Autor Tema: El Precio de la Venganza [DDI]  (Leído 50775 veces)

Beatrice Bleu

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« Respuesta #45 en: Enero 27, 2005, 02:29:52 pm »
3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV) En un establo frente a un grupo de miedicas, El Norte.



    Riahne Thousandarms: Tiefling extra?ada.[/list]

    El hombre que resaltaba entre todos aquellos le dirigi? la palabra. No pose?a el tono de voz jovial del enano. Su voz era inquisidora y no preguntaba, reclamaba que se le diera informaci?n.

    Cita de: "Llylius"
    ?No ser?s familiar o pariente del monstruo devorador de carne humana que se hac?a llamar Stradh Zarovan?


    Hab?a mencionado un nombre que realmente no le sonaba de nada, pero que al parecer surt?a un efecto aterrador en ?l. No hab?a nada que le diese m?s l?stima que un hombre aterrado. Sin embargo no lo culpaba, la niebla que los rodeaba era propicia para dejar que las mentes generaran una serie de situaciones y teor?as que podr?an asombrar al mejor de los bardos. Sin embargo ese hombre era pelirrojo, hab?a oido decir a su madre que deb?a cuidarse de los pelirrojos pues tra?an peligro. Dec?a que eran hijos de las hadas y que estas eran criaturas malignas. Claro que su madre dec?a muchas cosas... Tambi?n dec?a que ella, su propia hija, era una entidad maligna y que un d?a la matar?a. Dec?a que su padre era el maligno y que ella estaba maldita. Pobre madre era mejor para ella quedarse al cuidado del cl?rigo del pueblo.

    - Me han dicho ya tantas cosas sobre mi familia paterna, buen hombre, que estoy casi acostumbrada a oir insultos como los que acaba de regalarme... Claro que he dicho casi acostumbrada. - La mujer hizo una pausa en la que se acerc? al hombre que le hab?a hablado de tal manera. Se fij? detenidamente en ?l y sigui? hablando. - Sin embargo jam?s o? que me dijeran nunca que era familia de devoradores de carne humana, aunque creo que me habr?a hecho gracia de todas formas.
    « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Beatrice Bleu »
      Ya no te pienso esperar por siempre, porque el mercurio lo tengo aqu?... [/list]

      Quet

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      « Respuesta #46 en: Enero 27, 2005, 05:55:08 pm »
      3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), En la puerta del establo junto a una Tiflin.  El Norte. Anocheciendo.

      Rizzen Lelizhar, el drow del grupo mas raro que hay en las tierras de Fa?run


      El drow permanece en silencio mientras sus compa?eros estaban conversando con la nueva aventurera que se hab?a topado con ellos, se limitaba a escuchar la conversaci?n y a mirar mientras tanto la caja que sosten?a el enano en sus manos y la llave que portaba en la cintura la silueta de esa mujer con la que los dem?s estaban hablando.

      Tras escuchar las ultimas palabras de Lyllius y la contestaci?n que le dio la chica sobre su familia paterna Rizzen dej? de fijarse en esos dos objetos que emit?an esa bonita luz azul y mir? a la chica, luego, con una sonrisa en la boca la dijo:

      Perdona si te ha molestado esa pregunta, estoy seguro de que aqu? mi amigo no queria ser grosero... es que acabamos de presentar una cosa muy inusual, un anciano devorador de carne como aqui le llama mi amigo, se alojaba en esta caba?a y ha muerto de una forma que nunca he visto ni volver? a ver, o eso espero, ademas despu?s de eso nos han atacado los lobos, ahora apareces tu, y juntando todo eso a la aptitud paranoica de este hechicero, que es la imagen que me ha dado ?l desde que estoy en el mismo grupo que ?l, es lo que ha hecho que te preguntara eso. Esa es mi conclusi?n, aunque tal vez no est? en lo cierto y te lo haya preguntado por otros motivos...- el drow le dirige una mirada al hechicero- No te ofendas Lyllius, es que tantas historias, hasta a mi me han llegado a poner los pelos de punta algunas de las que has contado, y como siempre las cuentas en el momento mas... como decirlo... ?Inoportuno?

