Fosfoforo

Partidas => Partidas por Foro: Otros juegos => Mensaje iniciado por: Barack Aurum Draco en Junio 03, 2010, 05:02:48 am

Título: Anima: El Hijo de la Muerte [DDI]
Publicado por: Barack Aurum Draco en Junio 03, 2010, 05:02:48 am
(http://th07.deviantart.net/fs50/PRE/i/2009/313/b/4/Greyjoy__s_castle__ASOIAF____by_MarcSimonetti.jpg)
Judas, 22 de junio del 223 DC, alba.

- ¿Están todos los preparativos listos? - Inquirió, con voz glacial, Rah a uno de sus subordinados. - No quiero errores hoy, nada puede salir mal. Cualquier traspie lo pagaras con tu vida, Grauen.

Grauen miró fijamente al hombre sentado en el trono, al último descendiente de Iscariote. Se inclinó en señal de asentimiento. - Sí mi lord, todo esta preparado - tragó saliva, humedeció sus labios con la lengua sin alzar la mirada. Los ojos de aquel hombre parecían traspasar con facilidad la carne y, aun después de años de servicio, no podía sentirse cómodo ante él. - Hemos hecho contacto con las tropas Duk’zarist que están al otro lado del Mar Interior… Solo esperan que sus ejércitos lleguen y usted de la orden para comenzar.

Rah sonrió satisfecho mientras dirigía una mirada a Noah, la princesa de esa raza de idiotas y su llave al triunfo, ese día comenzaría su guerra… su guerra contra Dios y su victoria sobre los pueblos de todo el mundo. Sus objetivos estaban al alcance de su mano, solo tenía que tomarlos. Se levantó. Su porte era majestuoso pero a la vez siniestro, como el hombre que sabe que su hora a llegado y que las consecuencias de su actuar serán terribles. Pasó por el costado de Grauen sin dirigirle la mirada. Se detuvo a unos metros de él, entonces su voz se elevó nuevamente- Quiero a todo el mundo listo ahora, zarparemos hoy. Quiero a todos mis efectivos, a todas las criaturas, todos los armamentos… Mañana… mañana empezará la renovación.

Nubes tormentosas cubrían los cielos del reino de Judas y del mundo completo, en su vasta extensión. Nubes que eran un indicio de lo que se avecinaba, indicio de la oscuridad que se cernía no solo sobre la humanidad, sino sobre todas las razas que poblaban el planeta. El cielo clamaba por la llegada del infierno. Y la tierra se convertería en el mismo infierno.

(http://fc02.deviantart.net/fs71/i/2010/067/a/8/Another_City_in_Ruins_by_JamesHillGallery.jpg)
Ruinas de Doriath, 25 de Julio del 224 DC, atardeciendo.

Hecatombe. Esa era la única palabra que podría describir la entrada de Rah y sus ejércitos en Doriath. Los sylvain, aunque poderosos, no pudieron hacer nada contra las tropas del señor de Judas. La esplendida ciudad de Doriath quedo hecha cenizas y no hubo sobrevivientes al ataque, o eso creyó Rah.

En un lugar de las ruinas, se encontraba Gaudemus. El sylvain estaba malherido, pero no muerto. Los ojos celestes miraban al cielo como buscando respuestas a sus muchas preguntas. Todo lo que amaba, todo lo que podía recordar como un hogar se lo había llevado un puñado de hijos de puta. Cada hombre, mujer y niño había probado el acero humano y, por si fuera poco, él había quedado vivo… ¿Porqué C’iel le había dejado con vida? ¿Por qué su Dios se reía de él? Una idea atravesó su cabeza y se instaló en su mente: Su Dios, quería que se vengara.

Mientras pasaban las horas y el cuerpo del sylvain se recuperaba, comenzó a cuestionarse su real capacidad para vengarse. Podría él, un simple creador, obtener poder suficiente para derrotar a aquel que había arrasado a su pueblo en un abrir y cerrar de ojos. La respuesta, llego envuelta de un halo de oscuridad. No necesitaba volverse fuerte… el era un creador, un ingeniero, un mago… el podía darle vida a algo lo suficientemente poderoso como para acabar con la humanidad completa y para ello, utilizaría las ruinas de su ciudad como materia prima.
Años de labor, de sudor y de sangre, de loca obsesión darían lugar al más horrendo de los males. Solo una vez azotó la tierra, pero allí donde lo hizo dejo una huella de terror, dolor y sangre, y por eso se le dio el nombre de Filisnogos, “El hijo de la Muerte”.
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Junio 06, 2010, 05:37:11 am
(http://farm1.static.flickr.com/121/265203942_61575aa761.jpg)
Alberia, 1 de Septiembre del 990 DC. En el filo de la Medianoche.

El viento soplaba con fuerza, los árboles se mecían de un lado a otro y el entrechocar de sus hojas y ramas evocaba la majestuosidad del mar. Los búhos cantaban su macabra canción nocturna entre rama y rama, mientras los brillantes ojos dorados buscaban su presa en la oscuridad del bosque. El río brillaba plateado, cantando con su correr a sus amadas estrellas, mientras la luna iluminaba con su fría cara la extensión toda de la tierra.

Y en medio de aquella verdadera sinfonía natural una sombra yacía sentada sobre una roca. Era tal la serenidad de la figura, tal la conexión que tenía con la naturaleza, que un observador casual nunca se hubiese percatado de su presencia. La cara del hombre se elevó a las alturas en un imperceptible movimiento y los ojos verdes escrutaron el infinito, de pronto, una lágrima rodó por su mejilla. La luna estaba manchada de un rojo carmesí.

Dos sombras se acercaron por su espalda, como gatos en medio de la noche. Una era alta, la otra visiblemente más baja. El hombre inclinó su cabeza, las lágrimas aún brotaban. Sin voltearse a mirar dijo con una voz de acero inquebrantable - Ha comenzado... A partir de hoy, el hombre comenzará su evolución. Poco a poco la humanidad y sus civilizaciones se convertirán polvo y el polvo regresará a la tierra y, por fin, los humanos serán uno con Gaïa. Finalmente conseguirán la tan anhelada inmortalidad que se les ha negado. - El hombre calló un momento, el hombre y la mujer detrás de él lloraban. -El día ha llegado... y es hora de que hagamos el primer movimiento. - Sus palabras resonaron en cada rincón de aquella vasta tierra salpicada de árboles y ríos. El hombre dio media vuelta y sonrió. La luna había hablado y su espera había llegado a su término.

Comenzó aquel hombre su caminar, pasando en medio del hombre y la mujer que no se atrevían a levantar la mirada, talvez por un profundo miedo, talvez por infinito respeto. Avanzó un par de metros y se detuvo, su mirada estaba perdida en el oscuro bosque - ¿Qué información me traen? - Inquirió. El hombre y la mujer se miraron como preguntándose quién contestaría. Finalmente fue la chica quien contestó, aunque escuetamente - Encontramos una, en un pueblo cercano. Está en posesión de un hombre de insignificante poder.

Se hizo un pesado silencio, casi sobrenatural, que fue abruptamente quebrado por el hombre. Sus palabras entonces parecían dictadas por la misma naturaleza, por una fuerza inhumana, monstruosa y aterradora: "Entonces... hacemos desaparecer a ese tipo... y a su pueblo y estaremos más cerca de nuestra meta...", se dibujo una sonrisa casi sarcástica en su rostro, "Esto será fácil... realmente fácil."
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Junio 16, 2010, 05:31:15 am
(http://fc05.deviantart.net/fs48/f/2009/181/d/9/Millenium_Earl_by_DrawingKuma.png)
El Barón, Grafthon, 2 de Septiembre del 990 DC. Tarde.

Como la mayor parte del año, aquel 2 de Septiembre era un día lluvioso. El cielo estaba cubierto de nubes violetas, grises y negras que daban la impresión de que caería un terrible tormenta. Con todo, el día no era particularmente helado, pero la lluvia calaba los ropajes y entumecía los huesos.

A pesar del clima inclemente, los pobladores parecían prestar poca o ninguna atención al mismo. Acostumbrados a las constantes lluvias, para ellos este era un día normal. La calles, extrañamente, no estaban anegadas o excesivamente deterioradas y si bien era posible localizar uno que otro charco o barrizal, eran excepciones al piso firme que era la norma general.

En medio de aquellas edificaciones construidas de madera, estaba ubicada la taberna del "Lobo Tuerto". La taberna estaba constituida por unas cuantas mesas con sus respectivas sillas y una suerte de barra que amueblaban el lugar. La mayor parte de los parroquianos se sentaban en pequeños grupos. Bebían y reían, chocaban las jarras y volvían a beber, el ambiente parecía muy normal, con la sola excepción de un orondo hombre que se hallaba sentado solitariamente en un extremo de la habitación. Su figura era, cuando menos, peculiar: vestía un largo abrigo de color negro y un sombrero de copa, llevaba anteojos y parecía sonreir satisfecho con el transcurso de las eventualidades, colgado en su silla estaba un paragua de color violeta.

Aquel hombre tomó la jarra que tenía delante de él y se la llevo a la boca. -Esta amarga... como una espera demasiado prolongada o una vida demasiado larga... o la perdida de algo querido tempranamente.- pensó, el barón mientras continuaba bebiendo su cerveza -Cabe dentro de las probabilidades que falle alguno... después de todo, esa es la gracia de la vida: los imprevistos. Sin embargo, es muy poco probable que no llegue ninguno; aunque no se puede dar por descartado... nada se puede dar por descartado.- Miró al techo como buscando respuestas o confirmaciones dentro de leyes no entendidas por los humanos -Por otro lado, tienen razones para venir...  y me he asegurado de que sean buenas razones, no debería caber duda alguna de que al menos alguno llegará... pero con la ley de la casualidad...

Su desordenada reflexión se vio interrumpida por uno de los ebrios que balanceaba en su silla mientras reía y gritaba estruendosamente. La sonrisa del gordo barón desapareció de su rostro, los ojos se tornearon hacia el hombre - ¡Callate pedazo de basura, no me dejas pensar! - gritó furicundo. El borracho le miró atónito por unos segundos, para luego estallar en carcajadas. En ese instante la sonrisa volvio al rostro del barón cargada de un aura maligna y la carcajada del hombre fue tragada por un súbito estruendo. La silla en la que se mecía cedio, dándose el hombre un fatal golpe en la cabeza.
-No tientes a la suerte... esa es la lección- murmuró el barón.

En aquel momento apareció la primera de las personas a la que esperaba. Su sonrisa volvio a un aire de normalidad. Comenzaban a llegar.
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Junio 19, 2010, 01:40:30 am
Nindalf Firodest, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". Atardeciendo.

La Puerta de la taberna se abrió, por ella apareció un hombre que bordeaba el metro noventa tapado con una capucha y una capa totalmente negra en la cual casi no se le reconocían facciones por lo largo de su capuchón, solo un instante le tomo al extranjero echar un vistazo y comprobar donde se encontraba su objetivo, claro, era inconfundible para el reconocer la horrible sonrisa que le traía tantos malos recuerdos del pasado. En ese momento el tabernero pálido como si un fantasma lo persiguiese salto por encima de la barra y metiéndose en el tumulto que rodeaba al cadáver que acababa de caer. Los que no tenían nada que hacer ahí con el muerto se comenzaron a ir de la taberna. Se acerco a la mesa del gordo de sonrisa complaciente, de mala gana se sentó y se noto en el hecho de que arrastro la banca casi con rabia, se descubrió la cabeza mientras aparecía una pañoleta rojo pálido cubriéndole el cabello, de rostro cansado y algo molesto frunciendo el ceño y sin quitarle la mirada al rechoncho hombre.

