Dia 10, En las calles de Hida Kyuden, 21:00

Las calles de la capital estaban tranquilas. Un aire cruzaba las mismas, rascando las caras de los aventureros, buscanco cobijo en el que refugiarse, tanto los de honor como los que planeaban la muerte del daimy? Cangrejo.
De pronto un fuerte golpe se oy? justo donde las puertas que abr?an paso hacia las Tierras Sombr?as. La puerta hab?a sido abierta. Un incontable ejercito de las tierras mas putridas de rokugan se alzaba rugiendo cual fiera exigiendo una contestacion por parte del efectivo ejercito Cangrejo.
La gente empez? a correr desposeida por las calles, y mas de uno comenz? con bandalicos actos a recolectar todo lo que pudiere y salir pitando de la cuidad en cuanto le fuere posible.

De repente, una voz hizo callar a todas las demas, una voz femenina, que de entre todas las habidas impuso el miedo y el respeto al ejercito recolectado por Daigotsu, a ordenes del mismisimo Dios Oscuro Fu Leng.



- Tuu!! grit? la mujer vestida con una yoroi al jefe de la guardia Donde esta tu daimy?, Kisada!!?? dile que salga aqui!! yo le har? arrastrarse como la rata cobarde que es!! acab? de chillar la mujer mientras, desenvainaba la katana, hecha su hoja de plata.

- Como osais llamarme rata? dijo una grave voz en la parte de arriba de la muralla Esperadme ah? como la fulana que sois, bajar? a daros la lecci?n que os mereceis acab? de decir el que se supuso que era Daimy? del clan Cangrejo Hida Kisada.

Las grebas de la armadura rechinaban a la vez que el firme paso del general cangrejo se acercaba mas a la localizacion de la puerta. Ivan a batirse en un duelo en tierra de nadie, justo dejabo de la puerta, ni en tierras escorpion, no en tierras sombr?as. Ambos ejercitos, el de las TTSS y el del Cangrejo esperaban ambos uno al lado del otro, frente a frente, esperando ver como se desarrollaba la escena, el duelo que sin duda, acabar?a con un general valioso para su ejercito, fuera quien fuera el victorioso.

- No se vale usar el Tetsubo no? jejeje dijo Kisada riendo, lo que delat? su medio nerviosismo. Nunca sol?a reir el general cangrejo.
- Si ganas, dijo la voz de la mujer os daremos el tiempo de un mes para reorganizaros, dar el alerta a los otros clanes y preparaos para la batalla que sin duda, acabar? con la vida de todo misero rokuganes que no se someta por completo a la voluntad de Fu Leng dijo la mujer, sonrriendo Si gano yo, no estar?s vivo para ver como ma?ana por la ma?ana no queda un alma viva en todo Hida Kyuden.

Ambos contrincantes, uno frente al otro,s e observaban minuciosamente tratando de averiguar un punto devil en el adversario para poder atacar en el momento oportuno.
A hida se le contrayeron las pupilas. En ese momento la katana ya estaba desenvanada, y solo justo cuando la misma ya cortaba el aire, dirigiendose hacia la misteriosa mujer, se oy? el shiiin de su desenvainado. Cruzaron ambos cuerpos unos metros hacia alante uno del otro, quedando ambos contrincantes en la posicion en la que estaba su adversacio antes, pero de espaldas. Ya habian actuado.

Kisada, sonriente y con expresion victoriosa se gir? para ver la cara e la mujer que hab?a osado retarle. Mir? su katana y la vi? manchada de sangre:
- jejeje, te he dado dijo el general cangrejo con ademan de que la mujer se pusiera de rodillas y, limpiara el honor de haber atrevido a meterse con el general cangrejo. Todo el mundo miraba al general cangrejo con asomo, mas de uno le se?alaba contemplando horroizado al mismo.