      Despu?s vuelvo a mirar a la joven chica
      Bueno, me ha gustado mucho ese espect?culo que has tenido con esos lobos, parece que tienes bastante experiencia con esas dagas, espero que esos lobos no hayan logrado da?arte-El drow observa a la chica para ver si tiene alguna herida en su cuerpo- Veo que no, por cierto antes de que sig?is hablando y no pueda formularlas, tengo unas preguntas que hacerte, si no te importa... se puede saber ?Qu? hace una joven chica como tu por estos bosques y sola?- Tras decir esto me acuerdo de la llave y la caja- Mmm... creo que ya se el porqu? de alguna pregunta -Digo observando la llave- Creo que se me olvida alguna pregunta que quer?a que me respondiera, y era importante...- Me quedo unos instantes pensativo- Ah claro, como he podido olvidarme... estamos hablando aqu? y aun no nos hemos presentado, pues mire estos son Lyllius, Thilgar,  Gabriel, Neftis y mi nombre es Rizzen, es un placer se?orita...
      « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Quet »
      Scientia non est potentia, quae prologum potientia solidum est

      Imolk

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      « Respuesta #47 en: Enero 27, 2005, 07:34:55 pm »
      3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), En la puerta del establo junto a una Tiflin. El Norte. Anocheciendo.

      Neftis, cl?riga Aasimar bella cual diosa


      Neftis contempl? asombrada la mayor?a de los hechos, mientras se sanaba todas las heridas... aquella bruma, aquella caja, aquella chica...
      Las palabras del drow descalificando al hechizero, que ferozmente hab?a luchado en combate, no le hab?an hecho gracia alguna a la cleriga aasimar. Mir? al drow con mala cara:

      - Gente mas rara habita este grupo, eeh? dijo Neftis mirando al hechizero, a la vez que se referia al drow como mas raro Y tu como te llamas? dijo la cleriga refiriendose a la misteriosa chica que, con naturalidad se carg? a 2 lobos, misma cantidad que el grupo, pasandolas bien apuradas.

      Neftos esperaba respuesta mirando a la nueva mientras con cara de mala leche, miraba al drow y al hechizero con cara de no volvais a abrir el pico
      « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Imolk »
      Imolk, Visir de Hierro; El ex-ejecutor y domador de tigres!!

      Jurgen Heindall

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      « Respuesta #48 en: Enero 28, 2005, 08:37:18 am »
      Interior de lo que fue un establo. El Norte. Anocheciendo.

      Llylius Proyhd, el hechicero extra?ado.


      Buen hombre... le hab?a llamado buen hombre, como si fuera un simple granjero o un posadero. ?Excelente! Si no lo tomaban como un gran y poderoso hechicero la vida le resultar?a m?s c?moda y sencilla. Por no hablar de que en realidad no era un hechicero grande ni poderoso.
      El resto de lo que dijo la reci?n llegada, que ahora que estaba m?s cerca mostraba unos iris demasiado grandes, ?aunque reduci?ndose!, le result?, cuando menos, sorprendente. Parec?a estar siendo sarc?stica y burlarse de algo que la atormentaba.

      Las palabras del drow, en una catarata de preguntas sin pararse apenas a respirar en el camino, lo abrumaron incluso a ?l, acostumbrado a los sermones del Viejo Taoerjho, que pod?an durar horas sin que nadie fuera capaz de intercalar una sola palabra. ?Por qu? me llamar? paranoico? En su poblado pensaban que era arrojado, qu? gente tan rara era esta con la que se hab?a unido.

      Neftis se hab?a apresurado a defenderlo... a su manera. Claro que con la gracia inherente que ten?a, era dif?cil decirle nada a ella, claro. Y sab?a de lo que hablaba. A ?l tambi?n le pasaba muchas veces que, simplemente, ca?a bien a casi todo el mundo.

      Se mordi? la lengua, literalmente, para no decir nada m?s. El anonimato era la mejor soluci?n para situaciones como la actual. Por eso se extra?? cuando una voz exactamente igual que la suya, y que parec?a venir justo de donde ?l estaba dijo: ?Y si nos ense?as lo que escondes bajo esa camisa y lo juntamos  con lo que nosotros tenemos aqu? en las manos?. Una vez lo dijo, record? d?nde hab?a le?do esa frase... qu? libros tan raros traen los bardos de las tierras del sur.

      Se frot? los ojos, cada vez ve?a m?s nublado. Sus o?dos tambi?n parec?an funcionar de forma extra?a, ya que o?a todo con reverberaciones. Ten?an la Bruma casi encima de ellos... ?por qu? no se hab?an ido cuando estaban a tiempo? ?Acaso la cajita y la extra?a eran un se?uelo que ten?a la Niebla para cazar incautos y atraerlos a sus voraces e invisibles bocas hambrientas de almas? De todas formas... ahora ya era tarde...
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      No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
      « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Jurgen Heindall »
      Te juzgaré porque tal es mi derecho de Príncipe, de Sangre y de Poder, pequeña sanguijuela desagradecida.

