n.
La niebla era cada vez m?s densa y por eso se acerc? a ellos. Si hab?a algo que no pod?a evitar, era su curiosidad. Apart? el cabello del rostro y una vez frente a ellos salud?.
- Buenas noches se?ores... y dama. Es siempre bueno encontrar compa??a y m?s a?n en noches como esta.
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Interior de lo que fue un establo. El Norte. Anocheciendo.
Llylius Proyhd, el hechicero preocupado.
Estaba en clara inferioridad frente a la mayor?a de sus acompa?antes. ?l no dispon?a de su facilidad para penetrar la oscuridad de la noche, y mucho menos esa lechosa y casi s?lida bruma que avanzaba hacia ellos mientras parec?an contentarse con ponerse nerviosos y hablar, sin intentar alejarse de ella.
Ya tendr?an ocasi?n de volver con la conversaci?n Thilgar y ?l, porque el brillo azul, ?id?ntico!, parec?a salir de un objeto peque?o que la extra?a hab?a guardado en su cuello. ?Ser?a la llave que abr?a la caja? ?Qu? habr?a dentro? ?Por qu? estaba ella all?? Tras pensar en ello otra cuesti?n se abri? paso lenta, insidiosamente, y no pudo evitar pronunciarla en voz alta, al menos lo suficientemente alta para que se escuchara con claridad ante la total ausencia de sonidos que cada vez se acentuaba m?s, al estar la niebla m?s y m?s cerca, m?s y m?s cerca...
?No ser?s familiar o pariente del monstruo devorador de carne humana que se hac?a llamar Stradh Zarovan?
Tras hablar se arrepinti?. Le dio la impresi?n de que la Niebla se mov?a ayudada por los sonidos, como si quisiera acabar con todos ellos para convertirlos en zombis esclavos de su alien?gena y horrenda mente.
Tom? nota mental de no volver a hablar, mientras el sudor comenzaba a aparecer en su cuerpo...
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV) En un establo frente a un grupo de miedicas, El Norte.
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms: Tiefling extra?ada.[/list]
El hombre que resaltaba entre todos aquellos le dirigi? la palabra. No pose?a el tono de voz jovial del enano. Su voz era inquisidora y no preguntaba, reclamaba que se le diera informaci?n.
?No ser?s familiar o pariente del monstruo devorador de carne humana que se hac?a llamar Stradh Zarovan?
Hab?a mencionado un nombre que realmente no le sonaba de nada, pero que al parecer surt?a un efecto aterrador en ?l. No hab?a nada que le diese m?s l?stima que un hombre aterrado. Sin embargo no lo culpaba, la niebla que los rodeaba era propicia para dejar que las mentes generaran una serie de situaciones y teor?as que podr?an asombrar al mejor de los bardos. Sin embargo ese hombre era pelirrojo, hab?a oido decir a su madre que deb?a cuidarse de los pelirrojos pues tra?an peligro. Dec?a que eran hijos de las hadas y que estas eran criaturas malignas. Claro que su madre dec?a muchas cosas... Tambi?n dec?a que ella, su propia hija, era una entidad maligna y que un d?a la matar?a. Dec?a que su padre era el maligno y que ella estaba maldita. Pobre madre era mejor para ella quedarse al cuidado del cl?rigo del pueblo.
- Me han dicho ya tantas cosas sobre mi familia paterna, buen hombre, que estoy casi acostumbrada a oir insultos como los que acaba de regalarme... Claro que he dicho casi acostumbrada. - La mujer hizo una pausa en la que se acerc? al hombre que le hab?a hablado de tal manera. Se fij? detenidamente en ?l y sigui? hablando. - Sin embargo jam?s o? que me dijeran nunca que era familia de devoradores de carne humana, aunque creo que me habr?a hecho gracia de todas formas.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), En la puerta del establo junto a una Tiflin. El Norte. Anocheciendo.
Rizzen Lelizhar, el drow del grupo mas raro que hay en las tierras de Fa?run
El drow permanece en silencio mientras sus compa?eros estaban conversando con la nueva aventurera que se hab?a topado con ellos, se limitaba a escuchar la conversaci?n y a mirar mientras tanto la caja que sosten?a el enano en sus manos y la llave que portaba en la cintura la silueta de esa mujer con la que los dem?s estaban hablando.
Tras escuchar las ultimas palabras de Lyllius y la contestaci?n que le dio la chica sobre su familia paterna Rizzen dej? de fijarse en esos dos objetos que emit?an esa bonita luz azul y mir? a la chica, luego, con una sonrisa en la boca la dijo:
Perdona si te ha molestado esa pregunta, estoy seguro de que aqu? mi amigo no queria ser grosero... es que acabamos de presentar una cosa muy inusual, un anciano devorador de carne como aqui le llama mi amigo, se alojaba en esta caba?a y ha muerto de una forma que nunca he visto ni volver? a ver, o eso espero, ademas despu?s de eso nos han atacado los lobos, ahora apareces tu, y juntando todo eso a la aptitud paranoica de este hechicero, que es la imagen que me ha dado ?l desde que estoy en el mismo grupo que ?l, es lo que ha hecho que te preguntara eso. Esa es mi conclusi?n, aunque tal vez no est? en lo cierto y te lo haya preguntado por otros motivos...- el drow le dirige una mirada al hechicero- No te ofendas Lyllius, es que tantas historias, hasta a mi me han llegado a poner los pelos de punta algunas de las que has contado, y como siempre las cuentas en el momento mas... como decirlo... ?Inoportuno?
Despu?s vuelvo a mirar a la joven chica
Bueno, me ha gustado mucho ese espect?culo que has tenido con esos lobos, parece que tienes bastante experiencia con esas dagas, espero que esos lobos no hayan logrado da?arte-El drow observa a la chica para ver si tiene alguna herida en su cuerpo- Veo que no, por cierto antes de que sig?is hablando y no pueda formularlas, tengo unas preguntas que hacerte, si no te importa... se puede saber ?Qu? hace una joven chica como tu por estos bosques y sola?- Tras decir esto me acuerdo de la llave y la caja- Mmm... creo que ya se el porqu? de alguna pregunta -Digo observando la llave- Creo que se me olvida alguna pregunta que quer?a que me respondiera, y era importante...- Me quedo unos instantes pensativo- Ah claro, como he podido olvidarme... estamos hablando aqu? y aun no nos hemos presentado, pues mire estos son Lyllius, Thilgar, Gabriel, Neftis y mi nombre es Rizzen, es un placer se?orita...
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), En la puerta del establo junto a una Tiflin. El Norte. Anocheciendo.
Neftis, cl?riga Aasimar bella cual diosa
Neftis contempl? asombrada la mayor?a de los hechos, mientras se sanaba todas las heridas... aquella bruma, aquella caja, aquella chica...
Las palabras del drow descalificando al hechizero, que ferozmente hab?a luchado en combate, no le hab?an hecho gracia alguna a la cleriga aasimar. Mir? al drow con mala cara:
- Gente mas rara habita este grupo, eeh? dijo Neftis mirando al hechizero, a la vez que se referia al drow como mas raro Y tu como te llamas? dijo la cleriga refiriendose a la misteriosa chica que, con naturalidad se carg? a 2 lobos, misma cantidad que el grupo, pasandolas bien apuradas.
Neftos esperaba respuesta mirando a la nueva mientras con cara de mala leche, miraba al drow y al hechizero con cara de no volvais a abrir el pico
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Interior de lo que fue un establo. El Norte. Anocheciendo.
Llylius Proyhd, el hechicero extra?ado.
Buen hombre... le hab?a llamado buen hombre, como si fuera un simple granjero o un posadero. ?Excelente! Si no lo tomaban como un gran y poderoso hechicero la vida le resultar?a m?s c?moda y sencilla. Por no hablar de que en realidad no era un hechicero grande ni poderoso.
El resto de lo que dijo la reci?n llegada, que ahora que estaba m?s cerca mostraba unos iris demasiado grandes, ?aunque reduci?ndose!, le result?, cuando menos, sorprendente. Parec?a estar siendo sarc?stica y burlarse de algo que la atormentaba.
Las palabras del drow, en una catarata de preguntas sin pararse apenas a respirar en el camino, lo abrumaron incluso a ?l, acostumbrado a los sermones del Viejo Taoerjho, que pod?an durar horas sin que nadie fuera capaz de intercalar una sola palabra. ?Por qu? me llamar? paranoico? En su poblado pensaban que era arrojado, qu? gente tan rara era esta con la que se hab?a unido.
Neftis se hab?a apresurado a defenderlo... a su manera. Claro que con la gracia inherente que ten?a, era dif?cil decirle nada a ella, claro. Y sab?a de lo que hablaba. A ?l tambi?n le pasaba muchas veces que, simplemente, ca?a bien a casi todo el mundo.
Se mordi? la lengua, literalmente, para no decir nada m?s. El anonimato era la mejor soluci?n para situaciones como la actual. Por eso se extra?? cuando una voz exactamente igual que la suya, y que parec?a venir justo de donde ?l estaba dijo: ?Y si nos ense?as lo que escondes bajo esa camisa y lo juntamos con lo que nosotros tenemos aqu? en las manos?. Una vez lo dijo, record? d?nde hab?a le?do esa frase... qu? libros tan raros traen los bardos de las tierras del sur.
Se frot? los ojos, cada vez ve?a m?s nublado. Sus o?dos tambi?n parec?an funcionar de forma extra?a, ya que o?a todo con reverberaciones. Ten?an la Bruma casi encima de ellos... ?por qu? no se hab?an ido cuando estaban a tiempo? ?Acaso la cajita y la extra?a eran un se?uelo que ten?a la Niebla para cazar incautos y atraerlos a sus voraces e invisibles bocas hambrientas de almas? De todas formas... ahora ya era tarde...
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Junto a la siniestra caba?a rodeada de bruma
Thilgar Reciotrueno, enano cada vez mas mosqueado
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
- Ajum, ajum - Carraspe? Thilgar, mientras contemplaba con los ojos aviertos como platos como la bruma, cada vez mas espresa y fria, se arremolinaba alrededor de sus botas. - Odio parecer un poco desconfiado. Pero... ?Has perdido el juicio Llylius? - Parecia tan agitado que incluso habia llamado al hechicero por su nombre. - Estamos aqui, plantados a medio camino de la Monta?a, en una caba?a infernal propiedad de un demente maldito y canibal. Encontramos una caja llena de runas de advertencia - empezo a contar con los dedos - con una cosa poderosisima dentro, que empieza a brillar. Y aparece de la nada esta, ajum, se?orita, soltando mas luz que el culo de Selune y... ?Joder! ?De verdad estas pensando en abrir esta puta caja? - Y alzo la mano con el misterioso objeto de sus quejas, que seguia sosteniendo como si fuera un alacran. - Por el amor de Gond chico, ?no deberiamos hacer al menos un par de preguntitas? ?Eh? - Y mir? a su alrededor, buscando el apollo de los dem?s.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV) En un establo acosada a preguntas, El Norte.
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms: Tiefling fastidiada.[/list]
Riahne estaba realmente harta del juego de la preguntita. La conversaci?n con el pelirrojo hab?a sido interrumpida por alguien a quien hubiera respetado de haberlo encontrado en su territorio, pero que ahora s?lo serv?a para confirmar que ese tipo de criaturas no deb?an abandonar sus tierras para aventurarse en la superficie, pues les reblandec?a el cerebro. La retahila de palabras que solt? s?lo sirvi? para marearla y dej? de atenderle cuando llevaba diez palabras seguidas.
De otro lado estaba la muchacha que lo hab?a callado, gracias a todos los demonios, pero que sin embargo le hac?a una pregunta. Claro que no era la ?nica, el pobrecito hombre que parec?a estar m?s que aterrado hab?a hecho referencia a una caja y a la llave que ella se hab?a encargado de ocultar. Despu?s de todo no era tan tontito como parec?a mostrar.
Las brumas parec?an cada vez menos naturales y eso estaba empezando a generarle un gustito cada vez m?s extra?o. Nuevamente el enano hizo uso de la palabra. Acertadamente, para ser justos y desvi? la atenci?n de la caja, la llave y la centr? en la niebla.
- Me parece razonable lo que propone nuestro amigo de la lengua afilada y la barba bien cuidada. Creo que esta niebla no es del todo natural y espero que estemos en alg?n lugar m?s seguro antes de hablar de otros temas y hacer confesiones ?ntimas. No s? ustedes, pero a mi me gusta mi pellejo donde est? y creo que si seguimos teniendo est? agradable charla no durar? ni un segundo m?s en su lugar. As? que... ?Qu? les parece si dejamos la etiqueta y la formalidad para cuando sea realmente adecuado aprenderme sus nombres? Eso de gastar mi memoria en gente que no estar? conmigo m?s de 5 minutos, no es algo que me haga muy feliz. - Mir? a quien llevaba la caja. Esa caja era de ella y ten?a la respuesta a sus preguntas sobre su verdadero origen. Entr? en la caba?a sin darle la espalda a los presentes. - Creo que aqu? podremos hablar mucho mejor. ?No?
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), En la puerta del establo junto a una Tiflin. El Norte. Anocheciendo.
Rizzen Lelizhar, el drow del grupo mas raro que hay en las tierras de Fa?run
El drow se qued? bastante malhumorado con la nueva chica que estaba frente a ellos, por una vez el drow queria ser amable, pero se di? cuenta de que con muchas personas ser de esa manera es perder el tiempo, ?l le habia formulado unas preguntas y ella pas? del tema completamente, pero que se podia esperar de tal criatura, una extra?a con una llave que al parecer es de la caja que tiene el enano en sus manos, si viene a reclamar la caja, me parece que lo tendra dificil...
En estos momentos en lo unico que estaba de acuerdo el drow con la chica es en la sobrenaturalidad de la niebla, era demasiado espesa y no parecia natural, ademas avanzaba bastante deprisa. La niebla se estaba acercando demasiado al grupo de aventureros y eso al drow no le gustaba nada.
El drow pone su mano en el hombro del enano y dice:
Yo estoy contigo Thilgar, preguntala lo que quieras pero creo que este no es un buen lugar para estar mucho tiempo mas-dice admirando la niebla- tal vez podriamos ir a la caba?a y hablar ahi dentro, esta el cuerpo de Strahd pero... no creo que nos moleste (entona con tono burlon esto ultimo) -el drow mira la caja- por cierto Thilgar, ?me dejas cogerla un momento? quiero sostenerla un momento y estoy seguro de que esta mujer ir? donde llevemos la caja-
Rizzen pone la mano para que Thilgar deje la caja en sus manos y a?ade:
-Cuando querais podemos ponernos en marcha-
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), En la puerta del establo junto a una Tiflin. El Norte. Anocheciendo
Gabriel
Sus compa?eros hablaban con la mujer misteriosa, mientras Gabriel con una mano cogiendo al caballo y la otra cerca de la empu?adura visto que la joven no parecia hostil estubo mas pendiente de los alrededores. Cada vez esa niebla antinatural iba rodeando y les cegando mas mientras el ambiente se volvia frio. Puso una mano en el hombro de Thilgar y dijo:
-Estoy contigo, lo mejor ser? marchar lo antes posible de aqu?, pero al contario de lo que dice Rizzen yo propongo ir al pueblo mas cercano, la casa de Strahd tampoco me parece un sitio muy seguro.-
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Rodeados de Niebla. El Norte. Anocheciendo.
Llylius Proyhd, el hechicero embelesado por cierta cajita.
NO son runas de protecci?n, ?por el arpa favorita de Milil!
Iba a poner su mano en el hombro del enano y decir que s?, que para dentro de la caba?a a toda velocidad y que ?l mismo entrar?a por la ventana para acortar camino, cuando se percat? de que ten?a ya sus dos hombros ocupados, por el drow y el guerrero, que dec?a que era mejor irse a una ciudad cercana.
No ser? yo quien atraviese esa niebla inmunda, seguro que nos hace perdernos y morir en alg?n acantilado oculto. Solo lo susurr?, m?s para s? que para ser o?do.
Lo que lo preocupaba un poco era que Rizzen quisiera la caja. No es que no se fiara de ?l, pero lo poco que sab?a acerca de su religi?n o de su raza no le hac?an el favorito de Llylius para que tuviera esa caja tan bonita y que tanto le llamaba la atenci?n. Sin embargo, no dijo nada. En el Norte s? se act?a por prejuicios, es un rasgo saludable, pero no en situaciones as?.
Entremos en la caba?a, aunque personalmente no me acercar? a Stradh, no me f?o
Quieres que me encargue de la caja, Thilgar? Igual explota al contacto con la niebla, y si t? tienes miedo...
Lo mir? mientras dec?a esto ?ltimo y se prepar? para entrar por la ventana, con eso pensaba que estaba solucionado el tema de qui?n llevar?a la caja.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Claro de la Granja. El Norte. Anocheciendo.
La noche invadio con su manto de sombras el cielo de la region,ocultando la clara luna a los ojos de los hombres.En el suelo,la inmisericorde niebla blanca absorvia dentro de su ser todo lo que se encontraba en su camino.Aunque ciega,parecia estar en posesion de una extra?a inteligencia que la impulsara a rodear a los aventureros.Estos,perdidos en interminables discusiones sobre la caja,la llave y su nueva compa?era,no intuyeron el peligro hasta que se les echo encima.
Fue como quedarse ciego.La niebla invadia todos los sentidos de los compa?eros ahogando sus percepciones del mundo exterior y dejando un vacio seco.Hacia frio,mucho frio en el interior del sudario blanco;tanto frio,que incluso aquellos protegidos por la magia o la ropa sentian en sus carnes su afilado mordisco.Luego sintieron como si cayeran en una especie de nada,inhospita y yerma,que los acunaba en su horrendo regazo llevandoles hacia confines extremos de la realidad en donde solo la locura es la logica de la supervivencia...
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"?Qu? hombre conoce a Kadath?
Porque ?qui?n sabe de aquel que siempre mora en tiempo desconocido, que no es ni ayer, ni hoy, ni ma?ana?
Desconocida en medio del Fr?o Yermo yace la monta?a de Kadath sobre cuya escondida cima hay un Castillo de Onice. Oscuras nubes envuelven el enorme pico que destella bajo viejas estrellas donde el silencio cubre las tit?nicas torres y se levantan murallas prohibidas.
Runas malditas, esculpidas por manos olvidadas, guardan la puerta llena de noche y ?Ay del que ose pasar por aquellas espantosas puertas!
Los Dioses de la Tierra se deleitan all? donde una vez los Otros pasearon por m?sticos vest?bulos eternos, que algunos han vislumbrado en oscuros y profundos sue?os a trav?s de extra?os y ciegos ojos."
En algun lugar del Plano Astral
La niebla se iba disipando con rapidez,como si una mano invisible y gigante la apartara a manotazos.Una copiosa nevada cae desde un extra?o cielo nocturno hasta vosotros.Todos los edificios de la granja han desaparecido,y en su lugar os encontrais encima del duro suelo helado de una arboleda inflorescente,mientras la solitaria y marfile?a luna ba?a la nieve y los pinos con una fria iridiscencia.
Un amargo viento sopla con fuerza desde el oeste,colandose entre los resquicios de las capas y las armaduras,provocando escalofrios a los no protegidos por la magia.El fiel caballo de Gabriel,pateo el suelo inquieto por el extra?o cambio de clima,y los aventureros decidieron juntarse para evaluar la situacion.
De repente,los aullidos de los lobos inundaron el campamento haciendo que el equino pateara y se encabritara con el miedo reflejado en sus ojos.Sonaron demasiado cerca.En ese momento,de entre los pinos que rodean el campamento salio un ciervo.
El animal estaba asustado,confuso y herido.Olisqueaba el aire con nerviosismo y se encamino en direccion ha los aventureros buscando su proteccion.No lo consiguio.De entre los mismos arboles surgio un grupo de seis fuertes lobos negros que se abalanzo sobre el ciervo derribandolo y matandolo.Una vez echo esto,el grupo se volvio hacia los compa?eros gru?endo de manera amenazadora.En vuestro campo periferico,podeis observar que este grupo de lupinos no se encuentra solo,puesto que contais,al menos,una docena de sombras fugaces que se deslizan entre los arboles.
?Oh!,Son solo humanos-se oye decir a una ni?a que,saliendo de entre los pinos,se acerca al grupo de seis lobos,los cuales enmudecen sus aullidos y gru?idos inmediatamente.
Es una ni?a de unos 10 a?os,con un largo y espeso pelo negro como ala de cuervo y unos grandes ojos claros.Su andrajoso y sucio camison es azotado por el helado viento,revelando sus formas demacradas y famelicas.Sus pies descalzos dejan un rastro de huellas en la blanda nieve caida en el suelo.Al llegar a su destino,la joven se os queda mirando fijamente,como si esperara algo.
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Rodeados de Niebla. El Norte. Anocheciendo.
Llylius Proyhd, un hechicero totalmente perdido.
La experiencia sufrida hab?a sido m?s intensa que cuando hab?an tomado aquellas setas, receta de su abuela. La sensaci?n de zozobra que hab?a sentido mientras La Niebla se cerraba en torno suyo hab?a sido angustiosa. La blanca oscuridad desafiaba la l?gica de los sentidos mientras sent?a que viajaba estando quieto y que escuchaba lejanas risas hist?ricas que resultaron ser emitidas por su garganta antes de estar ah?...
Cuando todo ello pas? lo primero que not? fue la nieve derriti?ndose en su cara.
La escena del ciervo y la "presentaci?n" de la ni?a no hicieron nada por fortalecer su ?nimo. Antes al contrario, la blanca nieve te?ida de la oscura sangre de la v?ctima le hac?a sentir una extra?a empat?a por el ciervo, al imaginarse reflejado en los iris de la extra?a e inquietante ni?a. Y era imaginado, porque no se hab?a atrevido a mirarle a los ojos al ver su aspecto hambriento y su total indiferencia hacia los extremos rigores del fr?o.
"Son solo humanos" hab?a dicho la criatura con forma de ni?a. O era una demente con poderes sobre los amenazantes lobos negros o era algo m?s que una humana, como parec?a deducirse de sus palabras.