- Mi nombre es, Haykio dijo la mujerLo digo solo, para que sepais el nombre de la mujer que os ha derrotado, el nombre de la mujer que lidera el ejercito de Fu Leng, y el nombre de la mujer, que har? arrodillarse al mismismo Hantei

Hida kisada mir? su katana, esta estaba manchada de sangre, y la mujer no hab?a desenvainado la suya siquiera, o almenos, ?l no lo hab?a visto.
- Co... com... como... lo.. has... he... hecho? dijo el general mientras, una linea roja se dibujaba en su cuello, linea que empezaba a ense?ar el perfecto corte que hab?a sufrido su cuello.
La mujer solo se limit? a ense?ar un trozo de la hoja de su katana, desenvainandola un poco. La hoja de la mujer, tambi?n estaba manchada de sangre. Justo en esos momentos, la cabeza del general cangrejo cay? al suelo con un seco puuum

- paaadreeeeeee! grit? el hijo del general Hida Yakamo noooooo dijo mientras miraba con cara de odio a la misteriosa mujer, conocida como Haykio. Noo... no puede ser, mi padre no puede haber perdido... noooo gimoteaba el mocoso (o no tan mocoso)

Lo que tu padre... no sabe, es que... esto... ha sido un empate gimote? con voz resentida la mujer. En aquel momento un trozo de su yoroi, la parte inferior, cay? al suelo. El potente golpe del general hab?a partido las l?minas de la armadura, e incluso las grebas, y no solo eso, sino que hab?a abierto en canal la barriga de la mujer, viendose todas las entra?as de la misma caer al suelo.
Puuufy cay? el cuerpo de la mujer al suelo.

Todo el mundo, y los aventureros, contemplaron la escena impactados por la tension del momento, sus bocas estaban semiabiertas y sus ojos clavados en la ahora nada que habian dejado los cuerpos. Sus ojos se enfocaron cuando dislumbraron la figura que tras ellos contemplaban



Por alguna extra?a raz?n, a mas de uno, concretamente a Eiji, Buntaro, y Yoguro, la figura de aquella mujer les resultaba familiar.
La mujer del sue?oooooo!!!!!!!!! pensaron violentamente y de golpe 3 de los aventureros.
Ellos, y el resto: Kizik, Ashitaka, Ken, Yicuccio, Leyasu y Karnash, solo pudieron ver como la mujer daba un paso adelante presentandose:

- Muy bien, tomo el relevo del mando dijo aquella atractiva voz femenina dirigioendose al que pod?a ser el capital del ejercito de Fu Leng Que se preparen para atacar acab? de decir la mujer sonrriendo a los guardias que custodian las puertas de Hida Kyuden

- Peparaos para atacaaaaaaar!! grit? la voz del capitan girandose y dirigiendose al resto del ejercito.

Todos miraban a Hida Yakamo, hijo del ahora muerto general Hida Kisada y antiguo Daimy? del clan Cangrejo. Este, logr? enfocar la vista y los pensamientos de nuevo y dijo:
- Supongo que ahora muerto mi padre soy el nuevo general y Daimy? del clan dec?a el cangrejo agarrando fuerte su tetsubo Cerrad las puertas!!! grit? en un ademan de intentar ganar unos minutos de tiempo, antes de que los enemigos cargaran.
- Aqui a un rato tu nuevo clan empezar? a someterse a mi voluntad, y tu morir?s dijo la mujer con perfectos movimientos de serpiente hasta entonces dijo sonrriendo, gi?andole un ojo y mandandole un envenenado beso al general.
Este se qued? empanado viendo a la mujer hasta que las puertas acabaron cerrandose: poooouuummmm!!!
Solo unos minutos quedaban para la guerra y las tropas se empezaban a organizar tomando sus puestos

Dia 10, En las calles de Hida Kyuden, 21:00

Akodo Ashitaka, Bushi del clan Leon

Ashitaka asisti? al duelo con asombro, dos grandes guerreros acababan de batirse y morir, y uno de ellos era el Daimy? del clan Cangrejo Hida Kisada.

Las honorables y valientes palabras del bushi dragon sacaron de su ensimismamiento al joven Ashitaka. Desde que ten?a uso de raz?n sabia que morir?a en combate y que lo har?a siendo joven. Nunca hab?a albergado esperanzas de superar la treintena y ahora parec?a que no superar?a ni los apenas 25 a?os que tenia. Aun as? ese convencimiento le hab?a servido para vivir su vida al l?mite, como si cada momento fuese el ?ltimo, y no le importaba morir sirviendo a su familia y a su Emperador.

El joven bushi leon se giro hacia Eiji:

- Honorables y valientes palabras amigo. Permitidme que os acompa?e en la noble tarea de limpiar Rokugan de inmundas criaturas. -Y dirigi?ndose a todos- Puede hoy que muramos, pero hag?moslo con honor y valor. Que nuestros ancestros se sientan orgullosos de nosotros y de nuestros actos. Que nuestras familias se llenen de orgullo al recordarnos. Y que esas malditas ratas de Fu Leng paguen cara su osad?a!

Al terminar Ashitaka se ajusto su armadura y se dispuso para la batalla. Batalla que pod?a ser ?su? batalla final.

Dia 10, En las calles de Hida Kyuden, 21:00
Kuni Ken

La visi?n del duelo y la muerte de quien hubiera sido en otro tiempo su damyo lo dejo algo molesto, pero luego sonri? y se puso su mascara: Dev? saberlo, el se?or oscuro siempre desconfi? de nosotros, pero demostrar? lo que valgo, demostrar? quien soy...
.- Penso para s?

Se di? vuelta a sus camaradas y dijo: Creo que nuestra misi?n a terminado, Ahora solo nos queda una ?ltima tarea, abramos esas puertas.
Se di? media vuelta mientras sacaba su No-dachi.

Dia 10, En las calles de Hida Kyuden, 21:00

Akodo Ashitaka, Bushi del clan Leon

Ashitaka se puso tenso al oir el gemido inhumano que lanzo el supuesto humano, que al quitarse el embozo y el sombrero rebelo su rostro semi-cadaverico. "Un servidor de Fu Leng? penso.

El Bushi Leon desenfundo su Katana y dirigi?ndose a sus nuevos compa?eros les dijo con voz tranquila:

- Creo que para proteger al Daimy? primero tendremos que acabar con esos engendros de Fu Leng. Elegid al que querais, pero aquel- se?alo a Nimura- es mio.

Entonces se dirigio a Nimura y su voz se alzo entre el estr?pito que los rodeaba:

- SOY AKODO ASHITAKA! YO SOLO HE ACABADO CON CIENTOS DE ENGENDROS DE FU LENG! GENERACIONES DE LEONES CORREN POR MIS VENAS! DESCIENDO DEL MISMISIMO AKODO, FUNDADOR DEL CLAN LEON!! Y TU! ? Ashitaka se?alo a Nimura con su Katana- ENGENDRO DE FU LENG TAN SOLO SERAS OTRO TROFEO MAS EN MI VIDA! ACABARE CONTIGO Y CON TODOS LOS QUE SE PONGAN EN MI CAMINO!!!

Entonces el bushi se lanzo al ataque.

Dia 10, En las calles de Hida Kyuden, 21:00

Mirumoto Eiji, bushi del clan del Dragon

Al parecer unos ajentes de Fu Leng se encontraban el la parte del el muro y se disponian a abrir la puerta desde dentro. Otra vez quedaba demostrada la efic?cia de los cangrejos al evitar que criaturas sombrias se colaran. Eso evoc? el recuerdo de los trasgos que mataron a sus compa?eros en el camino.

Akodo Ashitaka parecia que queria combatir solo, contra uno que se qued? cubriendo a sus compa?eros matando y a inocentes que estaban a su lado.

Eiji rode? al samurai corrupto, y con su katana y wakizashi desenvainados se dirigi? a los que estaban intentando abrir la puerta desde dentro.

21:01, Dia 10, frente a las puertas Hida Kyuden

Otaku Buntaro, shugenja del clan Unicornio

- ?Por la sagrada sangre del Emperado! - Exclam? Buntaro, al ver el cariz que tomaban las cosas. Si las puertas cedian, la ciudad estaria perdida. Blandi? el rutilante bast?n por encima de su cabeza y grit? a pleno pulmon. - ?A las puertas guerreros Cangrejo! ?El enemigo esta dentro de la ciudad!

Sin mas dilaci?n, arroj? a un lado su sombrero de paja y corri? en pos de Eiji hacia aquellos malditos traidores. Con el valeroso le?n entreteniendo al que parecia el jefe, el resto no serian adversarios para sus letales compa?eros. Ni para el. Una sonrisa carente de alegria se form? en el rostro curtido del shugenja. Aquella noche, muchos caerian bajo el poder del espiritu del agua...