      Falquian

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      « Respuesta #49 en: Enero 28, 2005, 04:04:37 pm »
      3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Junto a la siniestra caba?a rodeada de bruma

      Thilgar Reciotrueno, enano cada vez mas mosqueado




      - Ajum, ajum - Carraspe? Thilgar, mientras contemplaba con los ojos aviertos como platos como la bruma, cada vez mas espresa y fria, se arremolinaba alrededor de sus botas. - Odio parecer un poco desconfiado. Pero... ?Has perdido el juicio Llylius? - Parecia tan agitado que incluso habia llamado al hechicero por su nombre. - Estamos aqui, plantados a medio camino de la Monta?a, en una caba?a infernal propiedad de un demente maldito y canibal. Encontramos una caja llena de runas de advertencia - empezo a contar con los dedos - con una cosa poderosisima dentro, que empieza a brillar. Y aparece de la nada esta, ajum, se?orita, soltando mas luz que el culo de Selune y... ?Joder! ?De verdad estas pensando en abrir esta puta caja? - Y alzo la mano con el misterioso objeto de sus quejas, que seguia sosteniendo como si fuera un alacran. - Por el amor de Gond chico, ?no deberiamos hacer al menos un par de preguntitas? ?Eh? - Y mir? a su alrededor, buscando el apollo de los dem?s.
      « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Falquian »
      [size=84]Cobarde es el que no defiende
      Lo que su corazón reclama
      Y blandiendo su arma entiende
      Que morirá por lo que ama
      [/size]


      Falquian

      Beatrice Bleu

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      « Respuesta #50 en: Enero 28, 2005, 04:35:32 pm »
      3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV) En un establo acosada a preguntas, El Norte.



        Riahne Thousandarms: Tiefling fastidiada.[/list]

        Riahne estaba realmente harta del juego de la preguntita. La conversaci?n con el pelirrojo hab?a sido interrumpida por alguien a quien hubiera respetado de haberlo encontrado en su territorio, pero que ahora s?lo serv?a para confirmar que ese tipo de criaturas no deb?an abandonar sus tierras para aventurarse en la superficie, pues les reblandec?a el cerebro. La retahila de palabras que solt? s?lo sirvi? para marearla y dej? de atenderle cuando llevaba diez palabras seguidas.

        De otro lado estaba la muchacha que lo hab?a callado, gracias a todos los demonios, pero que sin embargo le hac?a una pregunta. Claro que no era la ?nica, el pobrecito hombre que parec?a estar m?s que aterrado hab?a hecho referencia a una caja y a la llave que ella se hab?a encargado de ocultar. Despu?s de todo no era tan tontito como parec?a mostrar.

        Las brumas parec?an cada vez menos naturales y eso estaba empezando a generarle un gustito cada vez m?s extra?o. Nuevamente el enano hizo uso de la palabra. Acertadamente, para ser justos y desvi? la atenci?n de la caja, la llave y la centr? en la niebla.

        - Me parece razonable lo que propone nuestro amigo de la lengua afilada y la barba bien cuidada. Creo que esta niebla no es del todo natural y espero que estemos en alg?n lugar m?s seguro antes de hablar de otros temas y hacer confesiones ?ntimas. No s? ustedes, pero a mi me gusta mi pellejo donde est? y creo que si seguimos teniendo est? agradable charla no durar? ni un segundo m?s en su lugar. As? que... ?Qu? les parece si dejamos la etiqueta y la formalidad para cuando sea realmente adecuado aprenderme sus nombres? Eso de gastar mi memoria en gente que no estar? conmigo m?s de 5 minutos, no es algo que me haga muy feliz. - Mir? a quien llevaba la caja. Esa caja era de ella y ten?a la respuesta a sus preguntas sobre su verdadero origen. Entr? en la caba?a sin darle la espalda a los presentes. - Creo que aqu? podremos hablar mucho mejor. ?No?
        « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Beatrice Bleu »
          Ya no te pienso esperar por siempre, porque el mercurio lo tengo aqu?... [/list]

          Quet

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          « Respuesta #51 en: Enero 28, 2005, 05:48:17 pm »
          3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), En la puerta del establo junto a una Tiflin. El Norte. Anocheciendo.