Sus compa?eros parec?an m?s aturdidos que ?l, por lo que prefiri? tomar ?l la palabra, no fueran a decir alguna inconveniencia acerca de la caja.
Adem?s, cualquier cosa que dijera no ser?a peor que lo que fuera a decir el cl?rigo de Gond.
Lo primero que sali? de su garganta no fue muy original
Lo siento, pero... creo que ha ocurrido algo que no esper?bamos... podr?a indicarnos ?d?nde estamos?
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV). En una arboleda nevada junto a una ni?a muy extra?a. Anocheciendo.
Rizzen L?lizar, el drow sin la tutela de su dios
Rizzen pudo admirar como la niebla parecia que se los comia, por unos instantes no sabia lo que estaba pasando a su alrededor, lo unico que podia sentir era que aun su mano estaba sobre el hombro del enano, era dificil de admitir pero el drow se sentia mas seguro sabiendo que tenia a alguien conocido cerca.
De repente observ? como la niebla se disipaba a una gran velocidad, el drow aturdido mir? el paisaje en el que estaban, no se parecia nada al sitio donde acababan de estar hace, como mucho, cinco segundos. La casa habia desaparecido, en vez de eso, una atroz muerte de un ciervo a manos de varios lobos en una nevada arboleda bajo una oscura noche era lo que ahora veia el drow.
A parte de todo esto, el clima tambien habia cambiado, la intensa lluvia que habia cuando estabamos hablando con la Tiflis se convirti? en un fuerte y fr?o viento que acompa?aba a una intensa nevada, la nieve no dejaba de caer y por detr?s de los lobos se pudo escuchar una voz.
Era una ni?a peque?a que se dirig?a hasta donde estaban los lobos sin tenerlos miedo.- Esa ni?a es muy extra?a-pens? para si mismo.
Vestia con ropajes muy finos como para poder soportar tan intenso fr?o y ademas, estaba descalza.-una ni?a tan peque?a y asi vestida con este tiempo deberia de estar muerta-susurr? en voz muy baja, casi inaudible para todos los demas miembros del grupo, aunque lo mas preocupante era que, al parecer, esa manada de lobos la tenia respeto.
Desgraciadamente eso no era lo unico malo que le pasaba al drow, sin saber porqu?, su conexion con su deidad se habia cortado de forma misteriosa.
Normalmente, en estos momentos el drow estaria totalmente paralizado de no ser por el fr?o que recorria todo su cuerpo haciendole tiritar.
Cuando el hechicero habl? a la ni?a, el drow se acerc? hacia donde estaba el hechicero sin dejar de mirar atentamente a la ni?a, intentando recuperar su compostura dejando de tiritar o, al menos, evitando que sus dientes dejaran de chocar unos contra otros para no emitir ruido mientras que aquella ni?a contestaba a la pregunta que en estos momentos, mas le importaba, despues del porqu? su conexi?n con su dios se habia cortado...
?D?nde estamos?
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV). En una arboleda nevada junto a una ni?a muy extra?a. Anocheciendo.
Gabriel
Cuando entraron en la casa para resguardarse, la niebla pareci? seguirles y engullirles. Durante un instante pareci? que morian. A Gabriel la ceguera y desorientaci?n pareci? ahogarle, y en un acto reflejo se llev? su mano libre al cuello y se medio arrodill?. Entoncs de golpe estaban en medio de una arboleda helada.
La niebla se habia disipado, pero esa sensaci?n que daba escalofrios no.
El ambiente parecia frio, as? que se desabroch? la capa y se la dej? a Neftis para que no se resfriara. Entonces el caballo de Gabriel mostr? tambien esa sensaci?n pateando el suelo inquieto, y mientras Gabriel intentaba calmarlo un ciervo apareci? y se dirigi? en su direcci?n.
Despu?s de unos pasos del ciervo, Gabriel, solo pudo ver impotente la escena en la que unos lobos negros salian de la nada y avatian al ciervo. Gabriel esper? inquieto como reaccionaban los lobos a su presencia, los cuales empezar? a gru?irles, adem?s de que parecia que otros ocultos en el bosque les querian rodear.
?Les tocaria combatir otra vez con lobos?, pero mientras Gabriel acariciaba la cara del caballo, le susurraba para calmarlo y se preparaba para desenvainar el estoque en caso de necesidad. Pero la aparici?n de una misteriosa ni?a hizo callar a los lobos, cosa que inquiet? mucho a Gabriel.
Llylius pareci? tomar la iniciativa en la palabra, as? que Gabriel se qued? esperando mirando alrededor por si les intentaran atacar de golpe por la retaguardia.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV). En una arboleda nevada junto a una ni?a muy extra?a. Anocheciendo.
Neftis, Cleriga Aasimar bella cual diosa, ahora con los pelos de punta, por dos motivos (fr?o y cage)
El fr?o y la niebla envolvi? al grupo. Todos se congelaron, el fr?o era algo casi insoportable, sobretodo porque Neftis estaba acostumbrada a climas... algo mas moderados. El drow podr?a tener mas resistencia a esos climas helados, pero la aasimar no.
Cuando la niebla hubo desaparecido, no vi? casa o establo alguno. La cleriga qued? considerablemente sorprendida, al borde de... la aterrac?on, pero sin llegar a ella:
donde... donde... donde estamos? pens? para si mismo, mirando la arboleda helada que nac?a a su alrededor, sustituyendo la ya pasada casa.
De pronto, Gabriel, con un acto generoso que Neftis agradeci? con una de las mas simp?ticas sonrrisas y un gi?o de ojos, prest? de sus propias ropas proteccion para el frio,que sin duda al igual que a ella, a Gabriel tambi?n le estaba acosando. Lo agradeci?: - G... gracias... dijo Neftis justo cuando, una manada de lobos, saltaron en busca y captura del ciervo que poco tard? en morir.
Lobos. es que nunca ivan a dejar de dar por saco? fueron los lobos del establo y stradh un aviso? tendr?n algo... en com?n? seg?a pensando Neftis mas hacia sus adentros, cuando aquella ni?a, con voz despectiva, se refiri? al grupo de aventureros como simples humanos. Neftis no era humana... no ten?a ojos aquella ni?ita?
pronto cay? en un detalle que le rest? importancia al resto de las cosas: No.. no... no tiene frio? pesn? una vez mas... pero cuando se lo iva a preguntar, el hechizero se le adelant? con otra pregunta, tampoco nada desacertada. Lo que mas le preocupaba era, donde estaban. Aquel lugar frio y... desconocido.
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Fecha desconocida, all? donde te llevan las brumas...
Thilgar Reciotrueno, enano en estado de shock
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Thilgar ahog? un grito cuando la niebla lo engull? s?bitamente. Aquella mortaja blanco lo envolvi? por completo, dej?ndolo ciego en medio de un gris?ceo vaci?. Ni siquiera la terrible luz que desprend?a la caja que aun sosten?a en su mano parec?a penetrar en aquella opresiva bruma. Sus o?dos quedaron tan velados como sus ojos y poco a poco el crujido de su ropa, el aullido del viento, las voces de sus compa?ero... todo desapareci? dej?ndole sumido en el mas pavoroso de lo silencios.
Aterrado, el enano intent? recurrir a todo su saber y a toda su experiencia, tratando de conservar la calma y de aferrarse a una explicaci?n, la que fuera, de lo que estaba pasando. Sus labios comenzaron a murmurar una plegaria y...
No sinti? nada.
Por primera vez desde que tenia uso de raz?n, Thilgar no hall? en su interior el calor de la fragua de Gond, el poder inexorable de la rueda dentada que lo hab?a impelido a seguir los preceptos de su dios antes de saber incluso de su existencia o de su nombre. Con mano temblorosa aferr? su sagrado s?mbolo y lo not? tan pesado y fr?o como la caja que aun sosten?a.
Privado de cualquier sentido o noci?n de lo sucedido y del consuelo de su Dios, Thilgar Reciotrueno rugi? de rabia y dolor hasta perder el sentido.
...............................................
El penetrante fr?o mordi? la curtida piel del enano, oblig?ndolo a despertarse. Con un gru?ido, Thilgar alz? la cabeza y se sacudi? la nieve de la barba. As? que no estaba muerto, despu?s de todo...
Los ojos del sacerdote mordieron la oscuridad, intentando situarse en aquel lugar desconocido. Fuese lo que fuese lo que hab?a sucedido, estaba claro que no era nada bueno... La ausencia de la voz de su dios hizo estremecerse al enano como si estuviese mas desnudo que el d?a que vino al mundo.
De repente, los aullidos de los lobos inundaron el campamento haciendo que el equino pateara y se encabritara con el miedo reflejado en sus ojos. Sonaron demasiado cerca. En ese momento, de entre los pinos que rodean el campamento salio un ciervo.
El animal estaba asustado, confuso y herido. Olisqueaba el aire con nerviosismo y se encamino en direcci?n ha los aventureros buscando su proteccion. No lo consiguio.De entre los mismos arboles surgio un grupo de seis fuertes lobos negros que se abalanzo sobre el ciervo derribandolo y matandolo.Una vez echo esto,el grupo se volvio hacia los compa?eros gru?endo de manera amenazadora.En vuestro campo periferico,podeis observar que este grupo de lupinos no se encuentra solo,puesto que contais,al menos,una docena de sombras fugaces que se deslizan entre los arboles.
- ?Oh!,Son solo humanos - se oye decir a una ni?a que,saliendo de entre los pinos,se acerca al grupo de seis lobos,los cuales enmudecen sus aullidos y gru?idos inmediatamente.
Es una ni?a de unos 10 a?os,con un largo y espeso pelo negro como ala de cuervo y unos grandes ojos claros.Su andrajoso y sucio camison es azotado por el helado viento,revelando sus formas demacradas y famelicas.Sus pies descalzos dejan un rastro de huellas en la blanda nieve caida en el suelo.Al llegar a su destino,la joven se os queda mirando fijamente,como si esperara algo.
- Lo siento, pero... creo que ha ocurrido algo que no esper?bamos... podr?a indicarnos ?d?nde estamos?
Un mill?n de imprecaciones y comentarios sarc?sticos acudieron a la lengua del enano... pero el fr?o y el recuerdo de la bruma le hicieron enmudecer. La vida de todos estaba en grave peligro y no era momento para bravatas.
Con todo el disimulo que fue capaz de reunir, Thilgar guard? la misteriosa caja en el interior de su morral. Fuera quien fuera aquella... ni?a, no estaba dispuesto a permitir que la caja les causara mas problemas. Despu?s se puso en pie muy despacio, sin perder de vista a aquella fam?lica aparici?n y a sus mascotas. Sus dedos rozaron la culata de su pesada pistola y una sonrisa carente de alegr?a se curv? por debajo de su barba escarchada.
Al menos una parte del poder de Gond todav?a lo acompa?aba.
Lanzando una mirada de reojo intent? localizar a la extra?a cuya llegada hab?a precedido a la bruma... "Demasiadas amenazas para una sola bala" pens? con el rostro ensombrecido.
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3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV)
En medio de la blanca nieve, frente a una inquietante ni?a que no danza con lobos...
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms, Tiefling con sentimientos encontrados...[/list]
Riahne estaba segura de una cosa... Ese no era un lugar a donde las ni?as buenas acababan, de eso estaba segura. De todos modos, ella no era una ni?a buena... Al menos no del todo.
All? estaba ella frente a una criatura que parec?a tener alg?n tipo de control sobre los lobos.
Nuevamente los lobos, querida Riahne... Al parecer est?n ligados a ti m?s de lo que te gustar?a.[/list]
Riahne pensaba sin poder aclarar del todo sus pensamientos. ?Qu? demonios hab?a en esa caja? ?Y qu? diablos ten?a que ver eso con su padre? De algo estaba segura, esos tipos la hab?an traido aqu? para matarla y quitarle la caja y esa ni?a y los lobos seguro que estaban all? para ayudarlos.
- Lo siento, pero... creo que ha ocurrido algo que no esper?bamos... podr?a indicarnos ?d?nde estamos?
Esto era algo que Riahne no esperaba. El pelirrojo asustadizo le preguntaba a la ni?a por el lugar en donde se hallaban. ?Acaso estaba tratando de enga?arla... o en verdad no sab?a donde estaban? Si era lo primero, tendr?an que pelear mucho antes de quitarle la llave, pero si era lo segundo... Adem?s la ni?a no parec?a inmutarse en lo absoluto por el fr?o por lo tanto, no hac?a falta ser muy entendido para darse cuenta que no era una ni?a normal.
- Si nos indicas la forma de llegar al siguiente pueblo te dejaremos tranquila y nos iremos sin molestar m?s.
A las criaturas que van solas por la noche y en compa??a de animales no les gusta mucho la compa??a de curiosos en sus tierras, y eso lo sab?a Riahne... O al menos, eso cre?a.
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Fecha desconocida.Lugar ignoto.Noche
La nieve sigue cayendo lentamente,mientras el viento sopla con fuerza clavando sus frias garras en los aventureros.
Los lobos desgarran la blanda carne del ciervo devorando sus calidos organos internos con un sonido espantoso de roturas y crujidos.
Llylius Proyhd dijo:
Lo siento, pero... creo que ha ocurrido algo que no esper?bamos... podr?a indicarnos ?d?nde estamos?
Riahne Thousandarms dijo:
Si nos indicas la forma de llegar al siguiente pueblo te dejaremos tranquila y nos iremos sin molestar m?s
La ni?a examino a los aventureros con mucha atencion,como si pensara que hacer con ellos o que amenazan podria representar para ella.
Ignorando tanto las palabras asustadas del hechicero como la respetuosa peticion de la aventurera dijo:
Me llamo Eliza,se?ores,y mi familia-se?alando a los lobos-tiene mucha hambre.El invierno esta siendo muy duro para nosotros y algunos han muerto por culpa de la escasez.?Serian tan amables de darnos algo de alimento?
Mientras hablaba,su mirada se clavo de forma significativa en la yegua de Gabriel que empezo a inquietarse,como si leyera los pensamientos de la ni?a.
Una vez hablado,espero expectante la respuesta de los compa?eros.
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Fecha desconocida.Lugar ignoto.Noche
Gabriel
Mientras Gabriel observaba los alrededores, sus compa?eros intentaron entablar conversaci?n, con la ni?a para saber donde se podrian encontrar, y la ni?a les respondi?:
Me llamo Eliza,se?ores,y mi familia-se?alando a los lobos-tiene mucha hambre.El invierno esta siendo muy duro para nosotros y algunos han muerto por culpa de la escasez.?Serian tan amables de darnos algo de alimento?
Entonces el caballo se inquiet?. Gabriel que lo cojia de las riedas y lo calmaba se fij? en la ni?a que miraba fijamente al caballo. Parecia que necesitaban comery que quisiera al caballo, pero no les pensaba dar en bandeja al caballo de su padre, y menos a unos que lo despedazarian y se lo comerian a?n en vida. Gabriel no llevaba provisiones esper? que sus amigos llegaran a calmar a la ni?a para que calmara a su "familia". Pero en caso de querer comerse al caballo Gabriel no se lo pondra f?cil y pensaba llevarse a tantos como pudiera, no lo salv? de esos lobos blancos para entregarselo a otros negros.
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Fecha desconocida, all? donde te llevan las brumas...
Thilgar Reciotrueno, sacerdote abandonado por su dios
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Un tenso silencio call? sobre el claro del bosque, roto solo por el silvido del g?lido viento. Por el rabillo del ojo Thilgar observo como los rasgos de Gabriel se endurecian mientras la mano del espadachin se posaba sobre el pomo de su estoque. Se lami? los labios ateridos por el frio y espero un par de latidos de coraz?n, con la esperanza de que alguien con mas facilidadad de palabra que el dijera algo antes de que pasase algo desagradable. Por fin, su impaciencia pudo mas que su prudencia.
- Ajum. - Carraspe? el enano, intentando mostrar entereza. - Compartiremos contigo nuestras magras raciones, muchacha, si nos cuentas quien eres y donde demonios nos encontramos. - Ofreci? con inusitada amabilidad.
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Fecha desconocida.Lugar ignoto.Noche
El viento gelido fluia entre los arboles dejando agudos silbidos en la noche nival.Los lobos estaban inquientos digiriendo los restos del ciervo que habian desjarretado,mientras sus compa?eros de manada acechaban a la compa?ia en los lindes del claro.
Thilgar Reciotrueno dijo:
Ajum. Compartiremos contigo nuestras magras raciones, muchacha, si nos cuentas quien eres y donde demonios nos encontramos.
La ni?a escucho en silencio las palabras del amable enano,mientras meditaba una respuesta adecuada.Fueron los dos minutos mas largos de toda la vida de los aventureros,perdidos en algun ignoto lugar,sometidos a un duro clima y dependiendo de las palabras de una cria de apenas diez a?os.
Buen se?or,agradezco vuestro ofrecimiento pero no puedo aceptarlo.Mi familia tiene hambre,son muchos y la comida de los hombres no puede satisfacerlos.Solo os hemos pedido un alimento que se ajuste a nuestras necesidades,pero veo que al menos uno de vosotros no desea darlo de ninguna manera,por lo que no os lo pedire mas.
Os he dicho que mi nombre es Eliza y que mi familia son estos lindos animales,en cuanto al lugar en el que os encontrais,puedo deciros que estais en...
Call? de repente como si se hubiera quedado sin aire para expulsar las palabras.Los compa?eros habian notado que conforme avanzaba en su explicacion su cuerpecillo estaba mas agitado y mientras su lengua humedecia constantemente sus labios finos.Sin razon aparente,Eliza se dio la vuelta y salio corriendo hacia la oscuridad del bosque seguida por sus guardaespaldas caninos.El resto de la manada desaparecio tambien de la vista.
Los aventureros estaban solos en medio de la noche y de la nieve.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Anocheciendo.
Llylius Proyhd, un hechicero fuera de lugar.
El caballo. Ese animal hab?a salido con vida del ataque de aquellos enormes lobos de n?veo pelaje y heladoras fauces. Por lo que sab?a, era un recuero o herencia del padre del espach?n, por lo que dudaba mucho que lo ofreciera as?, de buenas a primeras.
Por supuesto, quien lo ped?a era alguien que ostentaba claramente el control de una manada entera de lobos, y lobos hambrientos, por a?adidura.
Si no fuera por el nerviosismo de la extra?a situaci?n, hubiera sonreido ante el inus?al tono de voz empleado por Thilgar, tan extra?o en ?l.
Justo cuando iba a abrir la boca una vez m?s, para proponer una soluci?n, la ni?a comenz? a hablar y sin motivo aparente dio media vuelta y se fue corriendo, como si algo estuviera pasando.
Esperando que lo que dec?a llegara a sus o?dos, Llylius grit? en el helado aire de la noche, rodeando su cara con el vaho del aire caliente que sal?a de su boca.
Ni?a, no te vayas, ??podemos ayudarte a cazar para alimentar a tu familia... NI?AAAAAA...!!
Mirando a sus compa?eros, en especial a Gabriev, les dijo:
En El Norte hay una ley no escrita que dice que cuando te piden sustento, hay que proporcionarlo en la medida de lo posible, o ayudar a procurarlo. Y si quien lo pide es alguien que, por extra?o que parezca, controla una manada entera de fam?licos lobos, deber?a tomarse al pie de la letra, ?no creeis?.
Mirando despu?s a la reci?n llegada la mir? con una de esas miradas que significan "y ya nos explicar?s qu? hacemos aqu?".
Deb?a ser cosa de la tensi?n sufrida desde que entraran en la casa del Devorador de Carne Humana, pero le daba la impresi?n de que la propia tierra, el aire, el fr?o... todo le era hostil, como si no lo reconociera como parte del lugar... ?se estaba volviendo paranoico?
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Anocheciendo.
Gabriel
Con la mirada puesta en el caballo parecia que, despu?s del ofrecimiento de Thilgar, la ni?a fuera capaz de lanzarse sobre el y llamar a todos sus amigos lobos, pero por sorpresa se fu? corriendo y desapareci? con la misma rapidez que apareci?.
Visto que la amenaza habia pasado despu?s de ver que no se tratara de una emboscada, Gabriel, se qued? mirando al caballo a los ojos y acariciandole la cara con una sonrisa, la cual desapareci? tras el comentario de Llylius, que se habia quedado mirando.
En El Norte hay una ley no escrita que dice que cuando te piden sustento, hay que proporcionarlo en la medida de lo posible, o ayudar a procurarlo. Y si quien lo pide es alguien que, por extra?o que parezca, controla una manada entera de fam?licos lobos, deber?a tomarse al pie de la letra, ?no creeis?.
- Tanto si fuera del norte como del sur suelo ofrecer sustento a quien lo necesita, pero ahora no dispongo de nada que les pueda satisfacer a los lobos, y si lo dices por el caballo resulta que no es comida, no iba a dejar que lo despedazaran.-
Una vez dicho eso sigui? calmado al caballo y dijo:
- Y ahora d?nde vamos, no me gustaria quedarme aqu?, puesto que parece el coto de caza de esos lobos y quien sabe de que criatura mas.
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Fecha desconocida, all? donde te llevan las brumas...
Thilgar Reciotrueno, sacerdote abandonado por su dios
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Thilgar frunci? el ce?o aun mas (si es que eso fuera posible) mientras sus ojos recorrian la linea de arboles por la que la muchacha se habia esfumado. Finalmente se gir? hacia sus compa?eros, carraspe? un par de veces mas y escupi? recto al suelo.
- Yo digo que encontremos un sitio para pasar la noche y encendamos un buen fuego. Ma?ana buscaremos un sitio elevado y trataremos de orientarnos... Quiz?s cuando salgamos de esta zona de magia muerta, yo o alguno de mos eminentes colegas podramos dirimir la cuesti?n por medio del poder de nuestros dioses. No creo que nos encontremos demasiado lejos de nuestra posici?n original. - Se ajust? las correas de su enorme mochila y acomod? sobre su antebrazo su pesado escudo de acero. - Puede que mientras preparamos algo para calentarnos las tripas, esta se?orita - coment? lanzando una mirada cr?tica a Riahne - quiera darnos algunas respuestas a lo que ha sucedido.
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Who knows and who cares...
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms, Tiefling interpelada brutalmente...[/list]
La criatura que estaba acompa?ada por los lobos se hab?a ido sin decirles donde demonios estaban. Eso no era buena se?al de ninguna manera y ah? estaba ella, rodeada de extra?os con una caja por abrir y con un enano que no se atrev?a a preguntarle directamente que diablos hab?a pasado.
- Si deseas obtener respuesta a tus preguntas, m?s vale que las formules. - dijo Riahne al enano. - As? que en cuanto hallemos un lugar donde colocar las tiendas podremos tener una conversaci?n agradable y podr?n explicarme con que motivos me han traido a este extra?o lugar.
Riahne segu?a en estado de alerta y por mucho que quisiera contenerse quer?a seguir a la extra?a ni?a y a sus mascotas... Claro que antes ten?a otra cosa que hacer.
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Fecha desconocida.Lugar ignoto.Noche
Rizzen L?lizar, el drow perdido
El drow ya no sabia que pensar acerca de los ultimos hechos presentados, le parecia muy raro todo lo que estaba pasando pero a pesar de todo ello aun tenia una duda en la cabeza,-?Qu? hay en la caja?-pens? mientras miraba a Thilgar.
Tras escuchar las palabras del hechicero y las del enano les contest? mientras miraba al hechicero-Si quieres que busquemos comida para esos lobos yo te ayudare, no tengo ninguna clase de escrupulos respecto a conseguir comida para lobos, pero como dice Thilgar lo primero que hay que hacer es descansar-
Luego se gir? para mirar al enano- Podemos ir a explorar para encontrar algun sitio mejor que este en medio de un bosque desconocido,nevando y con animales salvajes rondando por ahi como quieres hacer t? o podemos quedarnos aqui, sin miedo a perdernos, o al menos mas de lo que estamos, e intentar abrir la caja de una vez, yo creo que es mejor la segunda opcion, pero vosotros decidis-
Despues de decir todo esto y sin haber esperado respuestas a lo que habia dicho anteriormente, el drow se coloca cerca de la Tiflin-?Ahora quieres responder preguntas?, pues bien, podrias empezar contestando a las preguntas que te hice anteriormente...-mirando fijamente a los ojos de la Tilflin el drow vuelve a hablar-Por cierto Thilgar porqu? no sacas esa cajita que tienes en la mochila y se la dejas a esta se?orita, tengo ansias por saber si puede abrir la caja y saber lo que hay ahi dentro, no creo que salga corriendo con la caja y con lo que hay dentro-
Mientras esperaba las respuestas Rizzen sac? una manta de su mochila y se la hech? por encima para resguardarse un poco del fr?o, mirando a todos sus compa?eros, en especial al enano y a la tiflin.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Anocheciendo.
Llylius Proyhd, un hechicero en busca de respuestas.
El drow hab?a hablado bien, centrando los asuntos.
Por lo que a mi respecta, no tengo pensado moverme de aqu?. No estamos lejos del bosque, por si tenemos que huir de alg?n enemigo; y no estamos lejos del campo abierto, por si tenemos que huir de otro enemigo.
Sab?a que probablemente nunca hab?an o?do ese refr?n, propio de su tierra, y es posible que tampoco lo entendieran... o s?, al fin y al cabo eran aventureros experimentados.
Sobre el tema de la zona de magia muerta, Thilgar. No se si Neftis o Rizzen comparten tu teor?a, pero, lo que es yo, siento discrepar.
Con toda la intencionalidad del mundo, Llylius realiz? un truco m?gico menor y remend? m?gicamente el cintur?n con el que se sujetaba la liviana t?nica, haciendo que la forma de la cara del drag?n volviera a su posici?n original.
Como puedes ver, la magia s? funciona. Aunque... su cara se torn? preocupada... lo que noto es una alteraci?n en la magia, en la Urdimbre. La sagrada Mystra no est? aqu?, eso seguro, esta red que permite la magia no es de su creaci?n.
Pero eso puede esperar hasta que veamos lo que hay en la cajita, ?verdad?
Sus ojos azul p?lido se clavaron alternativamente en la extra?a y en el cl?rigo de Gond, hablando sin decir nada, haci?ndoles comprender que esperaba que actuaran de una vez.
En realidad la caja ya no le interesaba ni la d?cima parte que hac?a un rato. El ser teleportado a un sitio que dudaba que se encontrara en Faer?n, el encuentro con esa ni?a extra?a y su "familia" y lo peor de todo, esa extra?a sensaci?n xen?foba que sent?a que emanaba de la tierra misma que pisaban y de los copos de nieve que se derret?an en su piel. Eso s? lo preocupaba m?s que la caja. Claro que la curiosidad en ?l pronto hac?a acto de presencia...
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Fecha desconocida, all? donde te llevan las brumas...
Thilgar Reciotrueno, sacerdote abandonado por su dios
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Con rostro sombrio, el sacerdote enano escuch? las opiniones de sus compa?eros de desventuras. Torci? el gesto en cuanto la caja pareci? empezar a convertirse en el centro de todas las cuestiones. Gesto que cambi? para convertirse en uno de c?mico asombro al contemplar la demostraci?n arcana del hechicero.
- ?Por las tetas resecas de Beshaba! Debes tener raz?n muchacho... - Coment? con gesto reflexivo. - Lo mas seguro entonces es que nos encontremos en una zona perteneciente a la urdidumbre sombria. Todo el mundo sabe que la magia funciona de una forma extra?a en los lugares controlados por esa zorra malparida de Shar...
Despues de este ultimo comentario, Thilgar cerr? el pico y sus ojos miraron a su alrededor, como si esperase que la diosa de la oscuridad en persona saliera del sombrio bosque para reprenderle en persona. Trag? ruidosamente y su mano roz? de nuevo la culata labrada de su arma.
- Ajum, ahum. - Carraspe? intentando aparentar una seguridad que en realidad no sent?a en absoluto. - Con magia o son magia, no pienso hablar de esa maldita caja hasta que no este delante un buen fuego. Y supongo que no esperareis que encienda una lumbre encima de la pu?etera nieve. Busquemos un sitio donde descansar... y a ser posible que sea facil de defender. Alli podremos hablar con calma sobre lo que ha sucedido... y de ese jodido cachivache que al parecer esta banda de chalados se empe?a en abrir. - sentenci? con tono malhumorado.
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Esto no es Faerun...
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Riahne Thousandarms, Tiefling ?Y?...[/list]
- ... y de ese jodido cachivache que al parecer esta banda de chalados se empe?a en abrir.
Jodido cachivache... [/list]
As? es como llamaban a su legado. Claro es obvio que ellos no entend?an como se sent?a ella, pero los sentimentalismos luego. Cada vez m?s y m?s le parec?a el m?s razonable aquel enano.
- Estoy de acuerdo en buscar un lugar donde guarecernos del fr?o. No creo que sea bueno que nos convirtamos en parte del paisaje. - dijo Riahne mirando a su alrededor y viendo la gran cantidad de nieve. - Quiz?s hasta compartamos una bebida para poder entrar en calor. - Riahne deseaba poder beber un trago para quitarse ese sabor amargo de la boca.
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Fecha desconocida.Lugar ignoto.Noche
Gabriel
Mientras sus compa?eros discutian d?nde acampar, Gabriel se qued? mirando alrededor:
-Todo esto parece igual.- dijo esto, se dirigi? hacia el lugar mas plano que encontr? y empez? a quitar la nieve que se amontonaba en el suelo para poder empezar a montar el campamento.
-Aqu? mismo parece que ya ir? bien para pasar esta noche, tendremos mas visibilidad del terreno de dia. Si mas no yo necesito descansar al igual que el caballo.-
Una vez depej? suficiente nieve para dejar la silla al suelo par? para liberar al Voronwe, el caballo, de su carga. Luego sigui? apartando nieve para hacerse sitio a ?l y sus compa?eros.
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Fecha desconocida, all? donde te llevan las brumas...
Neftis, bella cual diosa, cual aasimar perdida, sin sus poderes de cl?riga
Definitivamente, Neftis hab?a perdido comunicaci?n con su diosa Neftis. Aquel lugar, deb?a estar muy apartado de los amplios dominios que pod?a abarcar su poder. Estar?an en Faer?n? Posiblemente no.
- Estoy... estoy helada dijo neftis a la vez que se sacaba la manta y se cubr?a el cuerpo, devlviendole la chaqueta a Gabriel, que un buen rato antes ?ste le hab?a prestado caballerosamente. Gabriel not? aquel precioso aroma de la aasimar impregnado en sus ropas, era un aroma que no le debi? desagradar en absoluto. Se deb?a sentir atraido por ella? Si era asi, aquel aroma no ser?a otra cosa que... un buen presente a guardar
- Que tal si acampamos por aqu? cerca? pero mas cerca de los arboles, si se pone a nevar mas fuerte, nos proteger?an de los g?lidos copos de nieve dijo Neftis mirando al cielo, para ver si nevava muy fuerte o no. Se cubri? con la manta y esper? la respuesta de sus compa?eros. Ten?a otras cosas en mente, como sobrevivir, antes que saber el est?pido nombre de aquella chica engre?da, asi como el contendio de aquella caja.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Anocheciendo.
Llylius Proyhd, un hechicero montando un campamento.
La nieve se aparta y ya est?, seguidor de Gond. Mientras dec?a eso, Llylius proced?a a apartar la nieve que rodeaba un peque?o claro entre los ?rboles, donde pensaba plantar su tienda de campa?a. Estaba acostumbrado a montar campamentos, ya que en los ?ltimos tiempos, cuando hab?a crecido su poder hab?a participado en alguna batida contra muertos vivientes menores que merodeaban a las afueras del poblado en busca de vida para saciar sus insanos apetitos. La Monta?a a veces ten?a esos detalles para con sus vecinos.
Guerrera, dijo dirigi?ndose a la mujer del brillo azul cajita misteriosa, no me gusta andar de noche por sitios desconocidos y no soy muy bueno trepando, usted misma puede subirse a alguno de los numerosos ?rboles para observar el terreno que nos circunda en busca de un lugar mejor. Aunque yo no tendr?a muchas esperanzas. Creo que nuestro h?bil espadach?n tiene raz?n, este bosque parece grande, m?s no es tan espeso como para no dejar correr ni tan ralo como para no dar cobertura. Sobre lo del trago, estoy profundamente de acuerdo en intercambiar bebidas, estoy realmente seco.
Acompa?? esas palabras con un largo trago de su petaca, que amenazaba con acabarse merced al continuado uso que le hab?a dado ese d?a.
?Neftis, te parecen pocos ?rboles los que ves aqu?? No pudo evitar sonreir al hablar con ella. Una vez m?s, el elevado carisma de la cl?riga ejerc?a esa sutil influencia en todos ellos, aunque ?l era consciente de la misma al saber que ?l mismo ejerc?a ese mismo efecto en muchas personas.
Dando gracias una vez m?s a su abuela por las botas que calzaba, y a su desconocido abuelo por regal?rselas a su abuela antes de irse, el hechicero prosigui? con la rutinaria tarea de retirar la nieve, las piedras y montar la sencilla aunque protectora tienda de campa?a. Esperaba que todos tuvieran una protecci?n similar, dormir al raso en un saco de dormir o arropado por unas mantas, con la que estaba cayendo, era de locos.
Si alguien necesita dormir, ya sabeis que en mi tienda hay sitio para una persona m?s, dijo sin mirar a nadie en particular, y que no cobro alquiler. Lo que podr?a haber pasado por una gracia, en aquel ambiente a ?l le son? discordante, como si el desagrado de los ?rboles hubiera interferido en su percepci?n de las cosas. Reprimi? un escalofr?o que no era producto de la pertinaz nevada y sigui? a lo suyo, manteni?ndose alerta a todo.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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En tierras sin nombre y at?rida de fr?o...
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms, Tiefling, rogue y...[/list]
Definitivamente el fr?o estaba empezando a embotarle el cerebro... Eso y los m?s de cuatro tragos que hab?a tomado de su petaca. Sac? su manta y se la puso por encima. No quer?a congelarse puesto que s?lo hab?a contado con encontrar la caja y regresar a su casa. Ahora ten?a que acampar y no contaba con una tienda... El pelirrojo hab?a dicho algo de una tienda y ten?a bebida. Era m?s de lo que Riahne necesitaba y no pensaba morir de fr?o.
- Si me prometes que me permitir?s pasar la noche en tu tienda, subir? para ver que hay tras todo este maravilloso conjunto de ?rboles. Yo la verdad no creo que sea muy buena idea acampar en un claro, pero es s?lo mi opini?n. - Riahne empezaba a pensar que estaban juntos en esto y sin embargo estaba la caja, aunque quiz?s fuera s?lo una m?s de las historias de su madre...
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Fecha desconocida.Lugar ignoto.Noche
Gabriel
El hechicero mont? una tienda y la "nueva" se ofreci? voluntaria para ocupar la plaza que tenia de sobras en la tienda. Mientras tanto, Gabriel, estir? el petate y lo at? entro dos arboles a modo de hamaca, at? el caballo a un arbol de los que habia usado para poner el petate y se dirigi? a sus compa?eros:
- Nos habriamos de distribuir las guardias, con lobos corriendo por aqu? no se sabe cuando nos pueden hacer una visita en busca de comida. En todo caso me gustaria no hacer la primera.-
Una vez dicho eso comprob? que la improvisada cama aguantara y se tumb? en ella con la capa a modo de manta y el sombrero cubriendole la cara.
- Dejadme dormir un poco y gustoso har? la que me toque, aunque vigilar no es lo mio har? lo que pueda-.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Anocheciendo.
Llylius Proyhd, un hechicero con tienda de campa?a.
?Guardias? No pretendereis que un pobre humano hechicero, practicamente ciego en esta noche de ventisca y nevada sea el responsable de vuestra seguridad, ?verdad?
Su cara de incredulidad hab?a sido cuidadosamente ensayada durante mucho tiempo, y en su poblado acostumbraba a funcionar... y con el grupo hab?a funcionado hasta ahora. Solo faltaba por ver qu? ocurr?a en esta ocasi?n.
Se?ora... se?ora. Si quiere subir y observar h?galo, pero ello no le va a dar m?s o menos derecho a compartir mi tienda, es algo voluntario.
Acab? de montar la tienda y esper? a ver si alguien m?s dec?a algo de la tienda. No le gustar?a que sus compa?eros se helaran al raso y si se hac?an guardias mientras ?l, si no ten?a m?s remedio, u otro que usara la tienda hac?an guardia, un tercero podr?a estar dentro mientras tanto.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?
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En mitad de un tenebroso bosque, vete a saber cuando, vete a saber donde
Thilgar Reciotrueno, sacerdote gru??n e incorformista
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Viendo que sus compa?eros no tenian ganas de mover el culo, Thilgar solt? un gru?ido y murmur? algo que no son? demasiado agradable en un enano cerrado y gutural. Se sac? de nuevo el escudo y descarg? en el suelo su mochila. Rebusc? un poco en su interior y finalmente hizo emerger del enorme macuto los aparejos de una tienda de campa?a de moderadas dimensiones. Su dise?o resultaba intrincado e irreconocible para sus compa?eros, que hasta ahora no habian tenido oportunidad de ver aquel extra?o conjunto de lonas y barillas met?licas.
- ?Que pasa chaval? ?Te da miedo la oscuridad? - Coment? con tono sarcastico mientras comenzaba a montar todo aquel tinglado. - Si encontramos algun bot?n en mitad de todo este jodido desastre - continu? con tono sosegado mientras seguia trajinando-, tendr?s el mismo derecho que los demas en el reparto. Asi que vamos a distribuir las guardias con la misma equidad. Que todos estamos igual de cansados y no vamos a dejar montando guardia al pu?etero caballo. Con perd?n, Gabriel.
Ante los ojos de sus comap?eros, el sacerdote se introdujo bajo la lona que habia extendido en el suelo. Su bulto se deslizo bajo la tienda y despues de un peque?o forcejeo, una maldici?n y un chasquido, la estructura se ?bri? como un paraguas. El enano sali? sonriente de la peque?a c?pula que habia montado. Ech? un vistazo a su alrededor y comenz? a reunir le?a. Pronto un buen fuego les calentaria a todos.
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Fecha desconocida.Lugar ignoto.Noche
Rizzen L?lizar, el drow apenado
Aquel dia habia sido muy largo y bastante raro adem?s, el enano tenia razon, habia que descansar pero el hecho de que se estubiera acabando el dia y que era de noche hacia que los aventureros no pudieran bajar la guardia ni un segundo, ya que a esas horas y en ese lugar aun desconocido para ellos podria suponer una muerte terrible a manos de cualquier criatura que merodease por all?.
Aquella misteriosa ni?a y su manada de lobos, saber la situacion en la que se hallaba el grupo de aventureros y el corte de conexi?n con su deidad eran las unicas tres cosas que rondaban por la cabeza del drow en estos momentos.
Sobre todo pensaba en la perdida de contacto con su deidad, no se podia imaginar el porqu? pero el queria saberlo, fue llegar al lugar en el que nos encontramos ahora y perderla automaticamente, ?tal vez su dios le est? poniendo a prueba? y si es as? ?Por qu? lo hace? y si no es as?, que estaba pasando en realidad... eran preguntas que no podian ser respondidas pero que con el tiempo tendrian un porq?e.
El rostro de alerta del drow con el que se mostraba cuando habl? por ultima vez cambi? totalmente, habia hablado sobre el corte de conexion con su deidad pero no podia aguantar mas sin dedicarle todo el afecto que se merece a ese asunto ya que para un clerigo, en definitiva, todo se basa en la f? en tu dios... y ahora... el drow se estaba lamentando por no haber dedicado antes un tiempo para eso...
Era el momento perfecto para que la nueva chica que estaba perdida junto a nosotros se presentara, al igual que nosotros, pero motivos mayores hicieron que al drow no le apeteciera nada hacer eso y por eso permaneci? cayado hasta el momento
El drow mir? a su alrededor, fij? la vista en el arbol mas cercano y empez? a caminar hacia ?l mientras que se arropaba mas fuertemente con la manta que tenia encima.
Si alguno de sus compa?eros miraba la cara del drow, aunque solo fuera de paso, notaria que le pasaba algo, su cara triste y apenada lo decia todo, algo muy importante tenia que estar pasando por su cabeza, tal vez tan solo comprendible en estos momentos por los clerigos pero si al hechicero le pasara, tambien tendria un aspecto similar al que tiene el drow en esos momentos...
Cuando pas? por al lado de la tiflin ni siquiera hech? un vistazo a lo que antes era una luz azulada, ya parecia no importarle tanto y eso era bastante raro en el drow ya que era uno de los que mas deseaba abrir la caja...
Al llegar al arbol se sent? en la nieve arropado con su manta, se apoy? con la espalda en el arbol y mir? a los clerigos que habia alli en esos momentos, tan pronto como pas? la mirada por Thilgar y Neftis se qued? mirando a un punto fijo, justamente al frente sin observar nada en concreto, como si mirara al vacio, una rafaga de viento paso emitiendo ese ruido que los aventureros han estado oyendo desde que llegaron a ese paisaje helado y, tras esto, el drow dij?:
-Neftis..., Thilgar...., ?Sent?s lo que yo siento?, bueno que vais a sentir si yo tampoco lo siento, no siento que mi dios este aqui conmigo, no siento que me est? apoyando en estos momentos, ?os a pasado a vosotros alguna vez?, a mi no, y ahora que me esta pasando no me gusta nada, ?Me ha abandonado Velshar?n? no quiero pensar eso, pero es dificil no pensarlo cuando te esta pasando una cosa as?- una peque?a pausa hay entre esas palabras del drow y estas otras -Gabriel, mujer extra?a, vosotros no se si lo entendeis pero si quereis os lo explico... Lyllius yo creo que tu eres el que mejor me puede comprender a parte de Neftis y Thilgar, sabes que para nosotros el contacto con la deidad es lo mas imporante, ?verdad?, eso es lo unico que teneis que saber para entender como me siento en estos momentos, si tubierais plena f? en un dios y este os retirara el contacto sin saber porqu?, no os extra?aria, intentad poneros en mi lugar, no es facil y... no es muy agradable la verdad- El drow resopl? mientras se arropaba mas aun con la manta adem?s de juntar todas sus extremidades lo maximo posible para evitar que el poco calor corporal que mantenia se esfumara como la conexion con su dios- perdonad si os he aburrido con mis paranoias, cierto, ojala fueran solo paranoias... y perdonad si en estos proximos dias no rindo todo lo que pueda, pero esto es un tema grave sobre todo para m?, espero que si pasa algo podreis perdonarme...- El drow alz? la cabeza para a?adir una aclaraci?n final a este tema tan delicado- Por favor, ir decidiendo los turnos que le corresponde a cada uno, yo me quedare con el que sobre, mientras que no sea este primero me dara igual, ahora lo unico que quiero es rezar y hacer unas alabanzas a mi dios, espero que me perdone por lo que hecho o, que al menos, me pueda decir que esta pasando...-
El silencio se hace con estas ultimas palabras del drow, tras acabar de decir todo eso baja la cabeza y mirando justamente hacia abajo, sin alzar la cabeza para nada, un leve susurro se consigue oir muy tenuemente, algo parecido a un llanto pero que no llega a serlo, el drow estaba rezando y al parecer, con toda la f? que podia tener...
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Fecha desconocida, all? donde te llevan las brumas...
Neftis, bella cual diosa, cual aasimar perdida, sin sus poderes de cl?riga
Neftis oy? las palabras del drow, que en el arbol apoyado se hab?a desconsolado soltando la parrafada que, a fin de cuentas, no le ven?a de nuevo:
- No.. no son paranoias, yo tambi?n he perdido contacto con mi deidad, si te sirve de consuelo, que seguramente no te sirve, o almenos a mi no me lo hace.... consolarme, digo. dec?a Neftis mientras miraba al suelo con la mirada semiperdida. Estaba delirando?