21:01, Dia 10, frente a las puertas Hida Kyuden
Juicio Final

Ashitaka localiz? un perfecto golpe entre las costillas de Yicuccio. Su tecnica de clan le permet?a clavar golpes localizados consiguiendo ignorar las protecciones que la armadura ofrec?a al corrupto samurai.
Cuando Ashitaka se hubo dado cuenta que debajo de la armadura solo se apreciaban... costillas, carne y algun que otro organo, uno de los espadazos de Yicuccio ya alcanzaba al joven le?n. La valerosa aza?a de retar al se?or corrupto le hab?a costado la vida.

El primer corte, transversal, parti? clav?cula y omoplatos al le?n, abiendole una brecha en el pecho por toda la mitad. La armadura no pudo sino caer sin mas al suelo.
Uhaah grit? Yicuccio cuando arranc? la katana hundida del cuerpo del joven Leon. Este, miraba en sus ?ltimos alientos de vida como la sangre brotaba de su pecho con gran potencia: He perdi... pens? Ashitaka justo antes de morir.

Yicuccio no contento con eso, quiso intimidar a la masa de samurais que se le acercaban predispuestos a atacar. tendr?an suficiente valor?.
El segundo golpe del Maho Bujin atraves? horizontalmente la tripa del samurai, y como tercer golpe, empuj? su katana hasta dentro, y levant? el cuerpo del samurai al aire. Con gran potencia lo impusl? en el sentido contrario de la gravedad, y cuando esta empez? a actuar provocando que el cuerpo del samurai cayese al suelo, Yicuccio sentenci? su ultimo golpe partiendo al samurai por la mitad a la altura de la cintura. Simplemente macabro. Pero que quer?an, si su se?or no era otro que Fu Leng?

El cuerpo yac?a en el suelo descuartizado como un perro sin honor.
En aquel momento, Yicuccio mir? a los tipos que se le acercaban, aquella veintena de samurais se hab?an quedado paralizados mientras el maho bujin hab?a dado similar espectaculo a todo ejercito Hida.
En seguida se di? la vuelta y se dirigi? a la puerta para ayudar a abrirla.

De las manos de Buntaro, el Shugenja unicornio, que mientras el samurai mor?a a manos de una corrupta criatura, hab?a estado concentrado, apareci? un enorme B? de agua que ten?a pinta de ser mejor arma que la de muchos Hida que yacian con ?l en las filas. Buntaro cuando hubo abierto los ojos dijo: ?A las puertas guerreros Cangrejo! ?El enemigo esta dentro de la ciudad!
Era demasiado tarde. Las puertas de la cuidad empezaban a quebrarse, y ya se o?an los gritos de los generales de Fu Leng dirigir a las tropas y organizarlas para tenerlas listas en breves instantes.

- Se estan abriendooo, dios mio, se estan abriendooo, estan entrandoooo!! chillaba un samurai de corta edad se?alando con su katana las puertas. La katana le temblaba, y lo cierto es que el joven estaba considerablemente nervioso.

Mirumoto Eiji, rode? a Yicuccio, y con el daisho desenvainado se dirigi? con gran presteza a derribar a aquellos que estaban intentando quebrar la puerta desde dentro estaba siendo abierta. Ken, que se percat? del aproximamiento dijo a sus compa?eros: Sigan en su trabajo, yo lo dentendr? mientras con ambas manos se desenvainaba la gran no-dachi que ten?a en la espalda. Fu? a recibir a Eiji encantado.

Karnash junto con Yicuccio y Ieasu intentaban abrir la puerta, mientras Ken se bat?a en duelo a espadazo limpio con Eiji. Ambas espadas chocaban pero ninguna cortaba la carne del otro.

De pronto, Ieasu, el Maho Tsukai del clan Fenix, se separ? de la puerta energicamente, y con una daga, se hizo un considerablemente profundo corte en la mano para que la sangre bortara de la misma:
- Se acab?, la situacion justifica el uso del Maho. Oooh Fu Leng! dame tu poder para........ de pronto el maho tsukai par? de recitar en seco para darse la vuelta y mirar detras suyo. Vi? a una arquera vestida con una armadura amarilla, y un arco armado. La chica miraba al maho tsukai con agon?a preguntandose si hab?a llegado a tiempo de interrumpir el ritual o si por el contrario, era demasiado tarde y las puertas ya se barir?an irremediablemente.
Ken, Yicuccio, y compa??a, vieron unas 4 o 5 felchas aproximadamente clavadas en la espalda del maho tsukai feni Ieasu. El cuerpo de este cay? con un golpe seco en el suelo.