          Rizzen Lelizhar, el drow del grupo mas raro que hay en las tierras de Fa?run


          El drow se qued? bastante malhumorado con la nueva chica que estaba frente a ellos, por una vez el drow queria ser amable, pero se di? cuenta de que con muchas personas ser de esa manera es perder el tiempo, ?l le habia formulado unas preguntas y ella pas? del tema completamente, pero que se podia esperar de tal criatura, una extra?a con una llave que al parecer es de la caja que tiene el enano en sus manos, si viene a reclamar la caja, me parece que lo tendra dificil...

          En estos momentos en lo unico que estaba de acuerdo el drow con la chica es en la sobrenaturalidad de la niebla, era demasiado espesa y no parecia natural, ademas avanzaba bastante deprisa. La niebla se estaba acercando demasiado al grupo de aventureros y eso al drow no le gustaba nada.

          El drow pone su mano en el hombro del enano y dice:
          Yo estoy contigo Thilgar, preguntala lo que quieras pero creo que este no es un buen lugar para estar mucho tiempo mas-dice admirando la niebla- tal vez podriamos ir a la caba?a y hablar ahi dentro, esta el cuerpo de Strahd pero... no creo que nos moleste (entona con tono burlon esto ultimo) -el drow mira la caja- por cierto Thilgar, ?me dejas cogerla un momento? quiero sostenerla un momento y estoy seguro de que esta mujer ir? donde llevemos la caja-


          Rizzen pone la mano para que Thilgar deje la caja en sus manos y a?ade:
          -Cuando querais podemos ponernos en marcha-
          « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Quet »
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          gabriev

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          « Respuesta #52 en: Enero 28, 2005, 08:00:32 pm »
          3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), En la puerta del establo junto a una Tiflin. El Norte. Anocheciendo

          Gabriel


          Sus compa?eros hablaban con la mujer misteriosa, mientras Gabriel con una mano cogiendo al caballo y la otra cerca de la empu?adura visto que la joven no parecia hostil estubo mas pendiente de los alrededores. Cada vez esa niebla antinatural iba rodeando y les cegando mas mientras el ambiente se volvia frio. Puso una mano en el hombro de Thilgar y dijo:

          -Estoy contigo, lo mejor ser? marchar lo antes posible de aqu?, pero al contario de lo que dice Rizzen yo propongo ir al pueblo mas cercano, la casa de Strahd tampoco me parece un sitio muy seguro.-
          « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por gabriev »

          Jurgen Heindall

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          « Respuesta #53 en: Enero 31, 2005, 08:42:44 am »
          Rodeados de Niebla. El Norte. Anocheciendo.

          Llylius Proyhd, el hechicero embelesado por cierta cajita.


          NO son runas de protecci?n, ?por el arpa favorita de Milil!
          Iba a poner su mano en el hombro del enano y decir que s?, que para dentro de la caba?a a toda velocidad y que ?l mismo entrar?a por la ventana para acortar camino, cuando se percat? de que ten?a ya sus dos hombros ocupados, por el drow y el guerrero, que dec?a que era mejor irse a una ciudad cercana.
          No ser? yo quien atraviese esa niebla inmunda, seguro que nos hace perdernos y morir en alg?n acantilado oculto. Solo lo susurr?, m?s para s? que para ser o?do.
          Lo que lo preocupaba un poco era que Rizzen quisiera la caja. No es que no se fiara de ?l, pero lo poco que sab?a acerca de su religi?n o de su raza no le hac?an el favorito de Llylius para que tuviera esa caja tan bonita y que tanto le llamaba la atenci?n. Sin embargo, no dijo nada. En el Norte s? se act?a por prejuicios, es un rasgo saludable, pero no en situaciones as?.

          Entremos en la caba?a, aunque personalmente no me acercar? a Stradh, no me f?o
          Quieres que me encargue de la caja, Thilgar? Igual explota al contacto con la niebla, y si t? tienes miedo...
          Lo mir? mientras dec?a esto ?ltimo y se prepar? para entrar por la ventana, con eso pensaba que estaba solucionado el tema de qui?n llevar?a la caja.
          -----------------------------------------------------------------------------------
          No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
          « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Jurgen Heindall »
          Te juzgaré porque tal es mi derecho de Príncipe, de Sangre y de Poder, pequeña sanguijuela desagradecida.

          Jan Cantor

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          « Respuesta #54 en: Febrero 02, 2005, 02:46:34 pm »
          3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV), Claro de la Granja. El Norte. Anocheciendo.


          La noche invadio con su manto de sombras el cielo de la region,ocultando la clara luna a los ojos de los hombres.En el suelo,la inmisericorde niebla blanca absorvia dentro de su ser todo lo que se encontraba en su camino.Aunque ciega,parecia estar en posesion de una extra?a inteligencia que la impulsara a rodear a los aventureros.Estos,perdidos en interminables discusiones sobre la caja,la llave y su nueva compa?era,no intuyeron el peligro hasta que se les echo encima.

