Autor Tema: La Muerte y el Invierno [DDI]  (Leído 98123 veces)

Jurgen Heindall

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« Respuesta #15 en: Junio 01, 2004, 01:01:05 am »
Calles de Minanegra: 14:05
Earhum, el explorador (con est?mago revuelto) de la Marca Arg?ntea.
En apenas 15 minutos hab?a logrado toda la informaci?n que cre?a hab?a disponible en ese pueblo. Sali? hacia el fr?o y el viento. Al notar la g?lida caricia de Auril sobre su mejilla pens? durante un momento si ir a comprar ropa de abrigo o no. Hasta ahora hab?a pasado fr?o, pero estaba acostumbrado a los g?lidos inviernos de Sundabar o Argluna, aunque si el clima segu?a empeorando...Mir? dubitativamente hacia las escasas tiendas y pens? en los elevad?simos precios que seguramente habr?a.

Pah, ya esperaba afuera, junto a su caballo y su ave, con un gesto de la cabeza, el druida respondi? a la pregunta impl?cita en la mirada de Earhum, se?alando a la tienda donde hab?an entrado Hijogusano y Akaradrin, que resultaba ser en la que ?l tendr?a que comprar las prendas de abrigo si finalmente se decid?a.

Comenz? a andar hacia la tienda, mientras sacaba su bolsa con dinero y contaba la calderilla que ten?a para saber de cuanto dispon?a. Acab? de hacerlo justo cuando entraba en la tienda, que por cierto no ol?a mejor que la taberna. - Es lo que tiene el invierno, nadie se saca la ropa para ba?arse - pens? entre divertido y molesto por ese nuevo ataque a su olfato de explorador.
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Ahhh, las bellas tierras del norte. Te he contado ya c?mo es mi bonita ciudad?, y las bellas chicas que en ella habitan?  :roll:
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Te juzgaré porque tal es mi derecho de Príncipe, de Sangre y de Poder, pequeña sanguijuela desagradecida.

Akaradrin

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« Respuesta #16 en: Junio 01, 2004, 06:19:31 pm »
...y es por eso que las barbas de los enanos se mantienen suaves y resistentes, ?o no sab?as de las propiedades de...?

??Diez piezas de oro por algo de ropa para seguir vivo en el camino!?

Peroperopero ?qu? es esto? ?No comprenden en este pueblo que si no conseguimos llegar hasta mas all? de las monta?as, va a seguir sufriendo la gente? Casi nadie puede pagarse esta ropa y seguir comiendo, no me parece nada correcto. La gente no tendr?a que escoger entre una muerte por congelaci?n o la ruina.


El enano mira fijamente hacia uno de los vendedores...

Se que Auril golpea con fuerza, disminuyendo considerablemente la clientela y la cantidad de productos a vender, y que sub?s los precios como compensaci?n porque ten?is fam?lia a la que alimentar...pero pensad si es justo para los dem?s. Y no pens?is que intento regatear...

Akaradrin saca sus escasas monedas de oro, separando una de ellas y ofreciendo las otras diez.

...pero no me gustar?a encontrarme con ni?os hambrientos porque sus padres, debido al fr?o, no han podido salir a cumplir con sus obligaciones y ganarse el oro. All? vos con vuestra conciencia. ?Y a vos, lo mismo! (dirigi?ndose hacia otro comerciante)

El enano empieza a dar vueltas a la pesada capa sobre su espalda, intentando aprovechar la mayor cantidad de tela posible, mientras gru?e y refunfu?a al pis?rsela una y otra vez.

Por el Martillo del Forjador, que ?ste no es el mejor comienzo...
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Hijogusano

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« Respuesta #17 en: Junio 02, 2004, 11:43:37 am »
Tienda de los timadores

Cita de: "El enano de suave barba"
Se que Auril golpea con fuerza, disminuyendo considerablemente la clientela y la cantidad de productos a vender, y que sub?s los precios como compensaci?n porque ten?is fam?lia a la que alimentar...


Hijogusano echaba un vistazo a las mercanc?as de la tienda mientras Akaradrin pon?a en pr?ctica sus artes de enano. Todo el mundo sabe que los enanos son unos apestosos usureros y que saben mucho de estafas y de hacer agujeros en los bolsillos de los comerciantes. S?lo esperaba que en esta ocasi?n el enano no cavara demasiado profundo.