- Esta bien, yo har? el primer turno de guardia, si un caso, cuando el siguiente est? listo, que me tome el relevo. dijo la aasimar mientras con un paso firme, se clavaba en el suelo con una posicion de vigilancia - Espero que en tu tienda haya un sitio calentito para esta aasimar cuando acabe su turno, aqu? fuera hace tanto frio... dijo la cleriga con un tono un tanto insinuador al hechizero. Venga, a dormir!
Y Neftis mont? guardia el tiempo que fuera necesario.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Anocheciendo.
Llylius Proyhd, un hechicero montando guardia.
Hizo un cansado gesto afirmativo con la cabeza, en direcci?n de la cl?riga sure?a de extra?o acento.
Yo har? la segunda guardia, aunque ya sabeis que no veo en la oscuridad como la mayor?a de vosotros, por no decir todos.
Se acurruc? al lado del fuego, aun hab?a tiempo para calentarse un poco, antes de ir a dormir. Prepar? el farol y lo llen? con aceite, para cuando fuera su turno de guardia le har?a falta.
Desech? de su cabeza la idea de contar historias a la lumbre, por poco apropiadas y esper? unos minutos por si alguien quer?a decir algo.
Intent? imaginarse c?mo ser?a perder contacto con un dios siendo cl?rigo, y lo m?s parecido que encontr? fue el perder su magia, su poder innato y personal producto de su herencia. Algo que no estaba seguro de tener al d?a siguiente. Notaba una mancha en la Urdimbre... mancha no era la palabra, ser?a m?s correcto decir que hab?a algo distinto en los hilos de la magia, como si estuviera al acecho en busca de debilidades para hacertelo pagar.
Obviamente era una sensaci?n producto de las extra?as circunstancias, porque lo que pensaba era algo sin ning?n sentido.
Mir? a su alrededor, buscando en la cara de sus compa?eros y la reci?n llegada algo que le hiciera concebir esperanzas de... de... algo... lo que encontr? no le gust? nada, y prefiri? mirar el fuego, como cuando era peque?o, buscando im?genes de fugaz vida.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?
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En mitad de un tenebroso bosque, vete a saber cuando, vete a saber donde
Thilgar Reciotrueno, sacerdote gru??n e incorformista
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
El arisco enano lanz? un gru?ido malhumorado mientras atizaba el fuego con una ramita. Levant? la vista por encima de las llamas y clav? sus ojos en Neftis y en Rizzen, que esperaban su respuesta. Despu?s lanz? una significativa mirada de reojo a la extra?a muchacha que les habia acompa?ado en aquel siniestro viaje a vete tu a saber donde. Por ultimo mir? de nuevo a sus compa?eros sacerdotes y sacudi? levemente la cabeza.
"Espero que hayan captado el mensaje". Intent? que su semblante no trasluciera ningun sentimiento, pero en su interior una profunda preocupacion empezaba a carcomerle las entra?as. Todabia estaba seguro de que alg?n extra?o campo antimagico afectaba a la magia sacerdotal en aquella zona. Su alusi?n a la urdidumbre sombria habia sido lo primero que le habia pasado por la cabeza, para tranquilizar a sus compa?eros. Pero en realidad no tenia ni idea de lo que estaba pasando. Y eso le trastornaba mas de lo que era capaz de reconocer.
- Ajum. - Carraspe?, como tenia costumbre cuando iva a romper el silencio. Rebusc? en su pesado macuto hasta sacar una gran pipa de cazoleta bien trabajada y se acomod? pesadamente junto a Llylius - Ha llegado el momento de que charlemos al amor de la lumbre, se?orita. No recuerdo si te presentaste en su momento. Yo soy Thilgar, del clan Reciotrueno, y estos son mis compa?eros, que te daran su nombre si ese es su deseo. No se me da bien hablar, ni emplear la diplomacia, asi que espero que disculpes la rudeza de mis palabras. Ha sido una noche jodidamente pu?etera desde el inicio hasta el final, y hay un monton de cosas que me gustaria que desembucharas. Pero empezar? por el principio. - Hizo una pausa mientras encendia la pipa con una ramita y di? una profunda calada. Clav? de nuevo sus ojos verdes, duros como el pedernal, en su interlocutora y la midi? con la mirada durante un instante, para preguntar por fin: -?Que demonios hacias en las cercanias de la cochambre de aquel zumbado?
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Campamento en Don'tknowwhere Land
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms, Tiefling que no duerme...[/list]
Riahne sonre?a al enano. Probablemente se hubiera enamorado de ?l si fuera un poco m?s alto. Le gustaba su forma de ser y de expresarse, al menos sab?a que pod?a fiarse de ?l. Le estaba preguntando concretamente y sin dar muchas vueltas al asunto. Le gustaba eso... Estaba cansada de los subterfugios y enga?os. Sin quererlo, al pensar en enga?os, record? a su madre y al hecho de descubrir que su padre m?s que un simple forastero era un...
- ?As? que tu nombre es Thilgar Reciotrueno? Yo soy Riahne Thousandarms. ?Quieres? - dijo la muchacha ofreci?ndole un poco de la bebida que estaba tomando en ese preciso instante. - Sobre el que hac?a all?, te lo dir? siempre y cuando me muestres la caja que llevabas. Y no es mi intenci?n condicionarte, simplemente es... que todo guarda relaci?n. -dijo Riahne invit?ndole a acercarse a ella para que viese la llave que llevaba.
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En mitad de un tenebroso bosque, vete a saber cuando, vete a saber donde
Thilgar Reciotrueno, enano con poca paciencia tratando de ser diplom?tico
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Ante las palabras de la muchacha, el sacerdote enano frunci? aun mas el ce?o y se cambio la pipa de comisura de la boca, mordisqueando la boquilla con los dientes. Con un dedazo de sus grandes manos rojas, dio un par de golpecitos en la cazoleta de madera y mene? ligeramente la cabeza, como diciendo "gracias, pero no bebo cuando fumo".
- Famos a fer prefiofa... - Dijo con cierta aspereza. Apart? la pipa de sus labios y expuls? otra voluta de humo azulado. - Dejemos las cosas bien claritas. La caja se queda donde esta hasta que no sepamos algo mas de lo que ha pasado. Demasiadas sorpresas hemos tenido ya esta noche. Cuando tu saliste de la nada, ese cacharro maldito empez? a brillar mas que las monedas de un jodido sembiano. Para que veas que somos sinceros y no tenemos malas intenciones, te dir? que nuestro encuentro con ese chisme infernal fue casual, pues solo nos hallabamos de paso y nos detuvimos en esa caba?a a descansar. El due?o, que estaba como un cencerro, la di?? ante nuestros ojos, que Gond clave bien los clavos de su ataud. Luego encontramos la dichosa caja... y despues apareciste tu. Y ahora, soy todo oidos.
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En un campamento bebiendo y hablando...
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms, Tiefling entrando en confianza...[/list]
Riahne cre?a firmemente en el enano. No sab?a porque y tampoco pod?a explicarlo, era simplemente esa sensaci?n de... Confianza. Thilgar le preguntaba sobre su presencia en el lugar, era muy probable que estuviese sospechando de ella, aunque dadas las circunstancias, todos estaban en el mismo agujero. Riahne record? como hab?a forzado a su madre a revelarle el paradero de su padre y como cuando esta se rehus? le quit? la llave que ahora llevaba al cuello y luego la envi? con un sacerdote para que se ocupase de sanar su cuerpo y quiz?s tambi?n su mente.
Lo ?nico que Riahne sab?a era que esa llave la llevar?a hasta su padre, aunque no entend?a lo del monstruo come gente y como este grupo de extra?os hab?an dado con ella.
- La caja y esta llave... O m?s bien esta llave. - dijo Riahne se?alando a la llave que llevaba al cuello. - Significa el v?nculo m?s claro que tengo para descubrir la identidad de mi padre. Estoy buscando la caja desde hace alg?n tiempo y ahora que la he encontrado me gustar?a saber que es lo que tiene que decirme acerca de mi y de mi familia. Es por eso que me encontraba all?, cuando esos lobos me atacaron y luego los encontr?. - Riahne observaba a Thilgar. No esperaba que creyese una historia tan extra?a, pero estaba diciendo la verdad y ya estaba cansandose de esperar. S?lo quer?a abrir la caja y despu?s, pod?a morirse si hac?a falta...
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En mitad de un tenebroso bosque, vete a saber cuando, vete a saber donde
Thilgar Reciotrueno, enano sumamente intrigado
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Thilgar entrecerr? los ojos hasta que solo dos finas ranuras parecieron observar detenidamente a la muchacha que estaba sentada frente a el, al otro lado de las llamas del fuego que el propio enano habia encendido. Un padre perdido, una llave y una caja... y pensar que esa misma noche se habia burlado de las noveluchas con las que los se?oritos de Aguas Profundas solian perder el tiempo cuando ivan a la letrina.
Despu?s de dar otra calada, el sacerdote de Gond ech? un vistazo a su alrededor, para intentar captar el parecer de sus compa?eros. Sin embargo, todos parecian demasiado concentrados en calentarse la manos y en abrigarse lo mejor posible de aquel horrible viento que parecia hendir el aire como el propio cuchillo de Auril. Solo Llylius le lanz? una mirada, entre preocupada y divertida, con la que parecia demostrar mucho interes por escuchar, pero muy poco en intervenir.
Por fin, los ojos de Thilgar se volvieron hacia la muchacha. Aunque su rostro no dejaba traslucir que es lo que pensaba, su mirada se habia vuelto mas amable que al principio de la conversaci?n.
- Dime una cosa, Riahne... Tu padre no seria por casualidad........
"]... un hombre alto,con el pelo negro y algunas canas.Rostro amplio con cejas pobladas y nariz aquilina.Penetrantes ojos negros,boca recta con labios finos y rojos,y orejas ligeramente puntiaguadas.[/color]
Mientras hablaba, su mano busc? a tientas su macuto, y se introdujo en su interior. Una sonrisa fatalista se form? en los agrietados labios del enano. Al final, habria que abrir la jodida caja... Y algo en su interior le decia que todos acabarin por lamentarlo. Puede que fuera su agudo instinto de aventurero veterano.
O puede que, sencillamente, hubiera leido demasiadas novelas baratas.
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En un campamento bebiendo y hablando...
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms, Tiefling entrando en confianza...[/list]
- Dime una cosa, Riahne... Tu padre no seria por casualidad........
"]... un hombre alto,con el pelo negro y algunas canas.Rostro amplio con cejas pobladas y nariz aquilina.Penetrantes ojos negros,boca recta con labios finos y rojos,y orejas ligeramente puntiaguadas.[/color]
Riahne escuch? detenidamente la descripci?n, hasta que Thilgar termin? de hablar.
- Jam?s conoc? a mi padre. Es por eso que inici? esta busqueda de locos. Y ahora estoy m?s que intrigada en saber quien demonios es... - Riahne bebi? otro sorbo mientras miraba a los dem?s. Aun no sab?a porque hac?a tantas confesiones en tan poco tiempo, pero algo le dec?a que aquellos, probablemente no se interesaran por sus razones.
-
En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Llylius Proyhd, un hechicero que despierta de su enso?aci?n.
Sali? de su ensimismamiento cuando not? c?mo lo miraba el enano. Le puso esa sonrisa suya que sol?a poner cuando estaba totalmente desubicado, una sonrisa que pretend?a decir algo as? como "Te estoy escuchando y pensando en lo que dices, sigue".
La evoluci?n de la conversaci?n le result? m?s productiva que las figuras ?gnenas que evolucionaban en el magma et?reo que era la hoguera.
Luego vuelvo a visitaros, chicas, pens? lanzando una ?ltima mirada al fuego.
Thilgar, me gustar?a hacerte una pregunta, ya que vas a entregarle la caja para que la abra, y quiz? usted pueda responder antes, se?orita, ?por qu? habr?n dejado de brillar tanto la caja como la llave?
Tras decir eso su mano se dirigi? hacia su petaca, semioculta entre los pliegues y bolsillos de su t?nica. Necesitaba un buen trago para prepararse ante la inminente apertura de la caja... eso por no hablar del ululante viento, que parec?a prometer una muerte lenta a los incautos que sorprendiera a campo abierto y sin protecci?n, dejando su cuerpo helado cual demonio abisal.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Fecha desconocida, all? donde te llevan las brumas...
Neftis, bella cual diosa, montando guardia con los mocos helados
Estoy aqu? pasando frio y montando guardia para que estos hablen, o descansen??!! pensaba Neftis mientras se frotaba los brazos con las manos y manta que le cubr?a el cuerpo.
- Eehh tortolitos, no es por interrumpir dijo neftis con una agradable mala leshe para sonrrojar a los charlatanes Ser? mejor que aprobecheis el tiempo en dormir, no en otras cosas, que ma?ana nos espera un dia muy duro acab? de decir Neftis a la vez que giraba la cara, como si no quisiera que la respondieran.
La celriga Aasimar sigui? montando guardia mirando al horizonte, acordandose de aquella antigua (o no tan antigua) triste historia en la que perdi? a su precioso y amado para no volver a verlo de nuevo. Alguien ocupar?a su corazon y la llenar?a en momentos de tristeza?
Neftis mont? guardia...
-
Campamento nocturno perdido de la mano de los dioses
Thilgar Reciotrueno, enano fatalista
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Ante las palabras de Neftis Thilgar se limit? a lanzarla una larga mirada, enarcando una de sus grandes cejas pelirrojas. "?Tortolitos? ?De que co?o esta hablando la sure?a?". Solt? un bufido y mene? la cabeza disgustado. A veces las mujeres eran tan exasperantes...
- Fete a la filtra si efto no te interefa prefiofa. - Le indic? a la aasimar mientras daba tranquilamente otra calada. - Hare esta guardia por ti. Yo dudo que pueda pegar ojo esta noche.
Haciendo la pipa a un lado, el sacerdote Gond sac? por fin la caja de su macuto y la puso sobre sus rodillas. Sus manos recorrieron con cuidado la superficie de la caja, admirando los simbolos gravados en la inverosimil aleaci?n con la que se le habia dado forma.
- Respondiendo a tu pregunta Llylius... - murmur? el enano, sin dejar de observar aquel chisme que tantos problemas les habia traido - ...aun no he pensado que hacer. Antes de tomar una decisi?n, quisiera saber mas cosas... ?Como supiste de la existencia de este trasto, muchacha? ?Que sabes de su anterior propietario? Pero sobretodo... ?Que esperas encontrar en su interior? Ya se que pregunto mas que un aprendiz de mago, pero ten en cuenta que nos jugamos todos el pellejo... y que mis camaradas y yo podemos darte un consejo o dos que no te vendrian mal.
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En un campamento en medio de la noche y la nieve
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms, Tiefling a punto de perder la paciencia...[/list]
- Respondiendo a tu pregunta Llylius... - murmur? el enano, sin dejar de observar aquel chisme que tantos problemas les habia traido - ...aun no he pensado que hacer. Antes de tomar una decisi?n, quisiera saber mas cosas... ?Como supiste de la existencia de este trasto, muchacha? ?Que sabes de su anterior propietario? Pero sobretodo... ?Que esperas encontrar en su interior? Ya se que pregunto mas que un aprendiz de mago, pero ten en cuenta que nos jugamos todos el pellejo... y que mis camaradas y yo podemos darte un consejo o dos que no te vendrian mal.
Riahne estaba sorprendida. La estaban interrogando como a una vulgar ladrona... Se remont? a los d?as en que la pillaban llevandose manzanas del mercadillo cuando era ni?a. Eso s?lo pas? dos veces, nunca m?s la volvieron a pillar.
- No sab?a ni siquiera que era una caja. Pens? que podr?a ser la llave de una habitaci?n o una casa. Mi madre me entreg? esta llave antes de salir de casa. - No era necesario decirles que hab?a tomado la llave que su madre ocultaba bajo unos tablones sueltos en su habitaci?n. - La llave se la di? mi padre a mi madre hace ya algunos a?os. No s? si era ?l el due?o de esa caja, pero estoy dispuesta a averiguarlo. Sobre lo que haya dentro no tengo la menor idea, por eso me gustar?a abrirla de una vez... - Riahne sonaba desesperada y estaba al l?mite de su paciencia, que era poca. - Los consejos los agradezco, pero ser? mejor que me permitas abrir la caja y ver que demonios me dice acerca de mi padre. Creo que tengo derecho a un poco de intimidad familiar... ?No?
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Campamento nocturno perdido de la mano de los dioses
Thilgar Reciotrueno, enano fatalista
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
El sacerdote enano pareci? emplear unos instantes en reflexionar sobre la respuesta de Riahne. Dio otra calada a su pipa mientras sopesaba la caja en su mano izquierda. Parecia un tanto indeciso a cerca de que hacer. Ech? un vistazo a su alrededor, intentando captar la opinion de sus compa?eros, pero de nuevo solo Llylius parecia estar atento. Neftis temblaba de frio mientas intentaba abrigarse lo mejor posible con sus mantas y el drow parecia encerrado en el mutismo en el que solia caer de vez en cuando. El epadachin dormitaba en su saco, ajeno a todo lo que sucedia, satisfecho con haber salvado su vida y su montura. Solo el viento y los chasquidos de la fogata alteraban el pesado silencio que reinaba en el campamento. Thilgar intercambi? otra larga mirada con el semielfo y depues le tendi? la caja a la muchacha.
Riahne se precipit? a aferrarla con una ansiedad mas que evidente. Sin embargo, cuando intent? cojer con ambas manos el misterioso artefacto, los dedos de hierro de Thilgar mantuvieron su presa sobre el obgeto de metal pulimentado, reteniendola por unos instantes.
- Puedes abrir este chisme maldito si quieres. - Dijo con voz ronca, con sus ojos duros como el pedernal clavados en los de Riahne. - Pero antes de que lo hagas debes saber dos cosas. Primero, que esta caja fue fabricada en una epoca tan lejana que los humanos apenas si guardan registros de ella. No creo que sepas nada de Netheril, pero los objetos surgidos de ese tiempo nunca trajeron nada bueno a aquellos que osaron perturbar su descanso. Y lo segundo, que esta caja fue dise?ada como un contenedor. Esta hecha para evitar que la magia no pueda salir de su interior, ni ser detectada por medios normales. Pero a pesar de ello oculta en sus entra?as algo con un aura tan poderosa que he podido sentirla... - El enano solt? por fin la caja. - No puedo decirte que significan las runas y simbolos que tiene gravados, porque no lo se con seguridad. Solo se que son se?ales de advertencia. Asi que decide si merece la pena muchacha. Piensalo con cuidado. Hay cosas mucho peores que no saber quien es el padre de uno...
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Llylius Proyhd, un hechicero ahora muy atento.
El hechicero sinti? como se erizaba el vello de su nuca al sentir los dedos de la extra?a en la caja. Sab?a que era una ilusi?n de su mente, pero casi pod?a sentir la ansiedad emanando la piel de ella.
Las palabras de Thilgar fueron justas y precisas; no servir?an de nada, por supuesto, hab?a visto la misma mirada voraz que pose?an los oscuros iris de la mujer en otros. Otros consumidos por un ans?a, por una "misi?n" dec?an algunos, por una "venganza" dec?an otros. Todos sol?an acabar igual.
Mujer, siento decirte, que en cuanto al tema de la intimidad, temo que no va a poder ser. Dejando al margen mi propio inter?s en el tema y obviando que la caja la encontramos nosotros, no ser?a prudente que te alejaras en esta tierra desconocida de la que nada sabemos.
Alz? una mano para pedir que lo dejaran acabar y mir? al suelo, inc?modo de sermonear a nadie.
Seguro que te sabes defender t? sola de todos los peligros, pero quiz? aqu? haya seres o situaciones nunca antes vistas por ninguno de los aqu? presentes. Hasta saber algo m?s, debemos permanecer todos juntos.
Y ahora... abre esa caja, estoy tan ansioso como una virgen de Sharess en su primera ceremonia.
Intent? que no se notara que le costaba mantener la calma de la que hab?a hecho gala en su peque?o discurso. Con lo poco dado que era a dar consejos no pedidos y ten?a que hacerlo con una desconocida a la que hab?a visto casi defenderse mejor que todos ellos juntos.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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En un descampado desconocido, a saber que dia. Noche
Rizzen L?lizar, con mucho frio.
El drow al fin alza la cabeza y mira a los aventureros sentados en el fuego fijandose asi en como el enano Thilgar da la caja a la para ?l desconocida tiflin, no se sabe si que estas dos cosas coincidan son producto del azar o que el drow estaba esperando este preciso momento para cercarse al grupo, pero es lo que tiene propuesto hacer.
En la cabeza del drow todavia dan vueltas las preguntas que tenia sobre su deidad ya que nadie las contest? .
"al fin se deciden a abrir la caja... ya era hora, espero que aquellos netherinos no pusieran un objeto destructor dentro de ella, pero si la caja ha dejado de brillar... tal vez lo que haya dentro de ella ahora no sea tan peligroso o bueno como deberia de ser..." piensa Rizzen mientras se pone en pie para dirigirse a la hoguera.
El fuerte viento no habia cesado y aun seguia nevando, el drow se acercaba a sus compa?eros con la manta echada por encima y con un paso normal. -?C?mo llevais la noche amigos??Habeis puesto ya los turnos que les toca a cada uno?- pregunta a los aventureros que quedan despiertos mientras llega y se sienta al lado de la tiflin...
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En un campamento en medio de la noche y la nieve
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms, Tiefling alejandose un poco de los presentes...[/list]
Riahne comenzaba a estar cansada de los consejos, recomendaciones y llamadas de atenci?n gratuitas. As? que se puso en pie y se alej? un poco del improvisado campamento, aunque siempre manteniendo la vista en el grupo de aventureros. Se dispuso a abrir la caja mientras permit?a que todos los presentes pudieran ver que all? s?lo hab?an reliquias de su familia y no algo que pudiese ser de inter?s general.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Llylius Proyhd, un hechicero ahora incluso m?s atento.