          Fue como quedarse ciego.La niebla invadia todos los sentidos de los compa?eros ahogando sus percepciones del mundo exterior y dejando un vacio seco.Hacia frio,mucho frio en el interior del sudario blanco;tanto frio,que incluso aquellos protegidos por la magia o la ropa sentian en sus carnes su afilado mordisco.Luego sintieron como si cayeran en una especie de nada,inhospita y yerma,que los acunaba en su horrendo regazo llevandoles hacia confines extremos de la realidad en donde solo la locura es la logica de la supervivencia...

          -------------------------------------------------------------------------------------

          Citar
          "?Qu? hombre conoce a Kadath?

          Porque ?qui?n sabe de aquel que siempre mora en tiempo desconocido, que no es ni ayer, ni hoy, ni ma?ana?

          Desconocida en medio del Fr?o Yermo yace la monta?a de Kadath sobre cuya escondida cima hay un Castillo de Onice. Oscuras nubes envuelven el enorme pico que destella bajo viejas estrellas donde el silencio cubre las tit?nicas torres y se levantan murallas prohibidas.

          Runas malditas, esculpidas por manos olvidadas, guardan la puerta llena de noche y ?Ay del que ose pasar por aquellas espantosas puertas!

          Los Dioses de la Tierra se deleitan all? donde una vez los Otros pasearon por m?sticos vest?bulos eternos, que algunos han vislumbrado en oscuros y profundos sue?os a trav?s de extra?os y ciegos ojos."



          En algun lugar del Plano Astral

          La niebla se iba disipando con rapidez,como si una mano invisible y gigante la apartara a manotazos.Una copiosa nevada cae desde un extra?o cielo nocturno hasta vosotros.Todos los edificios de la granja han desaparecido,y en su lugar os encontrais encima del duro suelo helado de una arboleda inflorescente,mientras la solitaria y marfile?a luna ba?a la nieve y los pinos con una fria iridiscencia.

          Un amargo viento sopla con fuerza desde el oeste,colandose entre los resquicios de las capas y las armaduras,provocando escalofrios a los no protegidos por la magia.El fiel caballo de Gabriel,pateo el suelo inquieto por el extra?o cambio de clima,y los aventureros decidieron juntarse para evaluar la situacion.

          De repente,los aullidos de los lobos inundaron el campamento haciendo que el equino pateara y se encabritara con el miedo reflejado en sus ojos.Sonaron demasiado cerca.En ese momento,de entre los pinos que rodean el campamento salio un ciervo.

          El animal estaba asustado,confuso y herido.Olisqueaba el aire con nerviosismo y se encamino en direccion ha los aventureros buscando su proteccion.No lo consiguio.De entre los mismos arboles surgio un grupo de seis fuertes lobos negros que se abalanzo sobre el ciervo derribandolo y matandolo.Una vez echo esto,el grupo se volvio hacia los compa?eros gru?endo de manera amenazadora.En vuestro campo periferico,podeis observar que este grupo de lupinos no se encuentra solo,puesto que contais,al menos,una docena de sombras fugaces que se deslizan entre los arboles.

          ?Oh!,Son solo humanos-se oye decir a una ni?a que,saliendo de entre los pinos,se acerca al grupo de seis lobos,los cuales enmudecen sus aullidos y gru?idos inmediatamente.

          Es una ni?a de unos 10 a?os,con un largo y espeso pelo negro como ala de cuervo y unos grandes ojos claros.Su andrajoso y sucio camison es azotado por el helado viento,revelando sus formas demacradas y famelicas.Sus pies descalzos dejan un rastro de huellas en la blanda nieve caida en el suelo.Al llegar a su destino,la joven se os queda mirando fijamente,como si esperara algo.
          « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Jan Cantor »

          Jurgen Heindall

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          « Respuesta #55 en: Febrero 03, 2005, 02:05:43 pm »
          Rodeados de Niebla. El Norte. Anocheciendo.

          Llylius Proyhd, un hechicero totalmente perdido.


          La experiencia sufrida hab?a sido m?s intensa que cuando hab?an tomado aquellas setas, receta de su abuela. La sensaci?n de zozobra que hab?a sentido mientras La Niebla se cerraba en torno suyo hab?a sido angustiosa. La blanca oscuridad desafiaba la l?gica de los sentidos mientras sent?a que viajaba estando quieto y que escuchaba lejanas risas hist?ricas que resultaron ser emitidas por su garganta antes de estar ah?...

