"Pah apenas se detiene a tomar un instante de resuello cuando sus dedos comienzan a trazar sinuosas l?neas en el aire y una voz grave, rasposa, se eleva desde lo m?s profundo de su garganta. Al instante, la vegetaci?n que rodea la arcada comienza a deformarse y crecer, convirti?ndose en zarzas, lianas y brotes que comienzan a tapiarla. Pah apresta su arco, dispuesto a asaetar a quien ose atravesar su ef?mera defensa, de ser necesario, podr?an incluso prenderle fuego."