Partidas > Partidas por Foro: Otros juegos

Anima: Un giro vertiginoso del destino [DDI]

(1/7) > >>

Glaviar:


Arkángel, Palacio del Emperador, 23 de abril de 957 DC, madrugada.

22 de abril
Los rumores de la muerte del Emperador Lascar Giovanni eran ciertos y aquel niño, su propio hijo, había sido el verdugo. Nadie podría creer semejante versión, cualquiera aquí en palacio sabe que el cerdo de su padre lo obligó a asesinarlo. Pues bien, ¡este infeliz hizo que la dinastía más poderosa que ha pisado Gaïa y que ha reinado durante siglos, llegara a su fin!

Estuve en el pasillo principal cuando aquel pequeño era llevado por guardias reales fuera de la habitación donde yacía inerte su padre. Más allá de aquel incidente, una cosa ha llamado profundamente mi atención, perturbando mi alma: en el exacto momento en que se encontró aquel niño frente a mí, detuvo inesperadamente su andar posando su mirada en mis ojos. Fue como si hubiese podido leer mis pensamientos. Aquello me inquietó realmente. ¿Y qué? Lo único que hubiera descubierto es todo el odio y asco que sentía por la aberración de su padre.

Mientras escribo esto sigo intranquila por esa situación, el temor no me ha abandonado en todo el día… no puedo conciliar siquiera el sueño. Aunque intenté olvidarlo y restarle importancia a ese evento que, a ojos de cualquiera es una insignificancia, más me doy cuenta de que esto no va a pasar. Su mirada, me es imposible olvidarla. Aquel niño quedó huérfano y de una forma espantosa, pero… ¡qué significan esos ojos!… Estos sentimientos me confunden, realmente estoy desesperada.

He logrado entender que este niño está fuera de mi comprensión, que él no pertenece a este mundo…  


Diario de notas de una meretriz* de la corte de Lascar Giovanni.

*Mujer que prestaba servicios amatorios al fallecido Emperador. Se encontró muerta en su habitación la madrugada del día posterior a la muerte del Emperador Lascar Giovanni. Estaba colgada con las sábanas de su lecho, sin ojos y mutilada de la lengua. Todo apunta a que fue suicidio. El caso fue cerrado sin brindarle mayor importancia.

Glaviar:


Selva de Itzi, costa noroccidental de Xiappv, 26 de julio de 957 DC, algunas horas después del amanecer.

La tranquila marejada arrastra a una débil embarcación hacia las costas de Xiappv, una de las islas que componen la región sur de Itzi. Pareciese como si la nave hubiese luchado terriblemente en un mar ajeno a este calmo oleaje. El barco encalla suavemente en una playa que extiende delante de sí un magnifico cuadro de parajes majestuosos, donde el verdor reina por doquier y con matices variopintos.

Del interior de la nave se observa una silueta imponente. Parece contemplar desde su posición el admirable paisaje que se presenta con esplendor ante él.

Selva de Itzi, arribo próximo a las costas de Ixpatill, 15 de noviembre de 989 DC, atardeciendo.

Los cielos rojizos dieron paso a nubes oscuras que cubrieron la puesta del sol. Los vientos del sur y del poniente inquietaron las aguas, lo cual no presagiaba una buena navegación. De un momento a otro, sin graduación alguna, una tormenta empieza a azotar a una embarcación que se encontraba en altamar, cerca de las costas de Ixpatill, en la región sur de Itzi.

La nave no aguantaría mucho en esas condiciones, el oleaje arremetía contra la embarcación rompiendo olas con inclemencia sobre la cubierta del barco. Mientras ello ocurría, una tromba de agua comenzó vertiginosamente a crearse gracias a los poderosos vientos que alimentaban el torbellino.



Repentinamente, una potente luminosidad cubrió aquel prodigioso y terrible espectáculo de la naturaleza, borrando la oscuridad en que la tormenta había sumergido a aquella nave.
                               
                                        ●●●●●●●●◊●●●●●●●●

La fuerza del brillo había desaparecido, aunque sus efectos permanecieron por un breve lapso de tiempo. Los ojos de los tripulantes de la nave se recuperaban poco a poco y observaron como la tormenta había desaparecido junto con la poderosa irradiación lumínica. La luna resplandecía tenue y parcialmente sobre las tranquilas aguas, aunque algunas nubes oscuras la cubrían pasajeramente. Se avizoraban cercanas las costas de Ixpatill; todo estaba muy sereno, sin embargo, parecía que algo más había ocurrido.