          Cuando todo ello pas? lo primero que not? fue la nieve derriti?ndose en su cara.
          La escena del ciervo y la "presentaci?n" de la ni?a no hicieron nada por fortalecer su ?nimo. Antes al contrario, la blanca nieve te?ida de la oscura sangre de la v?ctima le hac?a sentir una extra?a empat?a por el ciervo, al imaginarse reflejado en los iris de la extra?a e inquietante ni?a. Y era imaginado, porque no se hab?a atrevido a mirarle a los ojos al ver su aspecto hambriento y su total indiferencia hacia los extremos rigores del fr?o.
          "Son solo humanos" hab?a dicho la criatura con forma de ni?a. O era una demente con poderes sobre los amenazantes lobos negros o era algo m?s que una humana, como parec?a deducirse de sus palabras.
          Sus compa?eros parec?an m?s aturdidos que ?l, por lo que prefiri? tomar ?l la palabra, no fueran a decir alguna inconveniencia acerca de la caja.
          Adem?s, cualquier cosa que dijera no ser?a peor que lo que fuera a decir el cl?rigo de Gond.
          Lo primero que sali? de su garganta no fue muy original

          Lo siento, pero... creo que ha ocurrido algo que no esper?bamos... podr?a indicarnos ?d?nde estamos?
          -----------------------------------------------------------------------------------
          No bebo para olvidar, me gusta el dolor. Bebo para poder soportar a gente como t?.
          « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Jurgen Heindall »
          Te juzgaré porque tal es mi derecho de Príncipe, de Sangre y de Poder, pequeña sanguijuela desagradecida.

          Quet

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          « Respuesta #56 en: Febrero 03, 2005, 06:23:29 pm »
          3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV). En una arboleda nevada junto a una ni?a muy extra?a. Anocheciendo.

          Rizzen L?lizar, el drow sin la tutela de su dios


          Rizzen pudo admirar como la niebla parecia que se los comia, por unos instantes no sabia lo que estaba pasando a su alrededor, lo unico que podia sentir era que aun su mano estaba sobre el hombro del enano, era dificil de admitir pero el drow se sentia mas seguro sabiendo que tenia a alguien conocido cerca.

          De repente observ? como la niebla se disipaba a una gran velocidad, el drow aturdido mir? el paisaje en el que estaban, no se parecia nada al sitio donde acababan de estar hace, como mucho, cinco segundos. La casa habia desaparecido, en vez de eso, una atroz muerte de un ciervo a manos de varios lobos en una nevada arboleda bajo una oscura noche era lo que ahora veia el drow.

          A parte de todo esto, el clima tambien habia cambiado, la intensa lluvia que habia cuando estabamos hablando con la Tiflis se convirti? en un fuerte y fr?o viento que acompa?aba a una intensa nevada, la nieve no dejaba de caer y por detr?s de los lobos se pudo escuchar una voz.

          Era una ni?a peque?a que se dirig?a hasta donde estaban los lobos sin tenerlos miedo.- Esa ni?a es muy extra?a-pens? para si mismo.
          Vestia con ropajes muy finos como para poder soportar tan intenso fr?o y ademas, estaba descalza.-una ni?a tan peque?a y asi vestida con este tiempo deberia de estar muerta-susurr? en voz muy baja, casi inaudible para todos los demas miembros del grupo, aunque lo mas preocupante era que, al parecer, esa manada de lobos la tenia respeto.

          Desgraciadamente eso no era lo unico malo que le pasaba al drow, sin saber porqu?, su conexion con su deidad se habia cortado de forma misteriosa.

          Normalmente, en estos momentos el drow estaria totalmente paralizado de no ser por el fr?o que recorria todo su cuerpo haciendole tiritar.

          Cuando el hechicero habl? a la ni?a, el drow se acerc? hacia donde estaba el hechicero sin dejar de mirar atentamente a la ni?a, intentando recuperar su compostura dejando de tiritar o, al menos, evitando que sus dientes dejaran de chocar unos contra otros para no emitir ruido mientras que aquella ni?a contestaba a la pregunta que en estos momentos, mas le importaba, despues del porqu? su conexi?n con su dios se habia cortado...

          ?D?nde estamos?
          « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Quet »
          Scientia non est potentia, quae prologum potientia solidum est

          gabriev

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          « Respuesta #57 en: Febrero 03, 2005, 09:41:23 pm »
          3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV). En una arboleda nevada junto a una ni?a muy extra?a. Anocheciendo.

