Posada el Viajero Herrante. Naskell. Tras caer el sol.
Eleomer, el Adivinador El explorador tiene raz?n, elfo. Aqu? est?n metidas fuerzas demasiado poderosas para una panda de mortales como nosotros. Aunque pueden vivir cientos de a?os, los elfos estirais la pata como cualquiera si os atizan con suficiente fuerza entre las cejas...
Pero yo no busco enfrentarme con ellos, ellos me buscan.... Pensaba para si Eleomer mientras agachaba su cabeza una vez mas para atender a su compa?ero familiar con un tinte de preocupaci?n en su rostro.
Lo ?nico que queria hacer fuera de su hogar era llegar a conocer la biblioteca de Candelero y empaparse con el conocimiento all? albergado. Caminar junto a Sarven con quien accidentalmente se encontraron y vieron una posibilidad de llegar hasta all?. Poder ver cumplido aquella visi?n que se indujo donde ve?a a Sarven y a si mismo observando como se abrian las puertas de Candelero ante ellos.
Pero su visi?n fue mas all? de lo que esperaba. El contemplar esos ojos rojos en la visi?n y luego verlos en vivo, tanto en el Oso que se toparon en el camino a Nashkel como en el Lic?ntropo que acaban de ver era algo que no esperaba.
Pero espera, yo lo vi en mi visi?n, ?l me dijo algo... recuerda Eleomer, recuerda... el dijo Yo he visto aun mas lejos que tu, vidente. Y no voy a consentir ninguna interferencia en los planes de mi se?or... Eso es, el vi? que yo hice algo que no quiere que haga! Pero ?Que ser?? Eleomer comenzo a divagar nuevamente en sus pensamientos, tan as? que no tom? se di? cuenta cuando Earhum ya no estaba con ellos. Solo la menci?n de su nombre lo volvi? a despertar.
Pierde cuidado Eleomer, Pluma no se zampar? a tu amigo por muchas ganas que tenga. Sabe tan bien como yo que hay animales que se salen del ciclo de depredacor y presa, elevados a otros fines. ?Tiene nombre tu amigo el roedor?
?Que?... ?Perdon?... ?Aahh, si!... Niurat es su nombre... Acarici? a su roedor y esbos? una sonrisa.
No se preocupe se?or Pah, el no es como cualquier rata, es especial. Sabe mejor que yo en quien confiar y en quien no. La peque?a rata, notando que hablaban de ella r?pidamente se meti? por la manga de Eleomer para luego salir por el cuello de su t?nica y pararse en sus dos patas en el hombro de Eleomer moviendo sus bigotes como si saludara.
Ya ve Usted, uno habla de ella y comienza a lucirse... Ya se que Pluma no quiere hacerte da?o, pero tu no lo tientes tampoco. Estas ultimas palabras las dijo dirigiendose a Niurat y las termino dandole otro trozo de queso que con gusto tomo el roedor. Al notar un peque?o silencio en el grupo habl?.
Caballeros, ?Que pensais hacer ma?ana? Al decir esto recorri? los rostros de cada uno de los presentes, momento en el cual se percata que falta uno en la mesa.
?Y Earhum? Sin querer aquellas palabras que pens? se escaparon por su voz.