Autor Tema: La Tumba de Knoslira [DDI]  (Leído 30889 veces)

Cerbero

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« Respuesta #15 en: Mayo 18, 2010, 03:19:55 pm »
La niebla y la oscuridad lo cubrían todo. Apenas unos rayos de luna llegaban a donde el grupo se hallaba, sin embargo todo parecía tranquilo, quizás demasiado tranquilo… al menos hasta que un amenazador aullido se escuchó.

¿Qué diablos ha sido eso? – Exclamó excitado Alberick mientras sacaba un pedazo de cuero de su bolsa de componentes de conjuro, entonces empezó a hablar en aquella lengua que ni si quiera él sabía como conocía pero que su maestro le había enseñado a comprender, el lenguaje arcano al tiempo que realizaba los gestos pertinentes. Completado el conjuro se hallaría protegido por una barrera de fuerza invisible pero tangible. Con esto se sentiría mas seguro.

Un chillido se escuchó en el bosque, un chillido que el hechicero reconoció bien. -¡Trecki! ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estas? – Por un instante Alberick dejó de sentir la presencia de su pequeño amigo, el instante más largo de su vida posiblemente, pero pronto volvió a sentir la presencia de su amigo y compañero, aunque algo no iba bien. El murciélago estaba asustado, Alberick podía sentirlo.

–¡¡Aguanta pequeñín, voy a salvarte!!- Gritó el hechicero al tiempo que echaba a correr en dirección al chillido. Quizás esto no había sido el acto más inteligente del mundo pero aquel pequeño animal peludo había sido el mejor amigo del hechicero durante los últimos ocho años y le había cogido mucho afecto. Si se estaba lanzando de cabeza a la boca de un monstruo le daba exactamente igual, no dejaría morir a su pequeño.

En dirección contraria al hechicero apareció una figura encapuchada gritando algo que el hechicero no entendió para luego tropezar con una raíz e irse de boca al suelo. - ¿Qué ha pasado ahí dentro? ¿Has visto al murciélago? ¿Le has hecho algo? -En eso calló en la cuenta de que el encapuchado había hablado en un idioma que no entendía, de modo que no esperaba recibir respuesta, además aún podía sentir el miedo de su familiar, aún estaba vivo.

-¡Trecky, si puedes volar ven hacia aquí, si no puedes grita! ¿Dónde estas?
« Última modificación: Mayo 21, 2010, 04:03:36 pm por Cerbero »

Barack Aurum Draco

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« Respuesta #16 en: Mayo 19, 2010, 12:46:59 am »

Eberk Truenomartillo. Bosques al noroeste de los Valles. 1376 CV. 17 de Mazho. De noche.

El enano terminaba de comer su pan, mientras observaba a Ocelote que, al parecer infructiferamente, intentaba descifrar lo que ponía el famoso monolito. El druida se le había perdido de vista hacia un buen rato, sin embargo no valía la pena preocuparse por él, después de todo estaba en su "ambiente", aunque de seguro de donde venía la niebla no era tan molesta.
Pensaba en ello cuando, de las profundidades mismas del bosque un largo aullido rompió el silencio reinante. Los ojos del enano chispearon como brazas, el aullido era para él como el sonar del cuerno de batalla, se llevo la mano diestra al hacha que fue desenfundada raudamente y la siniestra al escudo, mientras se levantaba de un salto. Los ojos del enano escrutaron alrededor, pero la espesa niebla le impedia ver claramente. A eso se sumó un presentimiento: algo en el ambiente había cambiado, aunque no sabía decir que.

De pronto, entre la niebla y los árboles logro discernir una silueta. La figura humanoide se percató de los aventureros y grito algo en una lengua que el enano no pudo descifrar, al tiempo que el cuerpo se desplomaba en el suelo. El enano avanzo con paso firme hacia el lugar, de pronto se dio cuenta que también Ocelote se acercaba. No presto atención a las palabras del pícaro, sus ojos buscaban incesantes el origen del aullido pero no lo encontraban.
-¡Trecky, si puedes volar ven hacia aquí, si no puedes grita! ¿Dónde estas? gritó el hechicero, que intentaba atraer al pequeño murcielago que llevaba de mascota.

El druida tampoco estaba por ningún lado ¿Cómo demonios la situación se había tornado así de caótica?
- Forjador, no nos abandones nada más comenzar nuestra aventura - susurró el enano, mientras apretaba con fuerza su escudo y su hacha, el acto le lleno de confianza y gritó - ¡Seas lo que seas, atrevete a aparecer aquí, que me encargare de hacerte morder el polvo! - Al terminar la frase, miró a la figura encapuchada, seguramente Ocelote ya había hecho las preguntas pertinentes, no era necesario que él las repitiera.

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"No cuentes las veces que te has caído. Sino que la fuerza con que te has levantado."
Ulfgar, primer maestro de Eberk Truenomartillo.
« Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Barack Aurum Draco »
\"El poder del hombre no radica en lo que puede hacer por sí mismo, sino en lo que su voluntad obliga a hacer a los demás\".

Bogo valle profundo

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« Respuesta #17 en: Mayo 20, 2010, 12:29:08 am »
Bohr. Bosques al noroeste de los Valles. 1376 CV. 17 de Mazho. De noche.

Mientras Ocelote examinaba las escrituras y hacia extrañas referencias a la forma del monolito, Bohr no pudo evitar hacerse un ovillo en su manta y dar una pequeña cabezada. Al principio intento resistirse, pero él había recorrido mas distancia que los demas para llegar al destino y el cansancio le estaba pasando factura, asi que finalmente, tras cabezear somnoliento un par de veces, se dejo llevar y se sumió en un sueño intranquilo.

Un aullido rasgo el silencio de la noche, desvelando al guerrero, que empapado en sudor buscó la espada bajo las mantas y la desenvainó quedandose muy quieto... lo mas quieto que podía, mientras intentar aparentar seguir dormido.

-¡Helmo nos guarde!- Susurro, y mordió su labio inferior para intentar despejarse y olvidar la pesadilla que acaba de tener....

....¿O acaso seguia soñando?.

Sacudío la cabeza una vez y esperó observando los movimientos del pícaro socarrón.
« Última modificación: Enero 01, 1970, 01:00:00 am por Bogo valle profundo »
\"My power is as vast as the plains, my strength is that of mountains. Each wave that crashes upon the shore thunders like blood in my veins.\"