          Gabriel


          Cuando entraron en la casa para resguardarse, la niebla pareci? seguirles y engullirles. Durante un instante pareci? que morian. A Gabriel la ceguera y desorientaci?n pareci? ahogarle, y en un acto reflejo se llev? su mano libre al cuello y se medio arrodill?. Entoncs de golpe estaban en medio de una arboleda helada.

          La niebla se habia disipado, pero esa sensaci?n que daba escalofrios no.
          El ambiente parecia frio, as? que se desabroch? la capa y se la dej? a Neftis para que no se resfriara. Entonces el caballo de Gabriel mostr? tambien esa sensaci?n pateando el suelo inquieto, y mientras Gabriel intentaba calmarlo un ciervo apareci? y se dirigi? en su direcci?n.

          Despu?s de unos pasos del ciervo, Gabriel, solo pudo ver impotente la escena en la que unos lobos negros salian de la nada y avatian al ciervo. Gabriel esper? inquieto como reaccionaban los lobos a su presencia, los cuales empezar? a gru?irles, adem?s de que parecia que otros ocultos en el bosque les querian rodear.

          ?Les tocaria combatir otra vez con lobos?, pero mientras Gabriel acariciaba la cara del caballo, le susurraba para calmarlo y se preparaba para desenvainar el estoque en caso de necesidad. Pero la aparici?n de una misteriosa ni?a hizo callar a los lobos, cosa que inquiet? mucho a Gabriel.

          Llylius pareci? tomar la iniciativa en la palabra, as? que Gabriel se qued? esperando mirando alrededor por si les intentaran atacar de golpe por la retaguardia.
          « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por gabriev »

          Imolk

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          « Respuesta #58 en: Febrero 07, 2005, 04:29:22 pm »
          3 de Alturiak del A?o de la Magia Salvaje (1372 CV). En una arboleda nevada junto a una ni?a muy extra?a. Anocheciendo.

          Neftis, Cleriga Aasimar bella cual diosa, ahora con los pelos de punta, por dos motivos (fr?o y cage)


          El fr?o y la niebla envolvi? al grupo. Todos se congelaron, el fr?o era algo casi insoportable, sobretodo porque Neftis estaba acostumbrada a climas... algo mas moderados. El drow podr?a tener mas resistencia a esos climas helados, pero la aasimar no.

          Cuando la niebla hubo desaparecido, no vi? casa o establo alguno. La cleriga qued? considerablemente sorprendida, al borde de... la aterrac?on, pero sin llegar a ella:
          donde... donde... donde estamos? pens? para si mismo, mirando la arboleda helada que nac?a a su alrededor, sustituyendo la ya pasada casa.

          De pronto, Gabriel, con un acto generoso que Neftis agradeci? con una de las mas simp?ticas sonrrisas y un gi?o de ojos, prest? de sus propias ropas proteccion para el frio,que sin duda al igual que a ella, a Gabriel tambi?n le estaba acosando. Lo agradeci?: - G... gracias... dijo Neftis justo cuando, una manada de lobos, saltaron en busca y captura del ciervo que poco tard? en morir.

          Lobos. es que nunca ivan a dejar de dar por saco? fueron los lobos del establo y stradh un aviso? tendr?n algo... en com?n? seg?a pensando Neftis mas hacia sus adentros, cuando aquella ni?a, con voz despectiva, se refiri? al grupo de aventureros como simples humanos. Neftis no era humana... no ten?a ojos aquella ni?ita?

          pronto cay? en un detalle que le rest? importancia al resto de las cosas: No.. no... no tiene frio? pesn? una vez mas... pero cuando se lo iva a preguntar, el hechizero se le adelant? con otra pregunta, tampoco nada desacertada. Lo que mas le preocupaba era, donde estaban. Aquel lugar frio y... desconocido.
          « Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Imolk »
          Imolk, Visir de Hierro; El ex-ejecutor y domador de tigres!!

          Falquian

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          « Respuesta #59 en: Febrero 07, 2005, 06:01:57 pm »
          Fecha desconocida, all? donde te llevan las brumas...

          Thilgar Reciotrueno, enano en estado de shock




          Thilgar ahog? un grito cuando la niebla lo engull? s?bitamente. Aquella mortaja blanco lo envolvi? por completo, dej?ndolo ciego en medio de un gris?ceo vaci?. Ni siquiera la terrible luz que desprend?a la caja que aun sosten?a en su mano parec?a penetrar en aquella opresiva bruma. Sus o?dos quedaron tan velados como sus ojos y poco a poco el crujido de su ropa, el aullido del viento, las voces de sus compa?ero... todo desapareci? dej?ndole sumido en el mas pavoroso de lo silencios.