He llegado en el plazo que prometí, y sin rodeos me dirás lo que no me quisiste decir hace tres años, tres largos y jodidos años pensando en quien es el responsable de mi desgracia… -decía esto mientras bajo la mesa cerraba el puño con impotencia.- Y la verdad no se la razón por lo cual no me mataste hace tres años, no comprendo a dos tipos de personas, los vagabundos y los locos y tu estas dentro de los segundos, y no se para que me trajiste casi al otro lado del planeta para decirme quizás que cosa… -comenzó a mover la pierna con impaciencia y pensaba- Cálmate, no te conviene quedar en ridículo en una trifulca comenzada por ti, sabes que este imbécil de enfrente te sacaría los ojos con un vaso.

Respiro hondo, cerró los ojos puso su mano en su arma, escudo y mochila y las dejo a un lado y como si no fuera él trato de calmarse por las malas poniéndose algo mas cómodo y poniendo cara de impaciencia para ver si el gordo hombre le daba alguna respuesta a sus interrogantes…

Y supongo que el te estaba molestando o fue solo coincidencia que la silla destruida bajo él se allá colapsado así como así
Título:
Publicado por: Glaviar en Junio 19, 2010, 09:08:37 pm
Firas Valthiaer, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990. Ocaso.

Nubes violáceas y negras en el firmamento escancian pesadas gotas de agua, al tiempo que anochece en el pueblo de Grafthon. Entretanto, una figura enjuta deambula por la localidad de forma errática. Se trata de un tipo con capucha blanca que camina bajo una copiosa lluvia, en solitarias callejuelas transitadas por una que otra persona. Este sujeto va meditando mientras camina con un singular paso. En sus cavilaciones, que lo hacen realizar los más extraños gestos faciales, piensa como si se estuviese narrando, lo siguiente:

 En la medida que me voy acercando al lugar señalado, más se acrecientan mis dudas sobre aquel hombre rechoncho. No me da buena espina todo esto, puede ser una maldita trampa. A cada lugar que miro, veo los ojos de ellos persiguiéndome. Bien puedo explicar esta molesta sensación como una paranoia generada por todos los acontecimientos vividos en este último tiempo, pero aquel tipo ¿cabe dentro de esta explicación? Por cierto que no. Y por eso mismo siento esta gran desconfianza, porque no se trata simplemente de una angustia, esto tiene un fundamento. Él sabe demasiado sobre mí. Él debe tener una conexión con ellos, y por ese motivo debo mantenerme precavido.  

Mientras discurría todo esto por su mente, detiene su andar para levantar su cabeza gacha. Mira el cartel con cansados ojos y se dice en su fuero interno:  

Aquí es, la taberna “Lobo Tuerto”. Hasta el nombre me resulta extraño. En estas circunstancias, debo precaverme incluso de mis pensamientos.  

Sigue rumiando y discurriendo en su monólogo mental, mientras permanece un instante detenido en la entrada de la taberna. Entretanto, la lluvia cae a cántaros sobre su cabeza encapuchada. Acto seguido, acomete la acción de entrar al lugar, narrando mentalmente su proceder:

 Abro la puerta de par en par, y entro a una estancia que, a mi gusto, no está mucho mejor que afuera. Lo primero que diviso…  un tumulto de personas sobre lo que parece ser un cadáver… mmm, menuda casualidad… y a un costado de aquella habitación, aquel tipo… inmediatamente captura mi atención… su sonrisa socarrona activa de golpe mis sentidos adormecidos por el agua precipitada desde los obscuros cielos.  

Ignorando el suceso de aquel tipo que yace en el suelo, el hombre de capucha camina con un paso medio rengo hacia la mesa de un robusto hombre con sombrero de copa y casi sin divisar la presencia de la persona que está conversando con él, lo interpela con estas palabras: He llegado. Ahora dime, ¿De qué va todo esto?   Mientras dice aquello lo mira fijamente con penetrantes ojos, como si la única razón de aquel extraño encuentro no fuese otra cosa que las palabras que aquel rechoncho hombre pudiese decirle.

Se hizo una pausa. Incluso quienes estaban junto al cuerpo yerto de aquel infortunado hombre hicieron un breve silencio. La escena quedó como congelada. Luego, todo prosiguió como si nada hubiese ocurrido.
Título:
Publicado por: Phoenix en Junio 21, 2010, 07:32:44 pm
Ellen Laviette, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990. Ocaso.


Poco a poco, la lluvia comenzaba a hacer su aparición, pocas pero pesadas gotas se precipitaban al suelo, la gente comenzaba a elevar sus capuchas para protegerse o corrían a sus hogares buscando refugio, mientras que en los lindes del pueblo, una figura rodeada de una capa tapada con una capucha y una pica a su lado a modo de bastón avanzaba, sus ojos vieron como una figura alta se adentraba al cual era su destino, suspiro y continuo caminando hasta llegar frente al lugar de encuentro, elevo su mirada fijándose en el nombre del lugar  

-El Lobo Tuerto… después de tanto tiempo, he llegado a este lugar… -
bajo la mirada y poso su mano en la puerta abriéndola para luego adentrarse, miro a su alrededor buscando a aquel hombre con el cual venía a hablar, un escalofrió recorrió su espina dorsal al recordarlo, mientras que su mirada escaneaba el lugar, de pronto, los grupos de borrachos se vieron cortados por un tumulto de personas que caminaban en fila hacia donde ella se encontraba con un hombre a cuestas, miro extrañada, para luego seguir con la mirada el camino que habían recorrido aquellos hombres, a la par que se movía hacia un lado dejando que el grupo de hombres saliera de la taberna, y allí, casi al lado de la mesa ahora vacía, estaba sentado el “barón”, dos hombres de extraño aspecto para ella se encontraban sentados frente a él, avanzó decidida, sin importarle quienes eran, al tiempo que se quitaba la capucha revelando su cabellera negra y un rostro casi pálido, sus ojos cristalinos miraban a su alrededor mientras avanzaba  llevo su mano libre a su cabello desordenándolo un poco, y llegó hasta ellos.

- Veo que no perdiste el tiempo Barón- dijo mientras arrimaba una silla hasta la mesa donde él se encontraba, se sentó frente al barón al lado del hombre del pañuelo en la cabeza  e inmediatamente se cruzo de piernas, mientras que mantenía la  pica a su lado. –Heme aquí, ahora,  dime que es lo que quieres, iré, lo haré, regresaré y me dirás lo que necesito- dijo clavando sus cristalinos ojos por unos pocos segundos en los ojos de este, pero el barón aún le causaba las mismas sensaciones que antaño, por lo que se vio obligada a desviar la mirada.

“Solo por ti, por nadie más, me trago esto, como lo hice hace años cuando me diste la espalda, solo por ti y por liberarte, por nadie más aguanto esa mirada y a este tipo… mantente vivo, solo…quédate en esta tierra

Pensó con dolor mientras miraba hacia al frente, a primera vista parecía que clavaba su frio mirar en el barón, pero en realidad su vista se concentraba en un punto cercano a su mirar, precisamente para dar esa impresión.
Título:
Publicado por: Shen en Junio 27, 2010, 01:37:27 am
Shen, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990 DC.  Anochecer. Anochecer.

Al llegar a la taberna, vio un lugar sumamente maltrecho, era el tipo de lugar que habituaba el peor tipo de persona a imaginar, abrió las puertas y entró un tipo con un abrigo con capucha que le cubría casi todo el cuerpo, media más menos un metro y medio, al entrar vio a un montón de gente sobre un tipo tirado en el suelo . A primera vista pareciera que estuviese inconsciente.

- Pobre hombre, en un lugar como este podría pasarle algo peor


Se acercó al hombre abriéndose paso entre la multitud, revisó sus signos vitales, al parecer se encontraba muerto, todos miraban atónitos al recién llegado, y pensado que se trataba de una especie de médico, regresaron a sus mesas, el ambiente se calmó, el extraño cerró los ojos del reciente cadáver y le susurro unas palabras.

- Que tu alma viaje en paz, te prematura muerte es signo de un nuevo comienzo…

Se acercó a la barra de la cantina vio a un tipo de aspecto apático el cual le dijo:

- ¿Es tu amigo?, me debe aún lo último que se bebió…

- No lo es, pero pagaré su última cuenta.

- Ja! ahora tendré que hacerme cargo del bulto.

En ese momento pegó un grito y dos hombres altos y robustos tomaron el cadáver y lo sacaron fuera de la taberna.

Siempre pensé que la gente fuera del dojo podría ser algo diferente, pero me encuentro  con la cruel realidad de que en estos lugares tan sólo cuentas contigo mismo. No quiero inmiscuirme más en las razones de su muerte y decido proseguir con mi búsqueda, aun no sabía nada de la carta.

Luego de pagar su cuenta, observo a todas las personas buscando a alguien que lo llamara. Al fondo del bar estaba un hombre muy extraño, de aspecto rechoncho, sentado junto a otros 3 tipos a los cuales no lograba divisar bien, este lo miro y luego sonrió de forma muy tenebrosa, luego levanto una de sus manos señalándole la mesa.

Esto es muy extraño, en mi vida he visto a ese tipo, como llego a darme esa carta, todo es muy confuso.

Al llegar a la mesa los miró a todos, habían 4 personas: el extraño hombre rechoncho una mujer y dos varones, al parecer el ambiente era tenso, y ninguno de los allí presentes tenía ningún tipo de relación entre sí, y por sus miradas parecían estar forzados a permanecer en la mesa.

- Buenas noches, soy Shen, y no sé muy bien a quien busco, pero creo que se trata de uno de ustedes.

Todos los de la mesa se dieron vuelta a mirarlo, pero nadie dijo nada.
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Junio 27, 2010, 06:28:29 am
Nindalf Firodest, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". Atardeciendo.


Le tomo algo de tiempo a Nindalf recobrar la noción de lo que pasaba, con la llegada del tal Shen se le termino de acabar la paciencia y con algo de exasperación dijo intentando no ser tan antipático como sonaría:
-Bueno, no seré un noble refinado y con buenos modales, pero ya que el señor Shen –se levanto mientras decía esto y haciendo una reverencia con la mano como si se forzase a ser amable- me presentare, soy Nindalf, no se que hacéis junto a esta mesa, pero tengo un asunto pendiente con este tipo, si es que se le puede llamar así –decía esto mientras apuntaba con el pulgar al gordo bonachón-

Por que me tienes que hacer pasar por este tipo de situaciones, desgraciado –se giraba para mirar a su sonriente acompañante con el ceño fruncido- ¿en que estábamos? – le dirigió la palabra golpeadamente al barón.
Título:
Publicado por: Amdukia en Junio 28, 2010, 08:35:17 pm
Galdram Futhark Helrùn,Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". Atardeciendo.

 El cielo se torno con nubes negras, la lluvia era cada vez mas espesa.
Los pobladores optan una actitud mas precavida y se perdían en los interiores de sus hogares.
Los dioses amenazan, mostrando sus dominios naturales, al igual que los hombres mostrando el filo de su espada.
Es lo que pensaba este hombre que parecía disfrutar de la lluvia, hombre que miraba el rededor buscando algo que no le seria difícil localizar…
Se detuvo y levanto su mirada hacia el cartel de entrada.
-Aquí es…-espero despejar el humo de mi pasado al entrar.

Al entrar se ilumina  una mitad de su facción, y al segundo se escucha un trueno.
Siente un escalofrió que le toca vertebra por vertebra al mirar aquella sonrisa, una sonrisa que no ha cambiado desde el el primer día que lo  vio.
No mira nada mas que el rostro  del Baron y avanza sin percatarse de la situación, pasando por el lado de unos hombres que cargan un bulto, el cantinero le saluda y también no lo escucha, caminaba como si el bar estuviera vació su mente distorsiono el espacio y veía  sentado solo el Baron al final de las mesas.  
Llegando lo mas cerca posible, alzando su voz
¡He llegado, ahora dime lo que sabes!
Al decir esto se percata de que no esta solo, y ve sentado a cuatro personas a su lado, da un paso atrás
–Lamento interrumpirlos-
En el rostro del Barón se formo una sonrisa, sin hablar hizo un ademán para que se sentara. Al tiempo que le decía - Ya habrá tiempo para presentaciones, mientras tanto toma asiento... Es increíble que solo faltara uno - dijo.
Al escuchar esto, se calman sus nervios y su sedienta mirada cambia a una mas serena.
Galdram Futhark Helrùn, Es mi nombre. lo dice mirando uno a uno con mayor detalle. Sin tomar asiento se queda como estatua con los ojos fijos en el rostro del Baron.
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Julio 01, 2010, 09:18:49 pm
El Barón, Grafthon, 2 de Septiembre del 990 DC. Tarde.

El Barón vio como cada uno de sus invitados iba llegando. Era obvio que ninguno de ellos le tenía demasiada estima, es más, estaban casi obligados a colaborar con él... pero no obligados y si habían llegado era porque el acuerdo previo les convenía.

-He llegado en el plazo que prometí, y sin rodeos me dirás lo que no me quisiste decir hace tres años... blabla... Y supongo que él te estaba molestando o fue solo coincidencia que la silla destruida bajo él se allá colapsado así como así.- El intermedio no lo comprendio.... no le prestaba atención, puesto que iba llegando otro de sus invitados.

-Sin rodeos te diré lo que te prometí... cuando termines el trabajo que te tengo... y con respecto del hombre... fue solo coincidencia... Yo no mato a destajo.- Le dijo sin disimular su disgusto por la forma tan golpeada en la que Nindalf le hablaba, encima achacándole un asesinato, cuando evidentemente habia sido un accidente.

En ese momento entró aquel hombre... era, talvez, el más singular de sus invitados... O lo era hasta ese momento: Valthiaer y su singular caminar. Le sorprendía que no expeliese olor a sangre y muerte.

-He llegado. Ahora dime, ¿De qué va todo esto? - Le dijo sin un atisbo de diplomacia el recién llegado.

Se disponía a contestar cuando hizo su aparición ella, Ellen y sus celestes ojos, aunque lo que más le gustaba de la chica era su caracter -Heme aquí, ahora, dime que es lo que quieres, iré, lo haré, regresaré y me dirás lo que necesito..

La sonrisa del Barón desapareció por un instante. Miró a los tres que tenía al frente de manera seria e implacable. ¡Es que ninguno de vosotros conoce de modales! Os doy la oportunidad para alcanzar vuestros objetivos y ¡no sois capaces siquiera de saludar! Por cierto... dejad de preguntar del bastardo trabajo. Hemos de esperar un momento más ha fin de saber si aparecen vuestros otros compañeros.-.

Sin lugar a dudas la llegada de él fue la que más le sorprendio. Su sola aparición, le trajo la sonrisa de vuelta a la cara. Era obvio que no le recordaba pero que más daba. Levantó la mano para que el chico se acercará... Fue el primero en saludar y, como suponía, no le recordaba... pero eso daba igual.

-Blabla... ¿en que estábamos? - Le espetó Nindalf de nuevo, nuevamente sin prestar atención a lo que decía al principio.
-¡¿Porqué carajo tienes que hablar con tanta prepotencia?! No estabamos en nada... Tengo el presentimiento de que llegará al menos uno más... - dijo profundamente molesto con Nindalf, mientras en su mente se decía a sí que, talvez, la idea de cortarle la lengua con su paraguas no fuera del todo mala.

Efectivamente llegó uno más: el bárbaro de las tierras heladas. Era el tipo de persona que no puede pasar inadvertida, ya sea por su forma de hablar, por su enorme espada, su lanza "estandarte", su contextura o la capucha hecha con la cabeza de un oso. Se acercó y, al igual que el resto de idiotas, lo hizo gritando. El barón no se molesto en reprenderlo por su falta de diplomacia... si un noble (aunque sea guerrero) no se sabe comportar ¿Qué se le puede pedir a un bárbaro de las tierras del norte?

Los miró a todos, haciendo un ademán para que, los que aun estaban de pie, tomaran asiento y se acomodarán. Aquellos buscaron sillas en las mesas aledañas y las acercaron a la mesa del Barón. ¿Porqué no habrá llegado? - No pudo evitar preguntarse el orondo hombre. Su intuición le decía que no llegaría. Como fuese, había cinco de los seis allí adelante, y eso era mucho más de lo que remotamente había estimado.

-Es hora de que hablemos de aquello que nos reune en este mesa. Desde ahora, si aceptaís el trabajo y sus consecuensias, sois compañeros. - dijo el barón sin preocuparse demasiado de a quien dirigía su mirada. -El trabajo es, básicamente, de recuperación... Necesito que recuperen un objeto que es de suma importancia para mí. Este objeto esta en manos de un hombre de esta ciudad, pero según se ma ha informado pasara a manos de una organización un tanto peligrosa. El objeto será enviado a Arkangel y será escoltado por un grupo de mercenarios contratados por este señor. Su deber será emboscar a este grupo y conseguir a cualquier precio es objeto... Algunos...- dijo mirando a Nindalf -Se preguntaran por que no voy yo... pues, mi presencia podría llamar la atención de ciertos grupos de la iglesia... y, además, no me gusta matar debiluchos... ...¡jajajajajaja!... Mentira, mentira... es que soy muy débil... esa es la razón, no tengo fuerza suficiente para detener la caravana. Si logran conseguir este objeto para mi os diré todo lo que necesitais saber.- dijo el barón entre risas.

-Entonces... ¿Cuál es vuestra respuesta? Si teneis cualquier duda, pues, hacedla...
Título:
Publicado por: Shen en Julio 01, 2010, 11:55:32 pm
Shen,Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto" 2 de Septiembre del 990 DC.  Anochecer

Todo se tornaba más confuso aun, el extraño hombre parecía conocerme de alguna manera, y más aún me estaba involucrando en una especie de robo…todo este asunto me parecía muy sospechoso, y el grupo con el cual me encontraba no ayudaba mucho a mi suspicacia.

Miro a los ojos al barón y dijo:

-Disculpe la pregunta señor….pero ¿porque debería aceptar su trabajo?, ese supuesto encargo de recuperación ante mis ojos es solo un robo, yo solo he venido aquí para saber quién me dio esta carta, no tengo interés en  participar de un robo, especialmente si no se ni siquiera que objeto es, ni porque lo deseas tan intensamente y lo mas importante, no tengo idea de  quien demonios es ud...

Pero por su aspecto pensé que no agradarían sus respuestas…
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Julio 03, 2010, 09:41:50 pm
Nindalf Firodest, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". Atardeciendo.

¿Y ahora me prueba?, este desgraciado quien cree que soy, no importa, tengo que recopilar información, información que él sabe y me llevara a quien robo lo que busco, unos días mas, solo unos días mas, comparados con estos tres años de arduo entrenamiento, ya que, solo él sabe donde empiezan y terminan mis problemas[/i]–pensó calmadamente, tomo algo de aire para relajarse-
Yo hare lo que quieras que tengas que hacer, solo dime el donde, el cuando, el que, y donde debo llevarlo… -decia esto mientras miraba al Barón- Por cierto, soy Nindalf, he trabajado de guardaespaldas, guardia de nobles, vengansas por encargo y guardia ciudadana en Lucrecio, espero que no pregunten por detalles de mis trabajos y espero saber con quien trabajare y que saben hacer, no me importa la vida personal de nadie, mientras no consiga lo que necesito lo que menos tengo es tiempo para el ocio… pero entre tantos puedo conocer a mas gente y saber si son de confianza –decia esto con un tono cortes y frio de pie y mirandolos a todos como si diera un discurso y sorprendiendo al Baron con su cambio de actitud-
Ahora alguien mas tendrá el placer de presentarse y decirme en que pueden ayudar a la misión, no creo que sea tan difícil después de todo –decia esto mientras miraba al Barón con una sonrisa burlona-
Título:
Publicado por: Amdukia en Julio 04, 2010, 04:04:19 am
Galdram Futhark Helrùn,Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". Tarde

La tormenta se dio conocer con toda su furia de un minuto a otro, pero se veía una tormenta aun más grande en el interior de esta taberna.
Aun de pie y algo sorprendido por el carácter de los presentes. Susurra con la bulla del exterior.
-Ya veo, tengo que pagar por la información que busco, de alguna forma u otra.
Pero nunca lo había pensado de este modo.-

Y mientras comienza descubrir su rostro, echando atrás su capucha confeccionada con el cráneo de un oso negro, dijo:
-Disculpen pero escuche compañeros para una misión, bueno ya que las condiciones son así para mi y varios de nosotros. -
Sonrío mirando a Nindalf y dijo: -Creo que seguiré el consejo de tus palabras y me interesa la confianza que resaltaste en este trabajo. Por que es lo que importa en un equipo ¡No es así!-
Suspira y ocultando su desgano al pensar en lo veía venir
-Bueno pediré una jarra de cerveza y le contare quien soy. Y mientras me gustaría saber quien eres- dirigiendo su mirada a la dama que estaba sentada- Tendré aspecto de bárbaro ¡Y si lo fuera seria uno caballero!,Así que la escucho con atención-
Título:
Publicado por: Glaviar en Julio 04, 2010, 11:57:21 pm
Firas Valthiaer, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990 DC. Crepúsculo.

La tensión sostenida en aquel hombre de capucha blanca era evidente. Acaso la figura más triste en aquel lugar bohemio. Manos entrecruzadas, capucha aún sobre la cabeza, mirada sombría que no dejaba de contemplar fijamente un punto de la mesa, dando en ocasiones miradas de reojo tanto al rostro enigmático del Barón como a la mujer que estaba sentada inmediatamente después de él. Esperaba a que ella respondiera a lo dicho por aquel sujeto con aspecto de bárbaro que estaba en frente.

No dejaba de pensar, entretanto, en los modales y en su antiguo preceptor: Como hiende mi cabeza las palabras del Barón. Estoy frente a personas que no conozco, pero al menos debiese presentarme ¿No es lo que mi maestro me había enseñado? Al menos la enseñanza queda. Tanto tiempo caminando bajo la lluvia, esperando una respuesta que me aclarase porqué este personaje sabía todo esto, y había olvidado algo tan básico. Sin embargo, ¿cómo he de presentarme? Todo esto resulta tan extraño e irrisorio como mi existencia. Tal vez, aquel nombre olvidado, sepultado y ocultado por aquellos verdugos en las ruinas del tiempo pueda servirme, después de todo ¿quién soy ahora? Espero que él no me delate. En todo caso, podría haberlo hecho hace mucho y aún nada ocurre.

Con el rostro un poco desencajado por el cansancio mental, absorto todavía en sus pensamientos y mirando fríamente el mismo punto de la mesa, dice en un tono bajo y con voz algo estertórea y desconcertante:

Mi nombre es Xavier.

Acto seguido, mira fijamente al Barón esperando que él no se pronunciase sobre su presentación. Luego, agacha la cabeza ocultando la mirada en la sombra, mientras adopta una actitud de espera: deseaba que las cosas continuasen como si nada hubiese ocurrido.
Título:
Publicado por: Amdukia en Julio 06, 2010, 07:12:30 pm
Galdram Futhark Helrùn,Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". Tarde

Al escuchar el mormullo.
-Creo que no fui claro, con lo de “caballero”- dijo desviando la mirada ahora al tal Xavier.
-¿O es que ya conoces a la dama? Aun así, si quieres hablar hazlo fuerte y claro.-
Esta vez, tomo la silla y se acomodo su gran espada aun lado, para poder sentarse y levantando su mano, gritó: – ¡Dos jarras de cerveza!-
Después de esto en tono bajo a modo de burla dijo -Creo que la charla se va hacer larga ¿No es así Xavier? Un gusto en conocerlo.- y desvió nuevamente la mirada a la dama.
- Bueno, ya estamos todos cómodos para escucharla-
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Julio 06, 2010, 11:36:10 pm
Nindalf Firodest, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". Atardeciendo.

Eeeh… –preguntaba haciendo un ademán con la mano y giro de muñeca como si le ayudara a recordar- Galdram, ¿no?, si tanto apuro tienes por cortejar al la dama presente, te recomiendo que la dejes hablar sin interrupciones, por otra parte, Xavier se estaba presentando no es necesario que te lo comas con la mirada… y si tan caballero eres, ¿por que aun no respondes mi pregunta?, por lo menos Xavier comenzó a hablar, me gustaría escuchar al que tenga algo que decir al respecto, para mi esto es perder el tiempo y como dije antes si seremos compañeros en esta misión me gustaría saber que es lo que saben hacer, aparte de ser “caballero”, claro esta… -decía esto mientras le dirige la palabra a Galdram con una mirada inquisidora y algo molesta…

Y este desgraciado, ¿quiere que haga equipo con este tipo de personas?, con que loco me pretende embarcar a una misión suicida… -giraba la mirada al barón mientras pensaba esto, en el momento que llegaba el tabernero con las jarras de cerveza de Galdram-

Seguía lloviendo fuera de la taberna, pero el flujo de gente no bajaba y la algarabía menos aun. Cantos, gritos, risas y por que no mencionarlo, mucha cerveza. Pero este ambiente no afectaba a la mesa en la que Nindalf estaba sentado, como si no estuvieran ahí sentados.

Y bien alguien tendrá el placer de responder
Título:
Publicado por: Phoenix en Julio 07, 2010, 03:22:05 am
Ellen Laviette, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990. Atardeciendo.

El ambiente en esa mesa comenzaba a calentarse, y no de buena manera precisamente, la chica de negra cabellera miro hacia el vacio, sin inmutarse, por aquel “llamado de atención”, que el barón realizara antes, por la poca “educación.  Sin inmutarse y en realidad poco interesada por aquel, descuido, sigui con al mirada en aquel punto del bar, alternándolo entre borrachos lejanos, mientras el barón hablaba de lo que deseaba, y solo la palabra “compañeros”, puedo hacerla reaccionar, de manera que tuviera noción de los cuatro hombres que la acompañarían, con la mirada, lejana y aparentemente altanera, los miro uno a uno mientras el barón, hablaba.

Vayas especímenes con los que tendré que colaborar… aunque… ¿Sera totalmente necesario hacerlo?

El barón continuo un unas risas cerraron su parlamento, -Tzk- [/b]dejo escapar entre sus labios al escuchar al ser reírse, realmente incomoda por escucharlo.
Bajo la mirada, se dispuso a responder, pero se adelanto aquel tipo, que fue el que primero saludo

 Am…. Se…shil….. Shell…. ¡Shen!, definitivamente soy malísima recordando nombres.[/i]

Pensó mientras el ya mencionado hablaba, - al parecer tenemos un cobarde… no apresures juicios!!!, quizás…. Nah, da igual, el porqué, pero si no va continuar, será mejor que salga de aquí… - pensó mientras descruzaba su pierna derecha, para luego cruzar su pierna izquierda sobre la pierna derecha, apoyo su pica sobre su muslo, mientras acariciaba el bastón de esta. Fue entonces, que el chico que estaba a su lado, el del pañuelo, aquel que se había presentado como Nindalf, saltó dándose a conocer, Ellen lo miro de reojo -  bla, bla, bla, bla… Espero que lo que busca este Barón, sea de gran importancia- suspiro, cerró los ojos unos instantes, y un vozarrón del hombre con la capucha de oso se hizo presente, - “confianza”…. ¿Realmente este Barón, quiere que confiemos en cuatro desconocidos?, Maldición, si no fuera porque realmente, necesito de él, ni siquiera me habría dado el tiempo de venir…. Maldita sea, Barón de….- elevo sus ojos encontrándose con los del barón, dispuesto a insultarlo mentalmente lo encaro, pero un temeroso respeto por él tipo frente suyo la freno, trago saliva y dirigió su mirada hacia el resto de sus “compañeros”, estaba en ello, cuando se vio invitada a presentarse, por el tipo del cráneo de Oso, Ellen lo miro a los ojos dispuesta a contestar, peor un murmullo, se hizo escuchar, levemente, pero lo suficientemente alto como para interrumpirla y que el tipo del oso lo “enfrentara”, aunque el chico de la pañoleta roja no se quedo atrás, llamándole la atención al del oso, lo encaro de la manera más amable que pudo, mientras esto ocurría, Ellen movió su pica apoyándola a su lado haciendo que descansara apoyada en la silla, llevo la parte superior de su cuerpo hacia adelante, apoyando los ante brazos sobre la mesa, y dando un suspiro se apresuro a responder, antes de que siguieran con el pinponeo de intercambio de palabras.
- Así es, yo tendré el placer de responder…Veamos, si mi memoria no me falla… - comenzó, mientras dirigía la mirada a sus compañeros de mesa, uno a uno, - mmm… Nin…. Nindalf, - dijo mirando al chico de la pañoleta que se encontraba a su lado, mientras apoyaba su dedo índice en su mentón pensando; para luego seguir hacia el lado de él nombrando al siguiente- -  Xavier, She…. Shen, Y, El señor “caballero” – dijo sonriendo levemente-  – Gal… Galdram- dijo mirando a cada uno de sus acompañantes, mientras con su dedo índice los indicaba- Un…. Cual  era la palabra… ¡ah!, si, placer, Un placer conocerlos…  “creo” –pensó esa palabra mientras los miraba a los ojos uno a uno, --  me presento, soy Ellen… Ellen Laviette, De donde vengo es algo personal, para donde voy es un misterio, y que es lo que ha sido de mi vida, pues, es algo que queda en el pasado, ¿que hago?, Pateo traseros de infortunados individuos-sonrió levemente mientras movía su tobillo bajo la mesa y entrelazaba sus blancos dedos por su oscura cabellera empujándola hacia atrás, solo para lograr que un mechón negro rebelde, se lanzara como kamikaze hacia su rostro cubriendo uno de sus ojos.- Y eso es lo que por ahora, deben… o mejor dicho pueden saber de mi-

Continuo sonriendo levemente, casi por cortesía, para luego volverse al barón, la sonrisa desapareció de su pálido rostro y sus ojos celestes, se clavaron unos segundos en los del barón. - Creo que sabes mi respuesta desde mucho antes de que la pronuncie, mucho antes de que si quiera la piense, sin importar que respondan estos… caballeros, la mía no variara, solo dime, cuando debo partir.  
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Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Julio 08, 2010, 07:54:29 am
Nindalf Firodest, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". Atardeciendo.

Para mi es suficiente con el echo de patear traseros, el resto de tu vida aun no me importa y no sé si me llegara a importar, por lo demás estas bien mientras seas de utilidad y no estorbes o ¿solo eres una cara bonita y un lindo cuerpo? –decía esto mientras se le venia a la mente, que podría congeniar con ella- si, podría ser, nos parecemos mucho, pero aun no llego a entender porque es tan arisca, no somos malas personas, o bueno eso es lo que pienso de los que están sentados en esta mesa, pero no debería tener motivos para desconfiar de nosotros, sabes una cosa, se lo diré… aunque no se como lo haré, ahí voy…
Sabes una cosa Ellen, deberías relajarte un poco… la verdad no tienes porque ser tan… Como decirlo, enojona… Aun no tenemos tiempo de hacerte algo malo como para que tengas esa actitud con nosotros… Guau, lo dije yo… Eso es un progreso… Lo siento pensaba en voz alta, la cosa es que deberíamos tratar de congeniar los unos con los otros, si vamos a embarcarnos en algo peligroso, lo primero será confiar, o poner de nuestra parte para que esto funcione… ¿Les parece bien? –mientras decía esto Nindalf veía como la cara de sus acompañantes de mesa se les transformaba entre desconcierto e incredulidad de lo que él decía-

-Sabes que Nindalf, deberías dejar que los demás hablaran.
-¿Por qué dices eso?, ¿estoy hablando mucho dices tu?
–se contestaba el mismo mentalmente.
-No solo eso, no crees que los demás quieren hablar y tu no los dejas…

Después de esta discusión mental entre si mismo Nindalf opto por guardar silencio para ver que ocurría en la mesa poniendo atención a sus acompañantes
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Publicado por: Phoenix en Julio 08, 2010, 08:11:56 am
Ellen Laviette, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990. Atardeciendo.

En silencio y algo desconcertada por la reacción de Nindalf, Ellen sonrió, le había hecho gracia el comentario que este había hecho, lo miro y movió sus manos sobre la mesa mientras él hablaba, y luego respondió.

Primero, no solo soy una cara linda y un lindo cuerpo – acomodo su capa abriéndola un poco acomodando mejor los antebrazos sobre la mesa, para luego mirar a cada uno de sus acompañantes- no seré un estorbo, al menos no porque yo quiera, y si no me buscan el odio, soy arisca… por diversos asuntos, pero creo poder bajar un poco la guardia, ya que lo pones de ese modo, Querido Nindalf – sonrió levemente, “Te llamó enojona… si, pero tiene razón…¿Desde cuándo?, desde que me causo gracia el comentario- pensó auto corrigiéndose en silencio y en segundos, movió los dedos nerviosamente y luego entrelazo sus manos sobre la mesa.

-Entonces, aceptare el trato, bajare un poco la guardia- Dijo mirandolos nuevamente “¿segura de lo que haces Ellen?, no realmente… pero supongo que no me queda de otra… No me han dado razones para ser “enojona”, y si una guía de poder relajarme, al menos Nindalf… aún así… no te confíes… no totalmente… Al menos por ahora....”

Llevo su mano derecha a su frente ocultando su mirar unos instantes para luego pasar su mano por su cabello acomodándolo hacia atrás
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Publicado por: Glaviar en Julio 10, 2010, 06:05:06 am
Firas Valthiaer, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990 DC. Crepúsculo.

“Pues, mi presencia podría llamar la atención de ciertos grupos de la Iglesia”… “Pues, mi presencia podría llamar la atención de ciertos grupos de la Iglesia”… “Pues, mi presencia podría llamar la atención de ciertos grupos de la Iglesia”…  

Como despertando de un trance, el sujeto de capucha blanca se reclina sobre la mesa e interrumpiendo la plática, inquiere al Barón:

¿Por qué dijiste eso Barón? ¿Por qué tu presencia podría inquietar a ‘ciertos grupos de la Iglesia’? ¿Quién eres?  

Mientras decía esto, la cara del hombre se iba descomponiendo paulatinamente, colocando una expresión grotesca, casi hilarante. A continuación, mira de reojo a los allí presentes, especialmente al Barón, y moviendo de manera inquietante sus dedos larguiruchos, enuncia con voz grave lo siguiente:      

Disculpen la interrupción, me preocupa saber quien es usted Barón y porqué quiere esto. Y sobre todo, porqué su presencia puede llamar la atención de la Iglesia. Si hay riesgos en esto, mínimamente debemos saber esa información. No preguntaré porqué reúne a un grupo de desconocidos para esta misión -y por qué específicamente nosotros- aunque tengo mis aprensiones. Sólo necesito que responda a lo anterior, nada más.

Luego de decir estas palabras, baja su mirada obligándose a callar, como alguien que sabe que ha hablado demasiado. Posteriormente, levanta la vista descubriendo su testa: el aspecto joven se diluía progresivamente en un semblante exangüe. La expresión taciturna de su mirar volviose ligeramente aflictiva. A pesar de ello, no declinó su actitud:

Y bien, ¿por qué dijiste eso Barón?
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Julio 10, 2010, 09:30:48 am
El Barón, Grafthon, 2 de Septiembre del 990 DC. Anocheciendo.

El barón se descolocó por unos segundos ante la pregunta de Shen. Había olvidado que el trato no había sido "directamente" con él. Pero el hecho de recordar aquello, le hizo recordar también las palabras del "otro". ¿Funcionaría su artimaña? No tenía más remedio que probar suerte... suerte, que bella era esa palabra. El barón se levantó de su silla y se dirigió hacia el tabernero, pidió una ronda de la mejor cerveza (que era la peor en kilómetros a la redonda) y, cuando venía de vuelta se aseguró de pasar por la espalda de Shen.

-¿Quieres saber quién asesino a tu maestro?¿De quién se quería vengar?- le murmuró. Se sentó y le dijo - ¿Son esas razones suficientes para aceptar? Y, por cierto, el trabajo es de recuperación. No de robo, necesito que recuperen un objeto que me fue robado y que tiene un enorme valor sentimental para mi. Eso es todo.

De pronto comenzaron a presentarse los unos a los otros. La conversación seguía el rumbo que necesitaba. Aprovechaba el tiempo para repasar si había puesto en la carta todo lo necesario para la misión y calculaba las infinitas posibilidades de que alguno que otro se fuera. De pronto escuchó que Firias mintió descaradamente sobre su identidad, ¿Era esa la mejor manera de comenzar un trabajo en equipo?... Bueno, a él no le importaba demasiado, mientras los resultados fueran favorables.
Sin embargo, no contento con su espantosa mentira, alzó la voz de nuevo... y ahora, desde un comienzo, capto toda la atención del orondo hombre noble.

¿Por qué dijiste eso Barón? ¿Por qué tu presencia podría inquietar a ‘ciertos grupos de la Iglesia’? ¿Quién eres?

Disculpen la interrupción, me preocupa saber quien es usted Barón y porqué quiere esto. Y sobre todo, porqué su presencia puede llamar la atención de la Iglesia. Si hay riesgos en esto, mínimamente debemos saber esa información. No preguntaré porqué reúne a un grupo de desconocidos para esta misión aunque tengo mis aprensiones. Sólo necesito que responda a lo anterior, nada más.

Y bien, ¿por qué dijiste eso Barón?


El barón le miró, que alguien tomará en serio sus serias palabras era una de las posibilidades que había barajado, claro, pero no pensó que fuera "Xavier" quien las haría. Aunque algo molesto, esbozo su tétrica sonrisa mirando al joven.

-He de suponer que no te lavas bien los oídos... o que no sabes escuchar. He dicho que la razón por la que yo no puedo ir es porque soy muy débil ¿qué puede hacer un hombre gordo como yo en combate? Esa es la razón por la que los contrate a uds.. No necesito que maten a nadie, solo que recuperen mi preciado tesoro. Mi presencia, por otro lado, no llamara la atención de nadie... salvo talvez del hombre que me hurto el objeto, en tal caso prefiero mantenerme oculto. Espero haber dado una respuesta satisfactoria a tus planteamientos. - miró al joven Firas, como diciendo que el único relación con... pero a eso quien le importa.

-¿Por cierto... aceptarán el trabajo... y sus pagas...?

Tus palabras son convincentes, pero en este mundo ni siquiera de quienes tienes más cerca te puedes fiar. Acepto, pero ya sabes cual es el trato. Lo que tú sepas sobre ella, esa será mi recompensa. - Dijo firmemente Firias.

Shen no logro disimular su enojo. Movio la cabeza positivamente. Él aceptaba el precio de su venganza. Los otros tres habían aceptado antes de llegar si quiera. Los cinco aceptaron su trabajo. No le gustaban los planes, pero... esta había rendido sus frutos.

Extendió un papel sobre la mesa mientras decía - Son sus instrucciones. No me quiero ver envuelto en nada de esto, así que nos veremos cuando todo haya acabado. Lean la misiva una vez nos separemos. Tomen sus cosas y salgan de aquí... el alcohol y el fuego son mala combinación. Por eso, en las cocinas y posadas, de vez en cuando se provocan accidentalmente incendios.

El grupo salio un poco extrañado del lugar. En ese momento el tabernero botó accidentalmente una botella de licor, la camarera que llevaba las seis jarras de cerveza resbalo en el charco de licor botando cada jarras llena de cerveza. La caída produjo que botellas del mostrador cayeran al piso estallando y vertiendo el preciado licor. El liquido, en tanto, se acercaba a la cocina, mientras una hoguera calentaba la hoya que contenía la sopa que se serviría como cena. Una chispa salto al charco de alcohol y las llamas voraces prendieron con inusitada rapidez. El grupo cerró la puerta tras de si. El Barón ya se había largado. En fracción de segundo el Lobo Tuerto se convierto en un infierno, los hombres temerosos intentaron salir pero las puertas se trabaron accidentalmente. El Lobo Tuerto y todos quienes estaban dentro, perecieron producto de las llamas.

(http://i.esmas.com/image/0/000/006/177/Incendio-edificio-construccion-Cuauhtemoc370x270.jpg)
Título:
Publicado por: Shen en Julio 13, 2010, 02:30:09 am
Shen, Grafthon, en las afueras de la taberna "Lobo Tuerto". 2 de
Septiembre del 990 DC. Crepúsculo.


La lluvia caía con fuerza,  solo unos segundos salvaron al grupo de perecer por las llamas, al ver la monumental llamarada que consumía al lobo tuerto,   un grupo de aldeanos  comenzó a gritar, desesperados comenzaron a acarrear agua para apaciguar las llamas.
Un grupo de mujeres lloraba inconsolablemente, probablemente algún conocido se encontraba en aquel infierno…poco quedaba por hacer pero…

“qué demonios ha pasado,  como ocurrió esto…no puedo permitir que mueran de esa forma, tengo que intentar salvarlos, aun no es tarde”

Sin pensarlo dos veces  Shen  corrió  hacia la puerta,  al intentar abrirla se dio cuenta que esta se encontraba trabada.

“maldición… tendré que tumbarla…….”

Shen se colocó en una postura extraña, coloco su pierna derecha algo curvada, para luego  darse un impulso con la pierna izquierda y lanzar una potente patada en contra de la puerta.
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Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Julio 13, 2010, 05:24:14 pm
Nindalf Firodest, Grafthon, en las afueras de la taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990 DC. Crepúsculo.

Nindalf vio algo incrédulo que hacia Shen parado justo en frente de una taberna en llamas… y pensó–   De cierta manera tiene razón, por que no eh de ayudar… la verdad mirando la altura del incendio y de la voracidad da un poco de miedo, de echo se prendió de pronto…

Shen, si quieres ayudar tiene que ser con la cabeza… no puedes meterte a la taberna a tontas y locas… dentro hay mucho licor… no se apagara con solo agua, debes esperar a que se consuma, y por la cantidad que yo vi, se apagara en un buen rato –le decía esto a Shen, mientras recogía un cubo con agua que había a su lado- Si tanto quieres meterte ahí, mójate con esto, no se si te alcance para sacar a las personas que quedaban dentro pero si las sacas de 2 en 2 no será tan difícil, mientras te conseguiré mas cubos con agua, y por cierto, usa el hombro y toma velocidad, te será mas fácil que con una patada…

Nindalf se giraba para mirar a los demás, mientras les preguntaba-   ¿alguien mas quiere ayudar a Shen? –mientras otra idea cruzaba por la mente de Nindalf-   Es verdad, necesitaremos mantas… -Se giro para ver si alcanzaba a algún aldeano, al cual tomo del brazo y le dijo –   Trae mantas, muchas mantas, si alguien sale de ahí será en llamas… -Y vio al aldeano alejarse para entrar a una casa cercana-

Y bien, ¿alguien más va a ayudar? –Miraba Nindalf a sus acompañantes con una sonrisa en la cara-
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Publicado por: Phoenix en Julio 13, 2010, 05:45:43 pm
Ellen Laviette, Grafthon, en las afueras de la taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990 DC. Crepúsculo.

La taberna ardía con voracidad, las llamas se elevaban al cielo, mientras que el humo se expandía por el lugar.
El grupo miraba algo atónitos a Shen y Nindalf, mientras que los aldeanos se desvivían trayendo mantas y baldes de agua. Detrás de los otros dos, Xavier y el caballero, al figura de Ellen, se acomodaban la capucha mientras las palabras de el barón resonaban en su cabeza

Tomen sus cosas y salgan de aquí... el alcohol y el fuego son mala combinación. Por eso, en las cocinas y posadas, de vez en cuando se provocan accidentalmente incendios…. Accidentalmente…. Accidentalmente…  que se provocara el fuego justo después de nuestra salida, predicha a las ordenes de salir de ese lugar … ¿Coincidencia?.... No… no existen las coincidencias… solo lo inevitable. “

La Chica se volteo a ver a sus acompañantes, no sabía que harían Xavier y Galdriam, se abrió paso entre ellos y miro a Shen y Nindalf.

No deberían esforzarse… las cosas pasan por alguna razón… piensen en lo que el barón dijo, y se darán cuenta que esto…- miro el fuego en la taberna – era inevitable- sonrió levemente mientras acomodaba la capucha sobre su cabeza tapando su negra cabellera- ahora, es mejor que nos vayamos… tenemos otras cosas que atender – dijo mirado a ambos mientras estaba parada en medio de los otros dos. – si alguien, ha de salvarse y quedar vivo, eso será, con su ayuda o sin ella… así que no traten evitar lo inevitable, y sigamos con lo nuestro…
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Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Julio 13, 2010, 06:33:49 pm
Nindalf Firodest, Grafthon, en las afueras de la taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990 DC. Crepúsculo.