Si la negociaci?n no funcionaba, Hijogusano ten?a dispuesto el persuasor de su espalda para convencer a los timadores de que los precios eran abusivos. El grupo necesitaba esa ropa de abrigo y unos mequetrefes ladrones como aquellos no iban a impedirlo. Incluso por unos momentos le pareci? a Hijogusano ver las sombras de alguna criatura retorci?ndose en las esquinas de la tienda... estos tenderos ocultaban algo, los precios no son normales ni siquiera para este clima...

Mientras las ideas se iban asentando en su cabeza, Hijogusano iba acercando su mano a la empu?adura de su enorme espada curva mientras susurraba para s?...

- Estos traidores tendr?n su merecido...
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Falquian

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« Respuesta #18 en: Junio 02, 2004, 11:43:59 am »
Calles de Minanegra 14:05

El comerciante de la derecha, un tipo delgaducho, de ojos apagados y cara marca de viruela, solt? una carcajada ?spera y apoy? ambas manos en su cintura.

- Eso es lo que hay enano. O lo tomas o lo dejas. De todas formas - dijo alzando la voz- puede que el santurr?n de Pipper este dispuesto a rebajar su precio para tan "noble" clientela. ?Verdad, viejo amigo? No querr?s perder el favor de tus dioses por falta de caridad... - agreg? con malicia.

El aludido le fulmin? con la mirada desde su propio establecimiento. Era un tipo regordete y de mejillas sonrosadas, con una gran gorra de piel con orejeras encasquetada en su cabeza. En su grueso cuello destacaban varios amuletos de cobre y hueso. Las manos de Pipper se crisparon un par de veces con furia, pero luego pareci? tranquilizarse y una sonrisa calculadora asom? a su rostro.

- Por supuesto Fredigar... - admiti? con voz serena - hay que saber escuchar a la voz de la raz?n cuando los dioses la traen a nuestra puerta. ?Que tal 9 piezas de oro para tan nobles clientes?

Fredigar enarco las cejas horrorizado.

- ?Estas loco? - Increp? con su voz aguardentosa - Nadie pagar?a 9 monedas por tus apestosos abrigos de piel de ardilla. Todo el mundo sabe que se desmenuzan en dos d?as. Nueve monedas por mis abrigos de piel de oso serian una excelente elecci?n para alguien con dos dedos de frente como vos, se?or enano - comento melosamente diriji?ndose a Akaradrin.

En ese instante Earhum hizo su aparici?n, con una media sonrisa divertida. Pos? su mirada en sus compa?eros, que asist?an a la evidente competencia entre ambos comerciantes con ligero asombro. Al percatarse de su presencia enano se limit? a gui?arle un ojo.

La llegada de un nuevo cliente no pas? inadvertida para el orondo Pipper, que volvi? de nuevo al ataque.

- Truhan infiel y deslenguado, lo que todo el mundo sabe es que desde que tu abriste tu local, ya no se ven gatos por las calles de Minanegra. - Con seriedad se gira hacia Earhum y le comenta con gravedad. - Se?or, sin duda un viajero experto como vos sabr? apreciar mis prendas lo suficiente como para pagar ocho monedas por ellas...

- ?OCHO? ?OCHO? - Grito Fredigar, y a continuaci?n se lanz? a pronunciar todo tipo de blasfemias e injurias a su oponente, que se limit? a encajar la andanada con una sonrisa paciente y confiada. Su olfato de enano le indic? a Akaradrin que dif?cilmente podr?a rebajar aun mas el precio. Los comerciantes amnianos son duros de pelar.
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Hijogusano

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« Respuesta #19 en: Junio 02, 2004, 05:36:15 pm »
Tras escuchar la discusi?n de los comerciantes, una r?faga de lucidez recorri? el maltrecho cerebro de Hijogusano. No eran criaturas de ultratumba, ni siquiera unos traidores, s?lo eran unos simples usureros.

Lentamente, fue alejando la mano de la empu?adura de su espada curvada tratando de que no se notara demasiado lo que hab?a estado a punto de ocurrir. Durante unos instantes, Hijogusano sigui? viendo las im?genes de los sombr?os rostros de los comerciantes mientras sus cabezas rodaban por el suelo, pero poco a poco las sombras se fueron disipando y los rostros diab?licos fueron sustituidos por caras de sorpresa.

