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Partidas por Foro: Mundo de Tinieblas /
« en: Febrero 13, 2005, 01:48:57 am »
3 de julio de 1999... Ciudad de Orsatelli de Peille
Ten?a gracia. Iron?a cruel del destino. Sin embargo, una vez Markio hubo salido de ese condenado pueblo una vez hace siglos, estuvo demasiado ocupado pensando en otras cosas... Markio hac?a siglos que hab?a olvidado el significado del miedo... sonri? bajo su m?scara. Ahora ya no era un pueblo maldito, sino una ciudad m?s, influenciada por el Sabbat. Sus ?rdenes fueron claras y precisas.
Markio se adentr? en la ciudad. Sonri? para sus adentros. Esto ya no era como antes. Muchos recuerdos le inundaron la mente... demasiados. Bane, el miedo... Todo hab?a cambiado, y Markio no iba a permitir que sus aletargados sentimientos tomasen parte en el asunto.
El cainita se limit? a seguir las instrucciones de la mujer sobre la cual hab?a aprendido ciertas cosas en el Mundo de los Fantasmas, Unre. Ten?a que encontrar un edificio de pocas plantas y colarse. Encontr? el edificio. Markio entr?. Y se dispuso a bajar al s?tano, tal y como le hab?an indicado. El v?stago procedi? el descenso por las escaleras e inspeccion? el suelo. Le lleg? a los o?dos el clamor de un mont?n de personas. Ven?a de abajo. Markio se llev? la mano al cinto... su espada estaba ah?. La otra mano se la llev? a un bolsillo interno de su t?nica. El arma de fuego ocupaba su posici?n. Nunca se sab?a. Abri? la trampilla, el ruido le inund? los t?mpanos y baj? cerrando la trampilla.
En una enorme sala circular se representaba un espect?culo a los ojos del v?stago reci?n llegado. Cientos de personas luchando endiabladamente entre ellas. Markio se aferr? el pecho con una mano. El cainita rezaba para suprimir los impulsos de la Bestia asesina que moraba dentro de ?l. "? Qu? co?o...?" pens? Markio cuando contempl? de lleno la consagrada lucha que manten?an las personas en la sala, iluminada por antorchas.
- Bienvenida a casa chico...
La voz que escuch? Markio provino de una cainita, de entre la multitud. Era una voz suave a la vez que profunda... cautivadora. El hijo de Kain mir? alrededor, suspir? y se abri? paso entre la multitud que luchaba ferozmente. Algunos de esos j?venes entrpec?an a Markio. Este simplente, los apartaba o, como estaban ciegos por el frenes? del momento, les propinaba alg?n que otro rev?s con la mano. A duras penas Markio lleg? donde se encontraba la sensual mujer. Una vez la tubo en frente, mir? hacia atr?s. Resisti? el impulso de la Bestia... y la mujer habl?.
- Bienvenida a casa chico.... Mi nombre es camilla, Camilla urseno, Se?ora de este lugar.... ?que se le ofrece a tu se?ora unre?
La mujer sonri? y clav? sus ojos en Markio. El cainita se pregunt? si pod?a liberar dicha informac?on ah? en medio. Reflexion? unos momentos mientras sus ojos, tras la m?scara, se clavaban en los de la mujer. ? Camilla Urseno? Quiz?s hab?a o?do ese nombre en otro lugar. " En fin, no creo que estos desgraciados se molesten en salir de su frenes? sangriento para escuchar lo que debo de decir". " Bienvenido a casa,?eh...? Me alegro de que esto no sea mi casa... est?... demasiado sucia por decirlo de alguna forma... y es una mierda de sitio".
- Buenas noches, se?ora Camilla. Las formalidades y palabrer?as no son lo m?o - empez? Markio tras su m?scara- ir? al grano. Mi se?ora Unre desea obtener informaci?n de lo que est? ocurriendo en Orsatelli de Peille. Informaci?n sobre el pr?ncipe Bhrams, y porqu? a convocado a notables cainitas como Lucita y el lun?tico Anatole a su lado.
Markio aguard? la respuesta de Camilla Urseno... clav? su mirada en cada uno de sus movimientos... y luego dirig? sus ojos hacia los de ella. Era un encuentro interesante. Markio, tras su m?scara, sonri? levemente.