Selva de Itzi, interior de Xiappv, cerca de la costa sur, 27 de julio de 957 DC, al filo de la medianoche.


Una figura se mueve velozmente por la selva, siguiendo el sendero que demarca un río. De pronto, un animal salvaje bufa entre la espesa vegetación haciendo sonidos con sus patas traseras y con los resoplidos que emite sobre la húmeda tierra. La sombra que se desplaza con movimientos ágiles gira raudamente la cabeza percatándose del animal: se trataba de un jabalí gigante.  

La bestia corrió furiosamente tras la veloz figura, quien con movimientos ligeros amagaba las embestidas del animal. Por alrededor de un minuto y medio se mantuvo esta carrera que acabó con la figura lanzándose al agua desde una pequeña cascada y un jabalí furioso que resoplaba y rechinaba mientras observaba de lo alto cómo se escapaba su fugitivo invasor.



La figura sale del agua y camina un par de cientos de metros hacia el sur, deteniendo de repente su marcha: en actitud de escucha atenta y olfateando el aire, parece darse cuenta de que estaba cerca del mar. Efectivamente, después de caminar un trecho llega a una playa iluminada tenuemente por una luna obscurecida por negras nubes en el cielo. La figura se tiende sobre la arena, mirando hacia el mar. Transcurridos unos instantes una potente luz cubre la oscuridad de la noche con un manto resplandeciente; acto seguido la potente luminosidad desaparece dejando en penumbras nuevamente el lugar. La figura restregaba sus ojos, en tanto trataba de divisar algo: la luz había sido tan poderosa que veía puntitos rosados por doquier, mas no lograba distinguir nada. Luego de unos minutos, consigue estabilizar su sentido óptico y divisa en el horizonte un barco que se acercaba.

Al momento de ver la embarcación, corre velozmente hacia la espesura del bosque, trepa un árbol y desde allí permanece silenciosamente vigilando la llegada de la nave. Su postura y actitud parecían indicar que su expectación era máxima, tal vez no quería perder detalle de lo que estaba ocurriendo o de lo que iba a ocurrir.

Amdukia:
Jake H.M., Barco “Black Beast” a las costas de Ixpatill, 27 de julio de 957 DC (15 de noviembre de 989 DC), atardeciendo.

Las olas arremetían en la parte de estribor empujando al barco a la costa de la isla, y el viento de un momento a otro casi raja la primera vela. En todo esto Jake afirmándose en una de las barandas de la proa y sujetando su sombrero escuchaba los gritos de su compañero William W. como un murmullo
Que tormenta mas extraña, lo bueno que hay tierra a la vista- pensaba esto mirando a la costa, cuando un rayo enceguecedor le remueve la cabeza, causándole un pequeño dolor pero al mismo tiempo ve la costa y se pregunta - ¿que es eso?-Miren! ¿que es eso? ¿Lo vieron?
Mientras decía esto algo impresionado se acerca el pequeño Bel  diciéndole –lo que hubiera sido déjalo para mas tarde, ¡No ves que hay mas mar en el barco, que barco en el mar! ¡Toma tu posición y escucha las ordenes del capitán!-y se aleja con una cubeta llena de agua.
Jake aun impresionado tomando una de las cuerdas –Estoy seguro ver la tierra en otra posición, que extraño todo esto, no me da muy buena espina-Ha que dolor! sintiendo una pequeña clavada en la cabeza.
Desde ahora comienza escuchar y seguir las órdenes del capitán…

Barack Aurum Draco:
William Ward. "Black Beast" a las costas de Xiappv (Ixpatill), 27 de julio de 957 DC (15 de noviembre de 989 DC), al filo de la medianoche.

En un breve espacio de tiempo las tranquilas aguas del Mar del Dragón se volvieron tempestuosas y agitadas, los clementes vientos del sur se agitaron y se convirtieron en vendavales sin compasión; el océano y el cielo se rugieron como poderosas bestias antes de comenzar una lucha a muerte. Y en aquella majestuosa escena del poderío del mar y del cielo navegaba, o al menos intentaba hacerlo, un pequeño navio de dos palos.

William miró al cielo contemplando su poder. Las olas se estrellaban continuamente a estribor y el agua comenzaba cubrir la cubierta. Con todo, el joven capitán Ward se mantenía sereno, 18 años de piratería hacían de esta tormenta un puente a sus recuerdos más que una preocupación real.

Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.*

Las estrofas salieron de su boca casi por inercia. El capitán Robert solía cantar esa canción en tiempos de tempestad y, de cierta manera, la ocasión le parecio propicia para, al menos, tararearla. El fuerte viento se hizo sentir en una de la velas que casi sede ante la arremetida de Vendaval, el dios de los vientos huracanados. Por suerte, habia tierra cerca.

- ¡¡¡Fenrir, Jake, Belphegor!!! - gritó con todas sus fuerzas para hacerse escuchar - ¡¡¡Anclaremos aquí hasta que termine la tormenta!!! ¡¡¡Plegad las... - Un relámpago lo enmudeció y lo encegueció, sin embargo no parecía un relámpago común y corriente. Algo extraño había en toda la situación. De pronto, el viento dejo de soplar con la fuerza de hacia unos momentos. William levantó la vista restregándose los ojos... No podía creer lo que veía: la tormenta había desaparecido tanto, o más, abruptamente de lo que había arreciado.

- Qué carajo significa esto... Tormenta y bonanza de la mano, es como si Ishkur estuviera tomandonos el pelo... o nos dijera que nuestra travesía llega hasta aquí por hoy...

- Chicos... descansaremos en esta costa hoy. Mañana decidiremos que hacer... Hay algo que no me gusta en todo esto y no quiero tentar a la suerte. - muchas preguntas se agolparon en su cabeza, pero lo primero era poner al Black Beast a buen resguardo y, bueno, lo mismo para sus tripulantes. - ¡¡¡Plegad las velas!!! ¡¡¡Soltad el ancla!!!- Gritó cuando se hallaban cerca de la costa.

William miró al cielo, la luna estaba hermosa y el mar reflejaba aquella hermosura con serenidad.

La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul.*

Volvió a tararear una estrofa de su canción favorita, esa había sido una hora llena de recuerdos.

-------------------------------------------------------------------------------------

Todos creen que tener talento es cuestión de suerte; nadie piensa que la suerte puede ser cuestión de talento.
Jacinto Benavente.

*Son algunas estrofas de la Canción del Pirata de Espronceda.

Shen:
Kadar. Selva de Itzi, costa noroccidental de Xiappv, 26 de julio de 957 DC,  Tarde.

Luego de la tormenta, la calma...

Llevaba casi un mes en el mar,  gracias a esta maldita tormenta había perdido a mi guía, han pasado meses desde que no tocaba tierra firme,  el barco aunque confeccionado de buenos materiales, estaba averiado, al parecer permanecería en este islote un buen tiempo…

 Me encontraba en un lugar desconocido pero pese a esto y viendo en las circunstancias que me encontraba decidí permanecer un tiempo  en aquel lugar, arrastre el bote a tierra firme y  evalué su estado.

Demonios, la tormenta a destrozado parte del lado derecho de la barca, necesitare una buena cantidad de madera y tiempo para repararla, y lo peor es que no se navegar, pero en cualquier caso, si no lo reparo me quedare varado aquí, al menos lo intentare…

Busque en el bote algunas herramientas pero no encontré nada, no podía repararlo sin un hacha,  así que me las ingenie para construir una, cogí  una gran roca y comencé a alisarla golpeteándola contra otra más grande, cuando por fin obtuve un pedazo mas menos delgado, la lime  y restregué contra el suelo para lograr afilarla.

Ja, quien lo diría   para ser un pedazo de piedra tiene un filo bastante decente, ahora solo me falta el mango...

Busque a mi alrededor algún trozo de madera,  le encontré flotando cerca de la costa era un gran pedazo de madera,  lo cogí y comencé a  tallarlo, haciéndole una hendidura bastante apretada para introducir mi  nueva creación, finalmente cogí una  trozo de cuerda y lo amarre junto con el mango, quedando sumamente ajustado, lo avía conseguido mi propia hacha primitiva.
 

Ya con todo preparado corte algo de madera con mi nueva herramienta y arme una fogata, cogí  un trozo de carne de mi mochila,  con todo listo para pasar la noche me encamine a explorar el nuevo territorio al cual había llegado.
 
Chraa!!  e estado meses sin ver a alguien, el aburrimiento me está matando…Alguien está aquí!!!

Luego mordí con rabia la carne  y seguí caminando y gritando a los vientos, esperando a que alguien o algo me respondiera.

Navegación

[0] Índice de Mensajes

[#] Página Siguiente

Ir a la versión completa