Aparentemente, hijogusano se hab?a quedado mirando fijamente sus caras durante alg?n tiempo mientras se apoyaba en una de las sillas de horrible factura que trataban de vender los comerciantes.

- Creo que ese precio es inaceptable. Esas ropas de invierno que nos quieren vender est?n claramente estropeadas. Las ratas han debido roerlas a gusto durante bastante tiempo. No me gustan los timadores.

Antes de que los comerciantes pudieran defenderse de las acusaciones, hijogusano continu?...

- Esos mantos se romperan tras llevarlos unos minutos, igual que se rompe esta silla con un soplo de viento.

Dicho esto, desmenuz? la silla bajo sus correosas manos sin aparente esfuerzo mientras un aire de locura empezaba a mostrarse en su mirada.

- Toda vuestra mercanc?a est? podrida, no usar?a una de vuestras palas ni para cavar vuestras tumbas.
Acto seguido una de las palas que se amontonaban en una esquina qued? hecha astillas bajo las manos de Hijogusano, que esparci? algunos restos sobre los comerciantes.

- Yo no pagar?a m?s de... 6 piezas de oro por una mercanc?a de esta calidad.... creo que vuestros tenderetes son de una calidad similar, verdad?

Al terminar de hablar se acerc? calmadamente hacia los comerciantes con una sonrisa m?s propia de un depredador.

- S? que llegaremos a un buen trato.
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Akaradrin

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« Respuesta #20 en: Junio 03, 2004, 11:25:41 am »
El enano, paralizado por la reacci?n de su compa?ero  :shock: , empieza a recobrar la movilidad poco a poco, a la par que el color de su cara (ahora blanca) empieza a tomar un tinte verdoso.

Peroperopero...

Akaradrin se coloca delante de Hijogusano, mientras le aparta hacia un lateral pooooco a pooooco....

Mis buenos se?ores, disculpen a mi compa?ero, creo que no controla bien su fuerza, y eso debe volver algo torpe a la hora de manipular herramientas...imagino...y de...tasarlas...o...lo que sea que est?...haciendo

El enano se vuelve hacia el hombret?n.

(Susurro) Escucha buen amigo, estos hombres solo intentan ganarse la vida como pueden, y destruir sus mercanc?as no solo puede retrasarnos, si no que nos puede hacer terminar en los fr?os calabozos de este pueblo (fin del susurro)

El enano (sudoroso pese al fr?o) vuelve a girarse hacia los vendedores.

Esto...por supuesto, nos llevaremos las capas...y a?adir? un par de piezas de oro por esa pala y esa silla que aqu? mi ex?tico compa?ero ha roto sin querer...despues de todo tenemos mucha prisa y no queremos detenernos...por supuesto yo no pienso que su mercanc?a est? en mal estado...

El enano (ahora rojo) se gira de nuevo hacia Hijogusano

Aunque estoy seguro de que mi compa?ero, adem?s querr? dar alg?n tipo de disculpa sincera, que a buen seguro vale m?s en este momento que ese par de piezas de oro, ?verdad?

Akaradrin vuelve a girarse hacia los vendedores, y les muestra su mejor sonrisa de enano.
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« Respuesta #21 en: Junio 03, 2004, 12:14:19 pm »
A pesar de las tranquilizadoras palabras del enano, ambos comerciantes siguieron contemplando a Hijogusano con una expresi?n parecida a esta:

 :shock:  (mas palida, se entiende)

Pipper retrocedi? lentamente hacia la puerta mientras el pobre Fredigar contemplaba con la boca entreavierta los restos desmenuzados de sus mercancias. Finalmente alz? la mirada y dijo con un hilillo de voz:

- No se preocupe <gasp> - trag? ruidosamente - se?or enano... 6 monedas no estan tan mal en realidad... en realidad nunca me gust? esa silla... dejemos el trato en 20 monedas inclullendo la pala... no quiero distraerles mas... a buen seguro tendr?n mucha prisa... ?verdad? - inquiri? con un deje de esperanza en su voz, sin poder apartar la mirada del b?rbaro.
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Hijogusano

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« Respuesta #22 en: Junio 04, 2004, 05:17:15 pm »
La reacci?n del enano fue la que Hijogusano esperaba. Siempre hab?a sido un buenazo... al menos desde que lo conoc?a. Predicando sobre el bien y el orden... No es el tipo de persona que deba mancharse negociando con mequetrefes como estos vendedores.

