Yo no tengo nada que a?adir, estoy esperando la respuesta del cangrejo y que nos larguemos de all

Dia 4 de Abril, Distrito de Ikebukuro, Hall del edificio "Sunshine City"

Yugo

Mientras esperaba a sus compa?eros de wu sentado en la silla de Hoshi, leia el periodico y se fumaba un pitillo. Esperaba no tener mas compl?caciones esa noche, pero se equivoc?, a lo lejos divis? a tres personas, una con el pelo blanco y una gabardina negra, y dos hombres/armario le flanqueavan.

Yugo pens? en quien querria ir a la oficina a esas horas, y vi? que sacaba un m?vil. Al principio pens? que podria estar llamado a la policia por la "ausencia" de personal de seguridad en el hall, o que conocia a alg?n guardia, pero cuando sac? lo que Yugo identific? como un bazooka se le cai? el pitillo al suelo, desde que se le cay? de la boca hasta que toc? el suelo el tiempo pareci? ir mas lento, coji? el comunicador que le havia pasado Kaze y le dijo:

-Parece que tenemos compa?ia, aqu? fuera hay un tio con dos hombres con aspecto de guardaespaldas y el tio ha sacado una esp?cie de bazooka.-

Una vez dicho esto se dispuso a ver que querian esos personajes tan curiosos que habian aparecido, por lo que se diriji? prudentemente sin parecer hostil con el arma guardada en la pistolera, debajo de la axila.

Esper? para ver como reaccionaban los tres hombres misteriosos a su pres?ncia y les pregunt?:

-?Que desean buenos se?ores a estas horas de la noche?- y se qued? expectante a la respuesta que le pudieran dar.

Dia 4 de Abril, Distrito de Ikebukuro, Hall del edificio "Sunshine City"
 
Yugo

Tras llamar la atenci?n de Kaede, Yugo, se dispuso a contestar a Kaede, pero al ver que esta se entretenia con la arma y parecia que no le prestara atenci?n pens? que no valia la pena malgastar el tiempo contestandole y se qued? un momento concentrandose en silencio y ordenando los pensamientos.

Cuando Kaede march?, yugo miraba hacia la pared, se acerc? a uno de los guardias muertos y al examinarlo coji? su cartera la examin? y memoriz? la direcci?n, que aparecia en el documento de identidad, d?nde residia el fallecido. Despu?s se fij? en el cuerpo y vi? que havia muerto por un zarpazo en la garganta y se qued? pensativo.

"Kaze iba con pistolas..." empez? a divagar, "...Gorobei con su cuchillo..." sigui? "... y Tatsu me parece que iba con sus manos, al igual que desgarr? el arbol parece que desgarr? la carne de este." asinti? con la cabeza, comprob? que tenia una bala cargada ya en la recamara y se dispuso a esperar a sus compa?eros mientras sacaba a los cadaveres de la vista metiendoles en el cuarto de mantenimiento, seguidamente se sent? en el mostrador que ocupaba Hoshi anteriormente y esper? a que sus compa?eros bajaran.

por mucho que sea evidente cuando eres tu no est? de mal registrarse antes de hablar, adem?s hay un botoncito que te autoregistra cuando entras (yo no lo tengo, por lo que no se como funciona, o si va bien o mal)

Dia 4 de Abril, Distrito de Ikebukuro, frente al edificio "Sunshine City"

Yugo

Tras abrir la cerradura electr?nica y destrozar los servidores para no salir ma?ana en la televisi?n. El comentario de Gorbei hizo que se esperar el posterior alboroto en las plantas superiores y pens? que las cosas no podia ir a peor, pero se equivocaba. Al tiempo que subia de la sala de mantenimiento al hall principal y se encendia un cigarro, pero al ver que Kaede registraba un cadaver. "Habre que cargarme el fax si llego otra vez al piso" pens? Yugo.

-Kaede!!! deja al cadaver.- grit?.

D?a 2, Distrito Meridional (barrio 1)

Silvaar (grupo 1)

Oiendo la acalorada discursi?n entre el Tibh? y Makar se dispuso a intentar poner paz entre los dos, pero antes que pudiera hacer nada algo sobresalt? la aparente calma de ese mediodia.

Se trataba de un hombre al cual Silvaar no conocia, pero que parecia llevar ropas de criado de alguna familia noble, que salia de una casa ensangrentado. Pero lo mas sorprendente fu? la criatura que se vi? despu?s que el criado se desplomara, un ilicido, una criatura no habitual de esta capa terrestre, mas bien de un poco mas abajo.

Antes que pudiera reaccionar de alguna manera la palabra "Drag?n" lleg? a sus oidos. Su corazon empez? a latir aceleradamente, habia oido historias de supervivientes a ataques de dragones en alta mar contadas por compa?eros suyos, por suerte ?l nunca habia avistado a ninguno, hasta hoy.

Hizo un barrido al cielo y localiz? la criatura, que se acercaba desde el este. En ese momento le imbadi? una sensaci?n de p?nico como nunca habia tenido, el ilicido y el cadaver habian pasado a un plano secundario, ahora solo podia fijarse en el Dragon. R?pidamente se dirigi? hacia casa de sus padres, debia prevenirlos.

Pas? lo mas r?pido que pudo entre la mulutud que huia despaborida hasta que lleg? a la puerta de su casa, la abri? r?pidamente, entr?, la cerr? y atranc?. Se encontr? que su madre estaba acavando de preparar la comida mientras su padre remendaba una red de pesca y se lo quedaron mirando:

-Cojed lo necesario, viene un Dragon, quizas hayamos de marchar del distrito para no acabar chamuscados.- a la vez que decia esto se quedaba oculto como podia mirando por la ventana, esperando ver que hacia el Drag?n y con el estoque en mano fijandose tambien quien intentaba entrar a la casa, gente podria aprobechar la situaci?n para hacer "visitas" a casas ajenas para cojer cosas "prestadas".

Dia 2 , Distrito Meridional, Barrio 1

Silvaar

Cuando caminaba por las tiendas junto al enano Tarrasque le llam? la atenci?n que un tendero tubiera talladas piezas en forma del enano y suya, y mas que luego el tendero les regalara las figurillas.

"Yo soy Tibh? Khan, monje de la Ciudad de Monasterio en la regi?n de Ardos y este a mi derecha es Talis" dijo el tendero, "monje" pens? Silvaar y un estremecimiento recorri? su cuerpo, desde su prespectiva la adesi?n y devoci?n que le tenia un monje a un c?digo, parecido a la de un palad?n, le daba desconfianza a una persona como Silvaar "?a cuantos camaradas puede traicionar por culpa de su est?pido c?digo?" era la pregunta que siempre que se encontraba con ese tipo de gente le pasaba por la cabeza. Silvaar no dudaba de sus habilidades, pero esperaba ser mejor que ellos en caso de que se giraran contra ?l.

Acept? la invitaci?n del monje a sentarse:

-Si necesitas descansar y comer hagamoslo, aunque preferiria hacerlo en una mesa y delante de una buena cerveza no me importa.-

Y cuando Tibh? le ofreci? comida Silvaar le contest?:
-No, gr?cias, en este momento no estoy hambirento, pero gr?cias igualmente.- y al igual que Tarrasque este no podia estar tranquilo en un lugar tan lleno de gente, por lo que tambi?n estaba observando a la gente que pasaba por la plaza.