Ten?a gracia. Iron?a cruel del destino. Sin embargo, una vez Markio hubo salido de ese condenado pueblo una vez hace siglos, estuvo demasiado ocupado pensando en otras cosas... Markio hac?a siglos que hab?a olvidado el significado del miedo... sonri? bajo su m?scara. Ahora ya no era un pueblo maldito, sino una ciudad m?s, influenciada por el Sabbat. Sus ?rdenes fueron claras y precisas.
Markio se adentr? en la ciudad. Sonri? para sus adentros. Esto ya no era como antes. Muchos recuerdos le inundaron la mente... demasiados. Bane, el miedo... Todo hab?a cambiado, y Markio no iba a permitir que sus aletargados sentimientos tomasen parte en el asunto.
El cainita se limit? a seguir las instrucciones de la mujer sobre la cual hab?a aprendido ciertas cosas en el Mundo de los Fantasmas, Unre. Ten?a que encontrar un edificio de pocas plantas y colarse. Encontr? el edificio. Markio entr?. Y se dispuso a bajar al s?tano, tal y como le hab?an indicado. El v?stago procedi? el descenso por las escaleras e inspeccion? el suelo. Le lleg? a los o?dos el clamor de un mont?n de personas. Ven?a de abajo. Markio se llev? la mano al cinto... su espada estaba ah?. La otra mano se la llev? a un bolsillo interno de su t?nica. El arma de fuego ocupaba su posici?n. Nunca se sab?a. Abri? la trampilla, el ruido le inund? los t?mpanos y baj? cerrando la trampilla.
En una enorme sala circular se representaba un espect?culo a los ojos del v?stago reci?n llegado. Cientos de personas luchando endiabladamente entre ellas. Markio se aferr? el pecho con una mano. El cainita rezaba para suprimir los impulsos de la Bestia asesina que moraba dentro de ?l. "? Qu? co?o...?" pens? Markio cuando contempl? de lleno la consagrada lucha que manten?an las personas en la sala, iluminada por antorchas.
- Bienvenida a casa chico...
La voz que escuch? Markio provino de una cainita, de entre la multitud. Era una voz suave a la vez que profunda... cautivadora. El hijo de Kain mir? alrededor, suspir? y se abri? paso entre la multitud que luchaba ferozmente. Algunos de esos j?venes entrpec?an a Markio. Este simplente, los apartaba o, como estaban ciegos por el frenes? del momento, les propinaba alg?n que otro rev?s con la mano. A duras penas Markio lleg? donde se encontraba la sensual mujer. Una vez la tubo en frente, mir? hacia atr?s. Resisti? el impulso de la Bestia... y la mujer habl?.
- Bienvenida a casa chico.... Mi nombre es camilla, Camilla urseno, Se?ora de este lugar.... ?que se le ofrece a tu se?ora unre?
La mujer sonri? y clav? sus ojos en Markio. El cainita se pregunt? si pod?a liberar dicha informac?on ah? en medio. Reflexion? unos momentos mientras sus ojos, tras la m?scara, se clavaban en los de la mujer. ? Camilla Urseno? Quiz?s hab?a o?do ese nombre en otro lugar. " En fin, no creo que estos desgraciados se molesten en salir de su frenes? sangriento para escuchar lo que debo de decir". " Bienvenido a casa,?eh...? Me alegro de que esto no sea mi casa... est?... demasiado sucia por decirlo de alguna forma... y es una mierda de sitio".
- Buenas noches, se?ora Camilla. Las formalidades y palabrer?as no son lo m?o - empez? Markio tras su m?scara- ir? al grano. Mi se?ora Unre desea obtener informaci?n de lo que est? ocurriendo en Orsatelli de Peille. Informaci?n sobre el pr?ncipe Bhrams, y porqu? a convocado a notables cainitas como Lucita y el lun?tico Anatole a su lado.
Markio aguard? la respuesta de Camilla Urseno... clav? su mirada en cada uno de sus movimientos... y luego dirig? sus ojos hacia los de ella. Era un encuentro interesante. Markio, tras su m?scara, sonri? levemente.