- Amigo enano, no ves que estos malnacidos usureros quieren aprovecharse de tu buen coraz?n? A veces hay que romper algunas normas para que no te tomen el pelo. Adem?s, hemos conseguido un buen precio y por fin podremos salir de aqu?.

Mientras Hijogusano se alejaba de los tenderetes dej? en la mano de Akaradrin su parte para hacer el pago mientras le susurraba

- Mejor p?gales t? antes de que acabe poni?ndome de mala leche con estos se?ores tan simp?ticos... y no dejes que te timen. No tardes, que nos estar? esperando el pajarero en alg?n sitio.
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Jurgen Heindall

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« Respuesta #23 en: Junio 04, 2004, 07:54:25 pm »
Calles de Minanegra: 14:09
Earhum, el explorador (con sonrisa pese al fr?o) de la Marca Arg?ntea.


S?, una vez m?s, Hijogusano hab?a hecho honor a su fama. Desde que viajaba con ?l, ya hac?a unos meses, esa hab?a sido su forma favorita de negociar, y no sol?a resultar mal en los pueblos peque?os.
Sin embargo, hab?a que tener cuidado, algunos comerciantes reaccionaban mal, y algunos comet?an el error, en algunos casos cercano al suicidio, de insultar o amenazar al b?rbaro. Hab?a que impedir que eso ocurriera, que hab?a mucho mercenario aburrido y quiz? con ganas de bronca en la posada del cocinador de rata que luego dice que es estofado.

Antes de que el enano pudiera volver a pedir disculpas o diriguirse a la espalda en movimiento de Hijogusano, Earhum se dirigui? a Akaradrin.

Venga, amigo m?o, qui?n sabe cu?nta gente podr?a necesitar de nuestra ayuda en estos momentos. Adem?s, el precio es bueno, este amable comerciante, temeroso de los dioses, no se atrever?a a estafarnos, nos ofrece un precio justo, estoy seguro, venga, p?gale (le deja 7 monedas en la mano) mientras yo examino qu? nos quiere dar, aunque seguro que no nos dar? nada que haga que Hijogusano vuelva a visitarlos estando realmente enfadado, je je, Waukin no lo quiera y haga crecer verrugas ponzo?osas en la cara de los comerciantes estafadores.
Earhum se acerca a las pieles y vestimentas que se van a llevar y las mira con detenimiento durante unos segundos, buscando alguna pega de forma r?pida. En cuanto ve que el enano paga comienza a caminar hacia el punto de la calle donde Pah los espera.

Vamos, mi buen palad?n, no es propio de alguien de tu categor?a mancharse con tratos con estafadores, aunque tu primer discurso fue digno del mejor comerciante enano.
Aqu? un gui?o al enano esperaba que pudiera disipar el estupor de Akaradrin. Quiz? todo fuera a salir bien y no saliera ning?n mercenario aburrido buscando camorra.
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Akaradrin

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« Respuesta #24 en: Junio 08, 2004, 11:52:11 am »
(Reverencia a los comerciantes, mirada de resignaci?n a Hijogusano)

Est? bien, si estamos todos de acuerdo en el precio, poco mas hay que hablar. A?n as?, pagar? los destrozos a?adiendo una pieza de oro, pues tampoco me parece bien que nadie lo compense. Eso s?, como iba diciendo, ser?a inteligente que mantuvieran unos precios moderados tambi?n para el resto del pueblo, solo por si acaso.

El enano se queda pensando unos instantes si su alusi?n a la seguridad del pueblo no habr? sonado como una amenaza a los oidos de los comerciantes...pero despu?s de recordar a Hijogusano negociando, encoge los hombros, y empieza a caminar junto a sus compa?eros.

?Un placer tratar con los comerciantes del norte! (Reverencia) -Les dice por ?ltima vez- ?Hablar? bien de vosotros a otros aventureros!

