Orsatelli de peille, cercanias al aeropuerto.El ruido de la avioneta pilotada por Pablo se perdio en la lejania dando fin a la mision del tremere en orsatelli.
Los antiguos recuerdos del mago cainita regresaron a su mente desbordandola como un vaso en el que cae demasiada agua. Mirando hacia la ciudad en la lejania, observo el paisaje te?ido de color rojizo debido a la antinatural lluvia..... se levant?, cerro con fuerzas ambos pu?os y corrio dejando tras de si un grito de furia mas propio de un animal que de alguien civilizado.
Sin mas, emprendio camino hacia orsatelli dejando atras al aeropuerto y con la certeza de que la vida de pablo ya estaba a salvo.
Sin parar, sin detenerse ni tan siquiera para cercionarse a donde iba... engel siguio corriendo a traves de la lluvia hasta llegar al perimetro de seguridad de la brahms tower. Contemplo el edificio reducido a ruinas, vio con sus propios ojos los cadaveres de los guardias de seguridad sobresaliendo entre los escombros..... Entonces oy? las palabras de alguien por encima del caos en el que estaba sumido la ciudad.
- Todo controlado, dejad establecido el perimetro y dejad algunos efectivos para mantener cierta seguridad. No dejeis pasar a los curiosos.
Los demas volved al cuartel, quiero informes de todo lo que haya pasado en la ciudad en la ultima hora, y la television local en mi despacho en diez minutos. -
Miro en aquella direccion y vio el edificio del museo, que se encontraba en una calle cercana a brahms tower, reducido tambien a poco mas que a una mueca de su estructura.
Un guardia joven se acerc? a al viejo cainita con el tonfa pendiendo de una de sus manos.
- Por favor, identificacion y permiso para permanecer en este area. -
El hombre que vociferaba las ordenes a un centenar de metros escucho la pregunta del policia y miro a engel con aire inquisitivo mientras todos los efectivos de la policia y el ejercito (excepto poco mas de una treintena fuertemente armandos que guardarian el perimetro) se alejaban del lugar de los hechos.
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Alieri observo al hombre con el que hablaba el joven agente oxbrian... en su cara habia signos que le marcaban como un hijo de cain... No tenia tiempo para pensar, tenia que partir hacia la abadia para averiguar que demonios pasaba con esas campanas, ese asunto se estaba convirtiendo en una obsesion para el....
Un detective, maduro, de unos cuarenta y pocos.... no demasiado atractivo, rechoncho y con el pelo cano. Con una gabardina repulsivamente sucia que el primogenito estaba seguro que hacia meses que no lavaba.... ?como se llamaba? Connor... el quedaria al mando mientras tanto.
Tras hacer unas se?ales al viejo detective indicandole su nuevo cargo, partio pasando cerca del joven oxbrian y del tremere, prefiriendo investigar antes la abadia que al desconocido vampiro.