En efecto, aunque el disparo certero de Yukino, la samurai arquera del clan avispa, hab?a matado al Maho Tsukai al primer flechazo, no logr? llegar a tiempo para evitar que el maho tsukai Ieasu abriera la puerta gracias a un potente conjuro maho: Mi muerte no ha sido en vano, y mi intervencion ha sido decisiva para el desarrollo de los acontecimientos, fu? lo ultimo que pens? Ieasu antes de morir.

kkrrkkrkrkr empezaron a crujir las puertas de Hida Kyuden, en el momento en el que Hida Yakamo, nuevo general, gritaba un: preparadooooos a la vez que las puertas de Hida Kyuden segu?an crujiendo...
Las gotas de sudor ca?an en las frentes de los samurais, que todos esperaban ansiosamente, en eternos instantes, a ver si la dichosa puerta rebentaba de una vez.

Al fin rebent?. Craaashhh y miles de flechas salieron de fuera de la cuidad entrando por la puerta y clavandose en los cuerpos de kla mayor?a de samurais que estaban posicionados en primera fila.

Hiaaahhhh!!!!!!!!!!!!! gritaron cientos de infectas criaturas sombr?as y samurais corruptos a la vez que, por orden de aquella misteriosa mujer, empezaban a cargar contra los samurai de la primera fila de las defensas Hida.
El combate, hab?a empezado...

Dia 10, En las calles de Hida Kyuden, 21:01
Kuni Ken.
Las puertas han sedido, El Damyo Cangrejo muerto, el ejercito de Fu Leng ya esta dispuesto a entrar. Muchos acontecimientos trascendentales para Rokugan.

Pero Ken estaba inconciente de todo ello; solo escuchaba el latir de su corazon con el bramido como de una ola reventando de fondo y su vision estaba oscurecida, solo distinguia la silueta neblinosa de un Samurai desafiante. Aquel instinto que cri? en la Escuela de los Fanaticos le decia que esa silueta lo mataria si no lo mataba antes el. Su sangre, contaminada por la corrupcion,  hervia a tal punto de nublarle la razon.
De pronto, Un haz de luz azulina apareci? de la nada seguida de una segunda silueta, lo atravez? por el costado emanando profusamente grandes cantidades de sangre rojo oscura, casi negra, como si hubiera estado siglos esperando salir.
Pero Ken no sentia dolor alguno ni persiv?a la gravedad de su herida, lo unico que veia era ahora dos siluetasa quienes vatir, pero ellas lograron moverse m?s r?pido que Ken.
La primera silueta dibujo un arco plateado que cruz? en forma diagonal desde abajo hacia arriba el pecho de Ken, pasando a llevar en su estela el brazo derecho que llevaba levantado Ken sosteniendo su No-dachi.
Esta vez, el rio de locura que corria por sus venas, parecia haberse vaciado por completo ya que por una fraccion de segundos la oscuridad  ces?. Por tan solo una fraccion de segundos luces, formas y colores eran persividas por Ken, fue asi como contempl? su pecho abierto y su mano izquierda sosteniendo su No-dachi con su mano derecha colgando de ella. Hasta su misma mente pareci? ser liberada ya que miles de recuerdos, recuerdo que ?l crey? olvidados, pasaron por su cabeza, el ultimo de ellos era la escena de la ribera de un r?o apasible la cual estaba cubierta de una  hierva verde y perfumada, alli estaba recostada de espalda la figura de una ni?a de no mas de diez a?os toda mojada, con los ojos cerrados y su cabello largo algo enredado, ella abri? los ojos directamente a ?l y sonri?.

Tanto buntaro, como Eiji pudieron ver como el cuerpo de Ken se arrodill?, contorne? su cabeza y con los ojos blancos, y una sonrisa dulce dibujada en su rostro, musito una palabra: Yuriko... y luego se desplom? inerte.