Bien, reun?monos con los dem?s. Estamos perdiendo mucho tiempo.
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Falquian

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« Respuesta #25 en: Junio 08, 2004, 12:40:33 pm »
Los ojos de Fredigar se abrieron como platos cuando Akaradrim prometi? hablar "bien" de su local a otros aventureros. La posibilidad de recibir semejantes visitas por gente como Hijogusano no parec?a atraerle especialmente. Se fue quedando atr?s con las monedas sobre una mano que ni siquiera hab?a sido capaz de cerrar, mientras los aventureros se alejaban camino de la posada. El otro comerciante se hab?a esfumado discretamente, y la puerta de su cobertizo parec?a cerrada a cal y canto.

Mientras Akaradrim pateaba la nieve en direcci?n a los establos, mostrando cierto disgusto, Earhum le miraba con su t?pica media sonrisa y Hijogusano se limitaba a mantener una expresi?n aparentemente impasible que solo era desmentida por sus ojos, siempre atentos, siempre vigilantes. Nadie les sali? al paso, y ?nicamente se cruzaron con algunos refugiados de aspecto miserable, demasiado agotados incluso para pedirles una limosna. Apenas les llev? unos minutos alcanzar su destino, donde Pah Quall comenzaba a impacientarse.

- Empezaba a pensar que os habr?ais metido en alg?n l?o - coment? con serenidad.

Sin necesidad de intercambiar mas palabras, el grupo de aventureros sali? a la calle principal (en realidad, la ?nica calle) de Minanegra para tomar la ruta del paso monta?oso. Pluma Veloz se alz? con un aleteo casi negligente y lanz? un chillido de desaf?o, mientras ascend?a con facilidad en el cielo. Muchas veces Earhum se preguntaba si el orgulloso animal no se burlar?a de la torpe forma de desplazarse que empleaban sus compa?eros humanos. Alg?n d?a tendr?a que pregunt?rselo al druida.

Caminaron por la abrupta pendiente hasta alcanzar el peque?o puesto fronterizo en el que acababa el pueblo. All?, dos soldados amnianos con aspecto de estar medio muertos de fr?o y un sargento con cara de aburrimiento les observaron pasar junto a la barrera levantada.

- Ah? va otra panda de locos - escuch? Earhum. Por el rabillo del ojo comprob? como el que hab?a hablado quedamente era uno de los guardias. - Te apuesto cinco piezas de oro a que los encontramos tiesos la primavera que viene junto a los otros tres...
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Falquian

Jurgen Heindall

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« Respuesta #26 en: Junio 09, 2004, 04:44:12 pm »
Calles de Minanegra: 14:20
Earhum, el explorador (de aguzado o?do) de la Marca Arg?ntea.


El comentario del guardia lo puso alerta y no pudo evitar sentir curiosidad. Y claro, ocurri? lo que le ocurr?a siempre, casi antes de que supiera qu? estaba haciendo hab?a dado media vuelta y se estaba dirigiendo de forma amable al hombre que hab?a hablado, con su mejor cara de chico bueno.

Tormentosos y fr?os d?as nos deparan los dioses, se?or, que todos ellos nos protejan.
Mi educado o?do no ha podido evitar escuchar lo que ha comentado acerca de tres aventureros congelados. Podr?a darme algo de informaci?n al respecto? Seguro que es una historia interesante. Mis compa?eros y yo agradecer?amos cualquier ayuda en nuestra misi?n. Vamos a cazar a un orco peligroso, sabe?


El ?ltimo comentario era para intentar darle un aliciente a un guardia que seguramente estar?a encantado de hablar con cualquiera para matar el tedioso tiempo de guardia que segu?a al aburrido tiempo sin hacer nada que iba tras el mon?tono dormir en un sitio helado y con humedad. Conseguir?a esa informaci?n, como se llamaba Earhum.
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« Respuesta #27 en: Junio 09, 2004, 05:22:14 pm »
Ante las palabras de Earhum, el guardia (tras recibir un codazo de su compa?ero y una mirada de desaprobaci?n del sargento) se llev? un par de dedos al yelmo a manera de saludo desganado y sonri? con cierta tirantez.

