Nashkell, interior de la posada El Viajero Errante. Tras caer la noche.
Earhum, el explorador (y desconcertado observador) de la Marca Arg?ntea.
No se lo pod?a creer, los guardias parec?a que le iban a hacer caso cuando aquel tipo del mono empeor? las cosas, que siguieron empeorando y empeorando y empeorando, y empeorando y... creo que captais el concepto.
Cuando vio que el hombre ca?a, tras orinarse encima, puso los ojos en blanco, mientras susurraba en voz baja Esto es peor que cuando Hijogusano ret? a beber a aquel posadero enano.
Decididamente, su prioridad ahora era comprobar que la desventurada mendiga sal?a de all? sin ser vista; las intenciones de los guardas para con ella era bien claras.
Sobre el viejo borracho... bueno, si solo le daban una paliza no era para tanto, adem?s, con Hijogusano y Pah all? cerca no cre?a que se atrevieran a darle demasiado. Hijogusano impon?a mucho cuando te miraba f?jamente sin parpadear.
No tuvo que perder m?s que un segundo. La chica estaba movi?ndose con su beb?, al parecer pasando desapercibida, en direcci?n a los establos. Estaba fuera de peligro. Tendr?a que ayudar a ese pobre hombre, al fin y al cabo.
Despu?s de todo, no estaba bien que los guardias apalizaran a la gente en las tabernas. Con hacerle dormir la mona y una peque?a multa ya hubiera sido suficiente.
Acerc?ndose a todo el grupo, elev? un poco la voz.
Loco, borracho, enfermo, est?pido... ahora es igual.
Acaba de perder el conocimiento. No os recomiendo darle una paliza a un hombre sin conocimiento, podr?a ser que lo matarais sin daros cuenta. Y qui?n sabe los amigos que puede tener por ah?. Tiene toda la pinta de un aventurero.
Arrodill?ndose frente al ca?do, y ahora maloliente bardo, intent? aparentar que estaba buscandole la respiraci?n o el pulso; m?s que nada para evitar patadas y golpes al actor.
--------------------------------------------------------------------------------------
Ahhh, las bellas tierras del norte. Te he contado ya c?mo es mi bonita ciudad?, y las bellas chicas que en ella habitan?