Por fin; parec?a que por fin la caja iba a ser abierta.
El hecho de que no brillara le hac?a presagiar que quiz?s no todo iba como deber?a ir, pero la curiosidad innata que lo pose?a estaba ansiosa por conocer lo que all? se ocultaba.
Aguz? la mirada para no perderse detalle cuando ella se alej? un poco del grupo. Instintivamente prepar? un conjuro para detectar magia, listo para lanzarlo en el instante exacto en que la cajita se abriera.
Con el hechizo esperando impaciente en las yemas de sus suaves y p?lidos dedos, se levant?, aprovech?ndose de su metro ochenta de estatura y as? tener una mejor visi?n de lo que sucediera.
Un pensamiento fugaz pas? por su mente: ?qu? se sentir?a al ver una explosi?n taumat?rgica desde tan cerca? El viento silv? con m?s fuerza, como si le gritara que eso no ser?a nada en comparaci?n con lo que le esperaba en estas grises y g?lidas tierras amortajadas...
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Lugar y fecha desconocida.Bosque y campamento aventurero
Una brisa fria recorrio como un fantasma de hielo las espaldas de los aventuros,haciendo titilar las llamas de la hoguera y provocando un escalofrio en sus cuerpos.
Riahne tomo la pulida y sedosa caja en sus manos,temblorosas por la emocion.Despues de tantos sinsabores,de tantas pistas falsas y de tanto sufrimiento,su legado estaba delante suyo,dispuesto a ser desvelado.
Tomo la llave,reliquia de su familia,pasada de madre a hija y la introdujo en la cerradura.Con un cuidadoso giro de mu?eca,la llave se deslizo sin apenas resistencia en el mecanismo de cierre,provocando un peque?o chasquido al complentar la vuelta.La cerradura habia sido liberada.
La expectacion,el miedo y la curiosidad se pintaban en los rostros de los expectantes mientras las delicadas manos de la tiflin elevaban con cuidado la tapa de la caja.Suavidad y falta de sonido acompa?aron dicho gesto.La caja habia sido abierta.
Un gemido ahogado,un suspiro de alivio y un nudo en la garganta por la emocion,fueron las reacciones pricipales al ver lo que habia dentro.Uno por uno fueron sacados cada uno de los objetos que habian dormitado durante eones dentro de este recipiente:
Un pergamino con extra?as inscripciones,una daga negra como la noche con guarda de rubies y sangre fresca en la hoja,un pa?uelo de delicada vitela con unas iniciales demasiado conocidas para Riahne y una extra?a estatuilla de unos 5 centimetros en obsidiana representando unas especie de pulpo con forma humana con tentaculos en la boca y un remedo de alas a la espalda.
Durante un instante fugaz y eterno,escucharon una especie de risa demente resonar en los oidos de la mente...o quizas solo era el viento jugando entre los arboles.
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En un descampado desconocido, a saber que dia. Noche
Rizzen L?lizar, con mucho frio.
Al fin se abrio la caja y se pudieron admirar los objetos que contenia, todos ellos con algo raro que los hacia unicos.
El fuerte viento aun soplaba, en pie no permanecian todos los aventureros ya que algunos habian ido a descansar tras aquel dia tan largo que estaba a punto de acabar.
El drow puso toda su atencion en los distintos objetos que Rhiane habia sacado de la caja, pero en especial le llamaban la atencion el pergamino y aquella estra?a estatuilla.
Rizzen se levanto de su sitio y se dirigi? al lugar donde estaba Rhiane y todos esos objetos que se encontraban en la caja y por lo que el drow se habia quedado despierto hasta entonces...
Cuando se encuentra al lado de Rhiane el drow la mira y dice: -Ohh peque?a tiflin, ya veo que esa cajita contenia bastantes cosas, ?sabrias decir que son? esa estatuilla a llamado demasiado a mi atencion y queria ver lo que es mas de cerca...- Rizzen con un rapido movimiento mete la mano dentro de la caja y coge la estatuilla terminando agarrandola con las dos manos y observandola mas detenidamente -La echar? un vistazo si no te importa...-
El drow con la estatua en las manos y una sonrisa en la cara empieza a observar la estatua mientras que se dirige cerca de la hoguera para no congelarse en ese ambiente tan frio.
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Lugar y fecha desconocida.Bosque y campamento aventurero
Parecia que el tiempo se hubiese detenido mientras Rhianne contemplaba el contenido de la caja.Todo lo que habia sufrido y todo lo que habia luchado se encontraba en esa caja recien abierta.Por primera vez en su vida estaba feliz.
No le vio.Con un agil movimiento el drow se acerco a ella y distrayendola con una rapida perorata (que causaria envidia a un charlatan sembiano) metio sus zarpas en la caja,arrebatando la extra?a estatuilla y con escapando a grandes zancadas con ella hasta las sombras tan familiares para ?l.
Rizzen habia actuado sin pensarlo siquiera.Habia llegado,habia distraido y ahora tenia en sus manos uno de los objetos que estaban custodiados en la caja.Lo evaluo con rapidez,pues en unos minutos los demas reaccionarian y se le echarian encima.
En el primer vistazo aprecio que la factura de la talla era basta y poco armoniosa,aunque extra?amente atractiva.Quizas fuera una representacion del dios ilicido Ilsyne,pero no apostaria por ello pues parecia demasiado alienigena.Por el rabillo del ojo,vio movimiento en su direccion;el enano,el hechicero y la mujer se acercaban a ?l.Jugandose el todo por el todo y confiando en su suerte,musito una plegaria a su dios,pidiendole conocer lo que esa estatua era.
Sintio la familiar sensacion del poder saliendo de su alma hacia sus manos y de alli al objeto,pero este poder no le era conocido,no era algo que su dios hubiera enviado,sino una fuerza nueva,poderosa y desconocida.No tuvo tiempo de cuestionarse acerca de ello,puesto que el poder del conjuro entro en el objeto y volvio hacia su cerebro con la informacion.
Flotaba.Su cuerpo flotaba por encima del campamento,por encima del bosque,por encima de la region...Elevandose como una pellejo relleno de aire caliente subio y subio,perdiendose en una region de oscuridad.Vago durante ?minutos? ?a?os? ?siglos?...No podria decirlo con exactitud,pero en un instante una fuerza ajena tiro de ?l arrastrandole a traves de las vastedades uniformes hacia una bola de color azul,verde y marron.No podia frenar su velocidad,ni tan siquiera disminuirla y el color azul se acercaba cada vez mas rapido hacia ?l.
Agua.Era una masa tremenda de agua contra la que iba a chocar a una velocidad que le aseguraria una muerte instantanea.Cerro los ojos y se preparo para reunirse con su dios.No hubo impacto.
Se sumergio dentro del fluido sintiendo el mismo impulso que le arrastraba mas hacia el fondo.Se debatio contra la atadura de esta traccion pero todo era inutil.Se ahogaba,le faltaba el aire,no podia respirar,pero la inmisericorde fuerza le llevaba mas y mas profundo.
Torres.Vio torres y columnas sumergidas con espirales y conos forrados de oro y plata.Densos pisos de ventanas vacias erguidos sobre plataformas basalticas se curvaban en direccion paralelas a angulos agudos a traves de la luz que llegaba hasta el fondo.Sombras de seres nadaban indolentes a traves de las ruinas ignorando al viajero y a su viaje.
Inmenso.Esa palabra definia el edificio al que se acercaba a toda velocidad.Una mole gigantesca y oscura,con bordes interiores hacia fuera y una forma trapezoidal curvada hacia los lados,se abria como una inmunda flor en el centro de la desolada ciudad.Un agujero o boca o puerta o entrada o ventana o...se abrio para recibirle y tragarle en una ausencia de luz palpable.
Muerte.Ese olor le acompa?aba por todo el camino en el interior de la fortaleza como una amante enamorada.Todo era extra?o y ajeno,y aunque su mente se obstinaba en compreder lo que sucedia,ninguna conclusion llegaba.Poco a poco sintio que la fuerza motriz iba decelerando,anunciando quizas la llegada a su destino.Un giro arriba y una subida hacia atras,le mostraron el interior de una cavidad luminiscente y gigante,en donde una forma abotargada,maloliente y espantosa reposaba muerta y viva,so?ando despierta maldades alienigenas e incognoscibles.
Entonces el ser muerto abrio un ojo...y le miro
Un grito horrisono y demente salio desde la garganta del drow hacia la noche de la region,llevando un mensaje de locura y horror hacia todos los que lo escucharon.Su rostro se contrajo en una mueca horrible,mientras caia al suelo entre fuertes espasmos.La estatuilla aterrizo blandamente a su lado ajena a todo lo que habia provocado.Un fuerte golpe de viento apago de repente el fuego encendido a?adiendo oscuridad a la escena.Algo horrible habia sucedido.
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Fecha desconocida, all? donde te llevan las brumas...
Neftis, bella cual diosa, cagadita de miedo
La cl?riga Neftis vi? como Rizzen, el drow, estaba sumergido en una especie de estado onirico mediante el cual parec?a estar totalmente desconectado del mundo y toda realidad. En un momento repentino, sol? la estatua, la cual cay? suavemente al suelo, y le empezaron a venir unos violentos espasmos a la vez que cay? al suelo.
La Aasimar no supo como reaccionar, dej? el puesto de guardia que estaba montando, y se acerc? a la posicion donde estaba el drow para tratar de ayudarle a disminuir los efectos de los espasmos, y prestar su ayuda en la que fuera posible.
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Lugar y fecha desconocida.Bosque y campamento aventurero
Gabriel
El descanso de Gabriel fu? interrumpido de golpe debido a los sonidos que se originaron a causa de las acciones del Drow. Al despertar sobresaltado agarr? el estoque, ya que se pensaba que se trataba de un ataque nocturno, pero al buscar de d?nde vendrian los enemigos, vi? que el caballo estaba en su sitio y que Rizzen yacia en el suelo con Neftis a su lado. Una vez visto que no habia nadie mas a parte de los miembros del grupo se acerc? a ver si encontraba explicaci?n a los sucesos.
- Me podrias explicar que ha pasado, ?que era ese ruido?- le pregunt? a los que estaban en la hoguera.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Llylius Proyhd, un hechicero enfadado y asustado.
La caja hab?a sido abierta, por fin. Varios objetos, a cada cual m?s interesante iban saliendo de ella... junto a unas carcajadas o risas dementes o... juegos de la mente y el viento, nada m?s, se reproch? a si mismo.
No ten?a excusa, y lo cierto es que quiz? deber?a haberlo previsto, pero claro, no supon?a que su compa?ero de pelo blanco fuera a actuar as?.
El drow hab?a hecho gala de una rapidez de acci?n que le hab?a proporcionado el ganarse comentarios del tipo "r?pido como una v?bora". Se hab?a apoderado de esa peque?a y fea estatuilla y, antes de que ninguno de los presentes alcanzara a llegar junto a ?l para darle a conocer que podr?a ser peligroso, se produjo su repentina paralizaci?n.
Probablemente ya hab?a ca?do en la cuenta de que no era buena idea tocar nada proveniente de la antigua Netheril... al menos sin examinarlo m?gicamente antes.
El grito... escuchar?a ese grito en alguna de sus pesadillas, estaba seguro. No pod?a entender como un ser vivo pod?a emitir ese l?gubre gemido de ultratumba y no rajar su garganta en el proceso. El dolor y la locura que emerg?an a borbotones con el sonido lo lleg? a paralizar f?sicamente. Solo pudo agarrar a la sacerdotisa por un hombro cuando pasaba a su lado en direcci?n al desventurado compa?ero.
Un susurro escap? de su garganta, apenas audible en los inexistentes ecos del espeluznante sonido que hab?a hu?do de la boca de Rizzen.
No te acerques, no lo toques, no es seguro...
Tard? unos segundos m?s en darse cuenta que apenas pod?a ver nada. La fogata deb?a de haberse apagado, y las fr?as y lejanas estrellas que los espiaban desde el inclemente cielo no pod?an traspasar la capa de nubes que les obsequiaba con una fina nevada.
Su mente pr?ctica gan? la batalla al miedo y dej? salir el hechizo que ten?a preparado, esperando detectar cualquier magia en el ambiente y en los objetos que hab?an salido de la cajita, incluyendo la temible estatuilla que deb?a estar en alg?n lugar del suelo.
Con una voz aun temblorosa y luchando por hacerse oir sobre el viento que hab?a vuelto a soplar logr? decir algo al tiempo que canalizaba su poder interior para conformar el hechizo.
?Podr?a alguien dar luz... o encender la hoguera...?
Por la siempre afortunada Tymora, ?d?nde se hab?an metido?.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Fecha desconocida, all? donde te llevan las brumas...
Neftis, bella cual diosa, cagadita de miedo
Neftis not? la calida mano del hechizero en su hombro. Saber que no estaba sola ante el peligro, y que sus compa?eros velaban de alguna manera, por su seguridad, era algo que sin duda tranquilizaba a la Aasimar parcialmente, aunque ello no quitaba que un aparte de ella sintiera algo semejante al terror o el panico.
Extendiendo las manos hacia atras, con las palmas abiertas, izo un ademan de expresar su intencion de no tocar al Drow con las manos ni con ningun otro objeto, todo ello mientras sus esveltas piernas cog?an altura, pues la cleriga se estaba levantando del suelo, ya que hab?a estado de rodillas mirando que le ocurria al compa?ero Drow
- Maldito drow insentato! A quien se le ocurre? dej? escapar la cleriga debido a un ataque de impotencia repentinamente. Se levanto burscamente.
Cuando el hechizero hubo pedido un poco de luz, la aasmiar record? que por el hecho de poseer una capacidad superior a la de algunos compa?eros, pod?a crear luces similares a las del dia. Por ello concentr? y extendiendo la palma de la mano, us? sus aptitudes para acceder a las peticiones del Hechizero.
- Espero que esto te sirva!
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En un campamento en medio de la noche y la nieve
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms, Tiefling que comienza a preguntarse que clase de gustos ten?a su madre...[/list]
Riahne estaba perpleja. No s?lo hab?a abierto lo que supon?a que le llevar?a a conocer la identidad de su padre, si no que hab?a presenciado como el drow hab?a osado poner sus manos en sus pertenencias y adem?s hab?a quedado en un estado de alelamiento grave. Lo peor de todo era que el fuego se hab?a apagado y que todo le parec?a muy, pero muy extra?o... Hasta que oy? el grito y entonces supo que algo iba muy mal. La cl?riga hab?a encendido algo de luz y as? pudo observar la estatuilla que le hab?a sido arrebatada. Trato de sobreponerse y pensar de manera coherente, pero no pudo m?s que cubrir la estatuilla con la caja y tratar de guardarla nuevamente. Cuando lo hubo hecho, volvi? a cerrar la caja y encendi? nuevamente la fogata.
- Ahora bien, que alguien atienda a ese sujeto pues es un hecho que tiene cosas que debe revelarnos. Me interesa sobremanera saber que es lo que ha visto y quiero saberlo ya... - El rostro de Riahne era una r?gida m?scara en la que lo m?s resaltante eran aquellos ojos tan oscuros y profundos como abismos...
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Llylius Proyhd, un hechicero prudente.
La luz volvi? a iluminar la tenebrosa escena. Parec?a que la sacerdotisa de rasgos ex?ticos hab?a logrado imponerse a la oscuridad. Al menos de momento. Esperaba que los dioses de las sombras de esta regi?n no fueran muy celosos de sus dominios.
No ser? yo quien toque a ese incauto demasiado curioso. Dijo Llylius respondiendo a las palabras de Rhianne. Ni me parece prudente que nadie lo toque. Es mi opini?n, nada m?s.
Todos estos objetos desprenden una muy fuerte aura nigrom?ntica, para quien sepa qu? es eso. Para qu?en no lo sepa, no ser? yo quien de explicaciones en plena noche y en tierra extra?a.
?C?mo podemos saber que su mente no se halla destrozada o su cuerpo pose?do por alg?n extra?o ente que moraba paciente y silencioso en esa estatuilla?
Se?orita, creo que deber?a darnos alguna indicaci?n de qui?n era su padre y c?mo logr? hacerse con estos objetos de pret?rita fabricaci?n... quiz? podr?an servirnos para ayudar a este infeliz.
El hechicero estaba haciendo algo de teatro. Exagerando la situaci?n. Pretend?a con ello que nadie comenzara a echar las culpas a otros miembros del grupo. No era el momento para disensiones internas, no en estas circunstancias, con ese viento, ese fr?o que todos deb?an estar sintiendo y el recuerdo fresco de manadas de lobos hambrientos rondando por las cercan?as. Todo ello aderezado por extra?os objeto m?gicos, nigrom?nticos, sacados de un cofrecillo de una civilizaci?n extinta.
Esto dar?a para una buena novela, murmur?, recordando pasados comentarios del enano.
Guerrero, dijo el hechicero tras unos segundos, aunque sin dejar de mirar fijamente al cuerpo ca?do de su camarada, el drow ha agarrado uno de los objetos que hab?a en la cajita. Tras quedarse unos momentos totalmente inm?vil ha emitido ese sonido antinatural que te ha sacado de los reinos on?ricos. Una idea pas? por su mente. ?Ser?as capaz de lanzarle algo a la cara para ver si sangra? Una peque?a piedra o algo, para provocar una gota de sangre en una ceja o mejilla. Es para comprobar una cosa...
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Gabriel, el "guerrero"
Guerrero, dijo el hechicero tras unos segundos, aunque sin dejar de mirar fijamente al cuerpo ca?do de su camarada, el drow ha agarrado uno de los objetos que hab?a en la cajita. Tras quedarse unos momentos totalmente inm?vil ha emitido ese sonido antinatural que te ha sacado de los reinos on?ricos. Una idea pas? por su mente. ?Ser?as capaz de lanzarle algo a la cara para ver si sangra? Una peque?a piedra o algo, para provocar una gota de sangre en una ceja o mejilla. Es para comprobar una cosa...
Cuando oy? las palabras del hechicero, Gabriel, desvi? la mirada hacia el hechicero con una ceja enarcada. "Guerrero, esos son los que te intentan partir con su arma", pens? y luego dijo:
- Em, no hay otra manera de comprobar eso, esque darle con una piedra en la cara no creo que sea muy apropiado para alguien en su estado. ?Y si lo dejo peor?.-
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Llylius Proyhd, un hechicero hablando en voz alta.
?Peor? ?De verdad crees poder dejarlo peor? No pretendo que le rompas la mand?bula, solo que mane una gota de sangre. Bajando el tono de voz, Llylius dijo, mirando fijamente a Gabriel. Los muertos no sangran, compa?ero... Sigui? mir?ndolo unos segundos, y luego volvi? a vigilar el todav?a inerme cuerpo del drow.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Campamento nocturno perdido de la mano de los dioses
Thilgar Reciotrueno, enano que lo veia venir...
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
El sacerdote enano permaneci? sentado en el mismo sitio que habia escojido junto a la hoguera, observando con fastidio las ascuas del fuego que primorosamente habia encendido. Tenia ganas de gritar "?Lo sabia! ?Lo sabia!" y de darle una azotaina a aquella maldita cabeza de chorlito que trataba sin ma?a de encender de nuevo el fuego. Claro que con aquellos extra?os ojos, cualquiera se atrevia a ponerle un dedo encima...
Finalmente, los comentarios del espadachin y el brujo (sobretodo aquella menci?n sobre las malditras novelas) terminaron con su paciencia. Con un bufido se puso en pi? y ech? a andar a grandes zancadas (todo lo grandes que puede darlas un enano de algo menos de un metro veinte).
- ?Por los clavos y las tuercas! ?Quereis dejar de hacer el tonto? - exclam? plant?ndose junto a Gabriel y Llylius - ?Vais a dar de pedradas a un tipo por el que casi perdemos todos el pellejo para rescatarlo? ?Abris una puta caja llena de runas y objetos malditos como si fuera la bragueta de vuestros pantalones pero no os importa dejar agonizar a un camarada por si os pasa algo al tocarle! ?Nenazas!
Se acerc? al sacerdote drow y trat? de darle la vuelta con la punta de la bota. A pesar de la furiosa reprimenda que habia dado a sus compa?eros, no pudo evitar que sus gruesos dedos acariciasen la culata de su arma mientras se disponia a examinar a aquel pobre imprudente...
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En un descampado desconocido, a saber que dia. Noche
Rizzen L?lizar, acojonado de todos los que le quieren matar ^^
La vida del drow se detubo durante unos instantes, algo terrorifico le habia pasado y ahora era el centro de atencion de todos sus compa?eros de aventura mientras estaba tendido en el suelo sin hacer el minimo signo de vida posible.
Los ojos cerrados del drow se mantubieron asi tras ese brutal grito, el suelo frio a causa de la nieve y el fuerte viento tampoco le inmutaban, no tiritaba, no se movia, pero estaba alli.
Aun no estaba muerto ?o s??, la duda se extendia en las cabezas del grupo de aventureros. La mente del drow aun discurria -?Qu? habia pasado??Ese ser era real??me queria ver muerto??Quienes seran sus secuaces?- Estas fueron las preguntas que el drow pensaba mientras que los escalofrios del mero hecho de intentar averiguar la respuesta a cada una le producia unos escalofrios en el interior de su cuerpo.
De repente, al imaginarse a si mismo indefenso de los secuaces de "el ser" los ojos del drow se abrieron de par en par, lo primero que vi? fue al enano a su lado, dandole una patada y echando la mano a su letal arma mientras que el drow no podia hacer nada para defenderse -No me lo puedo creer, los que una vez me salvaron de una muerte cruel ahora me quieren quitar la vida- pens? el drow justo unas decimas de segundo antes de levantarse rapidamente del lugar donde yacia su frio cuerpo.
Un empujon fue recibido por el enano por parte del drow para crear una distancia entre ellos, acto seguido Rizzen se retiro un poco mas hacia atras y ech? mano a su arma y escudo...
-No me lo puedo creer, vosotros a los que he ofrecido mi ayuda ahora me traicionan, ?Ya decia yo que los seres de la superficie no podrian ser tan buenos! ?"El ser" os a mandado verdad? ?Quere?s acabar con mi vida pero no me dejare! - El drow estaba inquieto mientras dirigia estas palabras al grupo de aventureros -Lo siento mucho pero no os saldreis con la vuestra tan facilmente...-
Estas fueron las ultimas palabras que dijo el drow, una intensa y fria mirada fue con la que el drow mir? a todos los que estaban all? presentes, moviendose hacia atras dando pasitos cortos y fijandose en los alrededores del bosque para ver si podia huir por algun sitio el drow totalmente alterado escuch? ruidos a los lados y a la espalda, en un acto reflejo el drow miro hacia todos estos lados, su cara cambi? totalmente, el miedo invadia su rostros y sus manos temblaban.
-Oh no, estan por todas partes, ?Bonita emboscada "grupo"! -dijo mientras volvia a mirar al enano - ?VAMOS! ?SALID DE DONDE QUIERA QUE ESTEIS MALDITA SEA! VENIR A POR MI, NO OS TENGO NINGUN MIEDO, ?LO HABEIS ENTENDIDO? !NINGUNOOOOOOO!-
Los gritos se escucharon en muchos metros a la redonda a pesar del aire que aun habia en ese frio ambiente, el drow daba vueltas, atento a cualquier actividad de movimiento de cualquiera excepto de ?l.
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Campamento nocturno perdido de la mano de los dioses
Thilgar Reciotrueno, sacerdote enano de escasa paciencia
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
El rostro de Thilgar cambi? ostensiblemente tras recibir el empuj?n de Rizzen. Sus cejas parecieron erizarse y las aletas de su nariz empalidecieron por la tensi?n. Sus pu?os se crisparon y en su colerica mirada se reflej? con claridad su idea de como se debe calmar un ataque de histeria.
- Maldito estupido chiflado. - Rezong? entre dientes. - Conseguir? que lo oigan a kilometros a la redonda. ?Como si no tuvieramos ya suficientes problemas!
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Llylius Proyhd, un hechicero que intenta serenar.
Rizzen, deber?as calmarte. La voz de Llylius era calmada, sosegada, apacible, al tiempo que profunda y claramente audible en el repentino silencio que se hab?a producido en la zona de bosque en la que estaban acampados. Las mortecinas luces que iluminaban la escena a?ad?an un aspecto y caracter tenebroso a los rostros de todos los presentes. Las sombras parec?an mover su cresta de pelo rojo, generando la falsa ilusi?n de que ondeaba y se perfilaba con el ahora silencioso viento.
No se de que "Ser" hablas, y lo cierto es que, hasta que sea de d?a, creo que no tengo inter?s en saberlo. Atiende bien a mis palabras. ?ATIENDE! El brusco cambio de tono, pasando a un grito bajo, esperaba atraer la atenci?n del drow de manera definitiva, aunque solo fueran unos segundos. Si no dejas de gritar y de comportarte como un demente, tendremos que tratarte como a tal... y creo que ya sabes c?mo se los calma, ?verdad? Relajate y lim?tate a respirar con calma 30 veces, ya ver?s como la pesadilla se va alejando, vamos...
La ?ltima frase hab?a sido pronunciada con el mismo tono que un padre emplear?a en un ni?o asustado reci?n despertado, aunando ternura y firmeza.
Dar?a las gracias a un troll por un trago, en este momento. Extra?o pensamiento para una situaci?n tal. Desde luego no se le ocurrir?a hacer ning?n movimiento brusco para cojer algo, al menos mientras Rizzen persistiera en su demente actitud.
El cruel y g?lido viento pareci? reirse de esa manera de enfocar el problema y durante unos segundos silv? con m?s fuerza, atravesando inclemente los ropajes de los aventureros, haciendoles sentir, si cabe, m?s extraviados y preocupados.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Lugar y fecha desconocida.Bosque y campamento aventurero
Neftis, bella cual diosa, enfadada cual fiera
Neftis no soport? o?r al lamdito drow chillando de esa manera, a la cual reaccion? de la misma manera que el drow que no soportaba
- Callate!! dijo la aasimar mirando al drow, Vas a atraer a todo el mundo acab? de decir, alg enfadada la cleriga.
Despues, oy? las palabras del hechizero y se logr? tranquilizar un poco.
- Llylius tiene raz?n, Rizzen. Ser? mejor que te calmes y luego nos cuentes que ha pasado dijo en un ademan de rematar la faena llebada a cabo por el ahora sensato hechizero.
Despues, tom? asiento en una de las piedras para observar la situacion, a la vez que dijo en voz baja: Asi aprender?s a no tocar lo que no te mandan, est?pido
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En un descampado desconocido, a saber que dia. Noche
Rizzen L?lizar, un drow con un problema serio, xD
Los nervios del drow seguian aumentando segundo a segundo, a pesar del frio Rizzen sudaba como si el sol se estubiera acercando a la tierra, su mente estaba nublada, no sabia que pensar, no sabia que hacer, lo unico que "sabia" esque "el ser" habia mandado a un monton de secuaces para acabar con su vida.
En un determinado momento escuch? las palabras de Lyllius, tal vez fueran esetas palabras las que calmaron al drow o simplemente un hecho de coincidencia, el caso es que gracias a ellas el drow se calm?, tambien escuch? los insultos de la simpatica aasimar pero de los que pas? olimpicamente, cuando Neftis acabo de hablar, la mente del drow parecia volver a serenizarse, los ruidos que escuchaba desde todas las direcciones cesaron de repente.
Alli estaba el drow, a punto de desenfundar el arma para atacar a sus compa?eros, cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo cay? de rodillas al suelo y solo la mano del mango de su arma.Que estoy haciendo... que me esta pasando... ese ser ha mandado a sus secuaces pero me extra?a que sean mis compa?eros... aun asi tengo que tener cuidado. Los ruidos han cesado, se habran escondido para atacarme mas adelante, solo hay una forma de saber si Neftis, Lyllius, Thilgar, gabriev y la tiflin son o no son sus secuaces, habra que esperar a que algun secuaz de "el ser" me ataque y que ellos luchen a mi lado... hasta entonces mas vale estar atento a ellos... pens? el drow mientras yacia de rodillas en la fria nieve.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Llylius Proyhd, un hechicero a la espera.
Parec?a haberse calmado. Al menos en apariencia. No sab?a si hab?a sido por sus palabras o por otros motivos. Nunca lo sabr?a, aunque realmente no ten?a importancia.
Segu?a sin fiarse de ?l, no le gustar?a recibir un ataque mientras lo auxiliaba, dejar?a que fueran otros los que se acercaban, mientras se manten?a alerta ante posibles "complicaciones".
No era buena idea estar perdidos en estas cuestiones a estas altas horas de la noche, ma?ana el d?a pasar?a factura y la fatiga se har?a oir en las mentes y los brazos.
?Est?s mejor, compa?ero?
No se le ocurri? nada mejor para romper el inc?modo mon?logo que manten?a el g?lido y voraz viento con la silenciosa y ansiosa oscuridad.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Gabriel
La recuperaci?n de la consci?ncia por parte de Rizzen, mas que aliviar encresp? los animos, tanto por lo que decia, aparentemente sin sentido, adem?s del tono de su voz. Si seguia as? podria atraer a criaturas que deambularan por la zona, y en esa zona seguramente no serian amistosas:
- Parece que el problema de Rizzen es cosa de clerigos, en todo caso voy a mirar alrededor del campamento si nuestro amigo ha atraido algun invitado no esperado.- dicho esto, Gabriel fu? a examinar los alrededores del campamento para ver si encontraba algo.
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En un descampado desconocido, a saber que dia. Noche
Rizzen L?lizar. El drow
Indeciso, el drow no sabia lo que pensar de sus compa?eros, una especie de ataque le dio al drow haciendole pensar que todos estaban en su contra pero, el grupo de aventureros con el que estaba en estos momentos habia tenido un montor de ocasiones para acabar con su vida si hubieran querido.
Rizzen cerr? los ojos, agach? la cabeza y justo en ese momento escucho la apacible voz de Lyllius, compa?ero con el que no habia intercambiado muchas palabras pero que se sabe que echaria una mano si pudiera a cualquier persona que tubiera algun problema...
?Est?s mejor, compa?ero?
?Se podr?a escuchar tales palabras de personas que te quieren matar?-fue lo primero que el drow pens? al oirlas y eso lo tranquiliz?.
Rizzen abrio los ojos y mir? al hechicero-No lo se, espero que si...-dijo mientras se ponia en pie.-Alguien me sigue, lo s?, puede ser cualquiera y por eso pens? que vosotros tal vez queriais... en fin, pense que queriais matarme, una tonteria ?verdad?-la ultima pregunta la hizo sonriendo pero a pesar de eso parecia muy seria...
Respecto a las palabras de gabriel lo unico que hizo el drow fue contestarsela-Ojala fuera eso gabriel, ojala....-
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Llylius Proyhd, un hechicero que intenta calmar los ?nimos.
Gabriel, ten cuidado. Es de noche y es la hora en que las sombras se mueven para enga?ar nuestros sentidos. ?No ser?a mejor que te quedaras aqu? con todos nosotros?
No hab?a dejado de mirar al drow, intentando evaluar su estado mental. El habitante de la suboscuridad hab?a logrado pronunciar frases que, al menos, estaban en un tono normal y no acusaban a sus compa?eros, aunque el hechicero del inhospito norte no estaba aun seguro de la cordura de su ex?tico compa?ero de aventuras.
Rizzen... no se si ser? el momento para hacerte preguntas, pero tengo dos que imagino que ser?n las que todos queremos hacerte: ?Qui?n te sigue? y... bueno... ?qu? te ha pasado al tomar la estatuilla, has recibido visiones de tiempos pret?ritos, cuando esta fue fabricada? ?O quiz? una maldici?n latente en ella te ha atacado la mente y nublado el raciocinio?
Su voz era suave aunque firme, intentando no parecer que hablaba con un ni?o para no irritar al cl?rigo de Velsharum.
Si no te ves con fuerzas y prefieres no hablar por el momento, podemos dejarlo para cuando la luz del sol alumbre e ilumine este lugar. Hay conversaciones que el manto de la noche no deber?a espiar...
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Campamento nocturno perdido de la mano de los dioses
Thilgar Reciotrueno, servidor de Gond con malas pulgas
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Thilgar siguio observando malhumorado al drow mientras el hechicero le ponia pa?os calientes. No sabia a que venian tantos miramientos. Despues de todo, el maldito elfo oscuro se lo hab?a buscado al hacer aquella tonteria. Cuanto antes supieran lo que aquel insensato habia desatado, mejor.
?Qui?n te sigue? y... bueno... ?qu? te ha pasado al tomar la estatuilla, has recibido visiones de tiempos pret?ritos, cuando esta fue fabricada? ?O quiz? una maldici?n latente en ella te ha atacado la mente y nublado el raciocinio?Si no te ves con fuerzas y prefieres no hablar por el momento, podemos dejarlo para cuando la luz del sol alumbre e ilumine este lugar. Hay conversaciones que el manto de la noche no deber?a espiar...
El sacerdote puso los ojos en blanco y solt? un gru?ido. La imaginaci?n de aquel muchacho era cada vez mas fertil. Solia pasar a menudo con los humanos... No ver ni torta en la oscuridad parecia afectarles de una forma curiosa. Todab?a se acordaba de aquel guardia quincea?ero que habia confundido a un compa?ero que hacia sus necesidades entre los arbustos con un espia orco. Tardaron toda la noche en arrancarle la lanza del culo a aquel pobre diablo. Aquel recuerdo le arranc? al enano una sonrisa torcida.
- Claro, claro Llylius... - dijo mordazmente - o igual el idolo ha afectado a su masculinidad y ahora se cree la Dama Alustriel. ?Al grano drow! ?Que demonios ha pasado? Y procura explicarlo de una forma comprensible.
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Lugar y fecha desconocida.Bosque y campamento aventurero
Neftis, bella cual diosa, enfadada cual fiera
La celriga aasimar escuchaba todo lo que sus compa?eros decian, mientras ella acababa de montar la guardia que le hab?a tocado. El clerigo Rizzen, aun algo desenfocado, trataba de responder, la mansalva de preguntas que sus compa?eros le estaban formulando. Que si habia visto algo, que que le paso, que que sintio. Diablos, no le pod?an dejar empaz?
Enano testarudo!! pens? Neftis. Parec?a que no entend?an que el clerigo, estaba aun muy sofocado.
- Vamos, no veis que esta muy sofocado aun? hace apenas unos minutos... dijo la cleriga intentando defender al drow. Porque no le dejais dormir, dormimos y ya ma?ana, nos lo cuenta mientras investigamos donde diablos estamos? dijo la cleriga extendiendo la mano a sus compa?eros en se?al de protesta ante el sentido comun.
- No despertemos la curiosidad de la naturaleza y otros seres que sin duda, nos estan observando, y descansemos de una vez. Si? dijo la aasimar esperando que sus compa?eros la apoyasen.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Llylius Proyhd, un hechicero que intenta calmar los ?nimos.
La visi?n de como tratar el asunto era irreconciliable entre Neftis y Thilgar.
?l ya hab?a hablado y se preciaba por no repetir jam?s sus opiniones sin haber sido rebatidas.
La menci?n a la oscuridad por parte de la sacerdotisa reforzaba su opini?n de no hablar en este tierra, de estos asuntos, de noche.
?Y qu? tienes t? que decir Rizzen? ?Quieres hablar y liberar tu alma del peso y angustia que reflejan tus ojos o por el contrario quieres intentar dormir y olvidar lo que has visto?
Sus palabras ten?an toda la intencionalidad, al poner de manifiesto que podr?a olvidar lo que hab?a visto y que parte del grupo no parec?a muy conforme con esa idea. A veces la diplomacia funcionaba mejor que los gritos... solo a veces. Seguro que los oscuros dioses de este lugar estaban pasando un buen rato vi?ndolos discutir entre ellos. No les dar?a ese gusto.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Gabriel, ten cuidado. Es de noche y es la hora en que las sombras se mueven para enga?ar nuestros sentidos. ?No ser?a mejor que te quedaras aqu? con todos nosotros?
Mientras hablaban, Gabriel, inquietado estaba mirando alrededor en busca de possibles criaturas atraidas por el tono de voz del Rizzen. Su mirada pas? por todos los miembros del grupo, por el campamento y varias veces a por su caballo.
Sinceramente creo que es mejor que de una vuelta, no puedo estar tranquilo en un lugar como este despu?s de esos gritos. Tampoco me voy a ir, solo dar? una vuelta alrededor del campamento, ni siquiera deveriais perderme de vista.- dicho eso, se gir? y patrull? un poco por las inmediaciones del campamento.
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En un descampado desconocido, a saber que dia. Noche
Rizzen L?lizar. El drow
Rizzen no sabia si sonreir gracias a la amabilidad de sus compa?eros o desconfiar por el exceso de la misma, tras escuchar las palabras de Llylius el drow bajo la cabeza y tras una fuerte bocanada de viento para que sus palabras no se perdieran en el aire le contest?.
-Muchas penas invaden mi cabeza en estos momentos, unas las sabreis, otras las podriais imaginar pero lo que acabo de ver me ha hecho ver las cosas como en realidad son, daria cualquier cosa por olvidar lo ocurrido pero tal vez sea mejor asi, saber la verdad es una de las cosas que mas me gustan-Tras estas palabras el drow se acercaba lentamente al campamento mirando atentamente a todos sus compa?eros.
-Por cierto lyllius, tal vez la pregunta que hiciste anteriormente este mal formulada, en vez de preguntar quien me sigue deberias preguntar qui?n a mandado a sus secuaces a por mi, pero no quiero hablar de esto ahora mismo, necesito descansar un rato ya que tengo que asimilar algunas cosas-
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y delante de una hoguera.
Llylius Proyhd, un hechicero muy cansado.
El drow hab?a hablado, y lo que hab?a dicho era del agrado de Llylius.
Bien, grupo, propongo que descansemos y que cuando el sol salga hablemoso con m?s tranquilidad y menos nerviosismo y miedo en nuestros corazones.
Si es que hay sol en esta tierra que nos odia...
La ?ltima frase no pas? de ser un susurro que se llev? el aullante viento, junto a los molestos copos de nieves que volv?an a caer para helar aun m?s si cabe el ?nimo de los aventureros.
Se dirigi? a la tienda y desde la entrada vigil? durante unos minutos el deambular de Gabriel, hasta convencerse a s? mismo de que no pasaba nada malo. Cuando entr? en la tienda se bebi? un buen trago del licor de su petaca. Realmente le hac?a falta. Esperaba dormir sin pesadillas y ese brebaje casero siempre le ayudaba.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Campamento nocturno perdido de la mano de los dioses
Thilgar Reciotrueno, servidor de Gond con malas pulgas
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Con desgana, Thilgar tuvo que aceptar que sus compa?eros ne ten?an demasiado inter?s en averiguar que era lo que habia pasado. Al menos, no hasta que el sol brillara por encima de su cabeza. Cosa de locos claro, pues vete tu a saber lo que podria pasar mientras trataban de descansar en semejante sitio, pero...
El sacerdote enano solto una gutural imprecaci?n en su idioma natal y regres? junto al fuego murmurando entre dientes cosas que hubieran ruborizado a un tabernero de Puerta del Oeste. Se dej? caer estrepitosamente junto a Riahne y se puso a ayudarla afanosamente a encender de nuevo el fuego.
- Podeis iros tranquilamente a dormir - refunfu?? - yo montar? guardia. Por algun extra?o motivo - a?adi? causticamente - no tengo ni pizca de sue?o. Adem?s, si a nuestra nueva compa?era no le parece mal, me gustaria examinar los trastos que ha sacado de la caja. Ajum. De lejos, claro.
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Lugar y fecha desconocida.Bosque y campamento aventurero
Neftis, bella cual diosa
La naturaleza aasimar de la cleriga Neftis, no impidi? que la misma no tubiera el frio calado hasta en los huesos mas hondos del cuerpo. Tal vez no le incomodara tanto como a sus otros compa?eros, pero lo que era seguro, es que de sentirlo, lo sent?a. Ya lo creo que lo sent?a.
El cansancio empezaba a mellar sus fuerzas, viendose estas seriamente afectadas despues del turno de guardia.
Dios que sue?o y cansancio me est? entrando pens? la aasimar, justo cuando en aquel momento, Thilgar mencion? algo de hacer guardia porque no ten?a sue?o.
- Estupendo! dijo Neftis con cara de aleluya, manten los ojos bien abiertos enano, que nuestras vidas estan en tus manos... dijo la cleriga mirando con algo de desconfianza al enano. No es que no se fiara de ?l pero, era un dia muy extra?o.
Riahne hablando con Thilgar, Gabriel dando una vuelta, y Llylius en la tienda de campa?a para dos personas... solo.
Escurridiza y seductoramente bella como era ella, en un movimiento gracil como el de las serpientes, se encorb? entrando en la tienda de campa?a, rozando lo menos posible las paredes de la entrada de esta.
- Que? hay sue?o eee marmon? dijo le cleriga gi?andole un ojo al hechizero, Hace mucho frio dijo la cleriga quitandose la armadura, entredejando ver la barriga y ombligo de esta, apartandola a un lado, y tapandose ella, y tamando a Llylius con la gran manta de invierno que Neftis hab?a traido.
- Buenas noches dijo neftis buscanco calor corporal en el hechizero como complemento al aportado por tan buena manta.
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En un campamento en medio de la noche, la nieve y un Drow con el Ju-ju...
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms, Tiefling que pretende compartir bebida con Thilgar...[/list]
Thilgar se quedaba con ella. Eso estaba muy bien, puesto que la conversaci?n del enano era agradable en cierta manera. Su sinceridad era algo que apreciar en estos momentos ya que no se fiaba mucho del resto de sus compa?eros y en especial de la largirucha con pinta angelical, que de angelical s?lo la pinta... :roll:
- As? pues seguimos sin saber absolutamente nada. - dijo Riahne para tratar de iniciar una conversaci?n con Thilgar. - Yo necesito saber que rayos pas? con el drow y una vez recupere mis lo que se encontraba en la caja regresar a mi casa, pues tengo un trabajillo por hacer. De todos modos, creo sinceramente que no esta bien que el muchacho... - dijo se?alando a Gabriel. - ... se vaya caminando solo. No sabemos exactamente donde estamos y quiz?s vaya a meterse en alg?n problema.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y dentro de una tienda de campa?a.
Llylius Proyhd, un hechicero muy, muy cansado.
La sacerdotisa del sur hab?a entrado en la tienda. Dijo algo, aunque su embotada mente, reconociendo su voz, se neg? a hacer el esfuerzo de entender el qu?.
Mientras se deslizaba al re?no on?rico not? como ella le rozaba brevemente al meterse a su lado y lo tapaba con una gruesa manta de invierno, obviamente buscando su calor y ofreci?ndole el suyo.
Si no hubiera estado tan sumamente cansado, f?sica y mentalmente, le hubiera explicado que no le hac?a falta calor ni manta, que era inmune al fr?o. Sin embargo, esa noche no le importaba sentirse acompa?ado y as? combatir el fr?o que el miedo y los sobresaltos de esa inacabable vigilia nocturna, un antrop?fago loco, lobos que casi los matan, un extra?o viaje instant?neo no buscado, un compa?ero casi muerto, una extra?a nueva compa?era de viaje..., le hab?an causado en su mente.
Suspirando con una extra?a mezcla de satisfacci?n y cansancio murmur? algo parecido a un Que Sel?ne nos guarde en la noche y se dej? arrastrar por las corrientes del sue?o que lo llevaban a la inconsciencia.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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En un descampado desconocido, a saber que dia. Noche
Rizzen L?lizar. El drow
La noche habia vuelto a la calma, el drow necesitaba descansar al igual que todos sus compa?eros pero en estos no caia el mismo peso que tenia el drow.