- Posiblemente oigas a ese orco antes de que el te oiga a ti, viajero - coment? el guardia con sequedad. - El caso es que esta ma?ana, a primera hora, un peque?o mediano pas? por aqu? montado en un poni. Solo. Seguramente ahora mismo se lo habr? tragado la ventisca o alg?n lobo hambriento. Y algo mas tarde, un tipo gordo con armadura y un elfo tomaron la misma ruta tirando de las riendas de una mula. Teniendo en cuenta como pinta el panorama - dijo alzando la vista hacia la cumbre - les doy pocas esperanzas de llegar a Naskell.

Earhum sigui? la mirada del soldado amniano y su rostro se ensombreci? al contemplar las ominosas nubes que aprecian arrastrarse como un t?trico manto por encima de los pasos monta?osos. Fueran quienes fueran los que les preced?an en la ruta, encontrar?an algo bastante peor que viento fr?o cuando se acercaran a la cima. Y la ventisca segu?a acerc?ndose.

- La verdad es que deb?a de correrles mucha prisa llegar al otro lado. O eso o no estaban dispuestos a esperar a que la situaci?n mejore... Estamos esperando que llegue de un momento a otro la orden de cerrar la frontera, y todo el pueblo lo sabe. - El guardia pos? de nuevo la mirada en Earhum y le echo un vistazo de arriba a abajo. - Si yo estuviera en tu pellejo amigo, me quedar?a esta noche bien cerca de la chimenea del Ojo Tuerto y dejar?a que ese orco se muriera de fr?o... aunque puedo asegurarte que no recuerdo haberle pedido el salvoconducto a ning?n colmilludo en las ultimas semanas.

Dicho esto sonri? sin humor, se arrebuj? un poco mas en la capa y guard? silencio mientras su compa?ero y el sargento se limitaban a mirarles con curiosidad.
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Hijogusano

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« Respuesta #28 en: Junio 10, 2004, 10:52:54 am »
Un gordo y un elfo? Un mediano solitario? Esta gente resulta de lo m?s curioso. En el tiempo que hab?a pasado fuera del desierto, Hijogusano s?lo hab?a o?do calamidades sobre los medianos. Ten?an una conversaci?n interesante que usaban para distraerte mientras te robaban la bolsa. Ladrones, peque?os piojosos de pies peludos... Por qu? se meter?a este en la ventisca? No parec?a que se pudiera encontrar con nadie a quien robar. Tal vez vaya en busca de alg?n tesoro. Habr? o?do la historia del mago quemado en la hoguera y su ej?rcito de muertos vivientes y tratar? de sacar tajada.

Probablemente el gordo y el elfo sean cazadores de hombres. Ir?n tras el mediano que seguramente rob? algo al gordo. Seguramente el gordo sea un opulento comerciante y el elfo alg?n tipo de esclavo que le gu?a tras el peque?o ladr?n. Puede que ofrezcan alguna recompensa por el enano.

- Hermano, si tenemos tiempo despu?s de descuartizar al orco, seguro que ofrecen una recompensa por las orejas de ese peque?ajo del poni. Si nos adelantamos al gordo y su criado podr?amos sacar algunas monedas.

Hijogusano se qued? esperando como un ni?o que hubiera hecho un gran descubrimiento.
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Akaradrin

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« Respuesta #29 en: Junio 10, 2004, 11:44:44 am »
El enano baja lentamente la cabeza, hasta q da con la palma de su mano en la frente, con un sonoro "?clanc!" met?lico.

>.<

Peropero por el Forjador, ?que mal nos ha hecho a nosotros ese pobre mediano? Ahora al menos sabemos que no estamos solos en el camino, deber?amos alegrarnos por ello. Ser?a ?til intentar alcanzarles. Si no saben defenderse, necesitar?n nuestra ayuda, y si saben, unas cuantas manos extra nunca est?n de mas. Por no hablar de si tenemos un objetivo com?n realmente, y saben mas que nosotros sobre ?l.

-Terrible mirada cejijunta de enano a Hijogusano-

Y nada de abalanzarse sobre medianos...el ?nico peligro que tienen es su facilidad para dejar a sus compa?eros de viaje sin provisiones...y es un riesgo que ya decidimos correr contigo.

-Sonrisa de enano a los guardias-

Muchas gracias por la informaci?n, camaradas. Que Moradin forje almas fuertes en vuestra fam?lia.

-Mirada de aprobaci?n hacia el explorador, acompa?ada de media sonrisa-

?En marcha, h?roe?
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