          Aterrado, el enano intent? recurrir a todo su saber y a toda su experiencia, tratando de conservar la calma y de aferrarse a una explicaci?n, la que fuera, de lo que estaba pasando. Sus labios comenzaron a murmurar una plegaria y...

          No sinti? nada.

          Por primera vez desde que tenia uso de raz?n, Thilgar no hall? en su interior el calor de la fragua de Gond, el poder inexorable de la rueda dentada que lo hab?a impelido a seguir los preceptos de su dios antes de saber incluso de su existencia o de su nombre. Con mano temblorosa aferr? su sagrado s?mbolo y lo not? tan pesado y fr?o como la caja que aun sosten?a.

          Privado de cualquier sentido o noci?n de lo sucedido y del consuelo de su Dios, Thilgar Reciotrueno rugi? de rabia y dolor hasta perder el sentido.

          ...............................................

          El penetrante fr?o mordi? la curtida piel del enano, oblig?ndolo a despertarse. Con un gru?ido, Thilgar alz? la cabeza y se sacudi? la nieve de la barba. As? que no estaba muerto, despu?s de todo...

          Los ojos del sacerdote mordieron la oscuridad, intentando situarse en aquel lugar desconocido. Fuese lo que fuese lo que hab?a sucedido, estaba claro que no era nada bueno... La ausencia de la voz de su dios hizo estremecerse al enano como si estuviese mas desnudo que el d?a que vino al mundo.

          Cita de: "EL SINIESTRO NARRADOR"
          De repente, los aullidos de los lobos inundaron el campamento haciendo que el equino pateara y se encabritara con el miedo reflejado en sus ojos. Sonaron demasiado cerca. En ese momento, de entre los pinos que rodean el campamento salio un ciervo.

          El animal estaba asustado, confuso y herido. Olisqueaba el aire con nerviosismo y se encamino en direcci?n ha los aventureros buscando su proteccion. No lo consiguio.De entre los mismos arboles surgio un grupo de seis fuertes lobos negros que se abalanzo sobre el ciervo derribandolo y matandolo.Una vez echo esto,el grupo se volvio hacia los compa?eros gru?endo de manera amenazadora.En vuestro campo periferico,podeis observar que este grupo de lupinos no se encuentra solo,puesto que contais,al menos,una docena de sombras fugaces que se deslizan entre los arboles.

          - ?Oh!,Son solo humanos - se oye decir a una ni?a que,saliendo de entre los pinos,se acerca al grupo de seis lobos,los cuales enmudecen sus aullidos y gru?idos inmediatamente.

          Es una ni?a de unos 10 a?os,con un largo y espeso pelo negro como ala de cuervo y unos grandes ojos claros.Su andrajoso y sucio camison es azotado por el helado viento,revelando sus formas demacradas y famelicas.Sus pies descalzos dejan un rastro de huellas en la blanda nieve caida en el suelo.Al llegar a su destino,la joven se os queda mirando fijamente,como si esperara algo.

          Cita de: "Llylius Proyhd"
          - Lo siento, pero... creo que ha ocurrido algo que no esper?bamos... podr?a indicarnos ?d?nde estamos?


          Un mill?n de imprecaciones y comentarios sarc?sticos acudieron a la lengua del enano... pero el fr?o y el recuerdo de la bruma le hicieron enmudecer. La vida de todos estaba en grave peligro y no era momento para bravatas.

          Con todo el disimulo que fue capaz de reunir, Thilgar guard? la misteriosa caja en el interior de su morral. Fuera quien fuera aquella... ni?a, no estaba dispuesto a permitir que la caja les causara mas problemas. Despu?s se puso en pie muy despacio, sin perder de vista a aquella fam?lica aparici?n y a sus mascotas. Sus dedos rozaron la culata de su pesada pistola y una sonrisa carente de alegr?a se curv? por debajo de su barba escarchada.

          Al menos una parte del poder de Gond todav?a lo acompa?aba.

          Lanzando una mirada de reojo intent? localizar a la extra?a cuya llegada hab?a precedido a la bruma... "Demasiadas amenazas para una sola bala" pens? con el rostro ensombrecido.
          « Última modificación: Febrero 08, 2005, 09:01:05 am por Falquian »
          [size=84]Cobarde es el que no defiende
          Lo que su corazón reclama
          Y blandiendo su arma entiende
          Que morirá por lo que ama
          [/size]


          Falquian