Nada destacable (aparentemente) en la actuación del señor supremo, adorado por los unicornios y las hadas, por las setas y las margaritas. Un buenazo, vamos.
La habitual recolección de tres fichas de amenaza. Tres héroes, tres fichas. Facil, verdad?
Además, también robo (qué palabra tan fea) 2 cartas del Señor Supremo. Me las robo a mí mismo? Es toda una paradoja. En la mano tengo 9 cartas y el máximo es de 8 cartas al final de mi turno. Como soy así de especial, voy a descartarme de un par de ellas, particularmente odiosas y feas. Eso hace que gane de golpe unos cuantos puntos de amenaza de esos.
No estoy seguro de si las cartas son secretas, pero esta vez diré cuales tiro:
- Apuntar (x2): concede 1 ficha de amenaza cada una. Algo cutre, verdad? Y eso que mis chicos parece que necesitan clases de puntería, pero voy a confiar en el destino.
- Plaga de arañas ponzoñosas: una carta de generación de monstruos. En realidad podría haberlas puesto en juego, sólo cuestan 4 puntos de amenaza, pero estoy ahorrador y las arañas estas siempre me ponen de mala leche. Pondré otro tipo de bichos. Esta carta concede 1 ficha de amenaza adicional.
Eso es todo en este turno. Mi situación actual es la siguiente:
6 Cartas diabólicas
7 amenazantes Fichas de amenaza
Como no hay cambios de gráficos, se mantiene el último dibujo. Toca el turno de los héroes. Creo que iba a haber un intercambio de mercancía (1 punto de movimiento pasar un objeto a un héroe adyacente), pero es interesante ver dónde acaba el turno cada uno.
De nuevo teneis que disculpar mi tardanza suprema. A lo mejor consigo completar mi siguiente turno antes de ir de vacaciones.