Refugio de monta?a 20:40.
Earhum, el explorador (que por fin descansa) de la Marca Arg?ntea.
El cansancio le llam? a gritos desde lo m?s profundo de su cerebro, mientras escuchaba la conversaci?n de sus compa?eros. Comi? algo de forma mec?nica, no por hambre, solo sabiendo que deb?a hacerlo. Su lengua no sent?a sabores, sus dientes hac?an su trabajo mientras los pensamientos vagaban cada vez m?s libres. Los m?sculos decidieron hacerse eco del agotamiento que su cabeza insist?a en hacer notar. Se relajaron y empezaron a protestar por el severo tratamiento al que hab?an sido sometidos. Justo cuando los hac?a entrar en calor, qu? desagradecidos!
El elfo hab?a contado una historia bastante fant?stica, claro que hab?a visto cosas mucho m?s raras en su tierra. Adem?s, nadie que no fuera un mago o hechicero llevar?a un rat?n metido en la manga. O sea que m?s val?a tenerlo en cuenta. Otra cosa era creer lo que dec?a, claro, pero desde luego s? era factible que le hubiera pasado eso.
De todos modos, esa historia no explicaba el por qu? se hab?an arriesgado tanto en plena tormenta. No esperaba que le contaran su vida a las primeras de cambio, pero si finalmente continuaban viaje juntos tendr?a que pregunt?rselo.
Por alg?n motivo un chiste intent? formarse en su cabeza, era de elfos con sabor a queso o algo as?, qu? cosa tan rara... empezaba a dormirse... no deb?a haberse acercado tanto al fuego.
Una voz muy seria dentro de su cabeza le dijo que alguien no estaban seguros all?, y que ?l deb?a estar entre las personas que hicieran guardia. Maldita conciencia... claro que ten?a raz?n. Abri? los ojos y dijo:
Lo siento, creo que me he quedado adormilado, me temo que no os he estado escuchando demasiado.
La perla gris, dice? Bueno, se?or, no sabr?a decirle en estos momentos... mejor preg?nteme por la ma?ana.
Levant?ndose de su sitio frente al fuego, continu? hablando, mirando a todos en general.
Creeis que ser?a buena idea montar una guardia durante la noche...? aaaah, qu? bien nos vendr?a un conjuro de alarma.
Hace mucho tiempo que no me encontraba taaaan cansado, maldita tormenta.
Mientras esperaba la respuesta, sus ojos y su mente buscaban un buen lugar donde dormir, incluso se imaginaba durmiendo, con una gran y beat?fica sonrisa, so?ando con las bellas chicas de su bonita ciudad...
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Ahhh, las bellas tierras del norte. Te he contado ya c?mo es mi bonita ciudad?, y las bellas chicas que en ella habitan? :roll: