Informaci?n general sobre el planeta:[/u]
M?risthal es un peque?o planeta rico en minerales y materias primas.
Estando pocamente poblado, la capital se encuentra en la zona oeste del planeta, por lo que la luz de las estrellas no es muy habitual en la susodicha.
Tan solo unas horas de frio sol, dotan al planeta de un clima h?medo y mojado, bastante mojado.
Lluvias persistentes mojan el suelo del planeta, que siendo arenoso, provoca unos constantes charcos de barro y lodo a lo largo de la superficie del peque?o planeta. Solo se sabe de una civilizaci?n avanzada por lo que se ha podido averiguar.
La capital de Miristhal est? compuesta en gran parte, por bandidos errantes y gente con pasados turbios, que han tenido que buscar en el planeta cristalino la oportunidad que la sociedad no supo darles en el nucleo de la galaxia. La poblacion de la capital, llamada en terminos simples,
capital o
cuidad, esta compuesta fundamentalmente por humanos, aunque ello no quita que haya una variedad de lo mas llamativa. Ewoks, Twe'leks, Wookies, etc... pero sobretodo humanos.
Una plataforma de nobles adinerados, mediante contactos comerciales y una gran inversion de sus capitales, estan logrando levantar un planeta hasta hace unas decadas despoblado y buscar un hueco en las rutas comerciales con tal de poder sobrevivir. La cadena es muy sencilla. Capital, trabajo y beneficio. Solo asi todos los habitantes logran subsistir en un planeta totalmente desconocido como lo es Miristhal. Nadie se queja, los figituvos bajos trabajan y viven, los nobles hacen dinero. Pero todos ellos con un denominador com?n. Aprobecharse del sistema para sobrevivir.
Una capital de peque?a extension, un mecanico camino para llevar a los trabajadores a las minas de cristal, desierto y poco mas, muy poco mas...
Inicio de la partida:[/u]
La cuidad se erg?a cual colosa con edificios sospechadamente altos en medio de las dunas de los desiertos del planeta cristalino. Una cuidad hecha de edificios de cristal, un cristal de color azul brillante, que reflejaba mediante un precioso arcoiris la poca luz que la estrella de la ?rbita a la que el planeta pertenecia.
No se pod?a distinguir si los edificios eran totalmente de cristal, o si sin embargo lo eran solo los forrajes extrernos. En todo caso, la susodicha escena desment?a un poco la sospecha que los jedi ten?an acerca de del transfondo y calidad de vida que los habitantes del planeta pose?an. El planeta parec?a ser mas rico en minerales y patrimonio de lo que las historias contaban.
La torre de control di? las instrucciones a la nave de los aventureros, una nave crucero corelliano pilotada por el As estelar Amarant, piloto del equipo. La nave pos? en uno de los edificios mas altos de la extensa cuidad. Un balcon de demasiados metros cuadrados, repleto de gente. Guardias, sirvientes... y un hombre distinguido entre el resto, con unas t?nicas de color blanco con capucha destapada.
Cuando la rampa baj? para que los aventureros pisaran el balcon del edificio en el que aterrizaron de aquella cristalina cuidad, y por lo tanto, tierra firme de un desconocido planeta, el hombre de t?nicas blancas di? unos pasos hacia el frente y se present?:
- Buenas noches se?ores. Mi nombre es Khalam Oss. dijo el hombre de raza extra?a. Su piel, semiblanquecina como el marmol, denotaba una clara distincion del resto de humanoides que estaban pisando aquel balcon de baldosas azuladas y transparentes. Desdeluego, aquel que tubiera v?rtigo no osar?a mirar demasiadas veces hacia abajo. A?n asi, el balcon parec?a ser completamente seguro.
- Posiblemente se habr?n extra?ado de lo encontrado en este planeta, supongo. No es asi se?ores? Oh!, permitanme invitarles a pasar adentro del edificio, en unos momentos empezar? a llover dijo el Umbaran.
- Bienvenidos al planeta Miristhal, damas y caballeros. Este planeta se caracteriza por la gran variedad de ricos minerales que estan haciendo furor en las rutas de comercio actuales. dijo el Umbaran extendiendo las manos y haciendo signos de un lado hacia otro, como galaneando su arte para con la diplomacia.
Los aventureros entraron en el pasillo. El edificio, por los interiores, efectivamente no estaba hecho de cristal, sino de unos plasticos especiales de color blanco que permit?an hacer un buen juego de contrastes para con los elementos cristalinos que decoraban varias partes del edificio. Las puertas de uno de los lados del pasillo se abrieron, y todos accedieron a una redonda sala con unos comodos sillones centrales. El noble se sent? y con un gesto de su mano indic? a los visitantes que se sentaran.
- Como habr?n podido comprobar, mi casa es una de las mas distinguidas entre las demas de la capital. Cuando mi familia lleg? al planeta, invirti? grandes recursos en el desarrollo del mismo, y a dia de hoy, podemos decir que nos ha dado buenos resultados, si. dijo el hombre frotandose el ment?n.
- Esto es b?sicamente un resumen del porque han aterrizado ustedes en el balcon de mi casa. No tenemos la cuidad habilitada con un aeropuerto en el que las naves puedan aterrizar, debido a que solo las familias mas adineradas poseemos vehiculo propio. Desde la torre de control nos informaron de la llegada de un vehiculo aereo y les d? instrucciones de que os hizieran aterrizar en mi balcon. Espero que la medida no les haya incomodado, caballeros. dijo el Umbaran con una amable sonrrisa.
- Aunque supongo que el saber de mi vida y progresos en este planeta no ser? el motivo de su visita, asi que, en un deseo de no hacerles perder mas tiempo, puedo preguntarles en que les puedo ayudar? dijo el noble haciendole un gesto a uno de sus sirvientes, el cual en pocos segundos trajo una bandeja llena de bebidas para servirselas a los recien llegados, muestra de hospitalidad.
Los 7 aventureros posaban delante del noble en espera a que alguno de ellos, diera la pertinente explicacion