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« en: Julio 23, 2010, 02:54:00 am »
Ellen Laviette, Grafthon, Caminando por el pueblo. 2 de Septiembre del 990 DC. Noche.
Los pensamientos y recuerdos agolpaban la mente de Ellen, no importaba que el frio comenzara a calarle los huesos, provocándole escalofríos, la chica abrió la mano con la palma mirando hacia el cielo mientras gotas de lluvia caían en ella, por primera vez en esa noche una sonrisa pura se dibujo en su pálido rostro, las palabras de una lejana conversación se agolparon en su mente, y continuo caminando ensimismada en su mundo, había dejado el incidente de la taberna atrás, ya estaban en camino a… alguna parte, que pronto descubriría, más tarde que temprano al parecer. Las imágenes en su mente lentamente se aclaraban y su sonrisa se mantenía, hasta que sintió la voz de Nindalf pronunciando su nombre, lo que provoco que ellen volviera a la realidad sacudiendo levemente su cabeza como quitándose un bicho que l a molestaba.
Por cierto Ellen, ¿tienes más abrigos, aparte del que tenias hace un rato? Conozco una tienda en este pueblo donde venden las más hermosas capas y atuendos de vestir… ¿Qué me dices?
Ellen volvió a elevar la vista, los rastros de su sonrisa se disipaban lentamente y los recuerdos se desvanecían en su memoria, Nindalf no espero que respondiera y siguió hablando.
“cierto… deje la capa para que fuera usada como manta…” [/color]miró a su alrededor mientras pensaba, si bien estaba rodeada de cuatro hombres, que evitaba que otros se acercaran con, quien sabe que intenciones, eso no evitaba ser el centro de visiones y fantasías de las personas que se acercaban “tendré que aceptar” elevo su mirada hasta encontrarse con la de Nindalf el que parecía estar esperando la respuesta de los demás – Pues… no... no tengo otra , dime donde queda e iré a ver algo que pueda servirme…- "espero tener el dinero suficiente para una capa... por lo menos..." Pensó mientras esperaba a que Nindalf le indicara por donde ir