Bueno, creo que ya estoy en posición de poner el turno de una santa vez. Estareis hasta las narices de tanto esperar, seguro.
Veamosss.... Para no ser demasiado injusto, por aquello de los cambios de acciones, haré el primer movimiento del malvado Jaes, el abrepuertas de la oscuridad, el cerrajero de lo innombrable, yo soy la llave y la puerta y uhm... bueno, eso, el tío que va a abrir la portañica. La broma de la puerta. Detrás se amaga uno, llama con el yerrico y cuando se asome... tollina!!!
Bueno, centrándome de nuevo en este plano de la realidad, intentaré reflejar un poco el panorama.
Digamos que en el turno 4 de los héroes me enteré bastante mal y que Ispher le pasó la runa a Jaes y que Jaes también le entregó la poción y juraría que se equipó con la cosa esa, por aquel sistema que habíamos visto de que si tienes las manos libres te lo pones de forma automática.
Bueno, el malvado hechicero mago abre la puerta chirriante para revelar la Zona 2.
El techo aumenta gradualmente de altura hacia el este, aparentemente excavado en la roca por un partillo y cincel enormes. El suelo está cubierto de roca y unos pesados pasos resuenan por toda la estancia
Esto da una nueva idea sobre las inquietudes arquitectónicas de Narthak, el gigante amable.
Paso a poner el mapa con los descubrimientos de la Zona 2. Creo que eso incluye todos los monstruitos y lindezas de la zona, aunque los jugadores heroicos y carniceros en realidad no deberían verlo todo, pero da igual, todo sea por facilitar la carnicería.
Editado: el mapa de la zona 2 se traslada a la siguiente página, que ya incluye el movimiento del Hermano Glyr.
Al norte podemos ver un tesoro de plata y una runa roja. Las runas de colores son como llaves para abrir puertas cerradas mágicamente. Bueno, eso es lo que se rumorea. En realidad cualquiera con una buena palanqueta podría abrirla, básicamente es el juego de llaves de repuesto del gigante, por si se deja las otras dentro del coche o algo por el estilo. Es previsor el chico.
La escena que ve Jaes el maligno señor de los conjuros afilados es terrorífica. Un par de esqueletos están tratando de amaestrar a unos perros flamígeros. El hecho de estar hechos de apetitosos huesos (es un decir, qué perro flamígero no preferiría un buen filete?) no les ha impedido dedicarse a su profesión favorita, el adiestramiento de canes. Algo más al norte tienen a Pancho, su estrella al que todavía no han enseñado a hacer la Primitiva, por lo que se mantiene amistosamente olisqueando las esquinas.
Más al norte, un buen hombre con problemas de sobrepeso que ha intentado todos los métodos de adelgazamiento y se ha acercado a Narthak, el bienhechor de todos para intentar poner remedio a su tragedia obesa.
Espero que esté todo un poco claro. Ahora... al lío!