Dia 1, Taberna de la Jarra Min?scula, Villa de los Relojes de Piedra, 15:45
La tabernera, morena y moza como pocas hab?a en millas, se acerc? a la mesa donde los aventureros habian llegado, unica mesa de la taberna, mas a peticion de la se?orita de extra?a raza para la posadera, que no por las peticiones del elfo Nirmod, cuya llamada hab?a sonado mas sarc?stica que formal.
La tabernera, cuando lleg? a la mesa dijo:
- Me temo que no tenemos hidromiel. En una villa tan peque?a y apartada, solo podemos aportaros dos tipos de bebidas. Cerveza y Agua. Aunque les aviso que la escasez de pozos en la zona conlleva a que el precio de las mismas sean considerablemente altos. Ser?n 2 piezas de oro las jarras de agua, y 5 piezas de oro las jarras de cerveza dijo la tabernera poniendo cara de circunstancia.
Y lo cierto es que los precios eran desorbitados, pero no era menos cierto el hecho de que los aventureros no recordaban haber visto rio alguno, o lago, o mar, o alguna otra cosa con sustancias l?quidas y potables, salvo las reservas que llevaba aquella caravana de mercaderes, ahora desaparecida. Alto era el precio a pagar en aquel pueblo para evitar la sed y la inanicion.
Los aventureros ahora entend?an porque el mercader ten?a tanta perseverancia en pasar por aquella aldea perdida en medio de los desiertos de Anauroch. Las mercancias en aquel pueblo que apenas produc?a algo de trigo, patatas y harina, tendr?an un precio desorbitado