No deberían esforzarse… las cosas pasan por alguna razón… piensen en lo que el barón dijo, y se darán cuenta que esto… era inevitable –Escuchaba de Ellen esto, cuando, sin darse cuenta le respondió- Me doy cuenta de que tu no conoces a ese tipo, siempre anda con lo de suerte y calamidades combinadas… -Mientras decía esto se le cerro la mano en un puño, de pronto imágenes de su pasado le volaban frente a los ojos una rabia incontenible le tomo por sorpresa-

ESTE MUNDO NO PUEDE SER COMO EL QUIERE, LLEVO TRES AÑOS PERSIGUIENDO AL DESGRACIADO ESE, Y CUANDO LO TENGO, ME OBLIGA HACER EQUIPO CON UNOS DESCONOCIDOS, SI EQUIPO QUIERE… LO TENDRA DE MI PARTE… Nindalf cálmate… ella no tiene la culpa… -pensaba esto mientras se tomaba un par de segundos para tomar aire y calmarse-

Por lo mismo, debemos aprender a trabajar juntos… que sacas si dejas las cosas así, NADA… -carraspeo para no volver a levantar la voz- de hecho si… el saber que no hiciste nada para cambiar las cosas, ¿no te comería la conciencia? Si no quieres ayudarnos, perfecto, no te puedo obligar, sigue ese camino –levanto la mano empuñada y apuntando con un dedo indico a lo que se refería Nindalf- en la primera intersección dobla a la izquierda y veras la posada donde me quedo es las mas cercana y de precio moderadamente bueno… si te quedas a ayudarnos, consigue unos cubos con agua…

Giro para mirar a Shen- Shen yo también entrare, debemos hacerlo rápido… antes de que la taberna colapse
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Publicado por: Phoenix en Julio 13, 2010, 08:48:16 pm
Ellen Laviette, Grafthon, en las afueras de la taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990 DC. Crepúsculo.

Las palabras de Nindalf, solo provocaron que la mirada de Ellen se endureciera, mordió su labio, y agacho la cabeza apretando su puño entorno a su arma – si harás equipo con unos desconocidos, y créeme que a nadie le agrada la idea, estoy segura que todos preferiríamos trabajar por separados antes de estar haciendo grupos unos con otros!- La mano de Ellen apretaba con fuerza el largo bastón de su arma “maldita sea... maldita sea!!” [/i] se decía a sí misma.

– Supongo que el irme solo hará que ustedes se demoren en llegar… y quiero que esta estúpida búsqueda comience ya, no me interesa en realidad todo esto, pero no tenemos tiempo que perder-
Diciendo esto, clavó ambas armas en el suelo, para luego quitarse su capa y capucha y lanzarla para que fuera usada como manta, miro a uno de los campesinos que atónito mirandola había quedado parado con un balde de agua y fue con él, le quito el balde de agua echándoselo al cuerpo

– sacare a las personas y nos iremos, quiero comenzar de una vez por todas- dijo mientras pasaba por el lado de Nindalf – otra cosa… nunca más en tú vida, vuelvas a hablarme de esa manera- dijo antes de adentrarse a la taberna a sacar personas.
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Julio 14, 2010, 07:34:19 pm
Nindalf Firodest, Grafthon, en las afueras de la taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990 DC. Crepúsculo.

Nunca más en tú vida, vuelvas a hablarme de esa manera –decía esto Ellen, pero Nindalf no le prestaba atención, estaba embobado mirando a su acompañante, mientras pensaba- Y la tendré a ella de compañera, OH cielos, gracias Dios, si es que existe claro… oye desgraciado, déjate de pensar en mujeres, estas a punto de entrar a un incendio, mójate, y entra de una vez por todas…

Acto seguido, Nindalf se comienza a sacar su capa, capucha y a desprenderse de sus armas dejándolas a un lado de las de Ellen, e imitando lo que ella hizo, se mojo con un cubo con agua y se llevo otro en las manos cuando entraba…
Título:
Publicado por: Glaviar en Julio 15, 2010, 09:11:48 pm
Firas Valthiaer, Grafthon, Taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990. Crepúsculo.

De pie ante aquella enigmática escena protagonizada por el fuego, se encontraba Firas contemplando de modo absorto e impertérrito. En sus ojos se reflejaba la lengua de fuego que consumía la taberna 'Lobo Tuerto'. También, como diminutas figuras, aquellos que intentaban hacer algo por rescatar a los infortunados que yacían en su interior.

Así ocurre, así ha ocurrido siempre. Sus esfuerzos por evitar lo inevitable, las extrañas coincidencias, una taberna incendiándose, ¡qué sino voluntades luchando unas con otras! Esto lo he visto muchas veces, ¿qué, quién me dirá a mí que no seguirá ocurriendo lo mismo?

En voz baja, Firas murmura lo siguiente:

Aquel tipo se fue y esto parece como un extraño presagio o una maligna estela que ese individuo deja tras de sí.

Dicho esto, reclina su cabeza hacia atrás para sentir la lluvia sobre su rostro. En tanto, discurre en su mente este pensamiento: El fuego se burla de la vehemente precipitación, del mismo modo que la sonrisa del Barón de los inútiles esfuerzos que realiza este grupo de perfectos desconocidos.  

Con rostro triste e imperturbable, Firas mira nuevamente hacia las llamas susurrando en voz baja:

Brotas como una planta maldita allí donde quiera que vaya…
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Julio 15, 2010, 10:17:00 pm
Grafthon, en las afueras de la taberna "Lobo Tuerto". 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.

El cerrar de la puerta dio paso a un mar de llamas, mientras la siluetas desconsoladas de los aventureros veían como la taberna iluminaba la oscura noche y despedazaba la vida de los parroquianos.

Shen, en una fracción de segundo tomó la decisión de entrar a la taberna, intentó abrir la puerta sin resultado alguno, dio de patadas pero no consiguio más que dolor, su cara comenzaba a retorcerse de furia, de pronto Nindalf le ayudo con un empellón y el propino una última y certera patada. La puerta se vino abajo, pero dentro era un infierno... si alguien sobrevivía... llevaría una mala vida.

Firas y Galdram miraban con pesadumbre el actuar de sus compañeros. El Barón estaba inmiscuido en aquello, la lluvia no ahogaba las llamas y si lograban rescatar a alguien, de seguro moriría por la gravedad de las heridas, si es que no era asesinado por el mismo barón.

Ellen también se decidio ayudar. Junto con Nindalf y Shen rescataron una buena cantidad de cuerpos. La mayoría fue muriendo transcurridos los minutos: las heridas y quemaduras eran gravisimas y el médico del pueblo estaba inubicable. Los aventureros pensaron que eran demasiadas coincidencias. Podían imaginarse al barón riéndose de sus desesperados intentos.

Finalmente, y luego del arduo trabajo, lograron rescatar y estabilizar a una sola persona, de las muchas que habían allí dentro. La taberno se vino abajo entre estruendos mientras se iba poco a poco convirtiendo en cenizas.
Los aventureros vieron que la lluvia comenzaba a ahogar por fin el fuego, pero el daño estaba ya hecho, y sin lugar a dudas, era terrible.

Sin dirigirse palabra alguna salieron del lugar recogiendo sus pertencias. Talvez, solo talvez, no sabían siquiera donde dirigirse.
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Julio 21, 2010, 12:53:41 pm
Nindalf Firodest, Grafthon, Caminando por el pueblo. 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.

Exhausto, camina junto a sus nuevos camaradas, sentía aun la adrenalina correr por sus venas, estaba aun muy excitado y a la vez cansado, pensando con un leve meneo de la cabeza al caminar…

-Fue como una larga batalla, con una victoria moral, logramos salvar a alguien, por lo menos uno…

-¿Victoria moral…? ¿Que es eso? Y por cierto, uno de cuantos… creo que te falta mucho aun… conformista.

-Por cierto, ¿cuanto tiempo habrá pasado?, ya es de noche, quiero descansar en una cama, quizás en cuanto no lo volveré a hacer…


Ya que el grupo camina sin rumbo alguno, o al menos así lo veía Nindalf, pregunto a sus compañeros…

-Y si vamos a la posada donde me estoy quedando, solo por esta noche, claro esta, necesito dormir un poco y asearme, me siento… extraño… -decía esto mientras recordaba el atuendo de Ellen mientras discutían- Por cierto Ellen, ¿tienes mas abrigos, aparte del que tenias hace un rato? Conozco una tienda en este pueblo donde venden las más hermosas capas y atuendos de vestir… ¿Qué me dices?

-Llegando al cruce de enfrente nuestro, a la izquierda, ahí veremos la posada donde me estoy quedando –dijo, sin esperar respuesta-
Título:
Publicado por: Phoenix en Julio 23, 2010, 02:54:00 am
Ellen Laviette, Grafthon, Caminando por el pueblo. 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.

Los pensamientos y recuerdos agolpaban la mente de Ellen, no importaba que el frio comenzara a calarle los huesos, provocándole escalofríos, la chica abrió la mano con la palma mirando hacia el cielo mientras gotas de lluvia caían en ella, por primera vez en esa noche una sonrisa pura se dibujo en su pálido rostro, las palabras de una lejana conversación se agolparon en su mente, y continuo caminando ensimismada en su mundo, había dejado el incidente de la taberna atrás, ya estaban en camino a… alguna parte, que pronto descubriría, más tarde que temprano al parecer. Las imágenes en su mente lentamente se aclaraban y su sonrisa se mantenía, hasta que sintió la voz de Nindalf pronunciando su nombre, lo que provoco que ellen volviera a la realidad sacudiendo levemente su cabeza como quitándose un bicho que l a molestaba.

Por cierto Ellen, ¿tienes más abrigos, aparte del que tenias hace un rato? Conozco una tienda en este pueblo donde venden las más hermosas capas y atuendos de vestir… ¿Qué me dices?

Ellen volvió a elevar la vista, los rastros de su sonrisa se disipaban lentamente y los recuerdos se desvanecían en su memoria, Nindalf no espero que respondiera y siguió hablando.

“cierto… deje la capa para que fuera usada como manta…”
[/color]miró a su alrededor mientras pensaba, si bien estaba rodeada de cuatro hombres, que evitaba que otros se acercaran con, quien sabe que intenciones, eso no evitaba ser el centro de visiones y fantasías de las personas que se acercaban “tendré que aceptar”  elevo su mirada hasta encontrarse con la de Nindalf el que parecía estar esperando la respuesta de los demás – Pues… no... no tengo otra , dime donde queda e  iré a ver algo que pueda servirme…- "espero tener el dinero suficiente para una capa... por lo menos..."  Pensó mientras esperaba a que Nindalf le indicara por donde ir
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Julio 23, 2010, 08:51:17 am
Nindalf Firodest, Grafthon, Caminando por el pueblo. 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.

Calma mujer, que energías las tuyas, eso lo dejaremos para mañana… por ahora, vamos a descansar… y te abrigaras mejor cuando estés seca en tu habitación en la posada… buenas camas… lindos cuartos, abrigadora chimenea… -mientas decía esto por la mete de Nindalf corrió una enorme alegría cuando veía la posada acercarse por la calle-

Golpeando la puerta de la posada espero a que el dueño fuese a abrirle la puerta
Título:
Publicado por: Amdukia en Julio 25, 2010, 01:07:11 am
Galdram Futhark Helrùn,Grafthon, Caminando por el pueblo. 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.

Aun con un estado de shock desde las llamas que emanaban la taberna, hasta su última ceniza caminaba sin rumbo, era como un ciego siguiendo el sonido del paso  de sus nuevos compañeros.
Su mente se veía oscura con recuerdos que se intensificaban al momento de escuchar los gritos de auxilio, ecos que retumbaba su cerebro. Las llamas eran tan fuertes como el dolor que le causaban al verlas. Todo era una licuadora de recuerdos. Un pasado de sufrimiento que aun lograba entender.
Todo lo sucedido no lo dejaba actuar, solo miraba los hechos, las llamas se consumía como su mente.