Rizzen volvio a coger su manta, se la ech? por encima y se quedo sentado cerca de la hoguera, en un lugar algo distante de los demas aventureros.
El drow no podia dejar de prestar atencion al enano y a la tiflin, podian estar esperando el momento oportuno para atacarle una vez estubiera durmiendo, o no... el drow aun esperaba ansioso el momento de averiguar si sus compa?eros estaban con el o contra el...
En un momento en el que estaban solamente la tiflin y el enano con el drow, mientras que gabriel daba vueltas buscando rastro de cualquier amenaza para el grupo y el hechicero y la aasimar dormian tranquilamente en la tienda de campa?a, las mirada de Rizzen se cruz? con la de Rhianne, un peque?o signo de desconfianza se mostraba en el rostro del drow, aunque la cara de la chica tambien tendria que mostrar algun signo de la misma impresion ya que aun no conocia a nadie del grupo, en ese momento el drow la dijo:
-Ten cuidado con esos objetos Rhianne-
Despues los ojos del drow se empezaron a cerrar introduciendole en un pesado sue?o...
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Campamento nocturno perdido de la mano de los dioses
Thilgar Reciotrueno, servidor de Gond con malas pulgas
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
El enano sopl? un poco las ramitas que acababa de prender, animando a las llamas a avivarse. Despu?s coloc? cuidadosamente llos maderos que habia recojido anteriormente formando un cono de palos entrecruzados. El fuego, protegido del viento a avivado por las virutas de madera seca, no tardo en brillar con la misma fuerza que antes.
Con un gru?ido por toda respuesta, Thilgar despidi? a los que se marchaban a la cama. Mir? a su alrededor y con un suspiro recoji? su pipa, que se hab?a apagado. Tom? una ramita del fuego y la acerco a la desgastada cazoleta. El tabaco prensado prendi? de nuevo mientras los ojos acerados del enano seguian los movimientos de Gabriev a trav?s del humo.
- Ese chico - repondi? por fin a Riahne - ha rajado mas barrigas que el resto de los integrantes de este grupo juntos. Los tiene bien puestos. Asi que no te preocupes por el. Ademas, ha dicho que no iria demasiado lejos. Preocupemonos mejor por tratar de averiguar que pu?etas has sacado de esa jodida caja.
Sin soltar la pipa, ech? mano de su morral y rebusc? afanosamente en su interior, frunciendo su espeso entrecejo mientras trataba de localizar al tacto lo que le interesaba. Enseguida sac? unas pesadas tenazas de hierro y unos gruesos guantes de cuero, como los que suelen utilizar los herreros.
- Dudo que sirvan como proteccion si todos esos cachicvaches son lo suficientemente poderosos... pero al menos no ser? como cojerlos con la manos. Y ahora viene la parte dificil... - gru?? mientras intentaba concentrarse.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. De noche en un bosque y dentro de una tienda de campa?a.
Llylius Proyhd, un hechicero muy, muy cansado.
?NO!... Llylius se despert? con la respiraci?n agitada, con dificultades para respirar, como si hubiera estado corriendo. Se incorpor? y se qued? totalmente r?gido y en silencio, sintiendo el sudor fr?o recorriendo su espalda.
Observ? la tienda de campa?a en la que estaba y escuch? ruidos afuera, de su compa?ero enano manipulando algo y maldiciendo en el proceso. Eso lo tranquiliz?.
Relaj?ndose poco a poco intent? recordar el sue?o durante un momento, para luego negar con la cabeza. No era agradable, pens?, mejor dejarlo caer en el m?s profundo olvido.
Definitivamente no le gustamos a esta tierra.
Se dej? caer en posici?n horizontal de nuevo y, con cuidado de no despertar a la sacerdotisa, se embuti? de nuevo en su saco de dormir, esperando que pudiese descansar unas horas al menos.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Lugar y fecha desconocida.Bosque y campamento aventurero
Neftis, bella cual diosa, dormida cual angelito (hasta hace un momento...)
El grito sobresaltado de Llilyus despert? a Neftis irremediablemente. Esta se asust? creyendo que les atacaban, pero enseguida gir? la cabeza y comprob? que se trataba simplemente del exhaltado hechizero, que nervioso y tenso por la situacion en la que se encontraba sumergida el grupo, era probable que se tratase de una simple pesadilla. O no tan simple
Una pesadilla? pens? Neftis, a la vez que se daba la vuelta mirando hacia el hechizero, pues habia estado durmiendo de espaldas al mismo. Le mir? con cara tierna y afable a la vez que dijo:
- Estas bien? dijo a la vez que con la mano en su hombro y movimiento suave, le iva tumbando de nuevo Venga, haz el esfuerzo, trata de descansar dijo mirandole y recordando que ten?a un odre con agua, el cual fu? a buscar a su mochila y lo sac? para que el hechizero bebiera un poco. Cuando hubo bebido (si es que bebi?) dijo:
- Descansa y... buenas noches y siguio durmiendo dejando al hechizero sumido en sus pensamientos.
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Lugar y fecha desconocidas.Campamento aventurero.Noche-Ma?ana
Nada pudo sacar en limpio el buen Thilgar al examinar los objetos con todo el cuidado del que fue capaz,y eso que sus conocimientos eran extensos,pero salvo las aureolas magicas que los impregnaban,nada indicaba su origen o poderes.
Agotado por el largo dia,se despidio de la tiflin y se echo a dormir.Pero malos espiritus rondaban sus sue?os,y en ellos no encontro el descanso que buscaba con anhelo.
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Un tenue rayo de sol desperto a los aventureros,mientras la fria brisa de la ma?ana soplaba con cierta intesidad.El suelo amanecia blanco como la leche tapando la dura tierra del bosque donde habian reposado.
La aurora habia traido un cielo nuboso,pero sin lluvia o nieve cayendo desde lo alto.El fuego del campamento era rescoldos y la pregunta de la noche seguian en el aire:?donde estaban?
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Amanecer.
Llylius Proyhd, un hechicero que agradece ver el sol.
En cuanto los primeros rayos de sol atravesaron la tela de la tienda Llylius se levant?. No es tuviera ganas de hacerlo, pero ten?a vagos recuerdos de sue?os poco agradables, y nunca le hab?an gustado las pesadillas, siempre le parec?a que pod?an ser demasiado reales y premonitorias.
Sali? de la tienda y observ? su entorno, a la luz del sol. O al menos de alg?n sol. Bien, con esto queda demostrado que aqu? no es siempre de noche. El fr?o segu?a siendo una constante, tal y como atestiguaba el blanco y g?lido suelo, que cruj?a bajo sus botas mientras se dirigu?a hacia la derrotada hoguera. Se dispuso a encenderla; no todos ten?an la suerte de poder disfrutar de inmunidad al fr?o como ?l. Intent? no hacer demasiado ru?do para permitir que los que pudieran dormir lo hicieran el m?ximo tiempo posible.
Mientras acababa de encenderla, un pensamiento surc? raudo sus pensamientos: deb?an encontrar un lugar donde les informaran de su actual paradero, para saber como regresar... y donde tambi?n le pudieran rellenar su petaca, que amenazaba con agotarse.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Amanecer.
Neftis, sacerdotisa aasimar
Neftis abri? los ojos. Los sonidos de los pajaros eran placenteros en aquel amanecer en el que el sol no daba muestra alguna de su posicion en el tampoco estrellado cielo, que mas que oscuro, estaba nublado. Aun asi, algunos eran los rayos de sol que lograban filtrar por tan espesa capa de nubes. Si a eso le a?ad?amos el blanco suelo, tapado por las nieves que durante toda la noche habian estado cayendo, nos encontrabamos un paisaje totalmente blanco. Menos mal que la aasimar trataba el frio como una cosa mas en su supervivencia, pues la sacerdotisa estaba capacitada para climas frios, almenos mucho mas que los humanos y elfos normales.
Llylius no estaba a su lado cuando amaneci?. Estaba abrazada a un cacho de manta que hab?a pillado en algun momento de su somnolienta noche. Y eso que solo necesitaba dormir dos horas, ni un minuto mas, asi que por algun motivo que solo ella sab?a, habia decidido quedarse mas horas dentro de aquella tienda de campa?a. Esa tiflin no hab?a interferido, a?n. Dedic? unos minutos para contactar con su dios y restaurar sus poderes y sali? de la tienda con sus escasas pertenencias.
- Buenos dias chicos dijo la sacerdotisa mirando a su alrededor y saludando a Thilgar, Riane y Llylius (En especial a Llylius... xD) Parece que ha amanecido, despues de todo, hay sol... se qued? pensando mientras dec?a aquellas prolongadas palabras. Porque no vamos a dar una vuelta de reconocimiento? habr?a que averiguar donde estamos. Por cierto, donde esta Gabriel? dijo Neftis percatandose de que el duelista no estaba
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Campamento perdido de la mano de los dioses, poco despu?s de amanecer
Thilgar Reciotrueno, servidor de Gond con malas pulgas
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Thilgar parpade? y solt? un gru?ido cuando la cristalina voz de la sacerdotisa le sac? de su pesado sue?o. Al final, el agaurdiente enano y el cansancio habia acabado por vencerle. Recordaba nebulosamente haber hablado con la muchachita de los ojos raros hasta altas horas de la noche... pero no recordaba muy bien a cerca de que. Por suerte para el, hacia muchos a?os que se habia acostumabrado al fuerte licor destilado por su gente. No obstante, pens? con una sonrisa torcida al tiempo que se desperezaba, lo mas seguro es que Rhianne no fuera tan afortunada. Aquella misteriosa mujercita habia consumido tanta bebida como el.
Sali? de la tienda tras ponerse trabajosamente sus botas. La ominosa ma?ana era tan prometedora como la noche que la habia precedido, lo cual hizo que el obtimismo de la sacerdotisa le resultase ligeramente irritante. Seguian sin saber donde demonios les habia llevado la dichosa caja, habia perdido todo contacto con su dios y uno de sus compa?eros se habia vuelto majareta despues de juguetear con un artefacto.
- Menuda mierda de dia... - macull? entre dientes mirando al cielo con el ce?o fruncido - ... y menuda mierda de noche. Buenos d?as Nef, preciosa, preparar? algo que echarnos al buche mientras despiertas a los dem?s.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Amanecer.
Llylius Proyhd, un hechicero que "disfruta" de levantarse temprano.
El enano se hab?a despertado, y era imposible no percatarse, hablaba muuuy alto, aunque a ?l le parecer?a que su voz era la m?s normal.
Bueno, quiz? fuera que ?l ten?a mucho sue?o y todos los sonidos le parecieran demasiado subidos de tono.
Ya que insistes, Thilgar, creo que tras un buen desayuno echo por expertas manos nos sentiremos todos mucho mejor. Y a falta de esas expertas manos me conformar? con lo que logres fabricar t? mismo.
Si con esa broma matutina no lograba una aceptable discusi?n ma?anera que le despejara del todo, tendr?a que inventar algo, porque los ojos se le cerraba de mala manera.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Amanece en el Campamento...
(http://server2.uploadit.org/files/Carolate-Riahne.jpg)
Riahne Thousandarms, Tiefling que no sucumbe facilmente a la bebida...[/list]
Riahne estaba segura de haber logrado conciliar el sue?o, pero algo le dec?a que necesitaba un ba?o para estar despejada del todo. Llylius hablaba con Thilgar acerca de un desayuno y parec?a ser que la cl?riga lo preparar?a. No era de extra?ar, hay mujeres que nacen para complacer a los hombres y nada m?s. Riahne en cambio hab?a nacido para buscar su propio deleite.
- Buenos d?as, se?ores y se?orita. - Riahne hizo especial enfasis en la palabra se?orita. - Parece ser que se est?n haciendo los preparativos para un copioso desayuno y como no es mi intenci?n estorbar, lo mejor ser? que vaya a buscar un lugar en el cual poder asearme por completo.
Riahne se dirigi? a donde se encontraban sus cosas y las tom? todas. Incluyendo el cofre extra?o y meti? en ?l todo aquello que por derecho le pertenec?a llev?ndoselo consigo.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Amanecer.
Gabriel, ese que no habla desde hace mucho
Tras dar una vuelta al campamento para ver su encontraba criaturas que se sintieran atraidas por los gritos de Rizzen, Gabriel, volvi? al campamento y se mantubo estirado en la hamaca improvisada vigilando, no sin estar c?modo. Una vez empez? a amanecer sinti? una peque?a sensaci?n de alivio, y mientras los dem?s parecian estar preparando para empezar el dia, Gabriel se quit? la armadura, quedandose solo con una camisa holgada, y sac? un cepillo, con el que se empez? a cepillar al caballo.
Porque no vamos a dar una vuelta de reconocimiento? habr?a que averiguar donde estamos. Por cierto, donde esta Gabriel? dijo Neftis percatandose de que el duelista no estaba.
Tras oir eso se asom? por encima del caballo:
- Parece que te cuesta despertar,- dijo en un tono un tanto jubiloso para no ofender a la acerdotisa y que se viera que era una broma.
- Yo me centraria mas en recoger el campamento y largarnos de aqu?, no sabemos d?nde estamos y seria mejor no separarnos, no sabemos los peligros que acechan por aqu?.-
Dicho esto sigui? cepillando al caballo.
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En un descampado desconocido, a saber que dia. Dia
Rizzen L?lizar. El drow
Para finalizar, el ultimo de los aventureros se despert?.
Al abrir los ojos y sin poder evitarlo vi? a su grupo de compa?eros, recordando vagamente lo que pas? la noche anterior el drow no dejaba de mirarles atentamente a cada uno de ellos.
Por la cabeza de Rizzen pasaban en estos momentos los sucesos de aquella fria noche. El drow, sin estar del todo seguro de lo que habia pasado, alz? la cabeza y lo unico que dijo mientras miraba al vacio fue: -?Que pas? anoche compa?eros?.
Los rayos de luz iluminaban aquel desconocido lugar donde se encontraba y, aun siendo de dia y pudiendo ver todo el paisaje no tenia ni la mas remota idea de donde estaba.
Tras esto el drow se levant? del lugar en el que estaba tumbado y fue a coger todas sus pertenencias para equiparse de nuevo y empezar con la exploraci?n de aquel lugar.
Hech? un vistazo por los alrededores, buscando rastros de caminos, cuando lleg? al lugar en el que apareci? aquella ni?a, Rizzen se qued? mirando pensativamente y, a los pocos segundos, empez? a dar pasos hacia atras en direcci?n recta de aquel lugar, tras dar cuatro o cinco pasos, cuando no tenia ningun arbol por encima que le impidera realizar su proxima acci?n.
Repentinamente, en una acci?n involuntaria el drow mir? a la tiflin, observando que la caja aun estaba con ella, volvi? otra vez la mirada y se chup? el dedo indice antes de alzarlo para comprobar si el aire soplaba fuerte o levemente.
En una distracci?n del aire, cuando no se dirigia hacia ningun lado, el drow empez? a pronunciar unas palabras arcanas y, tras esto, Rizzen se alz? del suelo, por encima de los arboles para hechar un vistazo de su situaci?n y posibles caminos, cuevas o moradas cercanas hasta donde alcanzaba su, en estos momentos, descansada vista.
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Lugar y fecha desconocidas.Campamento aventurero.Ma?ana
Una brisa fria se levanto en el campamento,mientras los viajeros se disponian a partir siguiendo una senda descubierta por el drow volador.
La nieve caida no facilitaba su avance por el denso bosque,y cada paso se convertia en una aventura.A mitad de la ma?ana,avistaron la salida de la foresta y la aparicion ante sus ojos de un extenso paisaje de planicies y colinas salpicados por machas de grandes bosques.La silueta de un camino bien cuidado se abria ante sus pies y decidieron seguirla.
Las millas pasaban monotonas y lentas ante un paisaje similar y sin apenas cambios,como si solo la naturaleza fuera la due?a y se?ora de dichos parajes,hasta que el olfato les indico que habia un cambio.
Primero fue la aparicion de tierras cultivadas pero desatendidas,luego signos de bosques talados pero que lentamente volvian a la normalidad y por ultimo,ante sus ojos se alzo la majestuosa estructura de una antigua mansion se?orial.Sus paredes de piedra estaban carcomidas por los hongos y la hiedra,sus maderas podrias y malolientes se semisostenian como por encanto,pero lo mas extra?o es que distribuidas en derredor suyo habia herramientas de trabajo abandonadas y nuevas como si alguien hubiera decidido restaurar la villa.
El fuerte olor a podrido invadia toda la zona,desagradable y acido,emanaba del interior del caseron como una invitacion...o una advertencia.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Cerca de la Villa en restauraci?n.
Llylius Proyhd, un hechicero viajero.
Amigos, me temo que por fin hay algo en el paisaje a lo que prestar atenci?n.
Avanzando hacia el caser?n, esper? que sus compa?eros lo siguieran. No ten?a intenci?n de entrar, pero si de acercarse lo suficiente como para poder llamar a qui?n estuviera por las cercan?as.
A medida que se acercaba, percibi? el ?cido olor que emanaba de la construcci?n y no pudo evitar decir unas palabras en voz alta.
?Que huele aqu?? ?Es que aqu? no entra el viento?
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Cerca de la Villa en restauraci?n
Neftis, Sacerdotisa aasimar.
La sacerdotisa mir? a sus alrrededores contemplando la estructura carcomida de la medioderruida mansion. Que diablos era ese olor que se desprend?a de la misma? era asqueroso. Se aferr? un poco al brazo del hechizero y dijo en voz baja:
- No se si el viento corre o no, pero lo que si es cierto, es que puedo sentir una extra?a presencia en su interior, dijo la sacerdotisa algo confundida. Sea lo que sea, no me da buena espina. Tened cuidado, dios sabe si este es el refugio de aquella extra?a ni?a amiga de los lobos. dijo Neftis hechando un vistazo a su alrededor. Tal vez sea una emboscada... insinu? mientras sus pasos de empezaron a acelerar en direccion al caseron, tirando de la mano de Llylius, como pretendiendo no entrar sola y que lo acompa?ase.
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Cerca de un caser?n, aun no sabemos ni dia ni lugar
Rizzen L?lizar. El drow
Rizzen iba detras de la cleriga aasimar, mirando hacia todos los lados y atento por si algo raro pasaba por su alrededor.
Tal vez sea una emboscada...
Al escuchar las palabras de Neftis solo se me ocurri? contestarla -Solo hay una forma de saberlo- y actuar, el drow se acerc? un poco mas a aquel caseron, aligerando la marcha y poniendose junto al primero de sus compa?eros, -dirijamonos a la casa, asi dejaremos de dudar sobre lo que hay o no hay-
Me acerco hasta una ventana del caseron, siempre y cuando los demas PJs puedan verme, e intento mirar el interior de la casa
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Cerca de un caser?n, a media ma?ana
Thilgar Reciotrueno, servidor de Gond con malas pulgas
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
El sacerdote enano frunci? el entrecejo (mas de lo habitual) y escupi? recto al suelo.
- La ultima vez que ol? algo parecido fue en la Marca Argentea. Patrullabamos cerca de Nesme y nos acercamos a una caba?a abandonada por la que habia pasado una banda de orcos a la que seguiamos el rastro. - Se ajust? con cuidado el escudo y empu?? su pesado pist?l?n. - Dentro descubrimos una familia entera asesinada. Llevaba por lo menos una semana pudriendose...
Sin decir mas comenz? a acercarse a la casa con semblante sombrio, buscando en la faz de la ruinosa vivienda cuelquier elemento sospechoso. Enfil? directamente hacia la puerta principa al tiempo que amartillaba su preciada arma.
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Casa a las afueras de Ulgrad.Media ma?ana
La patada,saca la puerta de sus bisagras tumbandola en el suelo con estrepito,levantando polvo y suciedad y partiendo un par de tablas podridas del mugriento suelo.Una vaharada del agrio olor de la descomposicion y la muerta surge desde el interior golpeando las narices de los aventureros y haciendo que su estomago se turbe.
El interior,iluminado por las ventanas abiertas,es el vivo retrato de la decadencia:muebles partidos y podridos,tapices descoloridos y mugrientos,paredes atestadas de hongos marrones y moho verde...
Al fondo,una maltrecha escalera se hundia en las profundidades del edificio como un gusano de metal oxidado.
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Cerca de la Villa en restauraci?n.
Llylius Proyhd, un hechicero con nauseas.
El olor... el olor... realmente dentro de esa casa no entraba el viento. Mientras pugnaba por no vomitar su magro desayuno dijo en voz alta, a quien quisiera escucharle.
Espero que no tengais pensado entrar ah?, propongo quemarlo y cuando sus cenizas est?n fr?as ver hacia donde se diriguen esas escaleras.
En ese momento se dio cuenta que la cl?riga le ten?a la mano sujeta y se pregunt? quien habr?a cojido la de qui?n, antes de soltarse suavemente, quer?a tener las manos libres para poder ejecutar su magia libremente.
Neftis, atenta, susurr?, de ah? dentro no puede salir nada bueno.
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Casa a las afueras de Ulgrad.Media ma?ana
Gabriel
Cuando se tumb? la puerta un fuerte olor a podrido sali? de la casa, debido al aire movido al caer la puerta. En ese momento, Gabriel solo pudo llevar su mano izquierda para tapar la boca y la nariz. Ese tipo de olor no li era muy familiar cuando vivia con sus padres en la casa de Aguas Profundas, y tuvo que hacer un esfuerzo para no vomitar.
- Creo que lo mejor seria continuar, el camino sigue y aqu? no se nos ha perdido nada.- dijo dejando ver que este sitio no le gustaba y preferia marchar de all? lo antes posible.
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A las puertas del chalet de verano de Anibal el Canibal, a media ma?ana
Thilgar Reciotrueno, servidor de Gond con malas pulgas
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
El enano solt? un gru?ido malhumorado y ech? un buen vistazo por la estancia mugrinta que se abria ante el. Tras un instante, levant? el arma y ech? una mirada a sus compa?eros por encima del hombro.
