Azira Akisame, Selva de Itzi, interior de Xiappv, cerca de la costa sur, 27 de julio de 957 DC, al filo de la medianoche.
Con las manos en la boca y los ojos fuertemente apretados Azira continuaba rogando mentalmente que no fuera escuchada, lentamente abrió un ojo observando al ser ahora más cerca de la selva, sin quitarse las manos de la boca se aferro al árbol “ Nunca soy escuchada, y ahora, justo ahora, me escuchan, estúpida suerte mía”, Azira trago saliva mientras pensaba que hacer, cuando sintió que le hablaba, una voz firme y autoritaria se elevo, no entendía, al menos no en totalidad lo que decía, pero por el tono que se usaba, sabía que era a ella a quien le hablaban.
- Seas lo que seas... sal ahora. Si lo haces no tendremos que luchar, salvo que lo que andes buscando sea justamente eso. -
Azira escucho atentamente, y trato de deducir que es lo que decía “ Y... habla en latín... si ahora comenzare a odiar esa palabra... De todo lo que dijo, entendí el 'no', me lo dicen seguido y 'luchar' odio esa palabra, creo que... debería esconderme mejor, o cambiarme de árbol, aunque no creo que sea eso lo que quiere... si fuera yo... habría gritado para que saliera... no, en realidad me hubiera lanzado a descubrir que era, y si yo hago eso y él no lo hizo, eso quiere decir que... no pienso salir, al menos, no mientras me mire”. Pensando esto, Azira se quito las manos de la boca, y comenzó a moverse suavemente, pero aquel tipo seguía mirando hacia donde ella estaba “ Demonios,¡¡ gira la cabeza, no me mires!!”, pensaba mientras quedaba en el mismo lugar, Azira se sentía invadida y nerviosa, quería moverse y salir de allí para volver más tarde, pero no lo haría, no quería, en realidad, no podía, sentir los ojos de aquel tipo sobre ella, aunque así no fuera, la ponía nerviosa “Pero no tiene la...am.. espada, eso, levantada...”, miro uno de sus sables “ y si... no, no, no, no, no me ha hecho nada... aún... ¡ah!, odio esto, incertidumbre, Creo recordar que se llama”.
El corazón de Azira palpitaba fuertemente, necesitaba moverse pero no quería ser descubierta “ no llegare a ninguna parte si sigo así... veamos”, miro a su alrededor y sintió su estomago gruñir de hambre “cierto no he comido... ¡Ya sé!”, Azira se acerco a una rama y la sacudió levemente “ Si caen hojas me quedo, si no caen, bajare...” Haciendo esto, Azira miro al aire tratando de ver las hojas cayendo, “Maldita, maldita suerte”, suspiro descubriendo que las hojas estaban sobre la rama, respiro hondo “ esta bien, bajare... pero... ¿como era que se saludaba?... Hol...O...”, se acomodo sobre una rama dispuesta a saltar, mientras pensaba, más bien trataba de recordar como se saludaba en Latín, durante segundos, Azira continuo pensando mientras comenzaba a balancear las piernas desde adelante hacia atrás, una vez más y por descuidada Azira perdió el equilibrio, esta vez sin lograr aferrarse a nada, con movimientos gatunos, llego al suelo, su presencia era indiscutible “¡Nopelt!” Pensó mientras se apoyaba con sus manos en el suelo, “ ¡ah!, claro, ya recordé”, se levanto sonriendo mirando a el tipo que tenía en frente, la luna revelo los cabellos anaranjados y largos de la chica, sus orejas de gato y sus ojos dorados pero con la pupila dilatada por la ansia de conocer lo nuevo, una sonrisa leve apareció en sus labios elevo la mano y comenzó a sacudirla a modo de saludo – Ho...Hola- dijo con una voz que parecía no ser la de ella, apenas se reconocía cuando hablaba en latín, idioma que practicamente no manejaba “Esta bien, ya estoy aquí, ya salude ¿que hare ahora?” pensó sin quitar su sonrisa del rostro.