Al ver que se movían sus compañeros el los seguía pensando:
-¿Por qué?, que hice yo para merecer esto, ¿porqué no hice nada? gritaban por nosotros ¿que hice yo? Nada, nada, nada, no hecho nada ¿Por qué? ¿Donde están hoy, que no me acompañan? ¿Por qué? ¿Porque no soy  nada…?

Mientras se acercaban a una posada y escuchaba un mormullo de Nindalf y Ellen no entendía como llego ahí, miró atrás  y era todo oscuro como si una venda le tapara la vista -no entiendo nada, ¿que suce…-
Interrumpido por el (Toc-Toc) golpeteo a la puerta que dio Nindalf.

Su mente volvió al cuerpo, sus latidos eran muy acelerados. Aun sin entender nada sintió un poco paz. En medio de todos sus camaradas.
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Julio 26, 2010, 07:36:58 pm
Grafthon, Caminando por el pueblo. 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.

Mientras se acercaban a la posada del dragón verde la lluvia comenzó a amainar, aunque nunca llego a detenerse completamente. Las caras de los forasteros eran diversas, como sus procedencias, algunas expresaban consternación, otra un alegría pura, otras confusión... cada quien había tomado los incidentes pasados de la manera en que podían.

Nindalf golpeó la puerta, tras unos minutos se acercó un viejo de expresión un tanto arisca, como si los forasteros más que agradarles le molestaran. Con todo, era un buen hombre y servía bien a sus huéspedes, después de todo, ellos llevaban el sustento a su mesa. Los saludo de manera formal, pero fría. Y se apresuró en darles camas y habitaciones a cada uno de los integrantes del grupo.

El vio les vio alejarse, pero su mirada era de desconfianza más que de alegría por la buena renta de piezas. Hacia mucho que no veía grupos tan grandes y tan variopintos... de seguro andaban en algo malo... pero eso no le importaba mientras no desordenaran o destruyeran su posada.

Decidieron, que leerían la carta luego de acomodarse. Y se pondrían al tanto de la que sería su misión... y como la enfrentarían.
Título:
Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Julio 30, 2010, 08:11:52 pm
Nindalf Firodest, Grafthon, posada “Dragón Verde”. 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.

Se cambio de ropa rapidamente, ya que Nindalf ya se hospedaba ahí, tomo un vaso con agua de su mesa de noche y se encamino hacia la planta baja. En su camino se encontro con el dueño del lugar y le pidio si le podia llevar algo de comer a la sala de estar, con la carta en mano y poniendola sobre la mesa mas cercana espero a sus compañeros y su comida.

No puedo creer que se demoren tanto, ¿se estaran maquillando?, de todas maneras esto me ayuda a pensar un poco –y se quedo mirando el mapa del pueblo por un rato- este pueblo no tiene murallas… esto es terrible, como se supone que vamos a seguir a alguien si no sabemos por donde puede salir… -pensaba esto mientras el posadero le traia su comida-

Una pregunta amigo, por casualidad, ¿no habra visto mucha gente extraña en el pueblo?, aparte de nosotros, claro esta.
Título:
Publicado por: Glaviar en Julio 31, 2010, 12:35:12 am
Firas Valthiaer (Xavier), Grafthon, posada “Dragón Verde”. 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.

Una pregunta amigo, por casualidad, ¿no habra visto mucha gente extraña en el pueblo?, aparte de nosotros, claro esta.

El hombre de capucha entra en la estancia y prosigue sobre lo que estaba hablando Nindalf. Lo hace de una manera que hasta ese momento era algo inusual en él, casi con cordialidad:

Sí, ciertamente, pero nos gustaría escuchar también sobre este pueblo. Cuéntenos, cómo es la gente, cuáles son sus costumbres, quiénes gobiernan aquí. Ya sabe, nunca está de más saber estas cosas. Además, he estado poco tiempo aquí y el lugar me ha parecido agradable.

Mientras decía esto, pensaba para sí: espero que respondas, no es mi intención quedarme aquí por mucho tiempo. Mira con una expresión seria a Nindalf y con los ojos le hace un gesto: Ojalá que mi compañero me facilite las cosas.
Título:
Publicado por: Barack Aurum Draco en Julio 31, 2010, 10:49:19 pm
El grupo. Grafthon, posada “Dragón Verde”. 2 de Septiembre del 990 DC. Al filo de la medianoche.

Una pregunta amigo, por casualidad, ¿no habra visto mucha gente extraña en el pueblo?, aparte de nosotros, claro esta.

El hombre dejo las cosas en la mesa, lo miró un tanto extrañado por la pregunta. En aquel momento entraba Xavier a la habitación, el hombre le miró de reojo.

¿Hombres extraños? Pues, ahora que lo menciona... yo mismo los he visto, y uds son normales al lado de ellos - dijo con aire de familiaridad. - No sé que cosas se están cocinando en este lugar... pero no me gustan nada... Después de todo, elegí este lugar porqué quería tranquilidad... y esos tipos parecían de aquellos que traen problemas... en fin, les dejo con sus propios problemas. Debo ir a...

Sí, ciertamente, pero nos gustaría escuchar también sobre este pueblo. Cuéntenos, cómo es la gente, cuáles son sus costumbres, quiénes gobiernan aquí. Ya sabe, nunca está de más saber estas cosas. Además, he estado poco tiempo aquí y el lugar me ha parecido agradable.

Ciertamente es un lugar agradable. Los forasteros no son muy bien recibidos, pero tampoco es que vayan a tratar de matarlos. - dijo con una sonrisa en la cara - El hombre que "dirige" el pueblo es Arthorius, aunque en realidad no hay un dirigente real... es un hombre muy respetado. Las demás son preguntas para un hombre de saber... yo en realidad no estoy apto para contestar nada. Debo ir a cerrar el local. Espero verlos en la mañana.
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Publicado por: Phoenix en Agosto 01, 2010, 06:09:21 am
Ellen Laviette. Grafthon, posada “Dragón Verde”. 2 de Septiembre del 990 DC. Al filo de la medianoche.


Después de un tiempo, en el que Ellen acomodó sus cosas en la habitación que le habían dado, quitándole sus ropajes, y envolviéndose con las mantas de la cama, dejo que su ropa, mojada por la lluvia y salvar a personas del incendio, se secaran frente al fuego de una pequeña chimenea, al tiempo que ella misma se sentaba en la cama con la mirada fija en el fuego

- Atraso, solo eso provoco ese incendio... ¿Seguirán guiándose por el "sentido de lo justo"?, -
guardo silencio mientras miraba a las llamas danzantes en la chimenea- Cielos, tendré que armarme de paciencia para seguir con estos tipos...- Ellen volvió a levantarse para cerciorarse que su ropa se había secado, y afortunadamente para ella lo había hecho, dejo las mantas en la cama y se cambio, esperando que no fuera la ultima en bajar a reunirse con sus compañeros, salio de su habitación.

Con la mirada altiva y orgullosa, miro a su alrededor buscando a quienes la acompañaban y a lo lejos, diviso una mesa con dos personas, Nindalf y Xavier, un tipo paso por su lado susurrando, pero Ellen ignorandolo continuo caminando acercándose a ellos al tiempo que el tabernero se alejaba de la mesa.

- Perdonen la tardanza caballeros, pero, una dama siempre se hace esperar-
sonrió socarronamente mientras se acomodaba frente a ambos, dejando caer su cuerpo sobre una silla y cruzando sus pálidas piernas inmediatamente, tomo la carta que estaba sobre la mesa y comenzó a leerla, luego de un rato, elevo la vista encontrándose con la de Nindalf y luego con la de Xavier -¿Que les dijo nuestro querido... anfitrión?- pregunto, sonriendo mientras tomaba un poco de lo que Nindalf había pedido y se lo llevaba a la boca comiendo un poco
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Publicado por: Amdukia en Agosto 03, 2010, 06:50:06 am
Galdram F.H., Grafthon, posada “Dragón Verde”. 2 de Septiembre del 990 DC. Al filo de la medianoche.

En la habitación decide despojare de su ropajes y su gran abrigo de piel de oso quedando  con su torso descubierto con telas que se cruzan en todo su tórax y una camisola de cuero con un curtido obrado por diversas runas y símbolos. Se cambia de pantalones a unos secos y mientras se ponía las botas pensaba-porque me siento tan cansado si fui un don nadie en aquella emergencia, deja de pensar en idioteces y por que te alistas tanto si solo vas comer,  para volver a solo dormir.-
Ya listo para bajar toma una de las correas de la funda de su espada se la ajusta al cuerpo y baja con ella a la espalda. Dejando solo su ropaje mojado en un perchero de la muralla y su lanza debajo de la cama.
Divisa a la mayor parte de sus nuevos compañeros, sentados comiendo y bebiendo, murmuro:-Era de esperar, yo tampoco hubiera esperado nadie con este sabroso aroma a comida que hay en lugar-
Acercándose a la mesa y evadiendo su tardanza dice: -¡Que sabroso se ve esto! Espero que no solo sea de vista.- Sentándose en un espacio logra ver a Nindalf con la carta en la mano. - Así que tu tienes la carta, hem… Nindalf ¿Cierto? creo no olvidar tu nombre ¿bueno y que dice?, en realidad me gustaría saber lo mas importante para el futuro plan-
Diciendo esto se engulle un trozo de carne y bebe del vaso más cercano a su puesto. Mirando de reojo a los demas, esperando alguna respuesta.
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Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Agosto 04, 2010, 09:32:33 am
Nindalf Firodest, Grafthon, posada “Dragón Verde”. 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.

En pocas palabras, la carta nos dice que… -Nindalf bajó la voz para que el posadero no pudiera oírlo- debemos de robar el objeto que Arthorius Arthaim enviara con unos tipos, no dice quienes son, ni cuantos son, ni cuando salen, lo que si dice este trozo inútil de papel, es que no debemos de dañar el objeto en cuestión, y nos regala un lindo mapa –esto ultimo con tono de exageración- de donde están los puntos mas importantes de la ciudad, lo que me parece extraño, es que el pueblo, no tenga paredes, ni empalizada, ni nada, se puede salir y entrar de el sin que nadie se de cuenta.
Diciendo esto, miro a cada uno de ellos para ver las reacciones que estos tenían

Estaba pensando, en hacer grupos para ir a vigilar los alrededores de la casa de nuestro objetivo, me vasta con solo dormir tres o como mucho cuatro horas y estaré listo para cualquier cosa, si prefieren hacerlo solos, bien por ustedes, o separarse para hacer las guardias y abarcar mas territorio como gusten –mientras decía esto, rebuscaba con sus manos en los bolsillos de su chaqueta y saco cuatro silbatos-

Esta será la mejor forma de comunicación entre nosotros, en caso de que suceda algo, en esta posada yo tengo un caballo en caso de cualquier cosa o urgencia. La carta no especifica cuando saldrán estos tipos, lo que significa que pueden salir esta misma madrugada, o en la mañana o al día siguiente, de todas formas, me iré a dormir en cuanto salgamos de aquí para tomar la guardia lo antes posible, así que tendrán la mañana libre para comprar las cosas necesarias, y atención en esto, siempre y cuando no salgan por la mañana, así que compren algún caballo, mula y/o carreta para transportarnos a todos. Si necesitan dinero a mi me queda algo.
¿Alguna pregunta, duda, queja?