- ?Y que camino es ese, si puede saberse? ?Alguien sabe donde co?o estamos o a donde co?o nos dirigimos? ?Cuanto pensais que nos duraran las provisiones? Puedo aseguraros que morir de hambre no os resultar? mas dulce que acabar en la tripa de alg?n engendro... Tambien es una idea brillante la de quemar la jodida casa. ?Asi cualquiera en un radio de cinco millas sabr? donde estamos! - Mene? la cabeza con el ce?o fruncido. - Podemos andar hasta dejarnos las suelas y acabar perdidos en el culo del mundo o intentar sacar de aqui algunas respuestas. Yo voy a poner patas arriva esta polvoriena ruina. ?Quien esta conmigo?
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Cerca de un caser?n, a media ma?ana
Neftis, Sacerdotisa bella cual diosa
Las palabras de Llylius fueron escuchadas por Neftis con algo de incompresnion. Porque estaba sucediendo todo esto? Lobos, ni?as misteriosas, heladas invernales. Todo era muy extra?o.
Tal y como su compa?ero hechizero indic?, Neftis aguz? los sentidos con tal de que no se le escapara nada por alto. No era muy partidaria de entrar en aquel podrido caseron a patadas, pero el trabajo ya estaba hecho por el enano cascarrabias.
Neftis, afirm? con la cabeza su apoyo al enano: Yo entrar? aqui dentro contigo, Thilgar, pero antes dejame mirar una cosa dijo la sacerdotisa de Neftis, agachandose cerca de la puerta y pareciendo inspeccionar algo. No veo ningun tipo de trampa, dijo la aasimar, pero el holor a podredumbre es mas que notable. Parece ser, que alguien no ha entrado por aqui en mucho tiempo, o puede que tambien nos aguarde algun tipo de augurio en absoluto benigno, ahi abajo. En todo caso, estad atentos dijo Neftis retirandose de la puerta e invitando a Thilgar, con una se?al de su mano, a entrar el primero por las escaleras podridas de aquel descenso a dios sabe que. Un descenso por el que solo cab?an de uno en uno.
Acto seguido se ech? para atras, y se aferr? al brazo de Llylius
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En alg?n lugar de... alg?n sitio. Cerca de la Villa en restauraci?n.
Llylius Proyhd, un hechicero con el ce?o fruncido.
Bonito discurso Thilgar... y luego te burlas de mi aficci?n a las novelas de aventuras, je. Eso pensaba Llylius, aunque guard?ndose mucho de expresarlo en voz alta. No quer?a discutir justo ahora, arriesg?ndose a separar el grupo.
De todos modos hab?a que entrar. La primera norma de los aventureros era que si uno de ellos insist?a en entrar en un lugar peligroso el resto lo seguir?an para no dejarlo ir solo. ?Cu?ntos habr?an muerto por seguir esa m?xima? Seguro que no era el momento para sacar el tema.
Con un suspiro, dej? caer los hombros tras escuchar a la cl?riga. Se volvi? a mirar, con ojos resignados, al espadach?n, como queriendo decir que no iba a dejar que el enano entrara solo. Tras eso, unas hoscas palabras salieron de su boca.
Vamos all? entonces, perm?teme ir en una posici?n desde la que pueda actuar sin riesgo a que la primera trampa mortal o muerto viviente que seguro aqu? habita me parta en dos.
Una vez m?s se percat? de que Neftis le agarraba el brazo. Iba a soltarla cuando un pensamiento un poco egoista le atreves? raudo el cerebro: la que cura es ella, tenla cerca. Se avergonz? un poco de razonar as? en ese momento, pero lo cierto es que no la solt?...
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No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
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Sotano de la Casa.Media ma?ana
El enano rebusco afanoso por toda la habitacion revolviendo la basura y perturbando las telara?as de los rincones,sin hallar una sola pista acerca de la identidad de los que habitaron la casa o de su paradero.Solo restaba el sotano.
Con paso firme se acerco a la escalera de oxidado metal.Tanteo con el pie para ver si la corrosion les habia tendido una trampa y entonces se percato de que al fondo de la espiral descendente se percibia una tenue luz verdosa brillando en medio de la oscuridad.Paso a paso descendio,sus botas resonando en el viejo metal y sus manos manchandose de las escamitas que se desprendian del pasamanos.Un fortisimo olor a descomposicion se extendia por el descenso haciendose cada vez mas espeso cuanto mas abajo.La luz que habia visto desde arriba tambien cobraba mayor intensidad pero aun asi era de un tipo enfermizo,lacio,sin fuerza,iluminaba pero no deslumbraba ti?iendo el final de un verde mustio.
Delante de el (al final de la escalera) los restos de una puerta de madera carcomida por los hongos tapaban el acceso a la fuente de la luz.Avanzo sin miedo hacia la misma,con la confianza propia de alguien que domina su miedo.Sus botas chapoteaban en una especie de icor pegajoso que se extendia por el suelo y el fetido aroma amenazaba con ahogarle,pero no lo detuvo en su camino.
Una vez comprobado que no habia ningun tipo de trampa o mecanismo en ese hueco de puerta,su mazo termino el trabajo que el tiempo habia empezado,las astillas saltaron por los aires y ante se descubrio la fuente de la luz.
Ante el se abria una camara de piedra grande y majestuosa,labrada pero no por las finas manos del artesano,sino por las toscas del picapedrero.Toda la camara estaba inundada,invadida,conquistada por unos hongos leprosos fosforescentes,cuya malsana luz habia vislumbrado mas arriba.El olor era una mezcla de podredumbre,corrupcion y desidia provocado por los infectos hongos.Y en el centro de esta malsana asamblea fungica,se alzaba un ataud de piedra,verde por la fosforescencia,como un solitario vigilante.
Bonita decoracion-dijo Rhianne,justo detras del enano.Me pregunto que habra alli dentro
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Casa a las afueras de Ulgrad.Media ma?ana
Gabriel
Gabriel se qued? fuera de la casa, cubriendo la retaguardia y cuidando del caballo.
El sitio no le tra?a buenas vibraciones, pero ya desde que el dia anterior entraron en la casa de ese loco cocinador de carne humana nada le daba buenas vibraciones.
Tan lejos de casa recordaba como su padre le oblig? a irse de aventuras para que se formara como persona, pero por el momento solo parec?a que eso le probocaria traumas.
Los consentimientos de la madre de Gabriel le habian hecho muy "vividor", contando con el dinero de su padre, que logr? dedicandose a la aventura, su vida en Aguas Profundas era muy c?moda. Hasta que su padre harto de ver como no hacia nada de probecho le compr? objetos para no salir desprotegido, pero lo hech? de patitas en la calle hasta que se consiguiera forjar un nombre.
Empez? a malldecir a su padre, pero un ruido del interior de la casa provoc? que desenvainara el estoque y centrara su atenci?n en el entorno.
Parecia el sonido de madera caiendo, esper? que sus compa?eros no tuvieran problemas en el interior, pero se qued? uno momento en silencio por si oia sonidos de lucha.
Al no oir nada mas se relaj? un poco y mir? al estoque, "Viejo cascarabias, por lo menos me diste una arma decente", pens?, y luego sigui? vigilando el exterior de la casa por si algo se acercaba.
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Dentro de una habitaci?n que parece la digestion de un troll
Thilgar Reciotrueno, servidor de Gond con malas pulgas
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Intentando que no se notase en su p?treo rostro, Thilgar empez? a plantearse si entrar en aquella destartalada caba?a habia sido una idea sensate. Desde luego, el panoramo no invitaba a pararse demasiado tiempo en tan horripilante lugar. Sin embargo, dar marcha atras seria darle la raz?n al brujo, y el ce?udo sacerdote preferia que se lo comiera un legamo a darle ese gusto al humano.
Apretando con fuerza los dientes, se acuclill? para echar un vistazo a los hongos que se extendian a sus pies. ?Sus esporas serian venenosas? Lo cierto es que no era un experto en tales cuestiones... Pero mas valia echar un buen vistazo antes de adentrarse en semejante lugar.
- No quieras correr demasiado presiosa - gru?? el enano mientras sus ojos mordian la oscuridad en busca de cualquier cosas sopechosa - no quiero acabar muriendo en una habitaci?n que parece la letrina de un ghoul.
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Dentro de una habitaci?n que parece la digestion de un troll
Thilgar Reciotrueno, servidor de Gond con malas pulgas
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Mientras Thilgar examinaba atentamente la lobrega estancia, Rianne comenz? a toser a su espalda de manera combulsiva. El enano enarco una espesa ceja y la mir? con aire critico.
- Oye ojitos raros, ?esto suele pasarte a menudo o acabas de descubrir una alergia que no conocias? - Dijo con tono desconfiado.
Por si acaso tir? su mochila al suelo y comenz? a buscar un par de trozos de tela de los que utilizaba para los vendajes y su odre de agua.
- Ser? mejor que me imites brujo - le dijo al hechicero pelirrojo - los hongos a veces sueltan esporas venenosas.
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Dentro de una habitaci?n que parece la digestion de un troll
Neftis, sacerdotisa Aasimar bella cual diosa
La sacerdotisa acompa?? a sus amigos en la busqueda de dios sabe que dentro de la casa. Una vez dentro, aquel olor putrefacto, se cal? en las narices de los aventureros provocando unas nauseabundas sensaciones que ni el mas fresco de los aires lograr?a limpias.
El enano parec?a bastante refunfu?on. Que le pasaba? no hab?a dormido bien aquella noche. Lo que si parecia mas claro, era que el hechizero no estaba cayendo sometido a las artes de la sacerdotisa. Puede que necesitara emplearse mas a fondo. Pensar que algo ten?a que hacer despues de una batalla la ayudaba a luchar con mas impetu.
Quien sabe si la aasimar morir?a en el pr?ximo combate, o en el otro, o en el otro... De momento, estaba expectante prestando la maxima atencion al enano, por si algo le suced?a.
La tiflin Rhianne empez? a estornudar y toser notablemente, y Neftis se acerc? a ella con tal de examinarla para ver que tal se encontraba.
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Casa a las afueras de Ulgrad.Media ma?ana
Gabriel
El suspense de no oir nada m?s, tras el sonido de madera caiendo, incit? la curiosidad de Gabriel. El silencio que lo sigui? y el aspecto de los alrededores no le dieron mucha confianza, hasta le pas? la idea de irse corriendo para que su madre le consolara, pero no podia dejar tirados a sus compa?eros de viaje.
Decidido calm? al caballo y se dispuso a entrar dentro de la casa, siguiendo los pasos de sus compa?eros se adentr? en la mansi?n.
Al ver lo que hacia Thilgar, y confiando en su sabiduria se rasg? un trozo de la manga de su camisa y se dispuso a hacer lo mismo que Thilgar.
- ?Necesitais ayuda para moveros por aqu??- pregunt?.
- Si no encontrais ning?n mecanismo que accione trampas puedo empezar a bajar, confio en mi agilidad para poder evitar si el suelo o el techo cede.-
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Cripta en la Casa.Afueras de Ulgrad.Media ma?ana
Thilgar dijo:
Oye ojitos raros, ?esto suele pasarte a menudo o acabas de descubrir una alergia que no conocias?
La tiflin no pudo evitar sonreirse cuando el enano se dirigi? a ella con esas palabras.Parecia que debajo de todo ese corpach?n se escondia un humorista sarc?stico, pero con mucha gracia.
No mi buen Thilgar, no es algo que me suceda habitualmente, y en cuanto a la alergia, si creo que soy alergica a estos hongos tan raros-dijo con una sonrisa que acentu? sus ojos negros
En ese momento, Llylius y Neftis llegaron a la altura de los dos,y rapidamente la sacerdotisa se acerco a Rhianne para examinarla.
"Fijate quien viene meneando el trasero como una perrita en celo...Ni siquiera Sharess es tan exhibicionista como esta mujer...En fin, espero que el bueno de Llylius no caiga en un truco tan viejo, pero los hombres..."-penso Rhianne.
Tranquila, querida Neftis, creo que ya me encuentro algo mejor.Las atenciones de Thilgar han sido mas que suficiente para poder recuperarme y poder entrar en ese...?COJJJ!
El acceso de tos cogio desprevenidos a todos, incluido a la propia Rhianne.Fue como una explosi?n, un sonido primal saliendo de la garganta de la mujer que expulso una gotas de sangre manchando la tunica de la sacerdotisa.Rhianne cayo de rodillas sin parar de toser, mientras su rostro se tornaba palido y el sudor cubria su frente.
Mientras tanto el drow con la mirada fija en la habitacion parecia ausente como si escuchara una melodia que solo el pudiera escuchar.
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Dentro de una habitaci?n que parece la digestion de un troll
Thilgar Reciotrueno, servidor de Gond con malas pulgas
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Tras empapar la tela y anudarsela lo mejor que pudo a la cara (operaci?n dificil teniendo en cuenta la encrespada barba pelirroja del enano), Thilgar entr? en la habitaci?n caminando con pasos cautelosos. Con gran cuidado, se aproxim? al gran sarc?fago y comenz? a husmear a su alrededor murmarando entre dientes.
- Una caja de zapatos hecha por humanos... ummmm... aqui hay unos relieves... el sol... joder el moho casi se ha comido esto... algunas figuras religiosas... ?y esto que co?o es? Parece un perro gigante... desde luego tiene cuatro patas y colmillos... y es enorme... aunque con los artistas humanos nunca se sabe... igual estaba representando a su suegra. ?Ja!
Al ver que el hechicero no respondia ni a sus chanzas ni a sus comentarios sobre la artesania humana, Thilgar levant? la cabeza extra?ado. Llylius miraba con el ce?o fruncido por la preocupaci?n hacia la entrada, donde Ryanne tenia la manos apolladas en el suelo y seguia tosiendo. Al parecer, la tos de la muchacha no hacia sino agravarse.
- ?Demonios, sacarla de aqui! ?Que alguien la suba arriba! ?Nuestro espadachin puede encargarse de echarla un ojo!! - Exclam? el enano con voz emperiosa. Viendo que Rizzen seguia con la mirada perdida en el vacio, Thilgar recojio de encima del sarcofago un trozo de piedra desprendido del techo y se lo arroj? al elfo oscuro. - ?Espabila drow! Echa una mano co?o, que tienes menos vida que este puto moho
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De ma?ana en una casa de pesadilla perdida en un mundo desconocido
Thilgar Reciotrueno, servidor de Gond con malas pulgas
(http://www.rolroyce.com/Falquian/enano2.jpg)
Viendo que nadie reaccionaba, Thilgar son? una horrenda retaila de palabrotas en su idioma y sali? fuera de la habitaci?n, dispuesto a encargarse el mismo de calmar la tos, cada vez mas violenta, de Riahnne.
- ?Demonios, mover el culo so asnos! - Esclam?, practicamente arrebatando a la joven de los brazos de la sacerdotisa - Neftis, echame una mano. Los dem?s, examinar con cuidado el sarcofago e intentar averiguar si tiene alguna trampa. Y por lo que mas querais, ?no os quiteis lo pa?uelos de la cara!
Sin decir mas, se ech? a la muchacha al hombro y empez? a subir trabajosamente la escalera. Resoplando por el esfuerzo, Thilgar no se detuvo al llegar al piso superior. Cruz? la sucia y destartalada estancia y abrio de una patada la puerta de entrada. Una vez fuera, tendi? a Riahnne en el suelo y la examin? con premura, palpando freneticamente sus mu?ecas y cuello, aflojando correajes y examinando sus pupilas. Y lo que vi? no le gust? nada de nada.
La muchacha seguia tosiendo sin parar, y los esputos de sangre cada vez eran mas densos y oscuros. Estaba palida, su frente ardia y su pulso parecia enloquecido.
- No hay duda Nef, esta envenenada. Hay que hacer algo o se nos morir? aqui mismo.
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Cripta en la Casa.Afueras de Ulgrad.Media ma?ana
Gabriel
Tras quedarse mirando como el enano se llevaba a Ryanne Gabriel pos? su mirada en el sarcofago. Los relieves y el hecho que fuera un sarcofago no hacian otra cosa que hacer desconfiar a Gabriel.
Tras oir las ordenes de Thilgar, Gabriel procur? divisar algun dispositivo accionador en las inmediaciones de ese sarcofago y tras ello el sarcofago en si.
-Esto no puede traer nada bueno.- pens?, y se dispuso a ver si habia alguna cerradura o empujando ya valdria, mientras sontenia el trapo contra su boca y nariz con fuerza al recordar el aspecto de Ryanne mientras Thilgar se la llevaba.
(tiradas de buscares y/o fuerza o lo que se necesite)
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Cripta en la Casa.Afueras de Ulgrad.Media ma?ana
Mientras el recio enano la llevaba hacia el exterior de la casa,la tos de Rhianne se hacia mas y mas violenta,y cuando vio la sangre de su vestido vi?...
Veia a su madre manchada de carmesi el pecho donde la vida roja fluia hacia el suelo cayendo ante los cuchillos de la multitud,veia la sabana de saten niveo con la perla roja de su desfloracion y la sonrisa depredadora del joven marques,veia el burdeos de los labios manchados por el vino de la celebraciones palaciegas rodeando la boca de mujeres empolvadas y por ultimo,veia el rojo que en sus sue?os la perseguia ti?iendo de visiones horribles su descanso pero que la incitaba a ir mas alla y a encontrar respuestas que necesitaba.
Desde el cielo vio bajar a la Parca,vieja y horrible,con su guada?a en ristre preparada para recoger su alma.La vio extendiendo sus largos y huesudos dedos para congelar su espiritu y llevarselo ha donde los mas fuertes se debilitan y los mas debiles se apagan.Casi la tocaba,casi sentia su aliento helado sobre su rostro palido,casi sentia que el vals de su corazon se convertia en un lento fox-trot para acabar en silencio de catedral...o de sepulcro,casi no podia respirar,casi no veia solo muerte,muerte,muerte,muerte, por todos lados,casi no podia gemir pues el aliento,temeroso,no salia de sus labios,casi,casi,casi,casi...
Sintio el golpe en el suelo y la manipulacion frenetica del buen Thilgar que buscaba una cura al mal que la aquejaba.Escucho sus voces debiles en la lejania de la inconsciencia y una bruma gris invadio sus sentidos.Tenia que dejarse ir y liberarse del ardiente acido que corroia sus venas y de la asfixiante sensacion en sus pulmones.Tenia que rendirse para disfrutar de paz.Tenia que...
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El sarcofago se erguia en el centro de la sala ajeno a todo el barullo que se habia organizado en el exterior a cuenta de la enfermedad de Rhianne.Dos hombre y un drow permanecian observandolo en el completo silencio que surgio de la marcha del enano.
El espadachin examino la estructura y no aprecio nada que pudiera ser similar a una cerradura,por lo que dedujo que solo empujando se podria abrir la tapa del sarcofago.Eso mismo debio de pensar el drow puesto que antes de que sus compa?eros pudieran detenerle, y como movido por un impulso, se adelanto,puso sus manos en la tapa y empujo.
Con un crujido de polvo y siglos,cayo al suelo, y del interior del recipiente, una vaharada de putrefaccion y abandono,colmo los sentidos de los aventureros.?Algun muerto sin reposo contenia??Oro y telas podridas??O quizas algo mas siniestro?...No,todos pudieron ver que lo unico que alli reposaba era una colonia de hongos marrones y abotargados,que se alzaban api?ados unos con otros formando un todo repugnante y maloliente.
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Cripta en la Casa.Afueras de Ulgrad.Media ma?ana
Neftis, sacerdotisa aasimar bella cual diosa
Neftis, tras aquellos momentos de espectacion y enbobamiento, reaccion? a los insultos de Thilgar cuando posiblemente estubiera maldiciendo a mas de uno en su idioma ante la pasividad de todos sus compa?eros por hacer algo por la nueva chica llegada al grupo, Rhianne.
Porque tendr?a Neftis que hacer algo para salvar la vida de la chica? no solo no la conoc?a de nada, sino que encima hab?a tenido que sufrir en sus propias carnes la malaeducacion e intenciones de la misma.
Pero los principios le impedian dejar a nadie morir si de ella depend?a el hecho, por lo que justo despues de la reacci?n de Thilgar, Neftis volvi? en s? de nuevo
- Que?... no... no estaba mintiendo?, pens? Neftis inmediatamente cuando los borbotones de sangre empezaban a salir de forma considerable. Pens? que estaba haciendo cuento y riendose de nosotros...
Neftis sali? corriendo detras de Thilgar, unos segundos mas tarde, y empez? a correr subiendo las escaleras para ver como su compa?ero enano tumbaba el cuerpo de la tiflin que ya parec?a estar en sus ultimas ascuas de vida.
- Que? que hacemos? sabes que le pasa???[/i], pregunt? Neftis energicamente. Envenenada? estas seguro de que est? envenenada? pregunt? Neftis tratando de recordar de si dispon?a de curas magicas para el envenenamiento a mano en aquellos momentos.
Lo que si se le pas? por la cabeza, era si aquel estofado que comieron en aquella casa el dia anterior ten?a algo que ver, o si de lo contrario, eran los hongos los que hab?an tenido algo que ver. Pero ella comi? estofado? Y los hongos? porque no afectar?an a sus compa?eros? Todo ten?a poco sentido...
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De mañana en una casa de pesadilla perdida en un mundo desconocido
Thilgar Reciotrueno, servidor de Gond con malas pulgas
(http://img142.imageshack.us/img142/1502/enano20km.jpg)
El enano arrojó al suelo su voluminoso macuto y se arrodilló junto a el, desabrochando frenéticamente las hebillas.
- ¡Joder, pues claro que no finje! ¡Se esta ahogando en su propia sangre! - Gruñó mientras metia su manaza en la mochila. - ¡Aqui está! - Wxclamo mostrando una vieja petaca. - Espero que funcione a la primera porque solo me queda un poco... ¡Levanta su cabeza y echasela un poco hacia atras! La obligaré a tragarlo...
Demostrando que no era la primera vez que hacia algo parecido, el enano se remangó rápidamente y tomó a la agonizante muchach por la barbilla con una mano que parecia una tenaza de hierro, mientras descorchaba la petaca con los dientes.