Y diciendo esto último Nindalf extendió la mano para coger algo más de comer.
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Publicado por: Phoenix en Agosto 05, 2010, 07:02:15 pm
Ellen Laviette. Grafthon, posada “Dragón Verde”. 2 de Septiembre del 990 DC. Al filo de la medianoche.

En silencio y atenta a las palabras de Nindalf, Ellen comia un poco de lo que se había servido, las cosas se complicaban y los planes debían trazarse con rapidez sin demoras, la Chica removió su cabellera negra pensando mientras Nindalf continuaba hablando, cuando por fin este quedo en silencio Ellen miro a sus acompañantes y juntando sus manos sobre la mesa comenzó a hablar.

- Creo que la idea de hacer grupos, sera la mejor, si tenemos que trabajar juntos, es mejor comenzar desde ya, por otro lado somos cinco personas, así que o hacemos dos grupos uno de dos y otro de tres, o tres grupos y uno quedaría solo, cosa que se contradice con lo que dije con anterioridad. - Ellen le pidió el Mapa a Nindalf con un movimiento de su mano y lo puso al centro,
-Por otro lado, debemos decidir que puntos vigilara cada grupo, así abarcamos las áreas posibles, claro también debemos vigilancia a la casa de nuestro “objetivo”- Ellen miro de reojo al posadero que caminaba con una bandeja hacia un lugar cercano a ellos -
Somos relativamente pocos, pero tenemos que cubrir todos los ángulos posibles de acción, además de llevar acabo la vigilancia y la adquisición de las cosas que necesitemos para el viaje, digase, comida, transporte, esas cosas, esto anudaría a pasar inadvertidos, y no solo como extraños merodeadores, si no como viajeros en busca de elementos para continuar con su aventura, y en ese aspecto, además de repartirnos los puntos de vigilancia, deberíamos repartirnos el que obtendrá cada uno- dijo mirando a los ojos a quienes estaban con ella ,- la única pregunta que a mi me queda, sería, ¿Haremos grupos de vigilancia?-
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Publicado por: Shen en Agosto 05, 2010, 08:40:09 pm
Shen. Grafthon, posada “Dragón Verde”. 2 de Septiembre del 990 DC. Al filo de la medianoche.

Guarde silencio un buen rato, aun estaba choqueado por el incidente del incendio…
Todo esto se volvía cada vez más extraño,  estaba metido en  una misión de dudosa procedencia, y para peor con un grupo de personas que ni siquiera conocía, pero pese a todo esto y gracias al incendio comencé a  ver la bondad de algunos de mis “compañeros”.
Nindalf fue el primero en acompañarme en el rescate, a pesar de  no conocerlo, podía ver que su corazón era honorable, y Ellen a pesar de  fuerte aspecto y carácter opto por ayudar, arriesgaron sus vidas por gente que no conocían, pese a las circunstancias  los considero confiables.

Luego de escuchar el “gran mensaje”  me acerque al fuego  y comencé a secar mis ropas y mientras lo hacía meditaba acerca de cómo ejecutaríamos nuestra misión…
Pese a que algunos ya habían demostrado buenas intenciones, al menos para los inocentes,
Nada me aseguraba que todo esto se podría trasformar en una carnicería,  no podría permitir que solo por sus intereses terminaran matando a alguna persona, que nada tenía que ver con nosotros, era la primera vez que sentía que hacia el papel del malo.
El grupo en si era bastante extraño, creo que de todos los presentes era el más “normal”.


¿Normal?.........

En ese momento mi mente se ilumino, podría ser que yo me infiltrara, de los que nos encontrábamos en esa habitación era el único que se encontraba desarmado, además era  de rasgos faciales más bien comunes y no muy alto, era lo más normal que podría esperarse de cualquier aldeano, además éramos un grupo impar, uno de nosotros tenía que quedar solo de todas maneras….

Me acerque a la mesa y les dije…

Ellen, Nindalf… les agradezco mucho su ayuda, se que quizás no sea el mejor momento para decirlo, pero los considero  gente  en la cual puedo confiar, no sé como terminaron haciendo tratos con ese tipo, ni se los preguntare, ya que yo mismo dudo de mis propias razones.
Ellen, creo que tu idea es buena, y me ofrezco para ir solo…, de los presentes soy el único que esta desarmado, además como podrán ver son de un aspecto bastante común, podría pasar por un aldeano cualquiera e infiltrarme en busca de información o lo que ustedes estimen conveniente…
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Publicado por: Glaviar en Agosto 05, 2010, 11:43:01 pm
Firas Valthiaer (Xavier), Grafthon, posada “Dragón Verde”. 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.

Los miró a todos, con aquella mirada apagada y distante que lo caracterizaba. Le había sorprendido particularmente los agradecimientos de Shen, especialmente en el modo en que lo dijo. Le pareció un modo atento de expresarlo, además de oportuno.

Algo de ánimo iluminaba su aspecto al sentir que las cosas marchaban al menos, de lado, hacia atrás o hacia abajo, pero marchaban. Dirigió su mirada al posadero haciéndole un gesto de reverencia en señal de agradecimiento por la información brindada (aunque escueta -pensaba). Parecía que al posadero no le agradó su aspecto o su mirada vacilante, pues con una expresión de disgusto se fue.

Luego, volvió su atención a la conversación, y pensaba lo siguiente para sí:

Del disgusto de esa expresión vuelvo a la conversación... Necesitamos un plan, tengo que hacer esto, exigir su parte del trato y largarme de aquí. Mirando sombríamente a Shen, elucubra: escucho a aquel hombre y me parece lo más afortunado, él se ofreció voluntariamente para hacer la labor difícil. Luego, mirando a cada uno de los presentes, cavila: Pues bien, mientras ellos hablan, pensaré en mi labor y las condiciones de ello.

Mira a Ellen y dice: Estoy de acuerdo con la idea de grupos. Me agruparé conmigo mismo, y trabajaré con ustedes -el ambiente quedó en silencio, nadie al parecer entendió el comentario. Prosiguió con una mirada media ida: Puedo vigilar y cubrirle las espaldas específicamente a quien va a ir -dirige su mirada hacia Shen. Sólo necesito a alguien que me cubra las espaldas a mi, y me informe de lo que ocurre alrededor.

Firas sentía como todos lo miraban.

Pues bien, ¿qué voy a hacer? Todo lo que sea necesario. Dijo eso mientras misteriosamente se dibujaba en su rostro una sonrisa que no calzaba con su mirada, pero sí, tal vez, con sus palabras decididas.

Se calla, sacando con sus huesudos dedos unas gafas. Acto seguido, se coloca este accesorio delante de sus ojos, y dice lo siguiente: necesito saber con quienes voy a trabajar. Posteriormente, se para de la mesa y les dice a sus compañeros "vuelvo enseguida", dirigiéndose hacia donde se encontraba el posadero.

Se para frente a él y le pregunta: ¿tiene algún frasco pequeño de vidrio que me venda? Necesito guardar mis canicas y chucherías. Le mostró un escudo de plata. El posadero lo mira y le responde: Mmmmm... déjame ese escudo y te doy un "frasquito". Con un gesto de agradecimiento, Firas lo toma y se marcha raudo, con su caminar característico, fuera de la posada.
Título:
Publicado por: Amdukia en Agosto 08, 2010, 11:41:01 pm
Galdram F.H., Grafthon, posada “Dragón Verde”. 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.

Mientras comía y bebía, escuchaba a medias ya que su mandíbula hacia más ruido que estremecía su cabeza, y dio su opinión:
Ya vaaooo, hmmm! queea daaleciaaso – traga lo que come - esta todo, y creo, que- lamiéndose los dedos -si  tenemos que hacer grupos.Si grupos. Y si tu decides estar solo -mirando a Shen- bueno bien yo protegeré la espalda del aquel-mirando a Firas retirándose de la posada-así ustedes quedarían siendo el otro grupo…Dice eso terminándose su plato, mirando a Ellen y Nindalf….
Bueno tratare de despertar lo antes posible,-rayos espero lograr levantarme, le avisare al posadero que me despierte- ¡Así que iré adormir!- mientras se paraba de la mesa, le ruge el estomago y desvía su mirada a las manos de Ellen juntas sobre la mesa y supone que su plato a medias terminar era porque no deseaba mas.  Y le dice-¿puedo acabarme tu plato?- le sonríe –antes que se enfrié…
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Publicado por: Nindalf Firodes Troscard en Agosto 09, 2010, 09:25:44 pm
Nindalf Firodest, Grafthon, Posada "Dragon Verde". 2 de Septiembre del 990 DC. Crepúsculo.

Agrado le causaba la reacción de sus compañeros, bueno de algunos- pero, podría ser peor -pensaba mientras transcurría aquella escena-

Bueno, ya que los grupos quedaron hechos –extendió tres de los silbatos, uno para Galdram, otro para Shen, y el ultimo para Ellen- yo me quedare con este -dijo señalando el sobrante- con eso se pueden comunicar en caso de algo, ustedes elijan su código y como lo harán para comunicarse, yo iré a dar una vuelta por los alrededores de la casa del tal Arthorius y les comentare lo antes posible lo descubierto, de todas maneras necesitare descansar unas pocas horas.
Se levanto de la mesa– con su permiso  -mirando a Ellen- por cierto compañera, ¿puedes quedarte despierta hasta que vuelva para abrirme la puerta?
Título:
Publicado por: Phoenix en Agosto 09, 2010, 10:48:04 pm
Ellen Laviette. Grafthon, posada “Dragón Verde”. 2 de Septiembre del 990 DC. Al filo de la medianoche.

Después de que Shen  les diera las gracias, Ellen le dedico una leve sonrisa a modo de decirle de nada, además de asentir, para luego volver a concentrarse en la conversación.

La escena y la distribución de compañeros se hizo con rapidez, Ellem miró a Galdram y acerco su plato a él en señal de que se lo acabara – adelante, no tengo hambre por hoy- dijo dándoselo para luego recibir el silbato que Nindalf le daba, dado de que cada uno ya tenía una idea de lo que hacer, Ellen también se levanto de la mesa “ falta algo más de compañerismo...”, meditaba cuando Nindalf le dirigió la palabra, Negó levemente con la cabeza y acomodo su cabello – no, no tengo problemas, aprovechare de …  entrenar un poco- dijo mirando a nindalf mientras acomodaba la silla en su lugar.
Título:
Publicado por: Amdukia en Agosto 13, 2010, 09:30:18 am
Galdram F.H., Grafthon, posada “Dragón Verde”. 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.

Abalanza su cuerpo sobre la mesa y estira su musculoso brazo para tomar el plato de Ellen,
-Que delicioso, veo que si fueras mi compañera, serias una muy buena y caritativa-
Le dice sonriente y engulléndose los trozos de carne de su nuevo “plato-bonus.”
-¡Muchmmuchas, hmmmmm gracias, Ellen no olvidare tu nombre!-
Toma una jarra y se la acaba de un trago, al igual que su plato de dos bocados y se enuncia, limpiándose con un trapo que se encontraba como especie de servilleta en la mesa:-Bueno  creo que todos ya están listos, ¡menos yo! así que voy a ir dormir ya que mi trabajo desde ahora es descansar como un rey, por que en la mañana se bien la carga dura y una buena aventura!-

Se para de la mesa tomando, su espada amarándosela a la espalda dando pie a sus últimas palabras.
-¡Buenas noches dama y caballero!- mirando a los dos que quedaban en el comedor -veo que los demás son unos nocturnos búhos, lo que a mi no es igual así que iré dormir, ¡Ya que mañana será un día de gloria!-  
Y se retira a su respectiva habitación.